Juan 10 30 Biblia Catolica?

Juan 10 30 Biblia Catolica
Pascua Yo conozco a mis ovejas y ellas me siguen Juan 10, 22-30. Pascua.Él y el Padre son uno. Uno que significa unidad, reflejo e imagen de la unidad que tenemos que vivir entre nosotros. Por: P. Juan Jesús Riveros | Fuente: Catholic.net Del santo Evangelio según san Juan 10, 22-30 Se celebraba por entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno. Jesús se paseaba por el Templo, en el pórtico de Salomón. Le rodearon los judíos, y le decían: «¿Hasta cuándo vas a tenernos en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente».

  1. Jesús les respondió: «Ya os lo he dicho, pero no me creéis.
  2. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas.
  3. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen.
  4. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano.

El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno. Oración introductoria Jesús, creo que eres el que dices ser: Hijo de Dios y Redentor de todos los hombres. Gracias por concederme el don de la fe.

Viniste al mundo para que las ovejas perdidas, pudiéramos encontrarte. Gracias. Me diste el conocimiento de saber quién soy y lo que valgo. todo un Dios se hizo hombre para salvarme. Sal hoy a mi encuentro en esta oración para mostrarme el camino que debo seguir. Petición Ayúdame, Señor, a saber escucharte siempre que me llames.

Meditación del Papa Benedicto XVI Jesús que dijo de sí mismo que había venido para que nosotros tengamos la vida y la tengamos en plenitud, en abundancia, nos explicó también qué significa “vida”: “Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo”.

La vida en su verdadero sentido no la tiene uno solamente para sí, ni tampoco sólo por sí mismo: es una relación. Y la vida entera es relación con quien es la fuente de la vida. Si estamos en relación con Aquel que no muere, que es la Vida misma y el Amor mismo, entonces estamos en la vida. Entonces “vivimos”.28.

Pero ahora surge la pregunta: de este modo, ¿no hemos recaído quizás en el individualismo de la salvación? ¿En la esperanza sólo para mí que además, precisamente por eso, no es una esperanza verdadera porque olvida y descuida a los demás? No. La relación con Dios se establece a través de la comunión con Jesús, pues solos y únicamente con nuestras fuerzas no la podemos alcanzar.

En cambio, la relación con Jesús es una relación con Aquel que se entregó a sí mismo en rescate por todos nosotros. Estar en comunión con Jesucristo nos hace participar en su ser “para todos”, hace que éste sea nuestro modo de ser. Nos compromete en favor de los demás, pero sólo estando en comunión con Él podemos realmente llegar a ser para los demás, para todos.

(Benedicto XVI, Encíclia Spe salvi, nn.27-28). Estoy delante de la Puerta Santa y pido: «Señor, ¡ayúdame a abrir la puerta de mi corazón!». No tendría mucha eficacia el Año Santo si la puerta de nuestro corazón no dejara pasar a Cristo que nos empuja a ir hacia los demás, para llevarlo a Él y su amor.

  • Por lo tanto, igual que la Puerta santa permanece abierta, porque es el signo de la acogida que Dios mismo nos reserva, así también nuestra puerta, la del corazón, ha de estar siempre abierta para no excluir a ninguno.
  • Ni siquiera al que o a la que me molesta: a ninguno.
  • Homilía de S.S.
  • Francisco, 16 de diciembre de 2015).

Reflexión Él nos lo dice: Yo soy el Cristo. Pero muchas veces no lo escuchamos. Él nos habla siempre con hechos más que con palabras. ¿Cuántos milagros se han realizado a lo largo de los siglos en la Iglesia y cuán poca confianza a veces tenemos? Es Cristo quien nos está hablando a través de todas estas obras.

Nos habla sobre todo en el silencio, en un atardecer en el mar, en la brisa cargada de fragancias de los campos, en el canto de los pajaritos. son las palabras de Dios que utiliza para comunicarnos su amor. Dios no nos habla en la fuerza de la tormenta, ni en el huracán, nos habla en el susurro de la brisa.

Además el Señor es nuestro Pastor, con Él nada temeremos, porque nos protege bajo su mano. Él se olvida de sí mismo para darnos su amor, como un verdadero Pastor sufre frío, calor, cansancio, sed, hambre. por amor. Nosotros somos las ovejas de Cristo, fuimos entregados a Él por el mismo Padre celestial.

Tanto es el amor de Dios que en todo momento se recuerda de nosotros. Nunca seremos arrebatados de la mano del Padre. Él nos protege y nos cuida entre sus manos. Él y el Padre son uno. Uno que significa unidad, reflejo e imagen de la unidad que tenemos que vivir entre nosotros. Los hijos con los padres, los padres entre sí, los hermanos, los amigos, los que no conozco, los enemigos.

Es el ejemplo de Cristo el que debemos imitar. Diálogo con Cristo Señor, me muestras el camino que debo seguir, si quiero ser feliz. Sin embargo, desconfío en que realmente Tú lleves mi carga. Necesito verte y escucharte, no con mis sentidos sino con mi espíritu, para que cuando vengan los problemas te busque inmediatamente en la oración, porque eres la roca sobre el cual puedo edificar mi vida. También te puede interesar Consultorios
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¿Qué dice la Biblia en Juan 10 30?

1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ese es ladrón y salteador.2 Pero el que entra por la puerta, el a pastor de las ovejas es.3 A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre y las saca.4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque a conocen su voz.5 Pero al extraño no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.6 Esta parábola les dijo Jesús, pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la a puerta de las ovejas.8 Todos los que vinieron antes de mí eran a ladrones y salteadores, mas no los oyeron las ovejas.9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare será salvo; y entrará, y saldrá y hallará pastos.10 El ladrón no viene sino para hurtar, y matar y destruir.

Yo he venido para que tengan a vida, y para que la tengan en abundancia.11 Yo soy el buen a pastor ; el buen pastor da su vida por las ovejas.12 Pero el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo, y a deja las ovejas y huye; y el lobo arrebata y dispersa las ovejas.13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.14 Yo soy el buen pastor y a conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi a vida por las ovejas.16 También tengo a otras ovejas que no son de este redil; a aquellas también debo traer, y oirán mi voz, y habrá b un rebaño y un pastor.17 Por eso me ama el Padre, porque yo a pongo mi vida, para volverla a b tomar,18 Nadie me la quita, sino que yo la pongo de mí mismo.

Tengo poder para ponerla, y tengo a poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.19 Y volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras.20 Y muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís? 21 Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado.
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¿Qué enseñanza nos deja Juan 10?

Introducción – Jesús enseñó que Él es el Buen Pastor y que daría Su vida por Sus ovejas. También testificó que el Padre Celestial le había dado poder sobre la muerte. Algunas personas acusaron a Jesús de blasfemia por proclamar que era el Hijo de Dios.
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¿Donde dice Mis ovejas oyen mi voz?

Juan 10, 27-30 « Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.
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¿Cuál es el mensaje de Juan 10 30 33?

S. Juan 10:30-33 Yo y el Padre uno somos. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? Le respond Lea la Biblia, descubra Planes y busque a Dios todos los días. : S. Juan 10:30-33 Yo y el Padre uno somos. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? Le respond
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¿Qué quiere decir Juan 10 28 30?

LAUREL, Md. (BP) — Me encanta leer estos tres versos del evangelio de Juan. Aquí encuentro, por medio de la Palabra de Dios, seguridad de mí vida eterna. Podemos vivir con toda confianza que mi Dios es poderoso; y decir con el Apóstol Pablo, ” yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día (2 Timoteo 1:12).” ¿le conoces a Él? ¿Cómo está tu relación con Él? Quiero en el espacio que tengo compartir varias observaciones sobre este pasaje.

  1. Primeramente, Dios es el dador de vida eterna.
  2. Y yo les doy vida eterna ” Dios formó al hombre del polvo de la tierra y “sopló en su nariz aliento de vida (Gén.2:7).” Qué bonito es recordar cada día, al ver un nuevo amanecer, que esta vida que tengo me la dio Dios y por tanto hoy quiero dedicar mí vida nuevamente a Dios y servirle a Él.

No importa cuán grande sea mis problemas hoy Dios está en control y desea lo mejor para mí. Segundo, Dios es el protector de la vida eterna. “Y no perecerán jamás ” En esta ocasión se usa, en el idioma griego, un doble negativo. Esta frase dice, “y no nunca perecerán jamás ” Para mí estas palabras me dan una seguridad de protección de la vida eterna que Dios me dio.

No hay ningún problema, por grande que sea, que me haga perder esta vida eterna. Dios es el dador de la vida eterna pero también es el protector de esta vida eterna que me ha dado. Tercero, yo tengo un cordón de doble seguridad. Recuerdos en mis años cuando vivía en Nicaragua y pude ver la seguridad que tenía el presidente del país.

También, en una ocasión, durante el desayuno de oración que se tiene anualmente en Washington, D.C., observé la gran seguridad que tenía el presidente Bush. Pero, eso no es nada comparado a la seguridad que tiene un cristiano. Mira lo que dice los siguientes versos.

  • Ni nadie las puede arrebatar de mis manos (estas son las manos de Cristo).
  • Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de las manos de mi Padre (Juan 10:28-29).” ¡Wow! Me siento protegido dentro de las manos de Cristo y las manos del Padre están alrededor de las manos de Cristo.

Aplicación: Cada uno de nosotros, indudablemente, pasamos por momentos muy difíciles en nuestras vidas. Y en medio de esos problemas, muchas veces ponemos más nuestros ojos en los problemas que enfrento que en el Dios que no es solo el dador de mi vida, pero también el protector de esa vida que me ha dado.

Amigos, reconoce hoy que la vida que tienes es un regalo de Dios. Recuerda también que tú tienes un doble cordón de seguridad. Mientras caminas por diferentes partes de tu ciudad, estado, o nación recuerda también que somos sal y luz en un mundo que ha perdido la moralidad y la dirección espiritual. Deja que Dios te use para que otros verdaderamente vean esa vida que Dios te ha dado.

¡Percevera!

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    ¿Qué significa Juan 10 27 30?

    Reflexiones sobre la lectura de hoy –

      “La oveja que me pertenece escucha mi voz” No es fácil escuchar: nos distraemos por las cosas a nuestro alrededor, o nos enfocamos tanto en lo que queremos decir, que es difícil tener la apertura para escuchar a otras personas. También eso requiere tiempo y yo puedo estar con prisa. ¿Hay personas a quienes debo dar mi tiempo para escucharlas?Todo esto es también verdadero para escuchar a Jesús. Dios ha dispuesto para que la voz de Dios esté cerca y a mano en las Escrituras. Pero eso requiere tiempo para leer, volver a leer, ponderar, meditar, de manera que la palabra de Dios penetre y se nos permita escuchar “su voz” que habla de paz, y que nos enseña y consuela. “Habla, Señor, que tu siervo/a escucha”.1 Sam.3:10

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    ¿Qué quiere decir Juan 10?

    Juan 10:1–24 – Jesús enseña que Él es el Buen Pastor y que dará Su vida por Su pueblo Si te pusieran una venda en los ojos y te pidieran que identificaras a los miembros de tu familia y a algunos amigos cercanos tocándoles la cara, ¿piensas que podrías hacerlo? Si tu madre tuviera una venda en los ojos, ¿piensas que podría identificar a todos sus hijos con tan solo tocarles la cara? Una vez le preguntaron a un pastor en Medio Oriente cuán bien conocía a sus ovejas.

    Lee Juan 10:14 y piensa por qué Jesús se llamaba a Sí mismo el Buen Pastor. Escribe la siguiente declaración en tu diario de estudio de las Escrituras. Jesucristo es el Buen Pastor. Conforme estudies Juan 10, busca las verdades que nos enseñan cómo el Salvador es nuestro Buen Pastor. Escribe esas verdades en tu diario debajo de esa declaración.

    Las personas que escucharon las enseñanzas de Jesús que se encuentran en Juan 10 sabían en cuanto a las ovejas, los pastores y los rediles. En los días del Salvador, los pastores llevaban sus rebaños donde hubiera comida, agua y refugio durante el día. Imagen Lee Juan 10:1–5 para averiguar lo que hace un buen pastor. En tu diario de estudio de las Escrituras escribe lo que encuentres debajo de la declaración “Jesucristo es el Buen Pastor”. Juan 10:3 describe cómo cada pastor entraba por la puerta y llamaba a sus ovejas por su nombre.

    Solamente las ovejas de su rebaño le seguían para salir del redil, mientras que las otras permanecían adentro. ¿Por qué las ovejas seguían solamente a su pastor? Fíjate en los versículos 1 y 5 lo que el Salvador llamó a aquellos que intentaban entrar en el redil de otras maneras aparte de la puerta. Tal vez sea útil saber que los fariseos estaban entre el grupo de personas de las que hablaba el Salvador (véase Juan 9:40 ).

    ¿De qué formas eran muchos de los fariseos semejantes a ladrones, salteadores y extraños? En Juan 10:6, aprendemos que los fariseos no entendían lo que Jesús estaba enseñando. Lee Juan 10:7–10 para ver cómo el Salvador empezó a explicar el simbolismo del redil.

    Fíjate que la Traducción de José Smith aclara lo que Jesús dijo en los versículos 7 y 8 : “De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta del redil. “Todos los que vinieron antes de mí y que no testificaron de mí, eran ladrones y salteadores, mas no los oyeron las ovejas” (Traducción de José Smith, Juan 10:7–8 ).

    ¿Qué piensas que quiso decir el Salvador cuando dijo “Yo soy la puerta” en los versículos 7 y 9 ? “En Israel, los pastores se ponían a la entrada del redil e inspeccionaban a cada oveja a medida que entraban, curando lesiones según era necesario. Después de que las ovejas estaban reunidas en el recinto para pasar la noche, el pastor se echaba a dormir a la entrada, bloqueándola para que los predadores o ladrones no pudieran herir a las ovejas” ( Manual del alumno del Nuevo Testamento, págs.231–232 ).

    1. ¿En qué se parecen las acciones de esos pastores a lo que el Salvador hace por nosotros? ¿Cómo piensas que el Salvador da vida “en abundancia” ( Juan 10:10 ) a aquellos que le siguen? Lee Juan 10:11–15 para ver qué más dijo el Salvador que hacen los buenos pastores.
    2. Un asalariado es alguien cuyo objetivo principal al trabajar es simplemente que le paguen).

    Escribe lo que averigües en cuanto a los buenos pastores bajo la declaración “Jesucristo es el Buen Pastor” en tu diario de estudio de las Escrituras. En Juan 10:11, 13, 15, presta atención a lo que está dispuesto a hacer un buen pastor que el asalariado no está dispuesto a hacer.

    1. Recuerda lo que dijo el pastor del Medio Oriente en cuanto a cuán bien conocía a sus ovejas, y contesta las siguientes preguntas en una nueva página de tu diario de estudio de las Escrituras:
      1. ¿Cuán bien piensas que te conoce el Salvador? ¿Por qué crees que es importante comprender eso?
      2. ¿Cómo puede afectar la forma en que vives cada día el entender que el Salvador te conoce y estuvo dispuesto a ofrecer Su vida por ti?

    Después de enseñar que Él daría Su vida por nosotros, el Salvador dijo algo más que haría. Lee Juan 10:16 para ver qué más dijo el Salvador que haría por Sus ovejas (refiriéndose a Su pueblo). En Juan 10:16, el Salvador estaba enseñando a los judíos en Jerusalén que Él visitaría a los hijos del Padre Celestial en otras tierras, les enseñaría Su evangelio y les traería a Su redil (Su Iglesia).

    Contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Cómo nos ayudan esos versículos del Libro de Mormón a entender mejor Juan 10:16 ?

    Lee Juan 10:17–18 para encontrar una doctrina acerca del Salvador. Termina la siguiente frase para descubrir esta doctrina: Como Hijo literal de Dios, Jesucristo tenía el poder de, Podrías marcar las palabras que enseñan esa doctrina en esos versículos.

    De Su madre, María, una mujer mortal, Jesús heredó la mortalidad, incluyendo la capacidad para morir. De Elohim, Su Padre divino, heredó la inmortalidad y el poder de vivir para siempre. Por tanto, había heredado la capacidad de morir y levantarse de nuevo. Eso era necesario para que pudiera llevar a cabo la Expiación.

    En Juan 10:19–24 aprendemos que después de que el Salvador hubo enseñado esas cosas, las personas estaban divididas en cuanto a sus opiniones de quién era Jesús. Se acercaron a Jesús en el templo y le presionaron para que proclamara Su verdadera identidad como el Cristo o el Mesías.
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    ¿Qué quiere decir Juan 10 28?

    Parte del libro: ” Las advertencias del Nuevo Testamento “. He escucho a personas usar este pasaje de Juan para apoyar que nadie los puede arrebatar de la mano de Jesús, independientemente de si siguen a Jesús o no, mientras que alguna vez creyeron en Jesús.

    Pero ¿es esto lo que dice la Palabra de Dios? Leamos el siguiente pasaje y su contexto: Juan 10:27-29 ” Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.” La promesa de “yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” está hecha para aquellos del verso 27: ” Mis ovejas oyen mi voz, yo las conozco, y me siguen ” Para ser una oveja de Cristo y para ser incluido en la promesa del verso 28 tenemos que oír Su voz, que Él nos conozca y seguirlo.

    Ahora, vamos a desglosar esto un poco más. ¿Qué significa seguir a Cristo? ¿Significa solo en el pasado, hacer una confesión de fe y a partir de ahí uno ya está automáticamente y para siempre incluido en el grupo de aquellos que lo siguen? ¿Cubre esta promesa de Juan 10:27-29 a alguien que aunque alguna vez creyó que Jesús es el hijo de Dios, y que luego se regresó al mundo viviendo en la carne? ¿Tal persona verdaderamente sigue a Cristo? Bueno, vamos a permitirle al Maestro que nos explique lo que implica seguirlo: Lucas 9:23-24 “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame,

    Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará.” Y también Mateo 10:38 “y e l que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí,” Para seguir a Cristo necesitamos tomar nuestra cruz e ir tras Él. Seguirle implica moverse.

    Seguir a Cristo es algo dinámico, algo que involucra movimiento, y de hecho moverse detrás de alguien, el Señor. El primer momento de fe es, por una parte, algo estático, algo que sucedió en algún momento en el tiempo. Ese momento nos puso detrás de Cristo.

    Ahora tenemos que seguirlo. Ese momento nos llevó a la fe. Ahora tenemos que correr con paciencia la carrera de la fe hasta el final, poniendo los ojos en Jesús, el líder de nuestra fe. Como leemos en 1 Juan: 1 Juan 2:10-11 ” El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.” Juan no dijo eso porque alguna vez creímos y automáticamente caminamos en la luz y seguimos a Jesús para siempre.

    Más bien, seguir a Jesús es algo que se hace a diario. Personas que, por ejemplo odian a su hermano, están caminando en tinieblas y NO son seguidores de Jesús, independientemente de la fe que alguna vez tuvieron. Puesto que no son seguidores de Cristo no son sus ovejas, porque Sus ovejas oyen Su voz y lo siguen,

    • ¿Podemos decir entonces que la promesa de Juan 10:28: ” y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” aplica para ellos y para cualquiera que camine en tinieblas, sin arrepentirse? No, no podemos, porque esta promesa es para los que lo siguen.
    • Para las personas que están dispuestas a perder su vida y encontrarla en Él.

    Sí, tales personas nadie los puede arrebatar de la mano de Jesús. Autor: Anastasios Kioulachoglou Siguiente: “Dios me presentará sin mancha como quiera, independientemente de lo que yo haga”
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    ¿Cómo ser un Buen Pastor de acuerdo a Jesucristo?

    COMENTARIOS – En la Biblia, los pastores representan a los líderes del pueblo de Dios (véase Isaías 63:11; Jeremías 23:2). Ellos vigilan para ver a los enemigos que puedan atacar a las ovejas, y las protegen cuando sea necesario; atienden a las que estén enfermas o heridas y buscan a las que se hayan perdido o estén atrapadas o atascadas.

    1. En las enseñanzas de Cristo, los pastores aman a sus ovejas y tratan de ganarse su confianza; éstas, a su vez, conocen al pastor, lo aman y confían en él más que en cualquier otra persona.
    2. Un buen pastor incluso moriría por sus ovejas.
    3. Cristo compara al pastor con un asalariado, que abandona las ovejas en momentos de peligro porque no las ama (véase Juan 10:11-13; La vida y enseñanzas de Jesús y Sus Apóstoles, Manual para el alumno, Religión 211 y 212, 1979, págs.108-109).

    Jesucristo es el Buen Pastor. En Juan 10:14-15 se encuentra Su explicación de que Él y Sus ovejas se conocen, igual que Él y Su Padre se conocen. Ese tipo de relación se desarrolla con el tiempo y exige la experiencia personal. (Si se desea consultar otras referencias a Cristo como Pastor, véase Génesis 49:24; Salmos 23; 80:1; Juan 10:1-30; Hebreos 13:20; 1 Pedro 2:25; Alma 5:37-38, 58-60; Helamán 7:18; 15:13; Mormón 5:17; D.

    • Y C.50:44.) El élder Henry B.
    • Eyring, del Quórum de los Doce Apóstoles, comentó lo siguiente: “Un pastor cuida sus ovejas.
    • En los relatos de las Escrituras, las ovejas están en peligro; necesitan protección y alimento.
    • El Salvador nos amonesta que debemos cuidar las ovejas de la misma manera en que Él lo hace.

    Él dio Su vida por ellas, le pertenecen Nosotros no podemos ofrecer el mismo nivel de cuidado que Él si, como siervos asalariados, damos cuidado sólo cuando sea conveniente y sólo por una recompensa. “Los miembros de la Iglesia son ovejas; son de Él y Él nos llama a nosotros para cuidarlas.
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    ¿Qué hace el pastor cuando se le pierde una oveja?

    La primera parábola: La oveja perdida La primera parábola Imagen Un buen pastor tenía cien ovejas y una de ellas se perdió. Imagen El pastor dejó las noventa y nueve ovejas para buscar a la que se había perdido. Cuando la encontró, se sintió muy feliz. Imagen El pastor cargó la oveja hasta la casa. Llamó a todos sus amigos y vecinos para que vinieran a alegrarse con él porque había encontrado a la oveja perdida. Imagen Jesucristo les dijo a los fariseos lo que significaba la parábola. Dijo que los que pecan son como la oveja perdida. Imagen Así como el pastor quería salvar a la oveja perdida, Jesús quiere salvar a los que pecan. Imagen Dijo que por eso hablaba con los pecadores. Imagen Y así como el pastor se alegró mucho cuando encontró a la oveja perdida, Jesús se alegra mucho cuando nos arrepentimos.
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    ¿Qué significa escuchar ovejas?

    El balido es el sonido que emiten diversos animales, como las ovejas, los corderos, los ciervos y las cabras. A la acción de dar balidos se la conoce como balar.
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    ¿Cómo las ovejas reconocen la voz de su pastor?

    JUAN 10:27-30 Mis ovejas reconocen mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, jamás perecerán y nadie podrá arrebatármelas; como no pueden arrebatárselas a mi Padre que, con su soberano poder | La Biblia Hispanoamericana (Traducción Interconfesional, versión hispanoamericana) (BHTI) | Descargue La Biblia App ahora Lea la Biblia, descubra Planes y busque a Dios todos los días. : JUAN 10:27-30 Mis ovejas reconocen mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, jamás perecerán y nadie podrá arrebatármelas; como no pueden arrebatárselas a mi Padre que, con su soberano poder | La Biblia Hispanoamericana (Traducción Interconfesional, versión hispanoamericana) (BHTI) | Descargue La Biblia App ahora
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    ¿Qué mensaje me da la lectura de hoy Juan 10 25 30?

    Jesús les respondió: «Ya se lo he dicho, y ustedes no creen; pero las obras que yo hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí. Si ustedes no creen, es porque no son de mis ovejas. Las que son mis ovejas, oyen mi voz; y yo las conozco, y ellas me siguen.
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    ¿Qué quiere decir Juan 10 22 30?

    Jesús es atraído por aquellos que lo escuchan – Él trae el alimento del don de la vida eterna. Él lleva adelante su vida desde el Padre. Seguirlo es ser conducido hacia el Misterio de su vida. Esto es lo que nos sucede en el corazón de nuestra oración, al orar con Fe.
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    ¿Qué quiere decir Efesios 1 13?

    Mensaje: La Palabra y el Espíritu (Efesios 1:13-14) Al volver a Efesios esta mañana, todavía estamos ocupados con el gran sumario de esta carta que Pablo nos da en los versículos 3 a 14 del capítulo 1. Esta es una frase ininterrumpida en el lenguaje original, reuniendo en una vasta declaración todos los tremendos temas de esta carta a la cual Pablo volverá una y otra vez.

    • Es así como funcionan estas cartas apóstolicas.
    • Normalmente comienzan con un sumario y después son explicadas en detalle, permitiendonos enfocarnos con mucho cuidado sobre la verdad presentada, para verla en una amplia extensión y después volver y trabajar a traves de ella, y por tanto captarla y entenderla.

    ¡Es tan importante que entendamos lo que Dios está haciendo! El tema de todo este pasaje es que Dios está obrando. Y es importante que entendamos que el universo funciona de acuerdo a las leyes de Dios, no de acuerdo a las leyes del hombre. Nuestras legislaturas aprueban leyes, los hombres de estado negocian tratados, y tenemos toda la maquinaria de gobierno para llevarlas a cabo; y es bueno que esto sea así.

    1. Pero hay un factor que es fundamental, que el hombre no puede cambiar, que siempre está operando exactamente con la intención con el que fue creado: son estas leyes básicas del universo que Dios ha creado.
    2. Por lo tanto, es absolutemente esencial que encontremos lo que Dios está haciendo hoy, y cómo nos relacionamos todos con eso, dónde encajamos en el plan de la actividad de Dios.

    En este pasaje hemos visto el Dios en tres personas obrando: El padre, antes de la fundación del mundo, nos escogió, nos llamó ―aquellos de nosotros que hemos venido a conocer a Jesucristo como Señor― para ser parte de Su familia. ¡Qué tema tan tremendo es ese! Antes de que el mundo fuera hecho estábamos en la mente y el corazón de Dios, y Él nos llamó y nos destinó para ser Sus hijos.

    Nunca hubiéramos venido a Él aparte de eso. Jesús dijo: “Nadie puede venir a mí, si el Padre, que me envió, no lo atrae” (Juan 6:44). ¡Qué concepto tan fascinante del que acordarnos: el recordarte a ti mismo que Dios ha pensado en ti, te ha llamado, te ha atraído, ha apelado a tu voluntad, y te ha hecho ser parte de Su familia! Entonces hemos visto cómo el Hijo nos ha liberado en Su muerte.

    Hemos recibido el perdón de nuestros pecados, no sólo una vez, no meramente al comienzo de nuestra experiencia cristiana, sino una y otra vez. Día a día estamos experimentando el perdón de nuestros fallos; así que vivimos sin condenación, sin un sentimiento de culpa, aceptados por Dios.

    Y estamos constantemente reconociendo esos fallos, trayéndoselos a Él, y luego siguiendo desde ahí perdonados. Por lo tanto, como Pablo lo ha dicho, ha derramado Su gracia sobre nosotros una y otra vez. Y entonces, en la resurrección, el Hijo de Dios está obrando para derribar las barreras en nuestros propios corazones y vidas, y las divisiones entre unos y otros, y sanar las heridas y los distanciamientos de la familia humana, para derribar estos y eliminarlos hasta que al final, como lo predicen las Escrituras, vendrá la manifestación de la nueva creación cuando todas las cosas serán unificadas en Jesucristo, nuestro Señor.

    Nada que no sea parte de esto tiene ningún valor. Todo lo demás va a desintegrarse en polvo. Lo que Dios está haciendo es la única cosa que durará, y la parte que tenemos en eso es la única parte de nuestra vida que vale la pena. Ahora llegamos a la obra del Espíritu Santo.

    Pablo declara esto claramente para nosotros en los versículos 13 a 14: En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

    (Efesios 1:13-14) Fíjate en dos cosas que son enfatizadas aquí que siempre son encontradas juntas en las Escrituras: la Palabra y el Espíritu. Ambos son absolutamente esenciales. No hay ninguna salvación sin ambos. Estos son los instrumentos con los cuales Dios lleva a cabo Su obra.

    • Siempre es un error el enfatizar uno excluyendo el otro.
    • Hay grupos hoy en día que están haciendo esto: Algunos dicen: “No, no necesitamos la Palabra.
    • Todo lo que necesitamos es la Guía interior del Espíritu.
    • Todo lo que necesitamos es simplemente confiar en los sentimientos que tenemos.
    • Dios el Espíritu vive dentro de nosotros y Él nos guiará”.

    Pero cuando un grupo hace eso, siguen el patrón de grupos similares en el pasado, y esto invariablemente resulta en individualismo: cada uno está yendo en su propia dirección y haciendo su propia cosa. Lo que resulta es una confusión total si dejas de lado la Palabra y tratas de seguir sólo el Espíritu.

    1. Por el otro lado están aquellos que tratan de seguir sólo la Palabra.
    2. En mi viaje reciente alrededor del país visité varias iglesias en las cuales era evidente que habían perdido toda la frescura y la vitalidad del Espíritu y habían sido reducidas a un desempeño mecánico, ortodoxo y superficial de la Palabra.

    Eran ortodoxos hasta el meollo, pero no había vida. Eran estériles, aburridos y sin vida. Esto es lo que resulta cuando tratas de adherirte a la Palabra sin el Espíritu. Resulta en cultos secos y mecánicos que sólo cumplen por una cierta forma, una observancia ritual, y la gente se va a casa sin vida y seca.

    Resulta en un tipo de piedad con los dientes apretados en la cual la gente resuelve que van a “hacer su deber” como cristianos, pero no hay ninguna motivación, no hay hambre, no hay satisfacción, no hay amor, no hay calidez, no hay júbilo, no hay vida. Pero en las Éscrituras siempre encuentras a los dos juntos.

    La Palabra es interpretada por el Espíritu, y la Palabra se vuelve fresca y vital al fijarte en el Espíritu Santo para hacer que Jesucristo salga de las páginas y esté en tu presencia en carne viviente. Sientes el latido del Señor humano que caminó aquí en la tierra.

    Es la obra del Espíritu hacer eso, y nunca deberías de venir a la Biblia sin pedirle que tome estas palabras y les de vida. Acuérdate cómo Jesús, en el camino a Emaús, se apareció a dos de Sus discípulos y tomó las Escrituras, dice el relato, y comenzando con Moisés y los profetas les explicó todas las cosas en cuanto a Sí mismo.

    Al relatar la experiencia más tarde dijeron: “¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino y cuando nos abría las Escrituras?” (Lucas 24:27-32). Ese corazón ardiente al leer la Palabra es la obra del Espíritu Santo, tomando la Palabra y haciéndola viva y vital.

    Pero por otro lado el Espíritu es identificado por la Palabra. Hay muchos espíritus en circulación hoy en día, muchas voces que nos están hablando, muchas fuentes de las cuales estamos consiguiendo información e ideas y actitudes que se nos presentan y las estrategias para la solución de los problemas sugeridos.

    ¿Cómo sabes lo que está bien? ¿Cómo sabes que no es la voz del enemigo inteligentemente oculto, como si fuera la voz de Dios, sonando como si fuera a ofrecer una bendición? ¿Cómo puedes saber la diferencia? Sólo por la Palabra. Es la Palabra la que identifica al Espíritu Santo.

    Y todos los espíritus falsos son detectados por Su Palabra. Así que debemos de tener juntos la Palabra y el Espíritu para tener equilibrio y cordura en nuestras vidas cristianas. Al examinar este pasaje puedes notar tres cosas que el apóstol dice que son normativas para los cristianos. Cada cristiano que lee esta carta puede esperar tener su propia experiencia con estas tres cosas que son fundamentales en su fe cristiana: Primero, “habiendo oído la palabra de verdad”; segundo, “habiendo creído en él (Cristo)”, y tercero, “fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”.

    Esas tres son experiencias esenciales si has llegado a conocer a Jesucristo. Examinémoslas juntas en más detalle. Pablo dice: habiendo oído la palabra de verdad. (Efesios 1:13a) El mundo en el que Pablo vivió y escribió era un mundo como el nuestro hoy: lleno de todo tipo de ideas torcidas y distorsionadas, con actitudes que están equivocadas, con estrategias y filosofías que están absolutamente equivocadas y que llevarán a la gente por el camino equivocado.

    1. Pero la gente había creído en ellas, como las creen hoy en día.
    2. Hay muchos engaños e ilusiones en circulación.
    3. Crecemos con nuestras mentes abarrotadas con todo tipo de ideas erróneas.
    4. ¿Cómo hemos de mantenerlas en orden? Bueno, la gran cosa sobre el evangelio es que cuando oyes este glorioso mensaje sobre Jesucristo ―quién era él, el tipo de mundo al cual vino, la razón por la que vino, lo que hizo cuando vino― descubres que estás escuchando por primera vez una verdad pura y sin adulterar.

    El evangelio es considerado por el mundo de muchas formas: Alguna gente piensa de él como un remedio, para ciertas enfermedades, entre muchas posibles elecciones. Algunos piensan de él como una ilusión de aquellos que son débiles e inseguros que necesitan algo para reforzar su moral.

    Otros sienten que es todo una ilusión. Los comunistas te dirán eso. Dicen que el evangelio es el opiáceo de la gente, que es fantasía, no real. Pero exactamente lo opuesto es lo cierto. El evangelio es un regreso a la realidad. Es el final de lo ilusorio. Es el escape de todos estos conceptos erróneos e ideas y velos ilusorios, y es el regreso a un hecho escueto, desnudo, sin adornar.

    La gran cosa sobre el evangelio es que te pone en contacto con la realidad. Comienzas una vez más a ver las cosas en la forma en que realmente existen. Por ejemplo, sólo el evangelio describe la verdadera condición del hombre. ¿Alguna vez has notado lo fácil que es pensar sobre ti mismo como si realmente no hubiera nada seriamente mal? Todos tendemos a minimizar nuestros problemas.

    Pensamos que todo lo que necesitamos es limpiar unas pocas áreas que están un poco manchadas ―nada muy serio― sólo para deshacernos de un par de malos hábitos, o para añadir un poco más de moralidad o hacer un esfuerzo más fuerte hacia la hermandad o hacia más sinceridad y cortesía, y entonces podemos solucionar nuestros problemas como seres humanos.

    Podemos vivir juntos en paz. Podemos arreglar nuestras luchas familiares y nuestras otras relaciones. La mayoría de la gente piensa de esa forma. Hay algo inherente en nosotros que nos hace pensar que el nuestro no es un problema muy serio. Pero el evangelio nos dice que todo eso está mal.

    La verdad es que todos somos asesinos en nuestros corazones. No hay ni uno solo de nosotros, que dándose suficiente motivación o un período de estrés abrumador, y bajo las condiciones apropiadas, no dudara ni un segundo en tomar otra vida humana. ¡Somos asesinos en nuestros corazones! Y tan profundo es este problema que no hay nada que podamos hacer sobre ello nosotros mismos.

    No podemos sanarnos a nosotros mismos. No podemos salvarnos a nosotros mismos. Hace algún tiempo, seleccioné una cita de un discurso de Winston Churchill, quien era un hombre sabio. Conocía la historia de la humanidad. Él mismo era un participante de la historia involucrado en algunos de los grandes y extensos movimientos de la experiencia contemporánea.

    1. Esto es lo que dijo: “Es cierto que, mientras los hombres están acumulando conocimiento y poder con velocidad cada vez más rápida, sus virtudes y su sabiduría no han mostrado ninguna mejoría notable al haber pasado los siglos.
    2. ¡Bajo suficiente estrés ―hambruna, terror, guerra, así como la pasión, o incluso una histeria fría e intelectua― el hombre moderno que conocemos tan bien cometerá las más terribles acciones, y su mujer moderna le apoyará!! Ese es el análisis de Churchill de la vida humana.

    Y eso es lo que dice el evangelio. Nos dice por qué constantemente experimentamos frustración en nuestra vida y por qué no podemos conseguir que las cosas funcionen juntas. Es porque estamos experimentando lo que las Escrituras llaman “la ira de Dios”.

    Ira significa “el cese de restricción”. Dios ha quitado los límites de la maldad humana y ha permitido que siga su curso, que tenga el poder, y, consecuentemente, estamos constantemente siendo debilitados y saboteados, y algo sale mal en todos nuestros planes para arreglar las cosas; siempre hay una traba en la maquinaria.

    Es por eso que experimentamos esclavitud. Parece ser que no podemos obligarnos a nosotros mismos a hacer lo que queremos hacer, lo que is correcto. Pero el evangelio nos dice por qué. Y declara el amor de Dios por nosotros. Dice que no se ha olvidado de nosotros.

    Dice que ha tomado parte en la vida humana para compartir sus tristezas y su dolor, y, más que todo eso, salió y personalmente llevó el castigo por nuestra maldad en un misterio profundo, oscuro y horrible ―más allá de nuestras imaginaciones y nuestro razonamiento― para que podamos tener la realidad del perdón y la salvación y la libertad como hijos de Dios.

    Todo eso está en el evangelio. Por eso se llama “la palabra de verdad”. Y ¡qué buenas nuevas son: el evangelio de salvación! La segunda cosa que el apóstol dice es: No solo habéis oído la palabra de verdad y aprendido los hechos de la vida, pero lo que es más: y habiendo creído en él.

    Efesios 1:13b) Pone énfasis en esto, y yo también quisiera poner énfasis en ello. Es obvio que no sólo debemos de oír la Palabra de verdad, sino que debemos de actuar en base a ella. Debemos de creerla. Y el creerla significa aceptarla como verdad, y actuar en consecuencia. Nunca has creído a menos que algo cambie en tu experiencia.

    Si dices que crees que algo es verdad, pero continuas viviendo exactamente de la misma forma, entonces realmente no lo has creído. Sólo te estás engañando a ti mismo. La creencia resulta en cambio, en un ajustamiento de los hechos, en conformidad con la realidad.

    • Significa que haces algo, das los pasos apropiados en relación a aquello que te ha sido revelado y que ahora ves que es verdad.
    • Pero notarás que no es la creencia en ello, es la creencia en Él lo que Pablo especifica.
    • No hemos de creer en el evangelio; hemos de creer en el Señor Jesús.
    • Es más que admitir la verdad intelectual del plan de salvación lo que se requiere.

    Mucha gente hoy siente que si explicas el plan de salvación a alguien y esa persona dice: “Lo creo”, que se han vuelto cristianos. Eso no es así. Puedes creer el plan de salvación, y hasta escribir tratados teológicos sobre ello, sin nunca ser cambiado.

    1. Eso no es lo que te cambia.
    2. El evangelio no es el Salvador; es el Señor Jesús.
    3. Él salva, y sólo Él.
    4. Así que la fe, para un cristiano, está siempre relacionada a la Persona, e involucra un compromiso personal, una relación personal.
    5. No es nunca un mero proceso intelectual ni una creencia en una declaración de hechos.

    ¿Has notado que los apóstoles nunca nos dejan olvidarnos de esto? En los primeros catorce versículos de este mismo capítulo, el apóstol Pablo menciona el Señor Jesucristo quince veces. Está constantemente trayéndole frente a nosotros, porque Dios quiere dejar claro en nuestros corazones este gran hecho.

    No hay ninguna manera en que puedas tener bendición de Dios aparte de una relación personal continua con el Señor Jesucristo. Debemos de aprender a no creer a estas personas que declaran que van “directamente” a Dios, porque sólo se están engañando a sí mismos. Todo viene a través de Cristo y por medio de una relación con Él.

    Hace unas semanas, cuando estaba en la costa Este, hablé en una conferencia bíblica. Después, una querida señora de ascendencia china vino a mí y me pidió una cita para más tarde ese día. Insistió en que habláramos en privado, así que nos reunimos, y me contó su historia.

    • Era una doctora, y había estado practicando en esa área por más de cuarenta años, y había ganado gran respeto.
    • Y por cuarenta años había estado asistiendo una cierta iglesia denominacional.
    • Había intentado descubrir la verdad del cristianismo, se había unido a la iglesia, y era un miembro regular.
    • Pero dijo que su vida era tan espantosamente vacía y que constantemente estaba llena de ansiedad y miedo y un tremendo sentido de falta de propósito.

    Finalmente, en el último año o así, había recurrido a tomar Demerol para calmar sus nervios. Pero esto sólo incrementó su ansiedad, y la culpa se acumuló. Y ahora estaba casi al borde de un ataque de nervios. Dijo que había ido a su pastor y le había contado el problema.

    Pero después de escucharla la había mandado a casa, diciendo: “Simplemente tienes pena por ti misma. Eso es todo”. Conforme hablábamos, me iba pareciendo que en todos estos años de sincera búsqueda nunca había llegado a un conocimiento personal del Señor Jesús; nunca se había relacionado con Él. Así que le expliqué muy simplemente la invitación que él ofrece: “Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).

    Le pedí que respondiera a esa invitación. Muy silenciosamente, sin otra palabra de mí, inclinó la cabeza y comenzó, casi inaudiblemente, a orar. Sólo podía entender algunas frases. Le estaba diciendo al Señor lo vacía que estaba su vida, lo solitaria y desesperada que había estado, lo culpable que se sentía sobre las drogas que estaba tomando para aliviar su agonía.

    1. Y simplemente respondió a la promesa de Jesús y le pidió que entrara en su vida y llenara su vida.
    2. Cuando terminó, oré brevemente.
    3. Entonces me miró y dijo: “¡Oh, muchísimas gracias!”.
    4. Tomó mi mano y la sostuvo, y dijo: “No puedo decirle lo que esto significa para mí.
    5. ¡Ya las cosas son distintas!”.
    6. Después de haberle explicado un poco más de lo que el Señor haría por ella, se volvió a mí, con su cara radiante, y dijo: “¡Sabes, por primera vez en años, ya no tengo dolor de estómago!”.

    Bueno, es de eso de lo que se trata. Es una relación personal. Es creer en Él; no en ello, sino en Él. La tercera cosa que el apóstol trae frente a nosotros aquí es la extraña frase: sellados con el Espíritu Santo de la promesa. (Efesios 1:13c) ¿Qué significa ser sellado con el Espíritu? Sin duda esto es una referencia a la antigua práctica de sellar las cartas u otros objetos con lacre e imprimir sobre el lacre con un sello que se llevaba en un anillo que llevaba una imagen identificadora.

    El uso del sello siempre involucraba dos ideas específicas: La primera era propiedad: Marcaba a quién pertenecía la carta. Era poseída por el individuo al que pertenecía el sello. Eso es lo que Pablo está diciendo aquí. Cuando Dios mandó al Espíritu Santo a tu vida, era la marca de que le perteneces a Él.

    “No sois vuestros, pues habéis sido comprados por precio” (1 Corintios 6:19b-20a). La presencia del Espíritu Santo es tu testigo de que le perteneces a Él. Como lo dice Pablo en Romanos 8: “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios” (Romanos 8:16).

    1. Y además, el júbilo y la paz y el amor que te da son un testimonio para otros.
    2. Al empezar a fluir ese júbilo y ese amor y esa paz a través de ti hasta que sobreabunde hacia la vida de otros y comience a brillar con amor cuando no sientas ganas de amar, con júbilo cuando tus circunstancias sean tristes, con paz cuando todo a tu alrededor sean problemas, es un testimonio, una marca inconfundible para el mundo a tu alrededor de que perteneces a Dios.

    Hay algo en ti que es diferente. Tienes la marca de Su propiedad sobre ti. La segunda idea involucrada en el uso del sello era la de conservación. Recordarás que la tumba de Jesús fue sellada con un sello del Emperador Romano. El sello tenía la intención de mantener la tumba inviolada.

    Nadie se atrevía a romper el sello del Emperador bajo pena de muerte. Por lo tanto era para preservar la tumba intacta, sin intrusión o destrucción. Esta es la idea de la presencia del Espíritu en nuestras vidas. Significa que Dios nos va a guardar, que, como Pablo lo dice aquí, Él garantiza nuestra herencia, que algo más ha de venir, y es el Espíritu mismo quien es la garantía.

    En griego, la palabra “garantía” es arrhabon y significa “un pago inicial”. Es algo con lo que estamos familiarizados en estos días de crédito universal. Firmas un papel y haces un pago inicial, y eso es arrhabon, la garantía de que habrá más pagos. La presencia del Espíritu en tu vida ―el júbilo y la paz que te da― es la garantía de que habrá más, mucho más, mucho mejor, en cantidad más plena, incluso en mejor calidad, que lo que has experimentado hasta ahora.

    • Así como la sonrisa de satisfacción que tiene tu banquero cuando haces ese pago inicial y firmas el papel significa que sabes que habrá más por venir, así la presencia del Espíritu en tu vida es una indicación de que hay mucho más por venir, tan grande y glorioso como es esto, que no es el final.
    • Pero aquí necesitamos corregir la traducción levemente en la Versión Revisada Estándar (versión en inglés).

    No es realmente “hasta la redención de la posesión adquirida”. El lenguaje original es, literalmente, ” hasta la redención del dar la vuelta”. Esto es una referencia a la costumbre de comprar un terreno y entonces salir a ese terreno a caminar alrededor de él.

    • Cuando caminabas por el terreno lo hacías tuyo.
    • Esa era la señal para todos de que habías pagado el pago inicial y que ahora este terreno era de tu propiedad.
    • Eso es lo que Pablo dice que Dios ha hecho con nosotros.
    • No somos nosotros los que estamos adquiriendo una posesión; es Dios.
    • Es Él quien ha caminado a nuestro alrededor, nos ha marcado, y ha dado un pago inicial, la señal, el arrhabon, de que va regresar y reclamar su posesión comprada.

    Esa posesión es nuestro cuerpo. Así que Pablo se está refiriendo aquí a la resurrección del cuerpo, y en ese día, dice, Dios completa la transacción. Viene a reclamar la cosa completa, todo para Sí mismo. Lo que ha comenzado, lo llevará a cabo. Y la garantía es la presencia del Espíritu en tu vida y en la mía.

    Es interesante que, en el griego moderno, este término arrhabon es utilizado para el anillo de compromiso. Cuando un chico le da a una chica un anillo de compromiso, le está dando una garantía que un día ella va a ser su mujer. Anoche muchos de nosotros atendimos la boda de Jack y Jody Crabteee. ¡Fue una ceremonia tan bella! Hubo un tiempo cuando Jack le dio un anillo de compromiso a Jody, un arrhabon, y esta era la señal para ella de que, aunque él no iba a estar aquí este verano pasado, ella podía depender del hecho de que él iba a regresar en el otoño para reclamarla como su mujer.

    Y anoche ocurrió; estuvimos aquí y lo vimos. Fue un servicio de lo más interesante porque muchas de las promesas, que normalmente son expresadas en el lenguaje antiguo del rey Jacobo, fueron expresadas en un inglés más contemporáneo. Así que, si estabas aquí, te acuerdas que Jack le prometió a Jody dos cosas.

    1. Dijo primero: “No me largaré”, y segundo: “No escurriré el bulto”.
    2. Yo estaba interesado en eso porque es exactamente lo que la llegada del Espíritu Santo significa en nuestras vidas.
    3. Nos está diciendo, por Su presencia en nosotros: “No te preocupes; nunca me largaré”.
    4. Si lo quieres en una versión más bíblica, nos podemos referir a Hebreos 13: “No te desampararé ni te dejaré” (Hebreos 13:5b).

    Pero si lo quieres en términos contemporáneos, esto es exactamente lo que el Espíritu Santo está diciendo: “Nunca me largaré, y lo que es más, nunca escurriré el bulto en cuanto a mis responsabilidades hacia ti. Completaré lo que he comenzado. Terminaré lo que he empezado”.

    • Y esta es la señal del Espíritu en nuestras vidas, la garantía de nuestra herencia, puesto que Dios ha mandado al Espíritu Santo a nuestras vidas para ese mismo propósito.
    • Todo esto es en cumplimiento de una promesa que se hizo una vez a Abraham.
    • Pablo llama esto el “prometido” Espíritu Santo.
    • Y hace 4.000 años, 2.000 años antes de los tiempos de Pablo, Dios le había dicho a Abraham: “De cierto te bendeciré y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; tu descendencia se adueñará de las puertas de sus enemigos.

    En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz” (Génesis 22:17-18). Esa era la promesa que Dios hizo. Significaba que aquellos que ejercitaran la fe de Abraham recibirían el Espíritu Santo. Esa es la forma en la que recibes el Espíritu Santo: por fe.

    1. Si quieres verlo, entonces vuelve al libro previo, Gálatas.
    2. En el capítulo 3, el apóstol lo deja muy claro.
    3. Dice, comenzando en el versículo 6: Así Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia.
    4. Sabed, por tanto, que los que tienen fe, estos son hijos de Abraham.
    5. Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: “En ti serán benditas todas las naciones”.

    (Gálatas 3:6-8) Entonces fíjate en los versículos 13 a 14: Al transcurrir el tiempo Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, haciéndose maldición por nosotros (pues está escrito: “Maldito todo el que es colgado en un madero”), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzara a los gentiles, a fin de que por la fe recibiéramos la promesa del Espíritu.

    • Gálatas 3:13-14) Ahora así es cómo recibes el Espíritu Santo.
    • No es al suplicarlo.
    • No es al esperar en Dios y esperar una segunda experiencia después de la salvación.
    • Es imposible tener salvación aparte del Espíritu que vive en ti.
    • Y ese Espíritu es recibido por fe en el Señor Jesús.
    • Desde el minuto en que crees en Él, desde el minuto en que te comprometes a ti mismo en respuesta a Su invitación y Él entra en tu vida, desde ese mismo momento el Espíritu Santo vive dentro de ti.

    El Espíritu mismo es el sello de Dios. Él te marca, te identifica como Suyo, te garantiza que llevará a cabo cada palabra que te ha prometido, hasta que estés en Su presencia absolutamente abrumado por todo lo que Dios ha hecho por ti, tan completamente inmerso por ese maravilloso cumplimiento de cada palabra de la promesa de Dios que te quedas sin palabras.

    1. Esta es la tercera vez que Pablo ha utilizado esta frase en este pasaje.
    2. Cada uno de los miembros de la Deidad ―el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo― lleva a cabo Su obra perfectamente para que siempre resulte en la alabanza de Su gloria.
    3. El resultado final es que cada uno de nosotros, estando al final en la presencia de Dios, tiene un corazón lleno de alabanza.

    Y comienza ahora, al hacer el Espíritu Su obra en nosotros, para alabanza de Su gloria, para que no podamos evitar cantar y glorificar a Dios por todo lo que ha hecho. Eso es lo que el apóstol quiere que aprendamos. Es aquí donde consigues tu identidad.

    1. Como cristiano has de recordarte a ti mismo todas las mañanas que esto es cierto de ti.
    2. Aquí es donde puedes encontrarte a ti mismo.
    3. Aquí es donde ganas un sentido de aceptación de ti mismo, y es donde ganas el poder y los recursos para enfrentarte con los problemas que se te presentan durante el día.

    Es por esto que el apóstol presenta estos hechos tan sencillamente. Es porque son de ayuda práctica al manejar las dificultades, las presiones, los problemas, el estrés, las incertidumbres y las desilusiones que la vida te presenta. ¿Alguna vez te despiertas por la mañana y te dices a ti mismo: “Soy un hijo de Dios.

    He sido perdonado por mis pecados. Soy aceptado en la familia de Dios. Me ha marcado como Suyo. Ha puesto Su Espíritu en mí, dejándome libre para vivir la vida plena del Señor Jesucristo. Cada poder que Jesús mismo tenía para llevar a cabo Su vida sobre esta tierra, yo lo tengo en Él. Por lo tanto, estoy equipado para manejar lo que sea que ocurra hoy.

    Puedo enfrentarme a cualquier cosa que la vida me presente, porque le tengo a Él y la plenitud de Su vida”. Es aquí donde encuentras identidad. No hay ningún otro lugar. Eso es lo que te capacita para manejar lo que sea que ocurra en tu vida. Alabemos Su gloria.

    • Nuestro Padre Celestial, cuánto te damos las gracias por esta revelación de la verdad.
    • Esta es la forma en la que la vida realmente es.
    • Esta es la forma en la que ves las cosas, y lo que ves es la realidad.
    • Y, Señor, oramos para que podamos verlo no sólo en este momento, sino repetidamente, una y otra vez, y que no nos veamos a nosotros mismos como lo hacemos frecuentemente, como sin valor, inútiles, y forzados a hacer lo malo.

    Tú nos has liberado, Señor Jesús. Tú nos has perdonado. Nos has libertado para vivir para la alabanza de Tu Gloria. Señor, ayúdanos a hacer eso en este mismo momento. Ayúdanos a entender que estos son hechos y a acordarnos de ellos, y mañana a acordarnos de ellos de nuevo, y el próximo día, y a lo largo de esta semana.
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    ¿Qué dice Juan 8 versículo 29?

    29 Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado a solo el Padre, porque yo hago siempre lo que a él le b agrada.
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    ¿Qué quiere decir el Padre y yo somos uno?

    Nota del editor: Este es el sexto capítulo en la serie «Las duras declaraciones de Jesús», publicada por Tabletalk Magazine. – Cuando Jesús dijo: «Yo y el Padre somos uno» (Jn 10:30), ¿a qué se refería? El género de la palabra griega para «uno» en este pasaje no es masculino sino neutro, designando al Padre y a Jesús no como una sola persona sino como una sola entidad («una cosa»).

    La clara afirmación de la deidad de Jesús en el Evangelio de Juan es sorprendente, ya que plantea algunas preguntas importantes con respecto a Su relación con Dios el Padre. Si Dios el Padre —Yahweh, el gran «Yo Soy», el Dios de Abraham, Isaac y Jacob— es Dios, y Jesús es Dios también, ¿cuántos dioses hay? En las mentes judías del primer siglo, esto levantó el espectro del diteísmo (la creencia en dos deidades), lo cual violaba la creencia aceptada desde tiempos antiguos de que Dios es uno, y solo uno.

    Esto es lo que recitaban los judíos diariamente en su credo, el Shema (de la palabra hebrea para «escuchar»): «Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es» (Dt 6:4). Esto hace que sea aún más notable que el Evangelio de Juan audazmente atribuya la deidad no solo al Padre, sino también a Jesús (especialmente en 1:1, 18; 20:28).

    • Más de una vez, los oponentes de Jesús intentaron apedrearlo por blasfemia (8:59; 10:31), y la acusación principal es que Él, un simple hombre, se hizo a Sí mismo el Hijo de Dios.
    • Por ejemplo, considera Juan 19:7: Tenemos una ley, y de acuerdo con esa ley él debe morir porque se ha hecho a Sí mismo el Hijo de Dios.

    ¿Cómo, entonces, debemos explicar la afirmación de la deidad de Jesús por parte de judíos monoteístas como los apóstoles, que aparentemente no vieron una contradicción insuperable entre la creencia en un solo Dios y la adoración a Jesús? En resumen, la respuesta es esta: ellos creían que la identidad de Jesús estaba envuelta en Yahweh, el Dios de Israel, de tal manera que Él y el Padre eran uno mientras que al mismo tiempo permanecían dos personas distintas.
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    ¿Qué dice la Biblia sobre el Padre el Hijo y el Espíritu Santo?

    Fórmula trinitaria – La fórmula trinitaria aparece en el bautismo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Mateo 28:19) El apóstol Pablo cerró una de sus epístolas diciendo: «La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros» (2 Co 13:14).
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    ¿Qué significa que somos uno en Cristo?

    CON EL ESPÍRITU SANTO SOMOS UNO Jesús está haciendo oración en voz alta. Nosotros, tú y yo, que estamos a su lado, escuchamos cómo se dirige a Dios Padre. Y nos impacta comprobar que el contenido de su oración, somos nosotros, cada uno de nosotros. La oración de Jesús está llena de rostros y de nombres.
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    ¿Quién no honra al Hijo no honra al Padre?

    El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. para que todos honren al Hijo así como honran al Padre.
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