Sigue las normas divinas para disfrutar de buena salud espiritual. Éxodo 15:26 : Si oyeres atentamente la voz del Señor tu Dios, e hicieres lo recto delante de Sus ojos, y dieres oído a Sus mandamientos, y guardares todos Sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque Yo soy el Señor tu sanador.
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¿Qué es la salud espiritual según la Biblia?
La sanidad espiritual también se obtiene al expresar y escuchar testimonios humildes. El testimonio que se expresa en un espíritu de arrepentimiento, de agradecimiento por la providencia divina y de acuerdo con la guía divina es un poderoso remedio para aliviar la angustia y las preocupaciones de nuestro corazón.
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¿Qué es la salud espiritual?
ORIGINALES El bienestar espiritual y la prestación del cuidado espiritual en un equipo de enfermería The spiritual well-being and the provision of spiritual care in a nursing staff Ana Cláudia Mesquita 1, Carolina Costa Valcanti Avelino 2, Maiara Neves Barreto 2, Denismar Alves Nogueira 2, Fábio de Souza Terra 2 y Érika de Cássia Lopes Chaves 2 1 Escuela de Enfermería de Ribeirão Negro, Universidade de São Paulo, São Paulo, Brasil.2 Escuela de Enfermería, Universidade Federal de Alfenas, Minas Gerais, Brasil Dirección para correspondencia RESUMEN Objetivo principal: investigar el bienestar espiritual del equipo de enfermería y la prestación del cuidado espiritual por la misma.
Metodología: estudio cuantitativo, descriptivo, transversal, con 95 miembros del equipo de enfermería de un hospital general. Para la recolección de datos se utilizó un cuestionario sociodemográfico y la Escala de Bienestar Espiritual. Resultados principales: los profesionales presentaron bienestar espiritual y existencial moderado y bienestar religioso alto.
En cuanto a la prestación del cuidado espiritual, a pesar de la implicación religiosa y de considerar importante la prestación del cuidado espiritual, solo una pequeña cuota de los profesionales presta ese tipo de cuidado. Conclusión: la espiritualidad se presenta como una forma de promover la salud mental de los profesionales de enfermería, además de poder ser utilizada como estrategia de enfrentamiento por los mismos mediante las situaciones de estrés características de esa profesión.
Se indica aún mayor atención a la formación de esos profesionales para la prestación del cuidado espiritual, el cual exige cualificación y conocimientos específicos. Palabras clave: Enfermería, Espiritualidad, Asistencia al paciente. ABSTRACT Main objective: To investigate the spiritual welfare of the nursing staff and the provision of spiritual care for the same.
Methodology: quantitative, descriptive, cross-sectional, with 95 members of the nursing staff of a general hospital. Data collection used a sociodemographic questionnaire and Scale Spiritual Wellness. Main results: The professionals had spiritual well-being and existential well-being and moderate religious high.
- As regards the provision of spiritual care, despite the religious involvement and consider important to the provision of spiritual care, only a small number of professionals providing this type of care.
- Conclusion: spirituality presents itself as a way to promote the mental health of nursing professionals, and can be used as a coping strategy by the same stress situations characteristics of this profession.
It indicates even greater attention to the training of professionals for the provision of spiritual care, which requires skill and expertise. Key words: Nursing, Spirituality, Patient care. Introducción La espiritualidad y la religiosidad tienen impacto positivo en la salud, de modo que mayores niveles de implicación religiosa están asociados positivamente a indicadores de mayor bienestar general y calidad de vida.1 La espiritualidad puede ser definida como la esencia de una persona, como una búsqueda de significado y propósito en su vida.2 Ya la religiosidad, una de las dimensiones de la espiritualidad, se refiere a cuánto un individuo cree, sigue y practica una religión.3 La cuestión de la espiritualidad es muy amplia y su mensuración bastante compleja, siendo el bienestar espiritual uno de sus aspectos posibles de evaluación.4 El bienestar espiritual puede ser entendido como un estado sentimental, comportamental y cognitivo positivo para las relaciones con uno mismo, con los otros y con una dimensión transcendente, dando al individuo una sensación de identidad, actitudes positivas, armonía interior, y objetivo en la vida.5 Estudios realizados en diversas poblaciones encontraron asociación positiva entre el bienestar espiritual y la salud mental.4,6 Sin embargo, entre profesionales de la enfermería los estudios sobre bienestar espiritual son escasos, principalmente en el contexto brasileño, donde se presta poca atención a la temática.7,8 Aún así, las creencias y prácticas espirituales están asociadas a un afrontamiento más exitoso de situaciones estresantes, 9 lo que es relevante para los profesionales de enfermería, visto que la sobrecarga de trabajo, los conflictos en el ambiente laboral, las condiciones de trabajo desfavorables, el miedo del desempleo entre otros factores, son fuentes de estrés para estos profesionales.10 El bienestar espiritual del equipo de enfermería también puede ser un buen predictor de sus actitudes en relación al cuidado espiritual, el cual está relacionado con el reconocimiento de la existencia de un censo de significado y propósito en la vida por parte del paciente, con la calidad de la atención interpersonal y con el bienestar personal del mismo.11 Enfermeros que tienen altos niveles de bienestar espiritual parecen ser más conscientes de su propia espiritualidad y, por lo tanto, más abiertos a las necesidades espirituales de sus pacientes, 12 lo que indica mayor posibilidad de ofrecer el cuidado espiritual a éstos.13 Para muchos pacientes la fe y la espiritualidad son factores importantes en la salud y de manera especial en la enfermedad, al final la fe conforta en los momentos de sufrimiento.14 Este estudio se justifica por el hecho de que, a pesar del equilibrio espiritual ser un factor de auxilio en la vivencia de situaciones tanto personales como profesionales, 15 el bienestar espiritual de los profesionales de enfermería aún es poco explorado, así como la relación de éste con la prestación del cuidado espiritual.
El presente estudio tiene como objetivos: investigar el bienestar espiritual del equipo de enfermería, la prestación del cuidado espiritual por la misma y su relación entre bienestar espiritual, así como investigar otros aspectos (sociodemográficos, profesionales y religiosos) que puedan influenciar en la práctica de éste.
Metodología Estudio cuantitativo, descriptivo y transversal, aprobado por el Comité de Ética en Investigación de la Universidade Federal de Alfenas (protocolo n o 125/2010), realizado en un hospital general. El equipo de enfermería del hospital estuvo compuesto por 133 profesionales, entre enfermeros, técnicos y auxiliares.
En el período de recolección de datos 110 estaban en ejercicio profesional, de forma que todos ellos fueron invitados a participar de la investigación. De éstos, 95 consintieron formalmente en participar del estudio por medio de la firma del Consentimiento Informado. Para la recolección de datos se utilizó un cuestionario y la Escala de Bienestar Espiritual (EBEE).
El cuestionario tuvo como finalidad definir el perfil de los participantes del estudio en cuanto a sus características sociodemográficas, profesionales (edad, sexo, estado civil, profesión) y relacionadas con la espiritualidad personal y el cuidado espiritual (religión, importancia de la espiritualidad/religiosidad en su vida, práctica religiosa, práctica del cuidado espiritual, importancia de la prestación del cuidado espiritual y del abordaje espiritual/religioso en la práctica clínica, formación acerca de la prestación de cuidado espiritual).
Ese cuestionario fue sometido a un proceso de validación aparente y de contenido, realizado por un grupo de peritos con experiencia en el tema investigado. Fueron presentadas sugerencias en cuanto a alteraciones en la estructura de algunas preguntas, mejorías en la forma de presentación, así como la inserción de nuevas cuestiones.
Esas sugerencias fueron aceptadas y las idoneidades realizadas, componiendo la versión final del cuestionario, autoaplicable y totalmente constituido por selección múltiple. La EBEE fue elaborada por Paloutzian y Ellison en 1982 16 en EEUU. En Brasil, fue traducida y validada por Marques y colaboradores en 2009.17 La EBEE, que permite mensurar el bienestar espiritual general, es subdividida en dos sub-escalas (10 ítems cada): el bienestar religioso (BER), dimensión vertical que dice respecto a la satisfacción en la conexión personal con Dios o con algo que se considere como absoluto; y el bienestar existencial (BEE), dimensión horizontal que se refiere a la percepción de la persona en relación al propósito de la vida independiente de una referencia religiosa.
- Los ítems son respondidos por medio de una escala Likert de seis opciones.
- El total de la EBEE es la suma de los puntajes de las 20 cuestiones y puede variar de 20 a 120, de modo que los resultados son clasificados en: bajo (20 a 40), moderado (41 a 99) y alto (100 a 120).
- En las dos sub-escalas, los intervalos son de 10 a 20 (bajo), de 21 a 49 (moderado) y de 50 a 60 (alto).
La recolección de datos fue realizada en el primer semestre de 2011. Posteriormente a la firma del TCLE, los participantes recibieron el cuestionario y la EBEE en un sobre, sin ninguna identificación, con el objetivo de garantizar el anonimato de los encuestados y evitar interferencia en la dinámica de trabajo de los mismos.
Fue agendada una fecha para la recolección de los sobres, conforme la disponibilidad de los sujetos. El análisis de los datos fue precedido por la elaboración de una base de datos en el aplicativo Excel, Windows – 2007, utilizado para codificación de las variables en un diccionario y para validación mediante doble digitación de los datos, los cuales fueron analizados en el SPSS 17.0.
Fue empleada la estadística descriptiva para describir y resumir los datos obtenidos. Con un nivel de significancia del 5%, la prueba exacta de Fisher fue utilizada para investigar si el bienestar espiritual se asocia a las variables relacionadas a la prestación de cuidado espiritual.
La Regresión Logística Ordinal fue utilizada con el objetivo de evaluar si la prestación del cuidado espiritual puede ser explicada por la práctica religiosa de los sujetos y por el recibimiento de formación para la realización de este tipo de cuidado. Resultados Características socio-demográficas y profesionales,
Los profesionales se encuentran en los rangos de edad de 21 a 42 años (79%), la mayoría son mujeres (68%), estado civil casados (46%) y la profesión de técnico de enfermería (70%) (ver tabla 1 ). Tabla 1, Distribución de los encuestados según las características sociodemográficas y profesionales. Características Espirituales y Religiosas, En cuanto a las variables relacionadas con la religiosidad, el 94% profesan alguna religión mientras el 6% afirmaron no tener religión, pero son espiritualizados. De los sujetos que participaron del estudio, 88% se consideran practicantes de su creencia religiosa, 75% frecuentan la iglesia/lugar de oración una o más veces por semana y 98% poseen momentos de oración individual ( Tabla 2 ). Bienestar Espiritual, En cuanto a los resultados obtenidos con la EBEE, en un intervalo posible de 20 a 120, en el cual, cuanto más elevado el valor, mayor el bienestar espiritual, se obtuvieron valores entre 66 y 120, con promedio 96 (dp=14). Los valores obtenidos en las sub-escalas están presentados en la tabla 3, Prestación del Cuidado Espiritual, De los participantes, el 22% afirmó nunca prestar el cuidado espiritual, 46% raramente, 30% frecuentemente y 2% no respondió. Inclusive, el 95% de los sujetos consideran importante la prestación del cuidado espiritual; el 78% consideran importante que los profesionales de salud aborden la espiritualidad y la religiosidad en el cuidado a sus pacientes y el 42% afirman no haber recibido formación acerca de la prestación de cuidado espiritual, siendo que de ellos el 77% sienten falta de ese tipo de formación en el ejercicio de su profesión. Asociaciones investigadas, De acuerdo con la prueba exacta de Fisher, hay una asociación positiva entre mayor bienestar espiritual y la importancia de la prestación de cuidado espiritual identificada por el equipo de enfermería (P<0,01). No fueron encontradas asociaciones entre el bienestar espiritual y las variables de "aplicación del cuidado espiritual a los pacientes" (p=0,13) y de "importancia de un abordaje sobre la espiritualidad y la religiosidad en el cuidado diario a los pacientes" (p=0,18). Al buscar identificar las estimativas o predicciones para el cuidado espiritual, se identificó que los individuos que practican su religiosidad tienen una probabilidad mayor de prestar el cuidado espiritual (p=0,004) ( Tabla 4 ). Tabla 4, Estimaciones, predicciones e importancia del conjunto modelo log-log negativo. Minas Gerais.2011 Discusión La enfermería es una profesión que tradicionalmente presenta un modelo holístico de cuidado, siendo la espiritualidad uno de sus componentes.18 Además de estar presente en la historia de la Enfermería como profesión, 19 la espiritualidad y también la religiosidad, están presentes en la vida personal de sus profesionales, como apuntan los resultados de este estudio, los cuales indican que los participantes profesan alguna creencia religiosa (94%) y son practicantes de ella (88%). Tales resultados coinciden con otros estudios, 7,8 que demuestran un alto nivel de religiosidad entre los profesionales de enfermería, finalmente, históricamente la espiritualidad y la religiosidad siempre fueron vistas como requisitos para la práctica de la enfermería y permean el itinerario de esa profesión a lo largo de los años.19 De acuerdo con uno de los resultados de este estudio, el 99% de los participantes consideran la espiritualidad/religiosidad como importante o muy importante en sus vidas. La importancia de la religiosidad, una de las dimensiones de la espiritualidad, también es reconocida en el ámbito de la práctica profesional, como demuestra una investigación realizada con enfermeras actuantes en el área de oncología.20 De acuerdo con las profesionales, la fe religiosa se manifiesta como una fuente de energía que las fortalece e impulsa para el trabajo diario. Inclusive, la espiritualidad puede ser benéfica para el desempeño del profesional en el ambiente de trabajo, visto que esta puede influenciar de forma positiva en aspectos como el compromiso organizacional, la superación de las adversidades en el trabajo, la realización personal de los profesionales, además de ser uno de los factores que promueven la caída de los niveles de absentismo.21 En cuanto al bienestar espiritual, el desempeño obtenido por los profesionales se encuadró en el resultado moderado (media=96). Investigaciones con poblaciones saludables sugieren que las creencias y prácticas espirituales están asociadas a mayor bienestar, mejor salud mental y a un enfrentamiento más exitoso de situaciones estresantes.9 La espiritualidad puede ser considerada un recurso psicosocial individual, que auxilia en la promoción de la salud, 4 mejora los pensamientos, las palabras y las acciones, contribuyendo para la modificación de comportamiento del individuo.22 En ese contexto, el individuo con bienestar espiritual daría nuevos significados a las experiencias estresantes y las redireccionaría para sentidos positivos y productivos tanto para sí como para las personas a su entorno.23 Así, estar equilibrado espiritualmente puede ayudar tanto a nivel personal como en cuestiones laborales.15 En este estudio el BER, bienestar proveniente de la comunión y de la relación íntima con Dios o con algo que sea considerado como una fuerza superior, 16 fue alto (media=51). Hay evidencias de que el BER indica que la relación personal con Dios y la fe ayudan a proporcionar bienestar, satisfacción y ausencia de soledad, 17 además de estar inversamente asociado a síntomas depresivos.6 Una de las fuentes de esa acción constructiva de la espiritualidad es el sentimiento de apoyo emocional advenido de una relación significativa con el Absoluto.23 Debe considerarse la herencia religiosa de la profesión, proveniente de la diseminación del pensamiento cristiano, el cual transformó el cuidado a los enfermos en una forma de caridad adoptada por la iglesia y que es compatible con la historia de la Enfermería. Los principios de amor y fraternidad transformaron no solamente la sociedad, sino también el desarrollo de la Enfermería, marcando, ideológicamente, la práctica del cuidar.19 El BEE, que se refiere a los aspectos existenciales de la espiritualidad, como expectativa positiva en relación al futuro y sentimiento de propósito en la vida, 17 se encuadró en el resultado moderado (media=46). De acuerdo con la literatura la espiritualidad influencia la salud principalmente a través de los aspectos existenciales.23 Un objetivo de vida adecuado, algo que el individuo sea capaz de enfrentar y que le ofrezca desafíos permanentes, influencian de manera significativa la salud general.24 Ese objetivo puede ser, por ejemplo, alguien que se ame, un trabajo a desarrollar, o cualquier actividad externa al individuo que esté de acuerdo con sus aptitudes.24 Si la espiritualidad es vivenciada y desarrollada por medio de una religión, esta debe estimular no solo el contacto con el Absoluto, sino principalmente la aplicación de las experiencias advenidas de ese contacto en el enfrentamiento de situaciones triviales. Cuando es vivenciada y practicada en el mundo, la religión resulta en bienestar existencial y tiene de esa forma una asociación mayor con la salud.23 Sin embargo, a pesar del bienestar espiritual del equipo de enfermería, de la implicación religiosa de los profesionales, de que el 95% de los sujetos consideren importante la prestación del cuidado espiritual y que el 78% consideren importante que los profesionales de salud aborden la espiritualidad y la religiosidad en el cuidado al paciente, solo el 30% de los participantes afirmó prestar ese cuidado frecuentemente. Aunque la Enfermería reconozca que debe ocuparse de la dimensión espiritual del paciente, 7 el equipo raramente incorpora ese cuidado a sus actividades diarias.25 Las dificultades apuntadas por la literatura para la práctica del cuidado espiritual están relacionadas con la falta de conocimiento, inhabilidad para lidiar con el cuidado espiritual, 26 escasez de tiempo y personal, factores culturales e institucionales, dificultades en la evaluación de las necesidades espirituales del paciente 27 y falta de un aprendizaje claro sobre los aspectos espirituales.28 Hay indicios de que la formación para la prestación del cuidado espiritual es precaria.7 En este estudio el 42% de los participantes afirmaron no haber recibido formación acerca de la prestación de cuidado espiritual, y de estos, el 77% sienten falta de ese tipo de preparación. De igual manera, la barrera para la prestación del cuidado espiritual, como resultado de la falta de educación formal 13 también fue identificada en este estudio, una vez que, los sujetos que no recibieron formación profesional sobre el cuidado espiritual presentan menor probabilidad de prestar ese tipo de cuidado (p=0,001). No basta que el profesional tenga su espiritualidad desarrollada o considere importante el abordaje de la dimensión espiritual en el cuidado, lo que se reconoce como relevante; es necesario consolidar la formación profesional para la práctica del cuidado espiritual. Tal formación es imprescindible para que haya una interfaz entre la espiritualidad y la asistencia de enfermería, y para eso el profesional debe estar cómodo con la comprensión de la espiritualidad.29 La percepción errónea sobre los fenómenos que envuelven el cuidado espiritual puede ser un obstáculo para la práctica del mismo, una vez que la comprensión distorsionada sobre esa forma de asistencia afecta directamente la capacidad de ministrarlo.25 La inclusión de la temática del cuidado espiritual en procesos de educación continuada puede minimizar las deficiencias acerca de ese asunto. En un estudio realizado con el objetivo de evaluar el efecto de una sesión de educación espiritual sobre las perspectivas de enfermeros para la prestación del cuidado espiritual, se observó que la actividad educacional ejerció un efecto positivo sobre las perspectivas de los profesionales.13 Al tornarse más sensibles sobre el cuidado espiritual, los individuos se hacen más capaces de entrar en un diálogo más profundo con el paciente.30 De acuerdo con uno de los resultados de este estudio, hay una asociación positiva entre mayor bienestar espiritual y la importancia dada por el equipo de enfermería a la prestación de cuidado espiritual (P<0,01). Es vital que los profesionales de enfermería respondan a las necesidades espirituales de los pacientes de una forma competente y sensible y para esto, es importante que estos profesionales también exploren su propia espiritualidad y la relación de esta con el cuidar, pues eso puede tener un impacto importante sobre la conciencia y la sensibilidad acerca de las necesidades espirituales de los pacientes. Obtener conocimiento sobre la propia fe y explorar el significado de esta puede ser el primer paso para ser capaz de desarrollar la conciencia de las necesidades espirituales de los otros.31 Vale resaltar que enfermeros con una espiritualidad más desarrollada tienen mayor posibilidad de ofrecer ese cuidado a los pacientes, 13 lo que corrobora con uno de los resultados de ese estudio, el cual apunta para el hecho de que los individuos que practican su religiosidad tienen una probabilidad mayor de prestar el cuidado espiritual (p=0,004). Eso puede ocurrir debido a la apertura personal del propio individuo para el abordaje de ese tipo de cuidado y a la experiencia gratificante sentida por el profesional cuando practica tal actividad.32 Conclusiones Los profesionales de enfermería presentaron bienestar espiritual y existencial moderados y bienestar religioso alto. A pesar de la implicación religiosa y de considerar importante la prestación del cuidado espiritual, solo una pequeña cuota de los profesionales presta ese tipo de cuidado. No fueron encontradas asociaciones entre el bienestar espiritual y la prestación del cuidado espiritual, sin embargo, fue observada una asociación positiva entre mayor bienestar espiritual y el reconocimiento de la importancia de desarrollar el cuidado espiritual junto a los pacientes. Así pues, este estudio apunta al hecho de que los individuos que practican su religiosidad tienen una probabilidad mayor de prestar el cuidado espiritual. Los resultados apuntan para la espiritualidad como una dimensión relevante en la vida de los profesionales, sea en relación a su vivencia personal o a la presencia de esta en la vida profesional, inclusive reconociendo la importancia de la misma en el cuidado al paciente. El equipo de enfermería, en razón de la condición particular de sus actividades, necesita de atención en cuanto a su salud física, mental y espiritual. Aún sí, los profesionales necesitan de soporte para la prestación del cuidado espiritual, condición esencial para un cuidado más humanizado. El estudio es transversal, lo que imposibilita el establecimiento de las relaciones de causales. Pero fue realizado en un único centro, lo que puede retratar una experiencia específica, por lo tanto es importante la realización de investigaciones multicéntricas y que puedan contribuir a la construcción del conocimiento de la enfermería acerca de la espiritualidad y su influencia en el cuidado. La espiritualidad se presenta como una forma de promover la salud mental de los profesionales del equipo de enfermería, además de poder ser utilizada como estrategia de afrontamiento por estos profesionales mediante las situaciones de estrés características de esa profesión. Se indica aún mayor atención a la formación de esos profesionales para la prestación del cuidado espiritual, el cual exige cualificación y conocimientos específicos. Bibliografía 1. Lucchetti, Giancarlo; Granero Lucchetti, Alessandra L.; Badan-Neto, Antonio M.; Peres, Patricia T.; Peres, Mario F.P.; Moreira-Almeida, Alexander, et al. Religiousness affects mental health, pain and quality of life in older people in an outpatient rehabilitation setting. J Rehabil Med.2011; XLIII(4):316-22.2. Como, June M. Spiritual practice: a literature review related to spiritual health and health outcomes. Holist Nurs Pract.2007;XXI(5):224-36.3. Koenig, Harold G.; Larson, David B.; Larson, Susan S. 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[email protected] Manuscrito recibido el 8.9.2013 Manuscrito aceptado el 23.12.2013
Ver respuesta completa¿Qué dice la Biblia sobre la salud fisica y espiritual?
Nuestro cuerpo es un templo de Dios – Una de las grandes bendiciones que recibimos cuando vinimos a la tierra es la de un cuerpo físico. Para llegar a ser como nuestro Padre Celestial necesitamos un cuerpo físico; nuestros cuerpos son tan importantes que el Señor los llamó templos de Dios (véase 1 Corintios 3:16–17 ; 6:19–20 ).
- Nuestro cuerpo es santo.
- Debido a que nuestro cuerpo es importante, nuestro Padre Celestial desea que lo cuidemos bien.
- Él sabe que podemos ser más felices y mejores personas si gozamos de una buena salud.
- El Espíritu Santo puede estar con nosotros si nuestro cuerpo y nuestra mente están limpios.
- Nuestro Padre sabe que nos enfrentamos a la tentación de tratar a nuestro cuerpo imprudentemente o de poner dentro de él substancias nocivas; por esa razón, Él nos ha dicho qué es lo bueno y lo malo para nuestra salud.
La mayor parte de la información que Dios nos ha dado concerniente a la buena salud se encuentra registrada en Doctrina y Convenios 89, A esta revelación se le llama la Palabra de Sabiduría. Para ser dignos de entrar al templo, debemos obedecer la Palabra de Sabiduría; si no lo hacemos, el Espíritu del Señor se retira de nosotros.
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¿Qué importancia tiene la salud espiritual?
Espiritualidad y salud mental: pandemia virus SARS-CoV-2 Entrevistamos a Maribel Rodríguez, doctora en Medicina, médico psiquiatra, máster en Psicoterapia y experta en Logoterapia y en Hipnosis. Ha sido profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad San Pablo CEU y de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Pontificia de Comillas.
- Actualmente es directora de la Cátedra Edith Stein en el Centro Internacional Teresiano Sanjuanista (CITeS) de Ávila, cuya tarea central es tender puentes entre antropología, psicología y espiritualidad.
- Ejerce su actividad clínica en su consulta privada en Madrid.
- ¿Qué definición propone del término espiritualidad? Las definiciones de lo que es la espiritualidad son muy variadas, quizás haya tantas formas de vivirla como personas.
Procuraré resumir las que me parecen más acertadas, con una variedad de opciones en la que cualquier persona pueda encontrar su manera de entender la espiritualidad. La espiritualidad tiende a considerarse como la dimensión más esencial del ser humano, o a relacionarse con aspectos inmateriales de la existencia, como nuestra capacidad de amar o de tener compasión o de sacar fuerzas de lo más profundo de nosotros mismos.
- También se asocia con la trascendencia, con la esperanza, con la inspiración, con el propósito y con el sentido de la vida y con el sentido último de todas las cosas.
- En otros casos se ha relacionado la espiritualidad con la capacidad de conectar armónicamente con lo más profundo de uno mismo, con los demás, con la naturaleza, con Dios o con una realidad superior.
O bien se ha entendido como lo que inspira y alimenta el amor, la ética, la creatividad, la consciencia o la percepción de lo sagrado. Viktor Frankl plantea que la espiritualidad es lo que tenemos de humano y la dimensión esencial en la que acontece nuestra existencia.
- La espiritualidad puede aportar ciertos recursos internos y puede darnos fuerzas, creatividad, humanidad o sentido a la vida.
- Algo que puede ser muy importante en las situaciones difíciles que se nos presentan, aportándonos elementos que permitan superarlas o afrontarlas mejor.
- ¿Cuál es la relación entre espiritualidad y salud mental? En la mayoría de los estudios que tratan de buscar esa relación, se encuentra una asociación positiva entre cultivar la dimensión espiritual y mejor salud mental (menos ansiedad, menos depresión, menos adicciones, menos riesgo de suicidio, mejor pronóstico de enfermedades mentales, etc.).
La espiritualidad también se ha relacionado con un mayor bienestar psicológico. No obstante, hay algún estudio que pone de manifiesto que esa relación puede ser inversa cuando se viven formas de espiritualidad más infantiles o narcisistas. Por lo que habría que discernir, en cada caso, si la espiritualidad lleva a mirar más allá de uno mismo y a amar más a otros (y en este caso hablaríamos de espiritualidad más “saludable”), o bien si la espiritualidad es una forma de regresión narcisista al servicio de los propios egoísmos (y en ese caso, esa manera de vivirla nos perjudicaría y no sería “saludable”).
- A la hora de abordar el sufrimiento psíquico en las circunstancias actuales, ¿cómo debe acercarse el clínico a la exploración de la dimensión espiritual del sujeto? Hay varias formas de acercarse a la espiritualidad del sujeto, con dos líneas fundamentales de abordaje.
- La primera es preguntando directamente si a una persona en concreto la religiosidad o la espiritualidad le ayuda a sobrellevar mejor su situación de sufrimiento (lo que incluiría preguntar aspectos generales de su visión espiritual y por prácticas espirituales o religiosas que le puedan resultar de ayuda).
También es importante preguntar si esa religiosidad o espiritualidad puede generarle algún problema (pensemos en cuando se vive de forma estricta, cuando hay conflictos con una comunidad, etc.). La segunda línea general de abordar la cuestión es con preguntas más indirectas, como plantearle a la persona qué le está dando fuerzas en estos momentos de dificultad o qué le ha dado fuerzas en otros momentos difíciles de su vida (muchas veces surgen alusiones a la espiritualidad).
En cuanto a los profesionales de la salud, ¿cree que deben cuidar la dimensión espiritual o que, sin saberlo, ya lo están haciendo? ¿Tiene que ver este cuidado con comulgar con una confesión religiosa o es aplicable a cualquier ser humano? No considero que el cuidado de la dimensión espiritual se pueda considerar como un “deber”, sino que creo que es una oportunidad de crecer y de encontrar fuerzas adicionales y sentido ante lo que nos toca vivir.
Creo que todo ser humano que busca expresar ciertos valores en su vida, como el bien y la verdad, la justicia o el amor, ya está poniendo de manifiesto algo espiritual que le construye como persona y que le ayuda a dar sentido a su vida cotidianamente.
El hacernos conscientes de ello nos puede ayudar a cultivarlo con más énfasis y a darnos cuenta de cómo nos llega a construir como personas, de una manera más completa, aportándonos más riqueza, profundidad, más luz y fuerzas para combatir las dificultades que tenemos que atravesar en nuestros días.
Ese cuidado puede hacerse dentro o fuera de una confesión religiosa. Al ser una dimensión constituyente de todo ser humano, se da en todas las personas, tanto si son religiosas como si no. La diferencia es que la religión aporta, entre otras cosas, un método de cultivar la dimensión espiritual y un camino compartido con otros.
¿Cómo se cultiva esa otra escucha de uno mismo y de los demás? Más aun teniendo en cuenta que están en circunstancias muy adversas por lo que respecta a la propia seguridad, desbordados por la virulencia de la infección, viéndose obligados a ser los únicos acompañantes de enfermos moribundos o teniendo que informar a sus familias.
Hay muchas formas de cultivar esta dimensión. Creo que la principal, en estas circunstancias, es aprender a mirar lo mejor y más profundo de nosotros mismos y a potenciarlo, siendo conscientes del bien que podemos albergar y aportar a otros, valorando lo que somos como seres humanos que tienen la oportunidad de traer salud, alivio y compañía humana a otras personas que sufren (pacientes y compañeros de trabajo).
Ser conscientes de qué puede ser esa dimensión espiritual, preguntarnos por ella, explorándola para conocernos mejor a nosotros mismos, Conocernos puede hacer que nos demos cuenta de esa dimensión que todos tenemos en lo profundo y que puede aportarnos luz y fuerzas en la adversidad y ayudarnos a afrontar las dificultades cotidianas que nos toca vivir.
Cultivar la conexión con la espiritualidad: con oración, meditación, petición, intención de tener compasión y amor (hacia nosotros mismos y hacia los demás), lecturas espirituales, etc. También puede ayudar el hecho de darnos espacios para el silencio (aunque sea durante segundos), para estar con nosotros mismos y cultivar así nuestra vida interior. Podríamos aprovechar ese silencio interior para mirarnos con empatía y amor, apoyándonos en la perspectiva de que algo que nos sostiene desde dentro o más allá de nosotros puede ser de gran ayuda ante la adversidad. Otra opción puede ser hacer una oración en mitad de la acción pidiendo fuerzas, pidiendo por la salud y el bienestar del paciente que tenemos delante o simplemente transmitiéndole acogida y cariño (algo que es también fundamental hacer con nosotros mismos). También se puede meditar poniendo plena atención al momento presente y a lo que toca hacer en este momento, dejando de lado distracciones y “ruidos” mentales.
Tener experiencias comunitarias: tener una red de encuentro y de soporte, dentro de la misma fe, perspectiva espiritual o práctica de meditación, puede ser también de gran ayuda. En nuestro trabajo, también ayuda si compartimos algo de esa práctica con compañeros que tengan una perspectiva similar a la nuestra, o al menos podemos hablar de ello y apoyarnos mutuamente.
Buscar el sentido de la vida, como planteaba Viktor Frankl, captando el valor de lo que hacemos y de lo que sucede en cada momento, También se puede buscar el sentido mirando la vida desde una perspectiva global de nuestra existencia o buscando el sentido último de todas las cosas (como, por ejemplo, tratando de percibir un orden implícito que lo sostiene todo).
Buscar sentido al sufrimiento: ante el sufrimiento, Viktor Frankl propone poner en marcha los valores de actitud. Por ejemplo, tomar consciencia de que ante lo que estamos pasando puede existir la posibilidad de adoptar una actitud constructiva, viéndola como posibilidad de aprendizaje, entrega, superación personal, cooperación con otros, etc. Para Frankl esa libertad de cultivar la mejor actitud posible se sostiene en la capacidad del espíritu para oponer resistencia a circunstancias adversas.
Cultivar la aceptación, dándonos cuenta de que nuestro yo no es el que lo controla todo y de que la realidad que nos rodea es más que nosotros mismos y nuestros deseos. Para las personas religiosas, esto se manifestaría poniendo todo lo que no pueden controlar en manos de Dios y centrando la acción en lo que realmente sea posible controlar. La aceptación es un elemento fundamental para tolerar la incertidumbre y desarrollar humildad y apertura ante la realidad.
Cultivar la libertad interior: lo que quiere decir que en nuestro interior hay un espacio íntimo en el que no puede entrar nadie más que nosotros, desde donde podemos mirar lo que ocurre fuera con más libertad y perspectiva, así como encontrarnos con nosotros mismos en lo más íntimo y profundo que tenemos. Tomar consciencia de la libertad interior nos permite ejercerla y tener más capacidad de elección, lo que puede dar más posibilidades de crecer en la adversidad.
Tomar consciencia de fuerza del amor y ponerlo en práctica: el amor es fundamental para sobrevivir en situaciones adversas, para unirnos a otros y dar sentido a la relación de ayuda. Ese amor debe incluirnos también a nosotros mismos para ser completo y debe llevarnos a cuidarnos de manera adecuada. A su vez, el amor nos ayuda a mirar más allá de nosotros mismos y aumenta las posibilidades de que podamos ver más allá de nuestro dolor. En la situación que vivimos hay muchas vías de expresar ese amor, desde el cuidado de nuestros pacientes actuando con ellos como nos gustaría ser cuidados nosotros, hasta el cuidado y respeto a las relaciones con nuestros compañeros, familiares, etc., pues a todos nos toca, hoy en día, bregar con una dosis, mayor o menor, de sufrimiento.
Cultivar la consciencia de la belleza: la belleza aporta sentido, nos abre el horizonte hacia una percepción más amplia de las situaciones dolorosas, de tal forma que, si prestamos atención a la belleza de las pequeñas cosas cotidianas, es más fácil poder soportar los días adversos y que la negatividad no nos invada. Puede consistir en darnos tiempo para ver imágenes que nos resulten bellas, percibir detalles cotidianos que nos inspiren esa belleza en mitad de las dificultades que nos toquen vivir (a veces, tan sólo mirar por un instante la luz que entra por la ventana, nos puede conectar con la belleza y aliviar nuestro malestar).
El filósofo Wittgenstein acaba el “Tractatus Lógico-Filosófico” con el aforismo: “de lo que no se puede hablar, más vale callar”. ¿Qué le sugiere? ¿Recomendaría una cierta dosis de silencio en las actuales circunstancias? Sí, necesitamos silencio ante lo que aún no podemos comprender y asimilar.
Lo que no quiere decir que una vez comprendido, discernido y sometido a un juicio crítico, no podamos hacer un análisis correcto de la situación y actuar en consecuencia. Por último, como directora de la Cátedra Edith Stein de Ávila, ¿qué nos diría una mística como ella hoy? Creo que nos diría fundamentalmente que el sufrimiento tiene sentido, siempre y cuando sepamos mirarlo desde el lugar más profundo de nosotros mismos, con apertura al amor, a la entrega y a la empatía con el sufrimiento de otros.
Para ella, el sufrimiento supone una oportunidad de aprender y de estar más unidos a un Dios que sufre con nosotros porque se ha permitido vivir la vulnerabilidad humana en la cruz, por lo que nos acompaña hasta en los dolores más intensos de la vida.
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¿Qué es vida saludable espiritual?
El camino hacia una mejor salud – Si desea mejorar su salud espiritual, puede probar las siguientes ideas. Sin embargo, recuerde que cada persona es diferente. Lo que funciona para otros puede no funcionar para usted. Haga lo que le resulte cómodo.
Identifique las cosas en su vida que le dan una sensación de paz interior, comodidad, fuerza, amor y conexión. Dedique un tiempo todos los días para hacer las cosas que lo ayudan espiritualmente. Estas pueden incluir hacer servicio comunitario o trabajo voluntario, orar, meditar, cantar canciones devocionales, leer libros inspiradores, caminar por la naturaleza, tener tiempo para pensar, hacer yoga, practicar un deporte o asistir a servicios religiosos.
¿Cómo es estar enfermo espiritualmente?
¿Qué es el malestar o dolor espiritual? El malestar o dolor espiritual ocurre si tiene preguntas o está molesto con sus sistemas de valores y creencias. Ocurre cuando una persona no es capaz de encontrar fuentes de significado, esperanza, amor, paz, consuelo, fortaleza o conexión en la vida.
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¿Cómo se alimenta la vida espiritual?
La oración es el vehículo a través del cual Él alimenta nuestra vida, nos concede Su atención personal y completa, y hace posible nuestro progreso. Todo lo que tenemos que hacer para ‘llenarnos’ es pedir a Dios.
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¿Qué dice la Biblia sobre el crecimiento espiritual?
El crecimiento espiritual es una parte clave de la vida de cualquier creyente. Cuando aceptamos las buenas nuevas, nos comprometemos a ser cada vez más como nuestro Dios creador. La sorprendente verdad de nuestra fe es que nuestro Dios quiere transformarnos.
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¿Cómo tener una vida espiritual con Dios?
Sé integro – El contacto íntimo que podemos generar con nosotros mismos, solo nos puede hacer bien. El sentido de crecer espiritualmente es conocerse mejor, saber quienes somos de verdad. Un buen camino para ello es el conocimiento. Otras formas pueden ser la meditación, la reflexión, la lectura, el yoga, ejercicios físicos y otras alternativas.
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¿Cuál es el tercer elemento de una salud espiritual?
Sus tres elementos –significado, comprensión y flexibilidad – corresponden al control, compromiso y reto de Kobasa. Sin embargo, no son conceptos idénticos. El significado y el compromiso son muy similares, ya que los dos reflejan la visión de la vida como algo que tiene sentido y valor personal.
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