Hablar Con Los Muertos Biblia?

Hablar Con Los Muertos Biblia
Lo que enseña la Biblia sobre hablar con los muertos. – La Biblia sobre este tema suele ser muy explícita y directa. Tenemos por ejemplo el pasaje de Deuteronomio 18:11 que prohibe rotundamente la acción de hablar con los muertos. A continuación te citaré el pasaje bíblico: ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.

Deuteronomio 18:11 El versículo siguiente añade que abominación es ante Jehová la persona que haga tales cosas. Así que de acuerdo a la Biblia, la persona que habla con los muertos es abominable ante Dios. No es abominable porque en efecto se comunique con un muerto, sino porque transgrede deliberadamente la voluntad de Dios.

En la Biblia encontramos la historia de Saul que utilizo un médium para tratar de comunicarse con Samuel (2 Samuel 28:5-20). En ese momento Saul no logró comunicarse con Samuel, sino que fue engañado por una obra demoníaca (Leer cuidadosamente 1 Crónicas 10:13-14).

Tambien hay otro pasaje bíblico a tomar en cuenta: Tal vez alguien les diga: «Preguntemos a los médiums y a los que consultan los espíritus de los muertos; con sus susurros y balbuceos nos dirán qué debemos hacer». Pero ¿acaso no deberá el pueblo pedirle a Dios que lo guíe? ¿Deberían los vivos buscar orientación de los muertos? Isaías 8:19 NTV El profeta Isaías comunica nuevamente al pueblo de Dios que la voluntad de Él no es que ellos consulten a los muertos, sino que consulten directamente a Dios.

Al observar el contexto de esta pregunta, el pasaje es claro al decir que Dios no quiere que consúltemos a los muertos. En primer lugar porque no es posible y en segundo porque va en contra de los lineamientos morales y espirituales que Dios nos da para que obedezcamos.
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¿Qué dice Eclesiastes sobre los muertos?

Page 12 – 1 ¿Quién como el sabio? ¿Y quién sabe la interpretación de las cosas? La sabiduría del hombre hace relucir su rostro y cambia la tosquedad de su semblante.

  1. 2 Yo te aconsejo que guardes el del rey y ello por causa del juramento de Dios.
  2. 3 No te apresures a irte de su presencia, ni persistas en cosa mala, porque él hará todo lo que quiera.
  3. 4 Pues la palabra del rey es con potestad, ¿y quién le dirá: Qué haces?
  4. 5 El que guarda el mandamiento no conocerá el mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio.
  5. 6 Porque para todo deseo hay tiempo y juicio; porque el mal del hombre es grande sobre él.
  6. 7 Porque no sabe lo que ha de acontecer; y el cuándo haya de acontecer, ¿quién se lo dirá?
  7. 8 No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no hay licencia en esa guerra, ni la maldad librará a los que la poseen.
  8. 9 Todo esto he visto y he puesto mi corazón en todo lo que se hace debajo del sol; hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para su propio mal.

10 También vi a los inicuos ser sepultados, los que iban y venían del lugar santo, y que fueron olvidados en la ciudad donde así habían actuado. Esto también es vanidad.

  • 11 Por cuanto no se ejecuta seguida la sentencia contra una mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está dispuesto para el mal.
  • 12 Aunque el pecador haga mal cien veces, y sus días sean prolongados, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, a los que ante su presencia.
  • 13 Pero al malvado no le irá bien, ni le serán prolongados los días, que son como sombra, por cuanto,

14 Hay una vanidad que se hace sobre la tierra: Hay a quienes sucede como si hicieran obras de malvados, y hay malvados a quienes acontece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad.15 Por tanto, alabé yo la alegría, pues no tiene el hombre nada mejor debajo del sol que comer y beber y alegrarse; y esto le quedará de su trabajo durante los días de su vida que Dios le ha concedido debajo del sol.16 Cuando dediqué mi corazón a conocer sabiduría y a ver la faena que se hace sobre la tierra (porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en sus ojos), 17 entonces vi todas las obras de Dios, y que el hombre no puede alcanzar a percibir la que se hace debajo del sol.
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¿Qué dice Deuteronomio de los muertos?

No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.
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¿Quién juzga a los muertos según la Biblia?

Se nos juzgará por medio de registros –

¿Con qué registros seremos juzgados? ¿Quién nos juzgará?

El profeta José Smith dijo que los muertos serán juzgados de acuerdo con los registros que se guarden en la tierra; pero también se nos juzgará por medio del “libro de la vida” que se lleva en los cielos (véase D. y C.128:6–8 ). “Cada uno de ustedes debe comparecer ‘ante el tribunal del Santo de Israel; y entonces deben ser juzgados según el santo juicio de Dios’ ( 2 Nefi 9:15 ).

  • Y de acuerdo con la visión de Juan, ‘los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida.
  • Y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras’ ( Apocalipsis 20:12 ).
  • Los ‘libros’ que se mencionan allí se refieren a los ‘registros que se llevan en la tierra el libro que era el de la vida es el registro que se lleva en los cielos’ ( Doctrina y Convenios 128:7 )”.

( Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: Harold B. Lee, 2001, pág.251). Hay otro registro por el cual seremos juzgados. El apóstol Pablo enseñó que nosotros mismos somos un registro de nuestra vida (véase Romanos 2:15 ). Almacenada en nuestro cuerpo y en nuestra mente se encuentra la historia completa de todo lo que hemos hecho.

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El presidente John Taylor enseñó este principio verdadero: ” cuenta la historia ella misma y testifica en su contra Ese registro que ha escrito el hombre mismo en los anales de su propia mente, ese registro que no puede mentir, en ese día será desplegado ante Dios y los ángeles, y ante quienes estén sentados como jueces” ( Deseret News, 8 de marzo de 1865, pág.179).

El apóstol Juan enseñó que “el Padre a nadie juzga, sino que ha dado todo el juicio al Hijo” ( Juan 5:22 ). El Hijo, a la vez llamará a otros para que lo ayuden en el Juicio. Los Doce que estuvieron con Él durante Su ministerio juzgarán a las doce tribus de Israel (véase Mateo 19:28 ; Lucas 22:30 ).
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¿Qué dice Jeremías 22 10?

No lloréis al muerto, ni de él os condoláis; llorad amargamente por el que se va, porque no volverá jamás, ni verá la tierra donde nació.
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¿Qué dice Hechos 4 19?

19 Entonces Pedro y Juan, respondiendo, les dijeron: Juzgad si es justo delante de Dios a obedecer a vosotros antes que a Dios, 20 porque no podemos dejar de a decir lo que hemos b visto y oído.
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¿Qué dice la Biblia sobre guardar luto a los muertos?

¿Cómo puedo afrontar la pérdida de un ser amado? El dolor que acompaña la pérdida de un ser amado es tan inevitable como la muerte misma. El duelo es un proceso doloroso, pero la confianza en Dios puede ayudarte a superarlo. A continuación se encuentran cuatro maneras en que la fe puede ayudar a afrontar el dolor.

Dolor. Tristeza. Enojo. Adormecimiento. Todos estos son sentimientos naturales que tenemos cuando estamos afrontando la pérdida de un ser amado. Ninguno de estos sentimientos es malo. El experimentar las emociones que vienen con el dolor es parte de ser humanos. “Todo tiene su tiempo”, explica la Biblia. “Tiempo de nacer y tiempo de morir tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo de lamentar, y tiempo de bailar” (Eclesiastés 3:1-2,4).

El saber que la muerte y el dolor son necesarios puede que no aminore el sufrimiento, pero puede hacer que la felicidad sea más dulce cuando llegue su tiempo. El dolor no es una debilidad, una imperfección o una señal de pecado. Es una parte necesaria de la mortalidad.

Dios sabe que experimentarás dolor en esta vida, pero no tienes que pasarlo solo. Él quiere que busques consuelo. “Bienaventurados los que lloran”, enseñó Jesús, “porque ellos recibirán consolación” (Mateo 5:4). El confiar en Dios y en otras personas puede aliviar tu pena y brindar soporte. Antes que Jesús levantara a Lázaro de los muertos, Él oró a Dios Su padre para recibir fuerza y guía.

Derrama tu alma a Dios en oración. Él te ayudará a sentir Su paz y Su amor. Cuando Lázaro, un amigo de Jesús, enfermó y murió, la comunidad fue con sus hermanas Marta y María “para consolarlas” (Juan 11:19). Acepta el servicio y oídos dispuestos a escuchar de la gente a tu alrededor que te quiere ayudar. Aprende del amor de Dios y recibe apoyo en tus desafíos Solicita una visita de misioneros El proceso de afrontar la muerte puede acercarnos a Dios, pero también puede hacer que cuestionemos Su plan. Podemos llevar nuestras preguntas a Dios en oración.

  • Se nos promete, “Pedid, y se os dará” (Mateo 7:7).
  • En las Santas Escrituras, Dios nos proporciona respuestas a muchas preguntas difíciles sobre la vida y la muerte.
  • Aquí hay algunas preguntas que puedas tener, junto con las respuestas que se encuentran en la Santa Biblia y el Libro de Mormón.
  • ¿Qué pasa después de la muerte? La incertidumbre de la muerte puede agravar el dolor.

Pero Job respondió a esta pregunta con confianza: “Aunque, este cuerpo, en mi carne veré a Dios” (Job 19:26). Debido a la resurrección de Jesús, “en Cristo todos serán vivificados” (1 Corintios 15:22). ¿A dónde van las personas cuando mueren? La muerte es la separación del cuerpo y el espíritu de una persona.

  1. Después de la muerte, el cuerpo físico regresa a la tierra, pero ¿qué pasa con el espíritu? El Libro de Mormón explica que “los espíritus de todos los hombres, sean buenos o malos, son llevados a ese Dios que les dio la vida” (Alma 40:11).
  2. Todos los espíritus serán reunidos con sus propios cuerpos resucitados y serán llevados ante Dios.

¿Estaré con mis seres queridos después de la muerte? Sí. Cuando Jesús moría en la cruz, un ladrón que también estaba siendo castigado le pidió al Señor que lo recordara en el cielo. “Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43).

  • ¿Cómo puedo superar cosas difíciles? Podemos encontrar gran sanación, consuelo y paz en Jesús, nuestro Salvador.
  • Jesús conoce nuestro dolor porque lo sintió primero.
  • Él puede curarnos.
  • Una de las funciones del Salvador es “vendar a los quebrantados de corazón, proclamar libertad a los cautivos y abrir la cárcel a los presos” (Isaías 61:1).

Ora para sentir Su paz y su poder sanador en tu vida. Dios sabe cómo te sientes. Porque te ama, Él llora contigo cuando tú lloras. Él quiere que seas feliz y lo ha hecho posible. El Espíritu Santo es llamado el Consolador en la Biblia. El Espíritu Santo tiene el poder de “consolar a los que lloran” (Isaías 61:2).

  • Las personas que experimentan este consuelo divino lo describen como calma, paz y calidez.
  • Es el cumplimiento de la promesa de Jesús, “la paz os dejo, mi paz os doy” (Juan 14:27).
  • Gracias al sacrificio y la resurrección de Jesucristo, “no hay victoria para el sepulcro, y el aguijón de la muerte es consumido en Cristo.

Él es la luz y la vida del mundo; sí, una luz que es infinita, que nunca se puede extinguir; sí, y también una vida que es infinita, para que no haya más muerte” (Mosíah 16:8-9). Todos seremos resucitados y podemos estar con nuestras familias y seres amados otra vez.

  1. Mientras tanto, podemos encontrar esperanza y sanación en el amor de Jesucristo.
  2. La felicidad es el propósito de Dios para tu vida.
  3. Nuestro gozo no será constante, pero “enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor ni dolor porque las primeras cosas han dejado de ser” (Apocalipsis 21:4).

La pena del dolor es real, pero también lo es la paz que viene de Dios. Si estás enfrentando la pérdida de un ser amado, rodéate con todas las fuentes de apoyo y paz. Por medio de la oración, el estudio de las Escrituras y el apoyo de tus seres amados, puedes encontrar esperanza real y consuelo.
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¿Donde dice la Biblia Dejad que los muertos entierren a sus muertos?

Sal 102 –

  • R/. El Señor es compasivo y misericordioso
  • Bendice, alma mía, al Señor,
  • y todo mi ser a su santo nombre.
  • Bendice, alma mía, al Señor,

y no olvides sus beneficios. R/.

  1. Él perdona todas tus culpas
  2. y cura todas tus enfermedades;
  3. él rescata tu vida de la fosa

y te colma de gracia y de ternura. R/.

  • El Señor es compasivo y misericordioso,
  • lento a la ira y rico en clemencia;
  • no está siempre acusando

ni guarda rencor perpetuo. R/.

  1. No nos trata como merecen nuestros pecados
  2. ni nos paga según nuestras culpas.
  3. Como se levanta el cielo sobre la tierra,

se levanta su bondad sobre sus fieles. R/. : “Tú, sígueme. Deja que los muertos entierren a sus muertos”
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¿Qué parte de la Biblia dice Dejen que los muertos entierren a sus muertos?

Lucas 9, 57-62 Pero él le respondió: ‘Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre’. Jesús le replicó: ‘ Deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú ve y anuncia el Reino de Dios ‘. Otro le dijo: ‘Te seguiré, Señor; pero déjame primero despedirme de mi familia’.
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¿Qué dice 2 de Timoteo 1 7?

7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de a poder, de amor, y de dominio propio.
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¿Qué dice Gálatas 5 22 y 23?

22 Pero el fruto del Espíritu es: a amor, b gozo, c paz, d longanimidad, benignidad, bondad, e fe, 23 a mansedumbre, b templanza; contra tales cosas no hay ley.24 Porque los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias.
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¿Qué dicen Eclesiastés 11 10?

10 Quita, pues, el enojo de tu corazón y aparta a el mal de tu carne, porque la adolescencia y la juventud son vanidad.
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¿Qué dice Jeremías 11 12?

Jeremías 11

  • 1 La palabra que vino de Jehová, a Jeremías, diciendo:
  • 2 Oíd las palabras de este convenio, y hablad a todo hombre de Judá y a los moradores de Jerusalén.
  • 3 Y tú les dirás: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Maldito el hombre que no obedezca las palabras de este,
  • 4 el cual mandé a vuestros padres el día en que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciéndoles: mi voz y cumplid mis palabras conforme a todo lo que os, y seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios;

5 para que confirme el que juré a vuestros padres, que les daría la que leche y miel, como en este día. Y respondí y dije: Amén, oh Jehová.

  1. 6 Y Jehová me dijo: Proclama todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, diciendo: Oíd las palabras de este convenio y ponedlas por obra.
  2. 7 Porque solemnemente advertí a vuestros padres el día en que los hice subir de la tierra de Egipto hasta el día de hoy, madrugando y advirtiendo, diciendo: mi voz.
  3. 8 Pero escucharon ni inclinaron su oído, sino que anduvo cada uno tras la imaginación de su malvado corazón; por tanto, sobre ellos todas las palabras de este convenio, el cual mandé que cumpliesen, y no lo cumplieron.
  4. 9 Y me dijo Jehová: Conspiración se ha hallado entre los hombres de Judá y entre los moradores de Jerusalén.
  5. 10 Se han vuelto a las iniquidades de sus primeros padres, los cuales no quisieron escuchar mis palabras, sino que se fueron tras dioses ajenos para ; la casa de Israel y la casa de Judá quebrantaron mi convenio, el cual había yo concertado con sus padres.
  6. 11 Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí, yo traigo sobre ellos un del que no podrán salir; y a mí, y no los escucharé.
  7. 12 E irán las ciudades de Judá y los moradores de Jerusalén y clamarán a los dioses a quienes ellos queman incienso, los cuales no los salvarán en el tiempo de su aflicción.
  8. 13 Porque según el número de tus ciudades fueron tus, oh Judá; y según el número de tus calles, oh Jerusalén, pusisteis los altares de ignominia, altares para quemar incienso a Baal.
  9. 14 Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, porque yo no los escucharé el día en que clamen a mí en su aflicción.

15 ¿Qué derecho tiene mi amada en mi casa, habiendo hecho tantas abominaciones? Y carnes santas pasarán de ti, porque en tu maldad te gloriaste.16 verde, hermoso en su fruto y en su parecer, te dio Jehová por nombre. Con gran estruendo hizo encender fuego sobre él, y se quebraron sus ramas.17 Pues Jehová de los ejércitos, que te plantó, ha pronunciado mal contra ti, a causa de la maldad de los de la casa de Israel y de los de la casa de Judá, que se hicieron a sí mismos, provocándome a ira, quemando incienso a Baal.18 Y Jehová me lo hizo saber, y lo supe.

  • 19 Pero yo era como manso que llevan al matadero, pues no entendía que, diciendo: Destruyamos el árbol con su fruto y de la tierra de los vivientes, para que no haya más memoria de su nombre.
  • 20 Mas, oh Jehová de los ejércitos, que juzgas con justicia, que escudriñas la mente y el, déjame ver tu venganza sobre ellos, porque a ti he dado a conocer mi causa.
  • 21 Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de los hombres de Anatot que buscan tu vida, diciendo: No profetices en nombre de Jehová, para que no mueras a manos nuestras.
  • 22 Así, pues, ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que yo los castigaré; los jóvenes morirán a espada; sus hijos y sus hijas morirán de hambre.
  • 23 Y no quedará remanente de ellos, porque yo traeré el mal sobre los hombres de Anatot en el año de su castigo.

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¿Qué dicen Eclesiastés 4 9?

Eclesiastés 4

  • 1 Y me volví y vi todas las opresiones que se hacen debajo del sol: y he aquí, las lágrimas de los oprimidos, sin tener quien los consolara; y el poder estaba en manos de sus opresores, y para ellos no había consolador.
  • 2 Y alabé yo a los finados, los que ya habían muerto, más que a los vivientes, los que hasta ahora viven.
  • 3 Y mejor que unos y otros es el que no ha sido aún, que no ha visto las malas obras que se hacen debajo del sol.

4 Y he visto asimismo que todo trabajo y toda obra bien hecha despierta la del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.

  1. 5 El se cruza de manos y devora su propia carne.
  2. 6 Más vale una llena de que ambas manos llenas de trabajo y aflicción de espíritu.
  3. 7 Entonces me volví y vi vanidad debajo del sol.
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8 Está un hombre solo y sin nadie, que no tiene ni hijo ni hermano; mas nunca cesa de trabajar, ni sus ojos se sacian de riquezas ni se pregunta: ¿Para quién trabajo yo y privo a mi alma del bien? También esto es vanidad y duro trabajo.9 Mejor son que uno, porque tienen mejor por su trabajo.10 Porque si caen, el uno levantará a su compañero, pero, ¡ay del que está solo!, porque cuando caiga no habrá otro que lo levante.

  • 11 También si dos duermen juntos, se calentarán mutuamente; pero, ¿cómo se calentará uno solo?
  • 12 Y si alguno prevalece contra el que está solo, dos estarán contra él, pues cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
  • 13 Mejor es el muchacho y sabio que el rey viejo y necio que rehúsa ser,
  • 14 Porque de la cárcel salió para reinar, aunque en su reino nació pobre.
  • 15 Vi a todos los que viven debajo del sol caminando con el muchacho sucesor que estará en lugar de aquel.

16 No tenía fin todo el pueblo que lo seguía; sin embargo, los que vengan después tampoco estarán contentos con él. Y esto es también vanidad y aflicción de espíritu.
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¿Qué dice Eclesiastés 11 10?

10 Quita, pues, el enojo de tu corazón y aparta a el mal de tu carne, porque la adolescencia y la juventud son vanidad.
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¿Qué quiere decir Eclesiastés 9 5?

¿Qué significa Eclesiastés 9:5? Eclesiastés 9:5, : Porque los que viven saben que han de morir, pero los muertos no saben nada, ni tienen ya ninguna recompensa, porque su memoria está olvidada.

Eclesiastés 9:5, : Porque los que viven saben que han de morir, Pero los muertos no saben nada, Ni tienen ya ninguna recompensa, Porque su recuerdo está olvidado. Eclesiastés 9:5, : Porque los vivos saben que han de morir, pero los muertos no saben nada ni esperan nada, pues su memoria cae en el olvido.Eclesiastés 9:5, : Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.Eclesiastés 9:5, : Porque los que viven saben que morirán; mas los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.

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¿Qué dice Eclesiastés 2 11?

Eclesiastés 2 1 Dije yo en mi corazón: Ve ahora, te probaré con la alegría, y de lo bueno. Mas he aquí esto también era vanidad.

  • 2 De la risa dije: Es locura; y de la alegría: ¿De qué sirve esto?
  • 3 Propuse en mi corazón agasajar mi cuerpo con vino y, mientras mi corazón me guiaba con sabiduría, retener al mismo tiempo la necedad, hasta ver cuál es el bien que los hijos de los hombres hacen debajo del cielo en los contados días de su vida.
  • 4 Engrandecí mis obras, me edifiqué casas, planté viñas,
  • 5 me hice huertos y jardines y planté en ellos toda clase de árboles frutales.
  • 6 Me hice estanques de agua para regar el bosque donde crecían los árboles.
  • 7 Adquirí siervos y siervas, y tuve siervos nacidos en casa; también tuve gran posesión de vacas y de ovejas, más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén.
  • 8 Reuní también para mí plata y oro, y tesoro preciado de reyes y de provincias; me hice de cantores y cantoras, y de los deleites de los hijos de los hombres y de toda clase de instrumentos musicales.
  • 9 Y fui engrandecido y prosperé más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; además de esto, permaneció conmigo mi sabiduría.
  • 10 No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón se gozaba de todo mi ; y esta fue la recompensa de toda mi labor.
  • 11 Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos y el trabajo que me tomé para hacer las; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol.
  • 12 Después volví yo a mirar para ver la sabiduría, y los desvaríos y la necedad; porque, ¿qué podrá hacer el hombre que venga después del rey, sino lo que ya se ha hecho?
  • 13 Y he visto que la sabiduría sobrepuja a la necedad, así como la luz a las tinieblas.
  • 14 El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas; pero también entendí yo que mismo acaecerá tanto al uno como al otro.

15 Entonces dije yo en mi corazón: Lo que sucederá al necio me sucederá también a mí. ¿De qué, pues, me ha servido ser más sabio? Y dije en mi corazón que también esto era vanidad.16 Porque ni del sabio ni del necio habrá memoria para siempre, pues en los días venideros ya todo será olvidado.

Y el sabio igual que el necio.17 Aborrecí, por tanto, la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu.18 Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual habré de dejar a otro que vendrá después de mí.19 ¿Y quién sabe si él será sabio o necio? Sin embargo, él se enseñoreará de todo mi trabajo en el que yo me afané y en el que ocupé mi sabiduría debajo del sol.

Esto también es vanidad.

  1. 20 Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en el que me afané debajo del sol.
  2. 21 A veces hay un hombre que ha trabajado con sabiduría, y con conocimiento y con destreza, y tiene que dar sus bienes a otro que nunca trabajó en ello; también esto es vanidad y un gran mal.
  3. 22 Porque, ¿qué gana el hombre de todo su trabajo y de la fatiga de su corazón con el que él se afana debajo del sol?

23 Porque todos sus días no son sino dolores, y es penoso su trabajo; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.24 No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su vea lo bueno de su trabajo. También yo he visto que esto es de la mano de Dios.25 Porque, ¿quién comerá y quién se alegrará mejor que yo? 26 Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, y conocimiento y gozo; pero al pecador le da el trabajo de recoger y amontonar para darlo al que a Dios.
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