MUJERES DE LA BIBLIA – JUDIT
MUJERES DE LA BIBLIA JUDIT El libro de Judit, contenido en el Antiguo Testamento, ensalza a una mujer, a Judit ya que, gracias a ella, a su coraje y valor y también a su astucia, una vez más el pueblo judío vence a sus enemigos. Muestra como Dios, a menudo, escoge a los, aparentemente más débiles, para conseguir los propósitos más difíciles. Para los judíos y protestantes es un libro apócrifo y para los católicos deuterocanónico. No sabemos en qué idioma fue escrito, aunque sí se puede decir que la base de la versión griega, sin duda, era hebrea y que parece, según todos los indicios, que su autor pudo haber sido un fariseo palestino. De todas maneras nos encontramos con una serie de anacronismos o errores históricos y geográficos tanto en los hechos de los personajes como en la ubicación. Para empezar se habla de Nabucodonosor como rey de Asiria cuando lo fue de Babilonia y, por poner otro ejemplo, la ciudad de Betulia, en donde suceden los hechos, es imposible de localizar, al margen de que las acciones de Holofernes son también difíciles de ubicar. No obstante, no es éste seguramente el propósito del autor del libro, a quien ni la historia ni la geografía parecen preocuparle mucho; más bien pretende ponderar las acciones de una mujer que se convierte en la estrella indiscutible del relato. No obstante, ésta aparece en el capítulo octavo. El autor anónimo quiere preparar al lector y presentarle una serie de acciones malvadas en los siete primeros capítulos para ponerlo del lado de Judit y justificar los medios que emplea, no demasiado morales, para salvar al pueblo judío. Holofernes, el general de Nabuconosor, es la personificación del mal y de los instintos más perversos, luego es justo, según el narrador, que le ocurra lo que le ocurre al final y es justo que Judit sea la protagonista de la hazaña. Algunos pueblos se niegan a apoyar la campaña de Nabucodonosor y éste envía a su general Holofernes a que los haga capitular, a que inclinen la cabeza ante el poder del rey todopoderoso. Todos lo hacen, excepto el pueblo escogido. Y aquí es donde entra en acción Betulia, el lugar en el que vive Judit: “Todos los hijos de Israel clamaron con gran instancia a Dios y se humillaron con gran fervor¸ ellos, sus mujeres y sus hijos, todos los extranjeros o jornaleros, y sus esclavos vistiéronle de saco. Todos los israelitas, las mujeres y los niños, los moradores de Jerusalén, se postraron ante el santuario, cubrieron de ceniza sus cabezas, mostraron sus sacos ante el Señor y revistieron de saco el altar. Todos a una clamaron al Dios de Israel, pidiéndole con ardor que no entregase al saqueo sus hijos, ni diese sus mujeres en botín, ni las ciudades de su heredad a la destrucción, ni al santuario a la profanación y el oprobio, regocijando a los gentiles” (4, 9-12). Betulia prepara la resistencia porque no quiere sucumbir ante la opresión del tirano y Holofernes, bravucón, piensa que no será difícil para él destruir tan minúscula población que osa oponerse a sus planes. El general Aquior, general de los ammonitas, intenta que Holofernes no ataque Betulia y para ello le recuerda las gestas del pueblo judío, el escogido por Dios; pero no hay nada que hacer puesto que Holofernes está ciego por la ira y declara que para él no hay más Dios que Nabucodonosor. Aquior habla así: “¿Hay escándalo en este pueblo? Si hay en él alguna culpa o pecado contra su Dios, entonces subamos, que los derrotaremos. Pero si no hubiese en ellos iniquidad, pase de largo mi señor, porque su Dios los protegerá y será con ellos, y vendremos a ser objeto de oprobio ante toda su tierra” (5, 20-21). Holofernes, pues, como si de una Numancia se tratara, cerca Betulia y la deja sin agua. Muchos de los pobladores, ante la sed, piden que se rinda la ciudad y es en ese momento cuando aparece Judit en el relato, una viuda joven y guapa, que vive de manera honesta y que, cuando se entera de que Betulia va a ser entregada, se presenta en el consejo de ancianos y les echa en cara que hayan perdido la fe y que tan pronto se rindan: “Vivía en su casa Judit, guardando su viudez hacía tres años y cuatro meses. Habíase hecho un cobertizo en el terrado de la casa y llevaba saco a la cintura, debajo de los vestidos de su viudez. Ayunaba todos los días, fuera de los sábados, novilunios, las solemnidades y días de regocijo en casa de Israel. Era bella de formas y de muy agradable presencia. Su marido, Manasés, le había dejado oro y plata, siervos y siervas, ganados y campos, que ella por sí administraba. Nadie podía decir de ella una palabra mala, porque era muy temerosa de Dios” (8, 4-8). La voz de Judit resuena como una campana en el consejo ya que la mujer, cual una profeta, les recuerda que no hay que perder la esperanza en Dios. Nunca: “Y ahora, hermanos, mostremos a nuestros conciudadanos que de nosotros pende no sólo nuestra vida, sino que el santuario, el templo y el altar sobre nosotros se apoyan. Demos gracias al Señor, nuestro Dios, que nos prueba igual que a nuestros padres” (8, 24-25). Y es entonces cuando ella sola maquina el final de Holofernes y decide cortarle la cabeza. Para ello hace penitencia y pide a Dios la fuerza necesaria para lograrlo: “Escuchadme. Yo me propongo realizar una hazaña que se recordará de generación en generación entre los hijos de nuestra raza” (8, 32). “Judit, postrándose rostro a tierra, echó ceniza sobre su cabeza y descubrió el cilicio que llevaba ceñido” (9, 1). Así ruega Judit a Dios: “Haz que todo tu pueblo y cada una de sus tribus reconozca y sepa que tú eres el. Dios de toda fortaleza y poder y que no hay otro fuera de ti que proteja al linaje de Israel” (9, 14). A continuación se acicala, se pone sus mejores galas, se convierte en una mujer de bandera, atractiva y apetecible: ” bañó en agua su cuerpo, se ungió con ungüentos, aderezó los cabellos de su cabeza, púsose encima la mitra, se vistió el traje de fiesta con se adornaba cuando vivía su marido Manasés, calzóse las sandalias, se puso los brazaletes, ajorcas, anillos y aretes y todas sus joyas y quedó tan ataviada que seducía los ojos de cuentos hombres la miraban” (10, 3-4). Vestida así se dirige al campamento de Holofernes para insinuarse al general quien sucumbe a sus encantos. Dice haber huido de su pueblo y ser su esclava, miente sin pudor ante Holofernes quien la invita a un banquete y, cuando todos se retiran, embriagados y cansados, Judit, en un momento de especial dramatismo en el relato, se acerca a Holofernes y, después de encomendarse a Dios, le asesta dos golpes en el cuello y le corta la cabeza. Previamente lo ha embriagado hasta el punto de robarle la voluntad. Después, entrega la cabeza a la criada que la ha acompañado en semejante aventura y, juntas, vuelven a su casa: “Y con toda su fuerza le hirió dos veces en el cuello, cortándole la cabeza. Envolvió el cuerpo en las ropas del lecho, quitó las columnas del dosel y, tomándolo, salió en seguida, entregando a la sierva la cabeza de Holofernes, que ésta echó en la alforja de las provisiones, y ambas salieron juntas como de costumbre” (13, 8-10). Cuando los asirios descubren a su general decapitado, se conmocionan y no saben cómo reaccionar. Se sienten débiles y el ejército israelita los derrota con facilidad: “En cuanto despertó la aurora, colgaron del muro la cabeza de Holofernes y todos los hombres de Israel tomaron sus armas y en escuadrones salieron a las subidas del monte” (14, 11). Judit es ensalzada como la heroína del pueblo y la victoria se celebra durante tres meses. Judit envía al templo el botín que había logrado en la tienda de Holofernes y se retira de nuevo a su vida tranquila y sin sobresaltos, pero antes entona un Cántico de gracias a Dios que le ha dado fuerzas para llevar a cabo tamaña acción (capítulo 16). No quiere volver a casarse, aunque no le faltan proposiciones. Parece que, según dice el autor, vivió 105 años, una edad considerable. Judit, además, concedió la libertad a su criada, a la que la acompañó a la tienda de Holofernes y, antes de morir, distribuyó sus bienes entre sus parientes y los de su marido. Murió en Betulia y fue enterrada con su marido. Su pueblo la lloró por siete días: “En los días de Judit, y por mucho tiempo después de su muerte, no hubo nadie que infundiese temor a los hijos de Israel” (16, 30). Ahora bien, si tratamos la figura de Judit desde nuestra perspectiva nos llevamos las manos a la cabeza puesto que todo lo hizo de manera poco moral: mintió, engañó, sedujo y asesinó a un hombre indefenso, por muy malvado que fuese. Judit aplica aquella sentencia de “el fin justifica los medios” y lo hace con total entrega. Por lo tanto, Judit parece ser un ejemplo de conducta violenta; no obstante no debemos caer en ese error y ver a la heroína judía con los ojos actuales, puesto que el libro que nos habla de su gesta no es una narración sin más, sino un tratado religioso, un ejemplo del triunfo de Dios sobre todas las cosas, más bien se trata de un libro metafórico en donde los personajes no son tales sino ejemplos o símbolos de distintos modelos de conducta. Son, por así decirlo, prototipos, figuras planas que le sirven al autor de modelo o de ejemplo para las generaciones venideras. Así, Holofernes es el mal por el mal, el impío, el falso y el descreído, el provocador; en cambio el pueblo de Betulia es el ejemplo de los desprotegidos, de los mancillados y provocados. Judit es la figura más redonda de todo el relato, la protagonista, la mano de la que se vale el autor para demostrar que siempre acaban triunfando los que tienen la razón, los que están del lado del bien. Si Dios escoge a una mujer para hacerlo, es para desmotar que nunca hay que despreciar la debilidad del enemigo, puesto que, cabe recordarlo, la mujer se ha considerado siempre débil y vulnerable, aunque más astuta que el hombre y, por cierto, el aspecto sexista del relato es evidente. Ahí, tal vez radique el mensaje del libro que es, según algunos estudiosos, irónico, ya que: “El Señor Omnipotente los aniquiló por mano de mujer” (16, 7). Judit, pues, es la mujer salvadora de su pueblo, la mujer discreta que entra en acción y salva a su pueblo porque, como ella misma entona: “¡Ay de las naciones que se levanten contra mi pueblo! El Señor omnipotente las castigará el día del juicio, dando al fuego y a los gusanos sus carnes, y gemirán dolor para siempre” (16, 21). Judit es, pues, el prototipo de santa para su pueblo, mujer honesta y virtuosa, cuyo nombre, en realidad significa, ni más ni menos que el femenino de “judío”.
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: MUJERES DE LA BIBLIA – JUDIT
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Contents
¿Que nos enseña el libro de Judit en la Biblia?
En resumen, el autor del libro quiere mostrar cómo la fe y la fidelidad a Dios convierte la debilidad en fortaleza, para luchar contra el opresor. El nombre del libro de Judit, ‘la judía’, es dado por su protagonista, la heroína de este libro, no por la autoría del escrito.
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¿Cuál es la historia de Judith en la Biblia?
Su autor es un judío desconocido y el libro es un relato literario, no histórico, de la liberación de Israel amenazado por un ejército extranjero. Judit es la heroína que salva a su pueblo de la invasión. Ella, una viuda devota y respetuosa de la Ley, seduce y luego decapita a Holofernes, el general asirio.
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¿Cómo se clasifica el libro de Judit?
Resumen El libro de Judit es un libro apócrifo judío, escrito probablemente para finales del siglo II a.e.c. en la tierra de Israel, y existente solamente en versión griega o en versiones hechas a partir de ésta. La obra de carácter novelesco cuenta sobre la proeza de Judith, una mujer piadosa, bella, viuda y rica, que con arrojo y picardía decapitó al general Holofernes, salvando así a los judíos de Betulia de caer en manos de los asirios.
La obra presenta un plan estructural muy complejo (una pirámide quiástica piramidal), el cual sirve como soporte literario para comunicar una doctrina religiosa original, a saber: una revisión de la tradicional doctrina de la retribución. El objetivo de esta composición habría sido presentar de una manera novelada una reflexión en retrospectiva acerca del significado religioso de la revuelta macabea.
(1) Este artículo es la versión española del trabajo publicado en inglés en el catálogo de la exhibición llamada Heroine of a Thousand Pieces: the Judith Mosaics of Lilian Broca (Vancouver; Il Museo at the italian Culture Centre, 2015), pp.3-10. Abstract The Book of Judith is a Jewish apocryphal book, probably written by the late second century BCE in the land of Israel, and existing only in Greek version or in versions made from it.
- The work of fictional character tells of the prowess of Judith, a pious, beautiful, rich widow woman, who with courage and mischief beheaded general Holofernes, saving the Jews of Bethulia fell into the hands of the Assyrians.
- The work presents a very complex structure plan (a pyramid chiastic pyramid), which serves as a literary support for communicating an original religious doctrine, namely: a review of the traditional doctrine of retribution.
The objective of this composition might have been to present in a fictionalized way a reflection in hindsight about the religious significance of the Maccabean revolt. El libro de Judit es un libro apócrifo (no canónico o sagrado) para judíos y protestantes, pero deuterocanónico (inspirado) para los católicos (según lo fijado por el Concilio de Trento : “verdadera y auténtica palabra de Dios”).
Contenido La trama del relato gira en derredor de una piadosa mujer llamada Judit, quien con osadía, valor y astucia salvó al pueblo de Israel de caer en manos de los asirios, comandados por el general Holofernes. La historia comienza en el año doce del reinado de Nabucodonosor, que reinaba sobre los asirios en la gran ciudad de Nínive, cuando el rey de los medos Arfaxad fortificó su capital Ecbatana. Al considerar este hecho como una acción de rebeldía, Nabucodonosor convocó a los pueblos de su imperio, desde Elam y Persia hasta los confines de Egipto y Etiopía, para sofocar juntos este conato de sublevación. A pesar de que todos los pueblos de occidente (Asia Menor, Mesopotamia, Siria, la tierra de Israel y Egipto) desoyeron este llamado, el rey asirio destruyó Ecbatana sin otra ayuda que las tropas orientales, prometiendo vengarse de los pueblos desleales (cap.1).
En el año dieciocho de su reinado, el rey Nabucodonosor llamó a Holofernes, jefe supremo del ejército y segundo suyo, para ordenarle salir al frente de un ejército con el propósito de castigar a los pueblos rebeldes. Sin demora, una fuerza militar descomunal salió de Nínive, conquistando exitosamente y sin contratiempos los pueblos occidentales del imperio, hasta finalmente llegar a la tierra de Israel y acampar frente a la llanura de Esdrelón (caps.2-3).
Como era de esperar, el pánico cundió entre los israelitas, temiendo por la suerte de Jerusalén y el Templo. Pero en vez de caer en la desesperanza, el Sumo Sacerdote envió a las fronteras la orden de obstruir los desfiladeros, especialmente en Betulia, suplicando a Dios con ayunos y rogativa solemnes que no entregue la casa de Israel a los impíos (cap.4).
Sorprendido ante esta inusual reacción por parte de los judíos, Holofernes convocó a su consejo de guerra en el campamento para conocer detalles sobre este pueblo desconocido. Entonces Ajior, el jefe de los amonitas, después de pasar revista a la historia del pueblo, le advirtió a Holofernes no atacar a Israel, ya que su historia prueba que son invencibles mientras permanecen fieles a su Dios.
Como consecuencia de estas desafiantes palabras, Ajior fue expulsado del campamento, para luego ser capturado por los israelitas y traído como prisionero a Betulia. Al otro día, y desoyendo las advertencias de Ajior, Holofernes puso sitio a la ciudad. Después de treinta y cuatro días de asedio, el hambre y la sed quebraron la resistencia de los habitantes, exigiendo a Ozías y a los otros jefes de la ciudad rendirse ante el enemigo.
En respuesta a esta petición, Ozías pidió un plazo extra de cinco días, esperando que durante este tiempo Dios mostraría su compasión hacia Israel (caps.5-7). En este momento dramático del relato aparece por primera vez en escena la heroína Judit, una mujer viuda, bella, sabia y piadosa.
- Después de reprocharle a Ozías y a los ancianos por su falta de fe en Dios, ella les anunció su decisión de salvar a Israel, sin detallar su plan de acción.
- Después de orar a Dios solicitando su ayuda, Judit se quitó sus ropas y se bañó, para luego vestirse y adornarse con lo mejor de su ajuar.
- Acicalada y con una vianda de comida ritualmente pura, Judit y su sierva salieron en la noche de la ciudad para dirigirse al campamento asirio (caps.7-10).
Su belleza y astucia le abrieron el paso hasta la tienda del jefe Holofernes, consiguiendo quedarse en el campamento, con la promesa de que Dios le comunicaría cuándo y cómo podría atacar a Israel. A pesar de residir en medio de los paganos, Judit se mantuvo fiel a Dios.
Cada noche se dirigía a la fuente fuera del campamento para purificarse, y durante el día no tocaba los alimentos impuros, alimentándose con las provisiones que había llevado consigo (cap.11) Al cuarto día el general Holofernes la invitó a un banquete con el claro propósito de seducirla y violarla. Pero fue precisamente durante esa noche decisiva cuando la suerte de los personajes cambió de manera imprevista.
Al quedar Holofernes y Judit solos en la tienda después de que todos los participantes se retiraron al final del festín, la heroína judía decapitó al general asirio, aprovechando que éste yacía desplomado sobre el lecho por el sopor producido por el vino.
- Logrado el objetivo, Judit y su sirvienta salieron como todas las noches del campamento, pero esta vez ya no para purificarse, sino para volver a Betulia con la cabeza de Holofernes en el saco de provisiones de su sirvienta.
- Una vez de regreso, Judit contó su hazaña a sus conciudadanos, mostrándoles la cabeza de Holofernes (caps.12-13).
Impresionado a la vista de la cabeza decapitada del asirio y sorprendido por las buenas nuevas, Ajior confesó su fe en el Dios de Israel y se hizo circuncidar al momento. Al descubrir lo sucedido, el enemigo huyó a la desbandada; Israel acudió de todas partes para saquear los despojos.
Lengua original y versiones La mayoría de los estudiosos considera que el texto griego de Judit (existente en cuatro códices unciales de la traducción de los Setenta ) (2)es la versión de una obra escrita originalmente en una lengua semítica, probablemente en hebreo, dados los muchos hebraísmos y los errores de traducción del hebreo.(3) Sin embargo, ningún fragmento de esta obra ha sido hallado entre los rollos del Mar Muerto,(4) como así tampoco ningún texto hebreo antiguo nos ha llegado a nuestras manos. (5) Según el testimonio del renombrado Padre de la Iglesia Jerónimo (c.347-420), su versión latina de la Vulgata fue hecha a partir de un texto arameo (“in verbis Chaldaeis”), probablemente derivada a su vez de un texto hebreo o, tal vez, de la versión griega.(6) Asimismo, se conocen versiones de Judit en copto, siríaco, etíope y armenio, todas hechas a partir de la traducción de los Setenta. Existen igualmente tres importantes textos hebreos medievales. A pesar de haber sido defendida su originalidad (A.M. Dubarle), arguyendo que estas versiones estarían próximas a la versión aramea utilizada por Jerónimo en su traducción, la mayoría de los estudiosos creen que ellas habrían estado basadas en la versión latina de la Vulgata. Finalmente, se conocen a partir de los siglos X y XI unas doce adaptaciones tardías de esta leyenda en desarrollos exegéticos (midrashim) y poemas litúrgicos (piyyutim) medievales.
(2) La traducción de los Setenta o Septuaginta es la traducción de la Biblia Hebrea al griego, realizada por los judíos en Alejandría entre los siglos III-I a.e.c (3) Sin embargo, la hipótesis sobre una redacción original en griego del libro ha tomado fuerza en lo últimos años.
- 4) Estos manuscritos judíos antiguos fueron hallados entre los años 1947-1956, en 11 cuevas de la zona del Mar Muerto, próximas a las ruinas de Qumrán (un probable asentamiento de la secta esenia).
- 5) Ninguna referencia de esta historia se halla presente en las obras del filósofo judío Filón de Alejandría (20 a.e.c.?- 40 o 50 e.c.?), el historiador jerosolimitano Flavio Josefo (37?-100 e.c?) o en los escritos rabínicos anteriores a la época medieval (siglo X), a excepción de la referencia a la historia de Judit presente en la homilía de Rav Ahai (680 – 752 c.e) (no es del toda segura la originalidad de ésta última).
La primera referencia a la historia de Judit aparece en una obra de los padres apostólicos (Epístola de Clemente a los Corintos 1.55 ). Asimismo cabría la posibilidad de que el relato sobre el asesinato de Sísara por Yael (cap.31) presente en la obra pseudoepigráfica conocida como Antigüedades Judías o Pseudo-Filón (¿siglo I e.c.?) habría sido modelada según el relato sobre el asesinato de Holofernes por Judit.
Género literario El libro de Judit pretende ser una obra de carácter histórico, que relata sobre las proezas de una heroína del lejano pasado de Israel. En este sentido, el texto en cuestión parece transpirar credibilidad al cumplir todos los requisitos de cualquier obra histórica: fechas; nombres de lugares y personajes históricos (algunos conocidos y otros desconocidos); descripciones de eventos reales, sin referencia alguna a intervenciones sobrenaturales propias de las leyendas. Sin embargo, las contradicciones, las imprecisiones, los errores e improbabilidades flagrantes en el campo de la historia y la geografía,(7) como así también la combinación de varios relatos y personajes bíblicos,(8) ponen en duda cierta el carácter “histórico” de la obra.(9) A la luz de lo expuesto más arriba, entonces, los investigadores modernos han llegado a la conclusión de que el relato de Judit sería una ficción, habiendo propuesto distintos géneros literarios para definir su carácter, a saber: “novela histórica”; “relato didáctico-moral”; “alegoría”; “novela política”, “leyenda-apocalipsis”, y otros. Un avance significativo en este sentido fue hecho por algunos estudiosos al resaltar el carácter imaginario (J. Licht) y paradigmático del relato (freie parabolische Geschichtsdarstellung, según E. Haag),(10) definiendo la obra como una “novela teológica” (E. Zenger), con rasgos típicos propios de relatos tradicionales-folclóricos (C. Moore; M.P. Coote).
(7) Entre las numerosas contradicciones históricas se puede mencionar a título de ejemplo el hecho de que el histórico Nabucodonosor (605-561 a.e.c.) fue un rey babilónico y no asirio, y su capital Nínive fue destruida en el año 612 a.e.c., años antes de subir éste al trono.
Y como ejemplo de las improbabilidades geográficas se puede destacar que la ciudad de Betulia, a pesar de los datos ofrecidos en la obra, no es mencionada por ninguna otra fuente. Y de aquí la conclusión, que esta ciudad habría sido fruto de la imaginación del autor. (8) Por ejemplo, la historia de Judit combina la decapitación de Goliat por medio de David (1 Samuel 17) con el asesinato de Sísara por Yael (Jueces 4).
(9) Sin embargo, la mayoría de los investigadores católicos, como así también algunos estudiosos judíos y protestantes, han tratado de sortear sin éxito estas dificultades geográficas e históricas por medio de artilugios rebuscados. (10) La figura de Judit (en hebreo, “la Judía”) está lejos de representar una figura real de carne y hueso, con virtudes y defectos.
Fecha y lugar de composición Si una manera aceptada de datar una obra es tomar en consideración los detalles presentes en la misma -como ser: nombres de personas y lugares; términos técnicos; costumbres; o alusiones a eventos históricos conocidos-, pues en el caso de nuestra obra, la aplicación de esta metodología es bastante problemática. Ya que una característica notable del libro de Judit es que el mismo presenta detalles que corresponderían a dos épocas distintas: persa y helenística.(11) El consenso entre los investigadores es que el último estadio de redacción de la obra, si no la composición toda, habría acaecido en la época de los Macabeos-Asmoneos, probablemente en el último tercio del siglo II a.e.c. Como es de esperar, tampoco el lugar de la composición ha recibido una respuesta unánime. Tanto sea por el conocimiento que el autor muestra en el campo de la geografía, o sea por la probable composición original de la obra en hebreo, la mayoría de los estudiosos cree que el libro habría sido compuesto en la tierra de Israel.(12)
Estructura y significado teológico La obra presenta un plan literario estructural muy complejo. A los efectos de resolver los problemas literarios de la obra,(13) se han propuesto dos modelos complementarios (A. Roitman). El primer modelo es una estructura piramidal, según la cual la trama del libro puede dividirse en cinco partes: 1) exposición (1, 1-4, 15); 2) inicio de la acción (5, 1-7, 18); 3) clímax (7, 19-9, 14); 4) caída de la acción (10, 1-14, 10); 5) final feliz (14, 11-16, 25).(14) El segundo modelo es una estructura quiástica piramidal,(15) cuyo diseño permite identificar un balance simétrico entre las dos mitades de la pirámide. De acuerdo a esto último, cada unidad literaria de la primera mitad es reflejada en la segunda mitad de la pirámide. Este modelo estructural permite descubrir la existencia de dos temas teológicos, combinados de manera artística en la obra. El primero de ellos es la confrontación entre el paganismo y el monoteísmo. Este conflicto ocupa las partes periféricas de la estructura piramidal (es decir, las secciones 1, 2, 4 y 5), ubicadas a ambos lados del clímax. A diferencia de otros relatos bíblicos, este conflicto no tiene un carácter militar o político, sino antes bien, es de tipo meta-histórico y paradigmático. La verdadera confrontación es entre Yahvé y Anti-Yahvé. Este conflicto general entre estas dos fuerzas espirituales se manifiesta en el relato en tres niveles específicos: 1) nivel metafísico: Nabucodonosor vs. Dios de Israel (1, 1-2, 13; 16, 1-25); 2) nivel nacional: Asiria vs. Israel (2, 14-4, 15; 14, 11-15, 13); y 3) nivel individual: Holofernes vs. Judit (5, 1-7, 18; 10, 1-14, 10). Pero el mensaje religioso que se deriva de todos estos conflictos particulares es siempre el mismo, a saber: la superioridad de la fe israelita. A decir verdad, esta idea no tiene nada de original; la misma puede ser encontrada en otras fuentes de la tradición bíblica (ver 1 Samuel 17, 45-47). Sin embargo, la originalidad del libro de Judit reside en la sugerencia de que este conflicto puede ser resuelto por medio de la institución de la conversión. Según esta obra, el converso (Ajior) parece la única persona capaz, desde una perspectiva estructuralista, de resolver a manera de “mediador” la tensión binaria existente entre el monoteísmo y el paganismo. Este mensaje universal es una contribución significativa de la obra, pero no su mensaje religioso central.
(11) Por un lado, por ejemplo, la onomástica (como en el caso de los nombres de Holofernes y Judit) apunta a la época persa. Pero, por el otro, las alusiones a Nabucodonosor como un rey divinizado (3, 8; 6, 2) concuerdan con la manera en que los textos de la época helenística presentan al rey griego-seleúcida Antíoco IV Epífanes (215-164 a.e.c.).
- Muy especialmente es notable la presencia en la obra de elementos literarios que indican una clara influencia de las obras apócrifas 1-2 Macabeos, como ser: la exhibición de la cabeza del comandante (Holofernes en Judit 14, 1, 11; Nicanor en 1 Macabeos 7, 47; 2 Macabeos 15, 35).
- 12) Una minoría ha propuesto como lugares alternativos de composición algunas de las diásporas judías: Egipto, Siria, e incluso, Persia.
(13) Como ser: ¿Por qué hay una disminución en el uso del discurso directo en los primeros cuatro (2, 5-13; 3, 2-4) y en los últimos capítulos (15, 9-10; 16, 1-17), mientras que hay un claro aumento de este uso en los capítulos 5-14? ¿Por qué se lo describe a Holofernes de una manera indirecta en los capítulos 2-3, mientras que se lo describe de una manera directa en los capítulos 5-13? ¿Por qué Nabucodonosor aparece solo en los primeros dos capítulos? ¿Por qué Ajior aparece por primera vez en los capítulos 5-6, y luego de una larga ausencia, reaparece en el capítulo 14, 5-10)? ¿Por qué Jerusalén juega un rol fundamental solo en los capítulos 4 y 16? (14) Este modelo teórico para entender la estructura literaria del libro de Judit a nivel narrativo está basado en los estudios sobre la estructura dramática del teatro griego clásico y shakespeareno llevados a cabo por el crítico de teatro alemán G.
- Freytag (Technik des Dramas, 1863).
- 15) Este modelo de análisis fue desarrollado originalmente por Y.
- Raday (“Sobre el quiasmo en la narrativa bíblica”, Beth Mikra 20/21 48-72 ) para entender la estructura literaria de los relatos bíblicos presentes en la Biblia Hebrea.
- El segundo tema teológico de la obra tiene que ver con la confrontación entre la fe y la incredulidad, que aparece de manera manifiesta en el clímax de la obra (7, 19-9, 14).
La incredulidad es representada por los ciudadanos y los dirigentes de Betulia, quienes creían que el sufrimiento y el dolor eran resultado del castigo divino por los pecados cometidos (7, 28). Su actitud cuasi-herética era fruto de su manera literal de entender la idea retributiva de castigo proclamada por la teología deuteronomista del pacto (Deuteronomio 30, 15-20).
- Frente a este enfoque que llevaba a la desesperanza y a la herejía, el libro de Judit propone en la cúspide quiástica de la estructura piramidal (8, 11-27) una revisión de la tradicional doctrina de la retribución.
- Según esta nueva interpretación, el sufrimiento y las penas pueden tener un propósito educativo, teniendo un carácter de prueba divina.
Por ello, frente a la crisis y el dolor, Israel no debe desesperar sino poner toda su confianza en Él. Sin embargo este mensaje tradicional de fuerte raigambre bíblica (por ejemplo, el libro de Job), tiene en Judit una implicación original. Ya que esta teología no lleva en el libro al fatalismo o a la resistencia pasiva, sino a una postura activista (8, 32).
- Y de aquí la conclusión, pues, que esta nueva interpretación de la antigua teología deuteronomista sería ciertamente el mensaje religioso central de la obra.
- En caso de estar acertados en la identificación del tema teológico central del libro, el mismo entonces encuadraría perfectamente en la ideología activista y militarista adoptada por los Macabeos a partir de su revuelta contra las persecuciones religiosas iniciadas por Antíoco IV Epífanes (167 a.e.c.) (1 Macabeos 2, 23-70), y desde entonces promovida por los Asmoneos durante los gobiernos de Simón, Juan Hircano I, y durante los reinados de Aristóbulo I y Alejandro Janeo (segunda mitad del siglo II y primer cuarto del siglo I a.e.c.).
Y en caso de ser así, entonces, el objetivo del libro de Judit no habría tenido solo un propósito literario-estético, sino antes bien, presentar de una manera plástica y novelada una reflexión en retrospectiva acerca del significado religioso que la revuelta macabea habría tenido en la historia de Israel para redefinir la antigua y sacrosanta tradición bíblica.
Consideraciones finales Esta ideología activista presente en el libro de Judit y su relación casi umbilical con los Macabeos podría también explicar las razones por las cuales esta obra habría caído en el olvido en la civilización judía, hasta casi desaparecer de la conciencia de Israel hasta la época medieval. Los rabinos habrían oscurecido y difuminado conscientemente los triunfos militares de los Macabeos después de los fracasos de las revueltas judías contra los romanos (66-73, 132-135 e.c.), que habían llevado al pueblo hebreo hasta el borde del precipicio, con el propósito definido de desacreditar las ideologías radicales, militares y mesiánicas por sus resultados deletéreos para la supervivencia del pueblo de Israel. En caso de ser cierta esta suposición, entonces, se podría suponer que estos mismos sabios habrían adoptado también esa misma estrategia en el caso del libro de Judit, por considerarlo contraproducente con el quietismo político adoptado por los rabinos.
Cuando cambiaron las condiciones políticas y sociales en Europa occidental para el siglo X, y la historia de los macabeos hizo su reaparición en la conciencia judía (como lo prueba el caso del libro Yossipon, escrito en hebreo probablemente en el sur de Italia en el siglo X), también el relato de Judit comenzó a popularizarse entre los judíos.
Desde entonces, la historia de esta heroína, y especialmente la escena de la decapitación de Holofernes, se convirtió en un tema muy popular en la literatura y liturgia judía, en los manuscritos iluminados, y en el arte judío. Prueba de esto último son los numerosos candelabros de ocho brazos utilizados en la fiesta de las Luminarias o Janucá, en donde aparece representada Judit blandiendo en su mano derecha la espada, y en su mano izquierda sosteniendo de los pelos la cabeza decapitada del general Holofernes.
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¿Qué representa Judith?
Judit (nombre) – Wikipedia, la enciclopedia libre Judit Judith y Holofernes, según Philipp van Dijck Origen Hebreo Femenino 30 de diciembreSignificado alabanza de Dios, alabanza divina Artículos en Wikipedia Todas las páginas que comienzan por « ». Judit o Judith es un en su variante en, Procede del hebreo יודית /iudit/ (judía) y significa «la alabada».
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¿Quién escribió el libro de Judith?
HEBBEL, Christian Friedrich: Judith (1840-1841). Texto alemán.
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¿Cómo muere Judit?
MADRID, 15 Nov. (CulturaOcio) – Se acerca el final de The Walking Dead y, aunque la serie de AMC ha retratado varios puntos clave de los cómics, también ha incluido algunos cambios, Esto es lo que ha ocurrido con la historia de Judith Grimes (Cailey Fleming), que cambia ligeramente en la pequeña pantalla.
ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS)) En el episodio 11×23 Judith recibe un disparo de Pamela Milton (Laila Robins) que en principio iba para Maggie (Lauren Cohan). Daryl (Norman Reedus) la lleva a la clínica de la Commonwealth, pero llegar a la instalación no garantiza asistencia, dejando el destino de Judith en el aire.
En los cómics, el destino de Judith lo decide Brian Blake, el líder de Woodbury. Durante la guerra de Woodbury con Rick Grimes por el asentamiento del grupo de Atlanta en una prisión cercana, el gobernador ordena el asalto, que termina con la muerte de una recién nacida Judith Grimes en el tomo 48 de The Walking Dead. Será en el capítulo 11×24 cuando se conozca si finalmente Judith sobrevive al ataque de Pamela Milton. “Definitivamente, queríamos hacer una reminiscencia de la escena en la que Rick cargaba a Carl después de que le dispararan, y la pregunta es ‘ ¿la historia se repetirá con Judith y qué pasará después con ella?’ “, dijo la showrunner Angela Kang en The Walking Dead: Episode Insider.
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¿Dónde se escribio el libro de Judit?
El libro de Judit es un libro apócrifo judío, escrito probablemente para finales del siglo II a.e.c. en la tierra de Israel, y existente solamente en versión griega o en versiones hechas a partir de ésta.
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¿Cuántos libros tiene Judit?
Libro de Judit | |
---|---|
Datos básicos | |
Autor | Desconocido |
Fecha | Siglo II a.C. |
Idioma | Hebreo |
Abreviatura | Jdt |
Números | |
Capítulos | 16 |
Versículos | 340 |
Nombre | |
Hebreo | יהודית |
Griego | ιουδειθ |
Latín | Liber Iudith |
Más datos | |
Testamento | Antiguo Testamento |
Sección | Deuterocanonicos |
‘ Número de libro | 18 (Nova Vulgata) |
Eventos Importantes | Guerra de Israel contra Babilonia Muerte de Holofernes |
Personas Importantes | Judit Holofernes |
El Libro de Judit es un libro del Antiguo Testamento incluido en la Septuaginta, pero luego considerado por el judaísmo como un texto apócrifo. Ha sido aceptado como parte del canon de los escritos bíblicos solo por las iglesias cristianas ortodoxas y también por la Iglesia Católica. Ha sido rechazado como parte del canon también por los protestantes.
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¿Qué dice el libro de Judit en la Biblia Catolica?
Judit –que significa ‘la Judía’– personifica el alma de su nación. Fiel a Dios y a su pueblo, ella expone la vida para salvar a sus compatriotas. A la prepotencia y la fuerza de un jefe militar, el Libro opone la debilidad de una mujer, sin más armas que su fe en Dios y en el poder de la oración.
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¿Quién era Judith en el pueblo de Israel?
Judit, como indica el significado de su nombre (‘la judía’), es la personificación del pueblo de Israel. Es un ejemplo más de cómo en la Biblia el pueblo es simbolizado en una mujer.
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¿Qué edad tiene la Judith?
Judith Grimes | |
---|---|
Edad | 10 años |
Nacionalidad | Estadounidense |
Residencia | Televisión: La Prisión Zona segura de Alexandria |
Religión | Católica |
¿Quién es la madre de Judith?
Silvia Hernández, es un personaje episódico de la serie La que se avecina. Es la madre de Judith e Ingrid.
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¿Quién es la mujer con la que se encuentra Daryl?
The Walking Dead : ¿Quién es la novia de Daryl Dixon? – La novia de Daryl Dixon es Leah, el personaje interpretado por la actriz Lynn Collins, y pudimos conocer un poco más sobre ella en el capítulo 18 de la temporada 10, titulado “Find Me”. En este episodio, la serie regresó al momento en que desaparece Rick Grimes.
Mientras Dixon deambula e insiste en encontrar a su amigo, se topa con un cachorro que lo lleva hasta una cabaña. Allí, es tomado como rehén por una mujer que inmediatamente lo deja libre al ver que él es inofensivo. Ella es Leah con quien, pronto, comenzó un vínculo romántico, Daryl comenzó a quedarse en su cabaña con más frecuencia, pero un desacuerdo entre los dos hizo que ambos tomaran diferentes caminos.
¡Es momento de que te pongas al día con The Walking Dead ! El gran final de la serie está cerca y no puedes perderte ningún capítulo. Todos los episodios los encuentras en Star+.
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¿Qué dice el libro de Judit en la Biblia Catolica?
Judit –que significa ‘la Judía’– personifica el alma de su nación. Fiel a Dios y a su pueblo, ella expone la vida para salvar a sus compatriotas. A la prepotencia y la fuerza de un jefe militar, el Libro opone la debilidad de una mujer, sin más armas que su fe en Dios y en el poder de la oración.
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