Pedro crucificado cabeza abajo
- Varios son los temas relacionados con los últimos tiempos de San Pedro estudiados por los biblistas, historiadores, arqueólogos, paleógrafos, etc. Podemos reducirlos a cinco:
- 1º. Sin duda San Pedro vivió en Roma;
- 2º. San Pedro murió en Roma;
- 3º. Fue crucificado cabeza abajo ;
- 4º. Fue sepultado en Roma;
5º. Bajo el altar papal de la Basílica de San Pedro se encontraron sus huesos, Quiero tratar, solamente, el punto 3º, mencionando brevemente los otros puntos.1º. Sin duda San Pedro vivió en Roma. El mismo Pedro en su 1ª encíclica, implícitamente, lo supone: “Os saluda la que está en Babilonia, elegida como vosotros, así como mi hijo Marcos” (5,13).
- Ésta ‘Babilonia’ no puede ser más que un nombre convencional de Roma”.
- Además, la estancia de Marcos en Roma consta por San Pablo: “Os saludan Aristarco, mi compañero de cautiverio, y Marcos, primo de Bernabé” (Col 4,10) y: “Te saludan Epafras, mi compañero de cautiverio en Cristo Jesús, Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores” (Flm 23-24).
Según una tradición antiquísima de Papías, Marcos escribió en su Evangelio la predicación de San Pedro en Roma. ” No os doy yo mandatos como Pedro y Pablo. Ellos fueron Apóstoles; yo no soy más que un condenado “. Baste con el testimonio de un protestante: negar que Pedro estuvo en Roma es un error reconocido hoy como tal por todo investigador que no se ciegue a sí mismo.2º.
- San Pedro murió en Roma; San Clemente Romano afirma: “Estaba Pedro, que, por causa de unos celos injustos, tuvo que sufrir, no uno o dos, sino muchos trabajos y fatigas, y habiendo dado su testimonio, se fue a su lugar de gloria designado.
- Por razón de celos y contiendas Pablo, con su ejemplo, señaló el premio de la resistencia paciente.
Después de haber estado siete veces en grillos, de haber sido desterrado, apedreado, predicado en el Oriente y el Occidente, ganó el noble renombre que fue el premio de su fe, habiendo enseñado justicia a todo el mundo y alcanzado los extremos más distantes del Occidente; y cuando hubo dado su testimonio delante de los gobernantes, partió del mundo y fue al lugar santo, habiendo dado un ejemplo notorio de resistencia paciente” “A estos hombres de vidas santas se unió una vasta multitud de los elegidos, que en muchas indignidades y torturas, víctimas de la envidia, dieron un valeroso ejemplo entre nosotros”.
San Ireneo de Lyon afirma: ” Pedro y Pablo evangelizaban Roma y fundaban la Iglesia. Después de la muerte de estos últimos Marcos transmitió por escrito lo que Pedro predicó “. Dionisio de Corinto, y el célebre texto de Gayo, presbítero romano del siglo II, quien escribiendo a Proclo, catafrigio de la secta de Montano, quien decía que sus doctrinas eran apostólicas porque entre ellos estaba el sepulcro del Apóstol Felipe y sus hijas, le contesta: “Io posso evidentemente additarti i ‘trofei’ degli Apostoli.
Contents
- 1 ¿Dónde la Biblia habla de la muerte de Pedro?
- 2 ¿Qué dice Juan 21 18?
- 3 ¿Cómo fue la muerte de San Pedro y San Pablo?
- 4 ¿Qué dice Mateo 10 1?
- 5 ¿Quién mató a Pedro primero?
- 6 ¿Qué dice Lucas 6 12?
- 7 ¿Qué dice Pedro 1 16?
- 8 ¿Que nos enseña 1 de Pedro 2 21?
- 9 ¿Cómo explicar 2 Pedro 1 3?
- 10 ¿Cómo le falló Pedro a Jesús?
DONDE DICE EN LA BIBLIA, QUE PEDRO FUE CRUCIFICADO. GERARDO POZO.
De che se tu voglia andare al Vaticano o alla via Ostiense troveraii ‘trofei’ di coloro, che questa Chiesa fondarono”. Los ‘trofeos’ eran los sepulcros.
- Tertuliano a principios del siglo III lo confirma expresamente: “Pedro fue crucificado y Pablo decapitado”.
- El protestante Oscar Cullmann confirma que San Pedro: “vino a Romay que murió mártir en esta ciudad bajo el imperio de Nerón”.
- El obispo ortodoxo Casiano Besobrasoff sostiene que San Pedro estuvo en Roma ciudad en la que murió.
3º. Fue crucificado cabeza abajo. Eusebio de Cesarea enseña: ” Pedro parece que predicó en el Ponto, en Galacia, en Bitinia, en Capadocia y en Asia a los judíos en la dispersión y, finalmente, cuando llegó a Roma, fue crucificado invertido, como él mismo había creído conveniente padecer”.
- Los apócrifos añadieron detalles provenientes tal vez de auténticas tradiciones históricas.
- En los Hechos de Pedro, escrito en los últimos años del siglo II, su autor afirma que fue voluntad de Pedro el ser crucificado cabeza abajo, ya que no se consideraba digno de sufrir el mismo tormento que sufrió el Señor (cfr.
cap.37). Orígenes testimonió de manera parecida: “Finalmente, habiendo venido a Roma, fue crucificado cabeza abajo ; porque él mismo solicitó que quería sufrir de esa manera”. San Jerónimo: ” recibió la corona del martirio, siendo clavado a la cruz, con su cabeza hacia el suelo y sus pies hacia arriba, asegurando que él no era digno de ser crucificado del mismo modo que lo había sido su Señor”.
- Así se lo recuerda muchas veces en donde está su sepulcro:
- – En la puerta central de entrada llamada de Filarete, en la puerta derecha abajo.
- – En el techo del atrio, medallón de estuco de Ricci (1º del NE).
– En la Capilla del Coro, en la pared Este, del lado Sur, en la 5 ta, sede desde el centro, tallada en madera de nogal. – En el transepto S., el altar de la crucifixión de San Pedro (a la izq. del altar de San José). El cuadro es de un original de Guido Reni.
En la semiesfera del ábside, sobre el altar de la Cátedra, a la izquierda, medallón sobre diseño de Luigi Vanvitelli. – En la Confesión, en la pared O., entre la imagen de San Pedro y el cancel. – En la puerta izquierda del Nicho de los Palios. – En el deambulatorio de las Grutas, en la Capilla Clementina o de San Pedro, el lugar más próximo a la tumba de San Pedro donde puede celebrarse la Santa Misa, sobre la vertical de la tumba del Apóstol Pedro, cuyo fondo está pared a pared de la Confesión del Apóstol.
Esta Capilla es el monumento más grandioso de la cruz en que murió mártir San Pedro, tiene forma de Cruz latina dada vuelta, o sea, con el palo transversal más abajo: es de 6,30 m de largo, 1,40 m de ancho, y 2,60 m de alto. El techo en la vuelta de los cruceros tiene la representación del símbolo del martirio de Pedro.
- En el corredor S.
- De acceso a la Confesión un martirio de Ricci.
- En el Museo del Tesoro, en el tríptico ‘Stefaneschi’, panel izquierdo.
- El ‘Ciborio de los Apóstoles’, también llamado ‘Ciborio de Sixto IV (1471-1484)’, que era el baldaquín en sobre relieve de mármol del altar mayor sobre la tumba de San Pedro, en la antigua Basílica constantiniana, hoy día recompuesto en el primer Octógono de Simón Mago, sobre la pequeña nave al E.
de la Capilla de la Virgen de la Columna, obra de Pablo Romano (1415 ca-1470) y discípulos. En la ‘Crucifixión de San Pedro’ el Apóstol sobresale al centro crucificado cabeza abajo. Hay una variada masa de hombres, mujeres y niños, soldados de a pie y a caballo, trompetistas y animales: un total de 35 presencias, en siete profundidades diversas. 4º. Fue sepultado en Roma. Se ve su tumba.5º. Bajo el altar papal de la Basílica de San Pedro se encontraron sus huesos,
- Y se ven sus huesos.
- Pedro
- No siempre navegaba
- según su arbitrio: alguna vez, un viento
- de incierto origen y de humor venático,
- lo arrastró a imprevisible derrotero.
- Mas nunca para mal; y a gran fortuna
- en la postrer salida.
- Siendo viejo,
- a punto, ya, de coronar la suma
- autoridad con el honor supremo,
- se acordará del Viento ingobernable.
- Sobre las vigas de su cautiverio,
- a ras de los caminos imperiales,
- lo sentirá cimbrar; y oirá un revuelo
- de águilas y de togas; y la infame
- algazara del circo. En el recuerdo
- adorable, también oirá, concreta,
- clara, la obscura frase del Maestro:
- -En verdad, en verdad te digo, Cefas:
- cuando más joven, eras tú muy dueño
- de ceñirte y de andar por dondequiera:
- extenderás, un día, siendo viejo,
- tu diestra y tu siniestra;
- y otro, no tú, te habrá ceñido y puesto
- donde tú no quisieras.
- Nos enseñas San Pedro con tu muerte:
- – la fidelidad a Cristo hasta le efusión de sangre,
- – la intrepidez de tu fe,
- – el ardor de tu caridad,
- – a vivir dejándonos llevar dócilmente por el Viento ingobernable,
- – la humildad de no considerarse digno de sufrir el mismo tormento que Cristo,
- – el coronar la suma autoridad con el honor supremo,
- – el confirmar la fe de los hermanos para siempre,
- – como mostrándonos siempre encaminado de la tierra al cielo, y
- – ¡Oh, Pedro, al mirar el mundo de al revés lo habrás visto, por primera vez, al derecho!
F.Vizmanos-I. Riudor, Teología fundamental, BAC 1963, 660. Ignacio de Antioquia, Carta a los Romanos, IV, 3 (BAC; Madrid 61993) pág.477. Harnack, citado por Cullmann, S. Pierre 65. Clemente Romano, Epístola a los Corintios I, 5. Ibidem, 6. Ireneo de Lyon, Contra los Herejes, Libro III, 1,1.
- Les Editions du Cerf; Paris 22002), 23.
- Ainsi Matthieu publia-t-il chez les Hébreux, dans leur propre langue, une forme écrite d’Évangile, à l’époque où Pierre et Paul évangélisaient Rome et fondaient l’Eglise.
- Apres la mort de ces derniers, Marc, le disciple et l’interprète de Pierre, nous transmit lui aussi par écrit ce que prêchait Pierre” Ireneo de Lyon, Contra los Herejes, Libro III, 1,1.
(Les Editions du Cerf; Paris 22002), 23.J. Madoz, SJ, El Primado Romano, 7. Eusebio, ST. Eccl., Libro II, c.25, 76. Scorpiace XV, 6. Saint Pierre, 172 Saint Pierre et l’Eglise dans le N.T., en ‘Istina’ 2 (1955) 271-272. Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica, Libro III, cap.
- I, 2. Eusebio, 3,1,1-3; Mazod, 17.
- Vidas de hombres ilustres, I.
- Sermón desde Metafraste, MG 59, 494.
- Ver más testimonios en www.apologetica.org ). Cfr.
- La Basílica de San Pedro, Testi-Schede, Franco Cosme Panini, Modena 2000, 812.
- Extender las manos”, expresión que se encuentra también en autores romanos como Séneca, indicaba la crucifixión.A.
Vallejo, O.F.M., Pedro, en Roque Raúl Aragón, La Poesía Religiosa Argentina, Ed. Culturales Argentinas, 1967, 131-132. : Pedro crucificado cabeza abajo
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¿Dónde la Biblia habla de la muerte de Pedro?
San Pedro murió crucificado. El no se consideraba digno de morir en la forma de su Señor y por eso lo crucificaron con la cabeza hacia abajo. El lugar exacto de su crucifixión fue guardado por la tradición. Muy cerca del circo de Nerón, los cristianos enterraron a San Pedro.
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¿Qué dice Juan 21 18?
18 De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías e ibas a donde querías; pero cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro y te llevará a donde no quieras.
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¿Cómo fue la muerte de San Pedro y San Pablo?
La fe de San Pedro y San Pablo permitió entender a los cristianos el amor que tenía Cristo por la humanidad
Capellán de la UCSM invocó a los jóvenes a escuchar el llamado de Dios y entender que Jesús venció a la muerte.
El 29 de junio la iglesia Católica celebra la solemnidad de San Pedro y San Pablo mártires y patronos de Roma, los apóstoles tuvieron un encuentro con Cristo que cambió sus vidas experimentando un amor que los sanó, liberó y su vez acrecentó su fe, la cual los motivo a difundir el evangelio.
También en esta fecha se celebra el día del Papa. En la actualidad el sumo pontífice es Francisco, quien es el número 266 en la línea de sucesión de Pedro. El Presbítero, Giordano Stefano capellán de la Universidad Católica de Santa María, explicó que San Pedro y San Pablo, son los dos pilares de la Iglesia Católica, ambos anunciaron el evangelio en la ciudad de Roma donde en tiempo del emperador Nerón, sufrieron el martirio, Pedro fue crucificado cabeza abajo, mientras que Pablo fue degollado.
“El mensaje para los jóvenes universitarios que nos dejaron ambos líderes de nuestra Iglesia, es que no hay que tener miedo de ir al cielo. Jesús venció a la muerte y al pecado; su sacrificio en manos de los hombres permitió que nosotros gocemos de la gloria eterna junto a él. Fidelidad a Dios a través del evangelio Durante la celebración de la santa misa en honor los santos Pedro y Pablo que se transmitió a través de las redes sociales del Arzobispado, Monseñor Javier del Río Alba, explicó que Pedro fue el primer apóstol en ser llamado por Jesús quien lo tuvo a su lado durante tres años a lo largo de su vida pública, él fue testigo de los milagros que realizó y las enseñanzas que dio a los hombres.
Asimismo, el líder de la iglesia Católica en Arequipa, dio a conocer que el apóstol Pablo fue un judío que quería ser fiel a Dios y lo hacía a través del cumplimiento de las leyes religiosas pero se pierde en estas normas y termina ciego porque no ve a Dios y al prójimo, solo ve la ley.Monseñor del Río Alba narró que, “Creyendo hacer la voluntad de Dios, Pablo investigaba donde se reunían los cristianos para que sean apresados y los maten, pero camino a Damasco Dios se le revela y él se da cuenta que estaba destruyendo la obra de Dios”.Gracias a estos dos hombres la iglesia se mantuvo unida, Pedro fue el signo de unidad por su fidelidad y fe en Jesús lo que motivo a los demás cristianos a seguir sus enseñanzas; mientras que Pablo comienza a anunciar el evangelio fuera de Jerusalén y la palabra de Dios comienza a resonar a todos los confines del imperio Romano y el mundo.
: La fe de San Pedro y San Pablo permitió entender a los cristianos el amor que tenía Cristo por la humanidad
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¿Cuándo fue la muerte de Pedro?
El 8 de febrero de 1725 murió Pedro I el Grande, a los 52 años de edad, el prominente zar de la dinastía Romanov (1613-1917) y uno de los más grandes gobernantes de la historia de Rusia.
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¿Qué dice Mateo 10 1?
Mateo 10
- 1 Entonces, a sus, les dio los, para que los echasen fuera y toda y toda dolencia.
- 2 Y los nombres de los doce apóstoles son estos: el primero, Simón, que es llamado Pedro, y su hermano Andrés; hijo de Zebedeo y su hermano Juan;
- 3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el ; Jacobo hijo de Alfeo, y Lebeo, por sobrenombre Tadeo;
- 4 el Cananita, y, el que además le,
- 5 A estos doce Jesús, a los cuales dio mandamiento, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de no entréis;
- 6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
- 7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos,
- 8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; gracia recibisteis, dad de gracia.
- 9 No llevéis oro, ni plata, ni cobre en vuestras ;
- 10 ni alforja para el camino, ni dos ropas de vestir, ni calzado ni bordón, porque el obrero es digno de su alimento.
- 11 Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, averiguad quién es digno en ella y reposad allí hasta que salgáis.
- 12 Y al entrar en la casa, saludad.
- 13 Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros.
- 14 Y si alguno no os recibiere ni oyere vuestras palabras, de aquella casa o ciudad y el polvo de vuestros pies.
- 15 De cierto os digo que en el día del juicio el castigo será más tolerable para la tierra de y de Gomorra que para aquella ciudad.
- 16 He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, como serpientes y como palomas.
- 17 Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios y os azotarán en sus sinagogas;
- 18 y aun ante gobernantes y ante seréis llevados, a ellos y a los gentiles.
- 19 Pero cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o de qué hablaréis, porque en aquella hora os será dado lo que habéis de,
- 20 Pues no sois vosotros los que habláis, sino el de vuestro Padre que habla en vosotros.
- 21 Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres y los harán morir.
- 22 Y seréis por todos por causa de mi nombre; pero el que hasta el fin, este será salvo.
- 23 Mas cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre.
- 24 El no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor.
25 Bástale al discípulo como su maestro y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa?
- 26 Así que, no los temáis, porque nada hay que no haya de ser manifestado, ni oculto que no haya de saberse.
- 27 Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a plena luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas.
- 28 Y no a los que matan el cuerpo pero no pueden matar al alma; más bien temed a aquel que puede destruir el y el cuerpo en el,
29 ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin saberlo vuestro Padre.
- 30 Pues aun vuestros cabellos están todos contados.
- 31 Así que no temáis; más vosotros que muchos pajarillos.
- 32 A cualquiera, pues, que me delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
- 33 Y a cualquiera que me delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
- 34 No penséis que he venido para traer a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.
- 35 Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, y a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra.
- 36 Y los del hombre serán los de su casa.
- 37 El que al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí.
- 38 Y el que no toma su y sigue en pos de mí no es de mí.
- 39 que halla su vida, perderá; y el que su por causa de mí, la hallará.
- 40 El que os a vosotros, a mí me recibe; y el que a mí me recibe, recibe al que me envió.
- 41 El que recibe a un profeta porque es profeta, de profeta recibirá; y el que recibe a un justo porque es justo, recompensa de justo recibirá.
- 42 Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, porque es, de cierto os digo que no su recompensa.
¿Qué nos dice 1 de Pedro?
Cada capítulo de 1 Pedro habla de pruebas o sufrimientos, y Pedro enseñó que perseverar en las pruebas con paciencia es ‘mucho más que el oro’ y que ayudaría a los creyentes a obtener ‘la salvación de almas’ ( 1 Pedro 1 :7, 9).
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¿Qué dice Colosenses 3 18 al 21?
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- 1 Si habéis, pues,, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
- 2 Poned la en cosas de arriba, no en las de la,
- 3 Porque muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
- 4 Cuando Cristo, nuestra, manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en,
- 5 Haced morir, pues, lo terrenal en miembros:, impureza, lascivas, malos deseos y, que es ;
- 6 cosas por las cuales la de Dios viene sobre los hijos de,
- 7 En las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.
- 8 Pero ahora, dejad también vosotros todas estas cosas:, enojo,,, soeces de vuestra boca.
- 9 No los unos a los otros, habiéndoos despojado del hombre con sus hechos,
- 10 y habiéndoos revestido, que es renovado hasta el conocimiento pleno, conforme a la imagen del que lo creó;
- 11 donde no hay ni judío, ni incircuncisión, bárbaro ni escita, esclavo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
- 12 Vestíos, pues, como de Dios, santos y amados, de entrañable, de, de, de, de paciencia;
- 13, y los unos a los otros si alguno tuviere queja del otro; de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
- 14 Y sobre todas estas cosas vestíos de, que es el vínculo de la perfección.
- 15 Y la de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed,
- 16 La de Cristo habite en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros en toda sabiduría con salmos e y cánticos espirituales, cantando con gratitud en vuestros corazones al Señor.
- 17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra, o de hecho, todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
- 18, sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
- 19 Maridos, a vuestras esposas, y no seáis ásperos con ellas.
- 20, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.
- 21, no a ira a vuestros hijos, para que no se desanimen.
- 22, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres, sino con sencillez de corazón, a Dios.
- 23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor, y no para los hombres,
- 24 sabiendo que del Señor recibiréis la de la herencia, porque a Cristo el Señor,
- 25 Pero el que hace injusticia, por la injusticia que haya cometido, porque hay acepción de personas.
¿Qué dice Hechos 12 2?
1 Por ese entonces, el rey Herodes echó mano a algunos de los de la iglesia para maltratarlos; 2 y mató a espada a Jacobo, el hermano de Juan.
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¿Cuántas llaves tiene San Pedro?
En heráldica eclesiástica, el escudo de armas papal (el del papa, los de la Santa Sede y la Ciudad del Vaticano) incluyen una imagen de las llaves cruzadas. En pinturas y otras obras de arte, san Pedro es representado a menudo en las Iglesias católica y ortodoxa llevando una o dos llaves.
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¿Quién mató a Pedro primero?
PEDRO I EL CRUEL ES ASESINADO POR SU HERMANASTRO, ENRIQUE DE TRASTÁMARA.
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¿Quién mató al abuelo Pedro?
Papel en la película – Pedro solo se ve en dos flashbacks a lo largo de toda la película. Al comienzo de la película, Pedro y su esposa se ven obligados a abandonar su casa durante un ataque pero luego al llegar a un río cercano, Pedro muere, siendo asesinado por un grupo de soldados, provocando que Alma pierda a su esposo durante todo el momento.
Tras la muerte de su esposo, Alma se aferró a una vela mágica que dio vida al pueblo de Encanto, trayendo magia a la casa mágica. Más tarde, después de que Casa Madrigal es destruida después de perder toda su magia y los miembros de la familia Madrigal se quedan sin hogar, Mirabel huye al río donde Pedro fue visto por última vez y Abuela se encuentra con Mirabel, quien está perdiendo la fe en sí misma después de que Casa Madrigal fue destruida.
Durante la secuencia de “Dos Oruguitas”, presenta un flashback que muestra la relación de Pedro con su esposa Alma, con la que los dos se casan repentinamente y, después de casarse, Alma quedó embarazada y le mostró a su esposo un recorte de tres bebés, justo cuando Alma se siente emocionada.
Que tendrá hijos a los que Alma dio a luz repentinamente a tres hijos, antes de que la familia evacuara su hogar de un conflicto armado. Al ver el conflicto desde la distancia, Pedro, Alma y sus tres hijos se ven obligados a evacuar justo cuando llegan a un río cercano junto con un grupo de sobrevivientes.
Pedro luego ve a un grupo de soldados cargando hacia el río, lo que hace que Alma pierda a su esposo antes de construir la Casa Madrigal. Después de presenciar la trágica historia de fondo de su abuela, Mirabel puede comprender las razones de Alma para ser tan dura con su familia.
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¿Por qué Jesús llamo a Pedro hijo de Jonas?
“¿Quién decís que soy yo?” El testimonio de Pedro sobre Cristo “¿Quién decís que soy yo?” El testimonio de Pedro sobre Cristo El testimonio de Pedro sobre Cristo Al llegar a amar y comprender al apóstol Pedro, estaremos más preparados para aceptar su testimonio especial de Cristo. Los creyentes amamos al apóstol Pedro, quizás porque él nos parece tan auténtico y accesible. Nos sentimos identificados con él; admiramos su valor al abandonarlo todo, dejando sus redes “al instante” cuando el Maestro dijo: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” ().
Comprendemos su confusión sobre el significado y el mensaje de las parábolas (véase ). Sentimos la desesperación de su clamor: “¡Señor, sálvame!”, cuando sus pies y su fe titubearon sobre las turbulentas aguas aquella noche en el mar de Galilea (). Apreciamos su asombro durante la Transfiguración (véase ).
Lloramos con él por la vergüenza de haber negado tres veces (véase ), nos lamentamos con él en Getsemaní (véase ) y compartimos su gozo y asombro ante el sepulcro vacío (véase ). Tal vez los escritores de los Evangelios deseaban que tuviéramos esta conexión personal con Pedro.
- En sus relatos, ellos parecen preservar intencionalmente más experiencias y conversaciones suyas con Jesús que las de cualquier otro de los primeros Doce.
- Muchos de nosotros suponemos que se le da tanta atención a Pedro en los Evangelios porque él llegó a ser el portavoz y el líder de los apóstoles.
- Sin embargo, tal vez Mateo, Marcos, Lucas y Juan también hablan con tanta frecuencia y tan íntimamente de la relación entre Pedro y Cristo porque esperaban que, al llegar a amar y comprender a Pedro, estaríamos más preparados para aceptar su testimonio especial de Cristo, un testimonio que él parece haber estado cuidadosamente preparado para dar.
Mientras acompañaba a Jesús en Su ministerio terrenal, Pedro parece haber adquirido un testimonio de que el Maestro era el Mesías por medio de las experiencias intelectuales, prácticas y reveladoras que le fueron dadas. Es decir, su testimonio, como el nuestro en la actualidad, llegó a través de su mente, sus manos y su corazón. Pedro sabía que Jesús de Nazaret era más que un simple hombre, porque lo vio devolver la vista a los ciegos, sanar a los leprosos, hacer que los cojos andaran y levantar a los muertos (véase ; véanse también ; ; ). Su afirmación lógica de que Jesús era el Cristo fue reafirmada por lo que aprendió al actuar bajo la guía del Maestro.
Echó su red como indicó el Salvador y recogió una gran cantidad de peces (véanse ; ); cuando el Salvador le dijo “Ven”, caminó sobre el agua (véase ); y cuando repartió los escasos panes y pescados a la multitud de acuerdo con lo que mandó el Salvador, el milagro de la multiplicación sucedió entre sus propias manos (véase ).
Esos testimonios que recibió en su mente y en sus manos habrían de complementar significativamente el testimonio más poderoso que Pedro recibió: el testimonio que se le reveló a su corazón. Cuando Jesús les preguntó a Sus discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?”, ellos repitieron las conclusiones comunes de sus contemporáneos.
El Salvador entonces personalizó la pregunta: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” (véase ). Sin vacilar, Pedro dijo: “¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente! “Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos” ().
La preparación de Pedro para ser un testigo especial de Cristo incluyó varias experiencias en cierto modo privadas con Jesús. A menudo recibió tal consejo y dirección personalizados cuando se acercó al Salvador con preguntas o siempre que Cristo percibía que él necesitaba más capacitación.
- Además, Pedro tal vez fue el discípulo de Cristo que más fue reprendido.
- Sorprendentemente, Pedro decidió no ofenderse, sino continuar siguiendo al Maestro, fortaleciendo día a día su testimonio y aprendiendo de Él.
- La preparación del pescador galileo culminó con lo que presenció después de la Crucifixión.
Cuando escuchó que el sepulcro estaba vacío, Pedro se apresuró para verlo por sí mismo, y se fue “maravillándose de lo que había sucedido” (; véase también ). Lucas registra que en algún momento de aquel día, el Salvador resucitado se apareció a Pedro en privado, aunque sabemos poco de ese acontecimiento (véanse ; ).
- Más tarde, esa noche, el Señor resucitado se apareció a los apóstoles y a otros discípulos, y los invitó a palpar las heridas de Su cuerpo.
- Entonces les abrió el entendimiento de cómo Su resurrección cumplía las profecías escritas en la ley de Moisés y en las Escrituras, y les declaró: ” vosotros sois testigos de estas cosas” (véase ; véanse también ; ).
Los 11 discípulos luego viajaron a Galilea, de acuerdo con lo que el Salvador les había indicado, y allí, en el “monte donde Jesús les había ordenado”, Él les declaró: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra” (véase ). Con todo esto, la mente, las manos y el corazón de Pedro recibieron una mayor instrucción para que él fuera testigo del Cristo resucitado, porque vio al Señor resucitado con sus ojos, lo escuchó con sus oídos, lo palpó con sus manos, y ciertamente volvió a sentir la confirmación del Espíritu en su corazón.
- Así como se requirió tiempo, aprendizaje y experiencia para que Pedro comprendiese plenamente la misión expiatoria del Mesías, entender su propia misión como testigo especial de Cristo fue un proceso gradual.
- Parecería que Pedro alcanzó la plena conciencia de lo que se le pediría cuando el Señor le enseñó a orillas del mar de Galilea.
Habiendo palpado dos veces las heridas de la Crucifixión en el cuerpo resucitado del Maestro, pero aparentemente aún preguntándose qué hacer con su vida, Pedro anunció: “Voy a pescar” (). Ahora que Jesús ya no estaba con ellos, Pedro parecía resignado a volver a su vida y sustento anteriores, y sus hermanos lo siguieron.
- Se esforzaron durante toda la noche, pero no pescaron nada.
- Al acercarse a la orilla, probablemente exhaustos y desanimados, vieron allí a alguien de pie que no reconocieron, quien les dijo que volvieran a echar las redes.
- Acaso recordando la ocasión en que seguir un consejo similar había resultado en una gran pesca, obedecieron, esta vez sin protestar ni dudar (véanse ; ).
Cuando recogieron las redes, una vez más colmadas de peces, Juan exclamó a Pedro: “¡Es el Señor!” (). Demasiado ansioso como para esperar a que la barca llegase a la orilla, Pedro “se echó al mar” para llegar antes al Maestro (). Cuando los demás llegaron, hallaron que los aguardaba una comida compuesta de pescado y pan (véase ). Después de comer, Jesús se volvió hacia Pedro y, probablemente señalando los mismos pescados a los que Pedro había decidido dedicarse, le preguntó a Su apóstol: “Simón hijo de Jonás, ¿me amas más que estos?” (). Seguramente, Pedro pensó que la pregunta era extraña; por supuesto que amaba al Salvador más que a los pescados o la pesca.
- Tal vez hubo una sombra de incredulidad en su respuesta: “Sí, Señor, tú sabes que te amo”, a lo que Cristo respondió: “Apacienta mis corderos” ().
- El Salvador volvió a hacerle la pregunta a Pedro, este volvió a manifestar su amor por Cristo y el Señor nuevamente le mandó: “Apacienta mis ovejas” ().
- Pedro se entristeció cuando Jesús le pidió una tercera vez que el discípulo afirmara su amor.
Podemos sentir la vehemencia y la pasión del tercer testimonio de Pedro: “Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo” (). Una vez más, Jesús le mandó: “Apacienta mis ovejas” (). Si en verdad amaba al Señor, entonces Pedro ya no debía ser pescador, sino pastor, al cuidado del rebaño del Maestro. Después de aquel día en Galilea, Pedro salió a cumplir la comisión que Cristo le dio con una fe, un valor y un rigor extraordinarios. Como el apóstol principal, dio un paso al frente en su llamamiento de presidir la Iglesia. Aunque estaba ocupado con los muchos deberes de su oficio, Pedro no descuidó su responsabilidad de siempre ser testigo de Cristo, incluso ante las multitudes que se congregaron cuando se derramó el Espíritu Santo el día de Pentecostés (véase ); en el templo, junto al pórtico de Salomón, después de una sanación milagrosa (véase ); cuando fue arrestado y llevado ante los líderes judíos (véase ; véase también ); en su predicación a los santos (véase ) y en sus epístolas.
En sus epístolas, reflexiona sobre su testimonio personal del sufrimiento de Cristo, y expresa su esperanza de ser “participante de la gloria que será revelada” (). Luego reconoce con determinación que él también debe “dentro de poco dejar este, mi tabernáculo, como nuestro Señor Jesucristo me lo ha declarado” ().
Al hacer esta solemne observación, tal vez Pedro estaba reflexionando sobre las palabras que Jesús le habló tantos años atrás en las costas de Galilea. Allí, después de darle a Pedro el mandato de apacentar Sus ovejas, el Salvador declaró: ” Cuando eras más joven, te ceñías e ibas a donde querías; pero cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro y te llevará a donde no quieras” ().
- Tal como Juan lo explicó, ” esto dijo dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios.
- Y dicho esto, le dijo : Sígueme” ().
- Seguramente, al contemplar la muerte en su vejez, Pedro podría hallar paz y gozo en el conocimiento de que en verdad había seguido a Cristo en vida y estaba listo para seguirlo en la muerte.
Desearíamos que más actividades y escritos de Pedro hubiesen sido preservados en el Nuevo Testamento. Lo que ha sido preservado es un tesoro, y hace que nos encariñemos con este fiel pescador. El registro, aunque es pequeño, muestra la forma en que Cristo preparó cuidadosa y personalmente a Pedro para ser un testigo especial de Él.
Al leer el relato, podemos descubrir que nuestra fe y nuestro conocimiento de Cristo crecen junto con la fe y el conocimiento de Pedro. Dicho crecimiento puede darnos esperanza y una mayor perspectiva en nuestra travesía personal hacia la fe. Al contemplar que lo que Cristo esperaba de Pedro se vuelve claro para él, y luego ver el valor y la dedicación con los que obró para cumplir la comisión que el Salvador le dio, nos lleva a pensar: “¿Qué espera Cristo de mí?” y “¿Estoy haciendo lo suficiente?”.
Al estudiar el testimonio que Pedro tenía de Cristo, ansiamos hacer eco de sus palabras: ” nosotros hemos creído y sabemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (). Notas
Aunque el testimonio, las experiencias y las enseñanzas del apóstol Pablo se encuentran registrados más extensamente en el Nuevo Testamento que los de Pedro, Pablo no era uno de los primeros apóstoles y no se menciona en los cuatro Evangelios. Véanse ; ; ; ;, Véanse ; ; ; ;, Véanse ; ; ; ;, En cuanto a Pedro y las frecuentes reprimendas que recibió de Cristo, el presidente Spencer W. Kimball (1895–1985) observó: “En ocasiones amonestó a Pedro precisamente porque lo amaba, y Pedro, por ser un gran hombre, maduró gracias a esas amonestaciones. Hay un maravilloso versículo en el libro de Proverbios que todos debemos recordar: ‘El oído que escucha la reprensión de la vida morará entre los sabios. El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma, pero el que escucha la reprensión adquiere entendimiento’. (). Sabio es el líder o el discípulo que sabe escuchar y hacer frente a las ‘amonestaciones de la vida’. Pedro pudo hacerlo, pues sabía que Jesús lo amaba, y fue por eso que el Maestro lo preparó para ocupar un alto cargo de responsabilidad en el reino” (véase “Jesús: El líder perfecto”, Liahona, agosto de 1983, pág.8). Algunos señalan que al permitirle afirmar su amor por Él tres veces, Cristo le estaba dando a Pedro la oportunidad de enmendar la triple negación de aquella desesperada noche del juicio. Véanse, por ejemplo, James E. Talmage, Jesús el Cristo, 1964, pág.727; Jeffrey R. Holland, “El primer y grande mandamiento”, Liahona, noviembre de 2012, págs.83–84. Para un análisis de la negación y las lecciones que pueden aprenderse de ella, véanse Gordon B. Hinckley, “El camino de regreso”, Liahona, agosto de 1979, págs.90–93; Neal A. Maxwell, “El hermano ofendido”, Liahona, julio de 1982, págs.75–81. Otros comentadores, notando las sutiles diferencias del texto en griego, sugieren que las tres preguntas se hicieron para enseñarle a Pedro diferentes aspectos y deberes de su llamamiento. Por consiguiente, el Salvador le preguntó dos veces a Pedro “¿me amas?” usando el término griego agapao para la palabra amor, el cual a menudo se refiere al amor divino o incondicional, y que en otras ocasiones se traduce como “caridad” (por ejemplo, ; ; ). La tercera vez que Jesús le preguntó a Pedro “¿me amas?” usó el término phileo para la palabra amor, el cual significa amistad, afecto o amor fraternal. Curiosamente, al responder cada una de las tres preguntas, Pedro afirmó su amor usando la palabra phileo. Tras la primera afirmación del amor de Pedro, Cristo le mandó “apacentar”, del término griego bosko, que significa pastorear, pastar o nutrir, Sus “corderos”, del término griego arnion, que significa una oveja de tierna edad. Tras la segunda afirmación del amor de Pedro, Cristo le mandó “apacentar”, del término griego poimaino, que significa cuidar o pastorear, Sus “ovejas”, del griego probaton, que significa una oveja adulta. En respuesta a la tercera afirmación del amor de Pedro, él debía bosko Sus probaton. Por lo que, al hacer la pregunta tres veces de tres maneras, el Salvador le preguntó al discípulo si tenía tanto caridad como amor fraternal por Él, y en Sus subsiguientes mandatos, el Salvador le enseñó a Pedro que no solo debía nutrir sino también pastorear tanto a los jóvenes como a los mayores de Su rebaño. Para un mayor análisis de este suceso y de los principios que pueden aprenderse de él, véase Robert D. Hales, ” y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos”, Liahona, julio de 1997, págs.90–93.
: “¿Quién decís que soy yo?” El testimonio de Pedro sobre Cristo
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¿Qué dice Marcos 3 14?
Marcos 3 : 14, RV1960: Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, Marcos 3 : 14, JBS: Y estableció doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar.
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¿Qué dice Lucas 6 12?
12 Y aconteció en aquellos días que él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.
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¿Qué dice Marcos 16 17?
17 Y estas a señales b seguirán a los que creyeren: En mi c nombre d echarán fuera demonios, hablarán e nuevas lenguas; 18 tomarán a serpientes en las manos y, si bebieren cosa mortífera, no les b dañará; sobre los enfermos impondrán sus c manos, y d sanarán.
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¿Qué dice Pedro 1 16?
1 Pedro 1
- 1, apóstol de Jesucristo, a los dispersos por Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia,
- 2 según la de Dios el Padre mediante la del Espíritu, para y ser con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
- 3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su gran nos ha nacer de nuevo a una viva, por la de Jesucristo de entre los muertos,
- 4 para una incorruptible, incontaminada e inmarchitable, reservada en los cielos para vosotros,
- 5 que sois guardados por el de Dios, mediante la, para alcanzar la que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
- 6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque, si es necesario, por poco de tiempo tengáis que ser afligidos con diversas,
- 7 para que la de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual perece aunque sea probado con fuego, sea hallada digna de alabanza, gloria y honra, cuando Jesucristo sea ;
- 8 a quien, aunque no le habéis visto, amáis; en quien, aunque al presente no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorificado,
- 9 obteniendo fin de vuestra, que es la de vuestras almas.
- 10 Acerca de esta salvación, los que profetizaron de la gracia que había de venir a vosotros inquirieron y diligentemente indagaron,
- 11 escudriñando qué condiciones o qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el que los de Cristo, y las que seguirían después de estos.
- 12 A quienes les fue revelado que ministraban, no para sí mismos, sino para nosotros, las mismas cosas que ahora os han sido anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.
- 13 Por tanto, teniendo ceñidos los lomos de vuestro entendimiento, siendo sobrios, tened plena esperanza en la que os será presentada cuando Jesucristo os sea manifestado.
- 14 Como hijos obedientes, no os conforméis a los que antes teníais estando en vuestra,
- 15 sino, como aquel que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra,
- 16 porque escrito está: santos, porque yo soy,
- 17 Y si invocáis como Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la de cada uno, conducíos en todo el tiempo de vuestra peregrinación,
- 18 sabiendo que habéis sido de vuestra, cual recibisteis por tradición de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
- 19 sino con la preciosa de Cristo, como de un mancha y sin contaminación,
- 20 ordenado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor a vosotros,
- 21 que por medio de él creéis en Dios, quien le resucitó de entre los muertos, y le ha dado, para que vuestra y sean en Dios.
- 22 Habiendo vuestras mediante la obediencia a la verdad, por medio del Espíritu, hasta llegar a un fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente de corazón puro,
- 23 habiendo, no de simiente corruptible, sino de una incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
- 24 Porque: Toda es como la hierba, y toda la gloria del hombre como la flor de la hierba: Se seca la hierba, y la flor se cae;
25 mas la del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.
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¿Que nos enseña 1 de Pedro 2 21?
Si acaso sufren injustamente, recuerden que Dios les ha ordenado sufrir con paciencia. Y en eso Cristo les ha dado el ejemplo, para que hagan lo mismo, pues él sufrió por ustedes. Cristo no pecó nunca, y jamás engañó a nadie. Cuando lo insultaban, jamás contestaba con insultos, y jamás amenazó a quienes lo hicieron sufrir.
- Más bien, dejó que Dios lo cuidara y se encargara de todo, pues Dios juzga a todos con justicia.
- Cristo hizo suyos nuestros pecados, y por eso murió en la cruz.
- Lo hizo para que nosotros dejemos por completo de hacer el mal, y vivamos haciendo el bien.
- Cristo fue herido para que ustedes fueran sanados.
TLA: Traducción en Lenguaje Actual
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¿Qué apóstol fue hervido en aceite?
El primer capítulo de los ‘Milagros de Juan’ recoge la tradición de la prueba que hubo de soportar el apóstol cuando fue arrojado en una caldera de aceite hirviente. El texto de los ‘Milagros de Juan’ parece suponer que el episodio tuvo lugar en Éfeso.
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¿Cómo explicar 2 Pedro 1 3?
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1:1-11 La fe une al creyente débil a Cristo, tan real como lo hace el fuerte, y purifica el corazón de una forma más fidedigna posible de otro; y cada creyente sincero es por su fe justifica a los ojos de Dios. La fe obra la piedad, y produce efectos que ninguna otra gracia en el alma puede hacer. En Cristo todas las habita plenitud y el perdón, la paz, la gracia y el conocimiento, y nuevos principios, modo se da a través del Espíritu Santo. Las promesas a aquellos que participaron de una naturaleza divina, nos harán preguntamos si realmente estamos renovados en el espíritu de nuestra mente; pasemos todas estas promesas en oraciones por la transformación y la gracia purificadora del Espíritu Santo. El creyente debe añadir conocimiento a su virtud, el aumento de conocimiento de toda la verdad y la voluntad de Dios. Hay que añadir la templanza al conocimiento; moderación en las cosas mundanas; y añadir a la templanza, la paciencia, o alegre sumisión a la voluntad de Dios. La tribulación produce paciencia, por lo que tenemos todas las calamidades y los cruces con el silencio y la sumisión. Para la paciencia que hay que sumar la piedad: esto incluye los santos afectos y disposiciones que se encuentran en el verdadero adorador de Dios; con tierno afecto a todos los hermanos cristianos, que son hijos de un mismo Padre, servidores de un mismo Maestro, miembros de una misma familia, los viajeros a un mismo país, coherederos de la misma herencia. Y por eso los cristianos de trabajo para alcanzar la seguridad de su vocación y de su elección, por creer y hacer el bien; y por lo tanto cuidado para procurar, es un argumento firme de la gracia y la misericordia de Dios, la defensa de ellos para que no se caiga por completo. Los que son diligentes en la obra de la religión, tendrán una entrada triunfal en ese reino eterno donde reina Cristo, y reinarán con él por los siglos de los siglos; y es en la práctica de toda buena obra que tenemos que esperar la entrada al cielo. • • • • • • • • Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif,, Usadas con permiso. |
¿Que se construyó sobre la tumba de San Pedro?
La basílica paleocristiana – La primigenia iglesia fue construida a imagen y semejanza de cualquier otro gran edificio público romano de la época: corredores cubiertos, una explanada central y el templo propiamente dicho, con cinco naves, numerosas columnas y el altar justo encima de la supuesta tumba de Pedro.
El conjunto presentaba forma de cruz y pronto se convirtió en el lugar más sagrado de la cristiandad, destino de peregrinaciones y escenario de coronaciones papales y hasta del ascenso al trono de Carlomagno (800). Pero su punto álgido no se alcanzó hasta el Jubileo de 1300, instituido por el papa Bonifacio VIII, que establecía que el creyente que en ese año visitara las basílicas de San Pedro y de San Pablo Extramuros obtendría la indulgencia plenaria, es decir, el perdón de sus pecados,
Se estaban sentando las bases del turismo religioso de Roma en un momento, además, en el que la ciudad se encontraba en franca decadencia, arrasada por la peste, Sin embargo, las mieles por el éxito del Jubileo y sus dos millones de peregrinos no durarían mucho.
- Por una parte, esta original fuente de ingresos acabaría provocando que todo lo relacionado con la religión, el jubileo y las indulgencias empezara a tiznarse de una pátina de corrupción e inmoralidad que lo acompañaría en adelante.
- Por otra, los inestables cimientos pantanosos sobre los que se hallaba construida la basílica estaban haciendo mella en el edificio, que iba cayendo poco a poco.
Y a todo ello se sumaba que Bonifacio VIII había lanzado un pulso a Felipe IV de Francia, ‘el Hermoso’, para establecer quién tenía la preeminencia de establecer tributos sobre quién y había salido perdiendo, no solo su vida sino también el control del papado, que pasó a ser filofrancés con el nombramiento de Benedicto XI (1303-04) y, sobre todo, de Clemente V (1305-1314). Imagen: Wikimedia Commons.
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¿Cómo le falló Pedro a Jesús?
Pedro se apresura a decir: «Si todos dan un mal paso a causa de ti, yo no lo daré. Jesús le dijo: «Te digo de verdad: esta noche, antes de que cante gallo, me negarás tres veces». Pedro le dice: «Aunque tenga que morir contigo, de veras no te negaré».
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