Apéndice: Profecías bíblicas cumplidas La Biblia contiene cientos de profecías —acerca de personas, naciones, lugares, momentos históricos y acontecimientos— que se han cumplido con todo detalle. Algunas se cumplieron casi inmediatamente; otras tomaron cientos de años.
- Pero en cada caso sucedió justo lo que Dios había anunciado.
- Contiene asimismo muchas profecías que aún no se han cumplido, pero que a su tiempo lo harán con la misma exactitud.
- «Yo, el Señor, hablaré, y se cumplirá la palabra que Yo hable; hablaré palabra y la cumpliré» 1,
- Enumeramos a continuación más de sesenta profecías destacadas que se han cumplido.
Las hemos clasificado en dos grupos: las que cumplió Jesús y las que tuvieron que ver con otros personajes y acontecimientos, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. En ambas categorías, las predicciones están en orden cronológico, según la fecha en que se cumplieron.
El cumplimiento de algunas no consta en la Biblia, pero está bien documentado; en esos casos se da la fecha histórica en que se produjo. Como los historiadores no coinciden totalmente en cuanto a las fechas, las que indicamos pueden diferir de las que aparecen en las notas de algunas biblias o en algún libro de consulta.
Algunas profecías se cumplieron en más de una oportunidad; por ejemplo, la de la conversión de los gentiles. En esos casos, las referencias que se dan son a modo de ejemplo. Profecías cumplidas por Jesús Nacimiento de una virgen: Isaías 7:14 (c.742 a.C.).
- Cumplimiento: Mateo 1:22,23; Lucas 1:26–35 (4 a.C.).
- Nacimiento en Belén: Miqueas 5:2 (710 a.C.).
- Cumplimiento: Mateo 2:1; Lucas 2:1–7 (4 a.C.).
- Sale de Egipto: Oseas 11:1 (c.740 a.C.).
- Cumplimiento: Mateo 2:13–23 (1 a.C.).
- Ministerio en Galilea: Isaías 9:1,2 (c.740 a.C.).
- Cumplimiento: Mateo 4:12–16 (27 d.C.).
Entrada triunfal en Jerusalén: Zacarías 9:9 (c.487 a.C.). Cumplimiento: Mateo 21:2–10 (30 d.C.). Es odiado sin causa: Salmo 69:4 (c.980 a.C.). Cumplimiento: Juan 15:23–25 (30 d.C.). Falsos testigos lo acusan: Salmo 27:12 (c.980 a.C.). Cumplimiento: Mateo 26:60,61 (30 d.C.).
- Lo golpean y le escupen: Isaías 50:6 (c.712 a.C.).
- Cumplimiento: Marcos 14:65; Juan 18:22; 19:2,3 (30 d.C.).
- Es sometido a un juicio en el que está en juego Su vida, y no presenta ninguna defensa verbal: Isaías 53:7 (c.712 a.C.).
- Cumplimiento: Juan 19:6–9 (30 d.C.).
- Año de Su crucifixión: Daniel 9:25,26 (c.535 a.C.).
Cumplimiento: Mateo 27:50 (30 d.C.). Se trata de una profecía acerca de 69 semanas, que representan 69 series de siete años de 360 días. En el año 445 a.C., el rey Artajerjes del Imperio persa cumplió la primera parte de esta profecía, recibida por Daniel unos 90 años antes, al decretar que se podían reconstruir los muros de Jerusalén.
- Desde ese momento hasta la muerte del Mesías transcurrieron 483 años de 360 días, que equivalen a 476 años solares de 365 días; o sea, que la profecía predijo con precisión el año de la crucifixión de Jesús, el año 30 d.C.
- Sus verdugos echan suertes para quedarse con Sus prendas: Salmo 22:18 (c.980 a.C.).
Cumplimiento: Juan 19:23,24 (30 d.C.). Muere, no por haber cometido un delito, sino por los pecados de la humanidad: Isaías 53:8–12 (c.712 a.C.). Cumplimiento: Juan 18:38; 19:30 (30 d.C.). (V. también 1 Pedro 3:18.) Le dan hiel y vinagre: Salmo 69:21 (c.980 a.C.).
- Cumplimiento: Mateo 27:34; Juan 19:29 (30 d.C.).
- Le atraviesan las manos y los pies: Salmo 22:16 (c.980 a.C.).
- Cumplimiento: Mateo 27:35–37 (30 d.C.). (V.
- También Lucas 24:36–40.) Lo crucifican con delincuentes comunes: Isaías 53:12 (c.712 a.C.).
- Cumplimiento: Lucas 23:32,33 (30 d.C.).
- Es objeto de burlas en la cruz: Salmo 22:7,8; 109:25 (c.980 a.C.).
Cumplimiento: Mateo 27:39–44 (30 d.C.). No le quiebran un solo hueso durante la crucifixión: Salmo 22:17; 34:20 (c.980 a.C.). Cumplimiento: Juan 19:31–33,36 (30 d.C.). (V. también Éxodo 12:46 y Juan 1:29.) Le atraviesan el costado en la crucifixión: Zacarías 12:10 (487 a.C.).
- Cumplimiento: Juan 19:34,37 (30 d.C.).
- Es sepultado en la tumba de un rico: Isaías 53:9 (c.712 a.C.).
- Cumplimiento: Mateo 27:57–60 (30 d.C.).
- Resurrección: Salmo 16:10 (c.980 a.C.); Mateo 16:21 (29 d.C.); Lucas 18:31–33 (30 d.C.).
- Cumplimiento: Mateo 28:1–10; Lucas 24:1–7; 1 Corintios 15:3–8 (30 d.C.).
- Ascensión: Salmo 68:18 (c.980 a.C.).
Cumplimiento: Lucas 24:50,51; Hechos 1:9 (30 d.C.). Otras profecías cumplidas Sara concibe y da a luz a Isaac siendo ya anciana: Génesis 17:15–19; 18:10,14 (c.1898 a.C.). Cumplimiento: Génesis 21:1–3 (c.1897 a.C.). Abraham se convierte en padre de naciones: Génesis 22:15–18 (c.1872 a.C.).
- Cumplimiento: De Isaac, hijo de Abraham, descienden los judíos; y de Ismael, también hijo de Abraham, los árabes.
- José interpreta acertadamente los sueños del copero y el panadero del faraón: Génesis 40:1–19 (c.1720 a.C.).
- Cumplimiento: Génesis 40:20–22 (tres días después).
- José interpreta acertadamente el sueño del faraón sobre las vacas y las espigas: Génesis 41:25–32 (1715 a.C.).
Cumplimiento: Génesis 41:53,54 (1715–1701 a.C.). José gobierna sobre sus padres y hermanos: Génesis 37:5–10 (c.1729 a.C.). Cumplimiento: Génesis 45 (1707 a.C.). División de las doce tribus de Israel entre los reinos de Judá e Israel: 1 Reyes 11:30–37 (c.992 a.C.).
- Cumplimiento: 1 Reyes 12:20 (975 a.C.).
- Una maldición cae sobre el hombre que reconstruye los muros de Jericó: Josué 6:26 (c.1451 a.C.).
- Cumplimiento: 1 Reyes 16:34 (c.930 a.C.).
- Sequía: 1 Reyes 17:1 (c.910 a.C.).
- Cumplimiento: 1 Reyes 17:7 (c.910 a.C.).
- Provisión milagrosa para Elías y la viuda de Sarepta en época de hambre: 1 Reyes 17:9–14 (c.910 a.C.).
Cumplimiento: 1 Reyes 17:15,16 (c.910 a.C.). Fin de la sequía: 1 Reyes 18:1 (c.906 a.C.). Cumplimiento: 1 Reyes 18:43–45 (c.906 a.C.). Destrucción del ejército de Ben-adad: 1 Reyes 20:13,14 (901 a.C.). Cumplimiento: 1 Reyes 20:15–30 (901 a.C.). Muerte del hombre que se niega a golpear a un profeta: 1 Reyes 20:35,36 (901 a.C.).
Cumplimiento: 1 Reyes 20:36 (901 a.C.). Muerte del rey Acab: 1 Reyes 20:42 (899 a.C.); 21:18–24 (901 a.C.). Cumplimiento: 1 Reyes 22:31–38 (897 a.C.). Elías es transportado a los Cielos: 2 Reyes 2:3–10 (896 a.C.). Cumplimiento: 2 Reyes 2:11 (896 a.C.). Fin del hambre en Samaria: 2 Reyes 7:1,2 (c.892 a.C.).
Cumplimiento: 2 Reyes 7:3–18 (c.892 a.C.). Hazael se convierte en cruel rey de Siria: 2 Reyes 8:7–13 (c.891 a.C.). Cumplimiento: 2 Reyes 8:14,15,28,29; 10:32; 13:3 (c.891 a.C.). Muerte de la reina Jezabel: 1 Reyes 21:23 (899 a.C.); 2 Reyes 9:10 (884 a.C.).
Cumplimiento: 2 Reyes 9:30–37 (884 a.C.). Cuatro generaciones de descendientes del rey Jehú se sientan en el trono de Israel: 2 Reyes 10:30 (884 a.C.). Cumplimiento: 2 Reyes 15:12 (c.810 a.C.). Aniquilación del ejército de Senaquerib y muerte de este: 2 Reyes 19:6,7,20–28,32–34 (c.710 a.C.). Cumplimiento: 2 Reyes 19:35–37 (c.710 a.C.).
Nacimiento y celo del rey Josías: 1 Reyes 13:2 (975 a.C.). Cumplimiento: 2 Reyes 22:1,2; 23:15–25 (641 a.C.). Muerte de Hananías, falso profeta, en el plazo de un año: Jeremías 28:10–16 (c.596 a.C.). Cumplimiento: Jeremías 28:17 (c.596 a.C.). Invasión del reino del sur (Judá) por parte de los caldeos (babilonios): Habacuc 1:6–11 (c.626 a.C.).
Cumplimiento: 2 Reyes 25:1 (590 a.C.). Destrucción de Jerusalén a manos de los babilonios y cautividad de los judíos y del rey Sedequías: Jeremías 25:11 (c.606 a.C.); 32:3–5 (c.590 a.C.); 34:2 (c.591 a.C.). Cumplimiento: 2 Reyes 25:2–11; 2 Crónicas 36:11–21 (586 a.C.). Humillación, conversión y rehabilitación del rey Nabucodonosor de Babilonia: Daniel 4:20–27 (c.570 a.C.).
Cumplimiento: Daniel 4:28–37 (c.569 a.C.). Sucesión de imperios mundiales después de Babilonia: Daniel 2:31–40 (603 a.C.); 7:1–7,17 (c.555 a.C.); 8:1–8 (c.553 a.C.). Cumplimiento: El Imperio medo-persa (538 a.C.– 333 a.C.) corresponde al pecho y los brazos de plata de la imagen del capítulo 2, al oso del capítulo 7 y al carnero del capítulo 8; el Imperio griego (333 a.C.– 146 a.C.) corresponde al abdomen y los muslos de la imagen de Daniel 2, al leopardo alado del capítulo 7 y al macho cabrío del capítulo 8; Roma (44 a.C.– 455 d.C.) corresponde a las piernas de hierro de la imagen de Daniel 2 y a la bestia con dientes de hierro del capítulo 7.
- El rey Ciro de Persia —de quien se predijo incluso el nombre— concede a los judíos permiso para regresar a Jerusalén y reconstruir la ciudad y el templo: Isaías 44:28; 45:1–4 (c.712 a.C.).
- Cumplimiento: Ciro el grande reinó de 559 a 530 a.C. (V.
- También 2 Crónicas 36:22,23 y Esdras 1:1–4.) Retorno de los judíos al cabo de 70 años de cautividad en Babilonia: Jeremías 25:12 (c.606 a.C.); 29:10,14 (c.599 a.C.); 33:7 (c.590 a.C.); Zacarías 1:16,17; 8:9 (c.519 a.C.).
Cumplimiento, evidenciado por la dedicación del templo una vez reconstruido: Esdras 6:14–16 (516 a.C.). (V. también Esdras capítulos 1, 7 y 8.) Reconstrucción de los muros y las calles de Jerusalén: Daniel 9:25 (c.538 a.C.). Cumplimiento: Nehemías 6:15; 7:1 (445 a.C.).
- Destrucción de Tiro, capital de Fenicia y centro mundial del comercio, en dos fases: Ezequiel 26:3–21 (588 a.C.).
- Cumplimiento: La primera fase fue cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, sitió durante 13 años dicha ciudad costera y la destruyó (585–572 a.C.).
- Sin embargo, él no tenía armada, motivo por el cual no pudo arrasar el sector insular de la ciudad.
La segunda fase fue cuando Alejandro Magno capturó la parte insular de Tiro construyendo un istmo desde la costa hasta la isla, para lo cual utilizó cedros de las montañas del Líbano como pilotes, y escombros de las ruinas del sector costero de la ciudad como relleno (332 a.C.).
Siendo estéril, Elisabet engendra y da a luz a Juan el Bautista: Lucas 1:13 (5 a.C.). Cumplimiento: Lucas 1:24,57–64 (4 a.C.). Matanza de los inocentes en Belén: Jeremías 31:15 (c.606 a.C.). Cumplimiento: Mateo 2:16–18 (2 a.C.). Juan el Bautista, predecesor del Mesías: Isaías 40:3 (c.712 a.C.); Isaías 62:10–12 (c.698 a.C.); Malaquías 3:1; 4:5,6 (420 a.C.); Lucas 1:17,76–80 (4 a.C.).
Cumplimiento: Mateo 3:3 (26 d.C.). Conversión de los gentiles: Isaías 9:2 (c.740 a.C.); Isaías 49:6 (c.712 a.C.). Cumplimiento: Mateo 4:13–16 (26 d.C.); Hechos 13:48 (46 d.C.). Ceguera espiritual de los dirigentes religiosos judíos: Isaías 6:9 (c.758 a.C.); Isaías 29:13 (c.712 a.C.).
Cumplimiento: Marcos 7:6,7 (28 d.C.); Hechos 28:25–27 (62 d.C.). Jesús es traicionado por Judas Iscariote: Salmo 41:9 (c.980 a.C.). Cumplimiento: Juan 13:18; 18:1–5 (30 d.C.). Monto y consecuencias de la recompensa entregada a Judas por traicionar a Jesús: Zacarías 11:12,13 (c.487 a.C.). Cumplimiento: Mateo 26:14,15; 27:3–10; Hechos 1:18,19 (30 d.C.).
Pedro niega a Jesús: Mateo 26:34 (30 d.C.). Cumplimiento: Mateo 26:69–75 (30 d.C.). Otro discípulo sustituye a Judas: Salmo 109:7,8 (c.980 a.C.). Cumplimiento: Hechos 1:17,20 (30 d.C.). Derramamiento del Espíritu Santo: Joel 2:28,29 (c.800 a.C.); Hechos 1:4,5 (30 d.C.).
- Cumplimiento el día de Pentecostés: Hechos 2:1–4, 16–18 (30 d.C.).
- Naufragio en el viaje de Pablo a Roma sin que se pierda una sola vida: Hechos 27:9,10,21–26,34 (61 d.C.).
- Cumplimiento: Hechos 27:41–44 (61 d.C.). (V.
- También 2 Corintios 11:25.) Destrucción de Jerusalén después de la venida de Jesús: Daniel 9:26 (c.538 a.C.); Mateo 24:1,2; Lucas 19:42–44 (30 d.C.).
Cumplimiento: Cuarenta años después de la muerte de Jesús, las legiones romanas del emperador Vespasiano, a las órdenes de su hijo el general Tito, marcharon sobre Jerusalén, redujeron el templo a cenizas y separaron una a una las piedras de las ruinas para hacerse con el oro de las vasijas y adornos, que se había fundido y escurrido por entre las grietas (70 d.C.).
- * * *
- ¿Cuál es tu caso?
- Jesús contó la siguiente parábola:
—El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, fue pisoteada y las aves del cielo se la comieron. Otra parte cayó sobre la piedra y, después de nacer, se secó, porque no tenía humedad. Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella la ahogaron. Y otra parte cayó en buena tierra, nació y llevó fruto a ciento por uno.
- Hablando estas cosas, decía con fuerte voz:
- —El que tiene oídos para oír, oiga.
- Sus discípulos le preguntaron:
- —¿Qué significa esta parábola?
- Él dijo:
- —A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios, pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan.
»Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Los de junto al camino son los que oyen, pero luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra para que no crean y se salven. Los de sobre la piedra son los que, habiendo oído, reciben la palabra con gozo, pero no tienen raíces; creen por algún tiempo, pero en el tiempo de la prueba se apartan.
Ver respuesta completa
Contents
- 1 ¿Qué profecía más importante aparece en el Antiguo Testamento?
- 2 ¿Qué parte de la Biblia habla de las profecías?
- 3 ¿Qué dice la Biblia de la destruccion de la tierra?
- 4 ¿Donde dice en la Biblia que vendrán tiempos peores?
- 5 ¿Quién fue el último profeta antes de la venida del Mesías?
- 6 ¿Qué quiere decir el Salmo 45?
- 7 ¿Cuántos años hubo de silencio profetico?
- 8 ¿Cuál es la señal de Dios?
¿Qué señales faltan para la venida de Cristo?
“¿Y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” (Mateo 24:3). –
Preguntas | Referencias de la Perla de Gran Precio y del Nuevo Testamento |
---|---|
¿Quién intentará engañar aun a los mismos elegidos y qué tácticas se usarán? (Los electos son los miembros fieles de la Iglesia) | José Smith 1:22 Mateo 24:24 |
¿Cuál deberá ser la reacción de los hombres al oír de guerras y rumores de guerras? | José Smith 1:23, 28-29 Mateo 24:6 |
Cuando se diga que Cristo está en el desierto o en cámaras secretas, ¿cuál deberá ser la reacción de ustedes? | José Smith 1:25 Mateo 24:26 |
¿Hasta qué punto se esparcirá la luz del evangelio en la tierra? | José Smith 1:26 Mateo 24:27 |
¿Qué significa la siguiente declaración: “Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas”? | José Smith 1:27 Mateo 24:28 (Véase el Comentario interpretativo, 22-6). |
Hagan una lista de las cuatro señales mencionadas en Mateo 24:7 | José Smith 1:29 Mateo 24:7 |
¿Qué quiere decir esta declaración: “el amor de muchos se enfriará”? | José Smith 1:30 Mateo 24:12 |
¿Quiénes, entonces, serán salvos? | José Smith 1:30 Mateo 24:12 |
¿Cuándo vendrá el fin (la destrucción de los malvados)? ¿Y por qué el evangelio del reino tiene que ser predicado primero? | José Smith 1:31 Mateo 24:14 |
¿Qué es la abominación de desolación que ocurrirá por segunda vez? | José Smith 1:32 Mateo 24:15 (Véase el Comentario Interpretativo 22-4) |
¿Cuáles serán las cuatro señales que serán dadas después de la tribulación de los días de abominación? | José Smith 1:33 Mateo 24:29 |
¿Qué significa el pasaje de Mateo 24:34? | José Smith 1:34 Mateo 24:34 |
¿Cuál es la señal del Hijo del Hombre, la cual aparecerá en el cielo? | José Smith 1:36 Mateo 24:29, 30 (Véase Comentario Interpretativo 22-7). |
¿En qué forma pueden los hombres evitar el engaño? | José Smith 1:37-40 |
¿Cuál será la actitud de la mayoría de los hombres antes de la venida de Jesús? | José Smith 1:41-43 Mateo 24:37-39 |
¿Qué quiere decir esta declaración: “Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado”? | José Smith 1:44, 45 Mateo 24:40, 41 (Véase Comentario Interpretativo 22-8). |
¿Cuál es la amonestación que los hombres deben escuchar? | José Smith 1:46-48 Mateo 24:42, 43 |
¿Qué sucederá si fracasamos y no nos preparamos? | José Smith 1:49-55 Mateo 24:45-51 |
Para tener más luz sobre el asunto, lean los otros versículos que indicó el presidente Lee diciendo que los hombres deben estudiarlos si es que quieren comprender las señales de los tiempos: D. y C.45:15-17; D. y C.101:11-23; D. y C.133:1-25, 36-52, 58-64.
Ver respuesta completa
¿Qué profecía más importante aparece en el Antiguo Testamento?
Preparación –
- Con oración, estudie:
- Isaías 7:14 : Isaías profetiza que una joven pura dará a luz al hijo de Dios.
- Mateo 1:18–23 : Se cumple la profecía de Isaías.
- Isaías 9:6 : Isaías profetiza que Jesucristo vendrá como un niño; se describe a Jesús con varios nombres.
- Miqueas 5:2 : Miqueas profetiza que Jesús nacerá en Belén.
- Mateo 2:4–6 : Los escribas sabían que Belén era el lugar de nacimiento que se había profetizado para el Mesías.
- 1 Nefi 11:18–21 : Nefi profetiza que el Hijo de Dios nacerá de una virgen.
- Lucas 1:26–31 : Una virgen llamada María será la madre de Jesucristo.
- Alma 7:9–10 : Alma profetiza que Jesús nacerá de María.
- Lucas 2:4–7 : Nace Jesús.
- Helamán 14:1–6 : Samuel el lamanita profetiza acerca de las señales del nacimiento de Jesús.
- 3 Nefi 1:4–21 : En la noche que nació Jesús, no hubo obscuridad en el continente americano y apareció una nueva estrella.
- Mateo 2:2 : Una nueva estrella apareció en Israel.
- Estudie la lección y decida qué método empleará para enseñar a los niños el relato de las Escrituras (véase “Cómo preparar las lecciones”, pág. VII, y “La enseñanza por medio de las Escrituras”, pág. VIII). Elija las preguntas para analizar y las actividades complementarias que mejor promuevan la participación de los niños y los ayuden a alcanzar el objetivo de la lección.
- Materiales necesarios:
- Un ejemplar de la Biblia y uno del Libro de Mormón para cada niño.
- La lámina “Los Profetas que anunciaron el nacimiento de Jesucristo” (que se encuentra al final de la lección).
- Disfraces sencillos, como bufandas o chales y un muñeco para representar el Nacimiento (véase la actividad para captar la atención).
- Las láminas 6–49: Isaías escribe sobre el nacimiento de Cristo (Las bellas artes del Evangelio 113; 62339) y 6–50: El nacimiento de Jesús (Las bellas artes del Evangelio 200; 62116).
¿Qué parte de la Biblia habla de las profecías?
(15-13) Isaías 28:16. ¿Qué es la piedra probada y preciosa? – La piedra probada y preciosa es Jesucristo mismo. El élder Bruce R. McConkie escribió: “Una de las grandes profecías mesiánicas de Isaías fue que el Mesías prometido sería ‘por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén.
Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán, y serán quebrantados; y se enredarán y serán apresados’. (Isaías 8:14r-15.) Tanto Pablo (Romanos 9:33) como Pedro (1 Pedro 2:7-8) registran el cumplimiento de esta profecía.” ( Mormon Doctrine, pág.657.) Jacob se refirió a esta figura literaria cuando dijo que por el “tropiezo de los judíos, ellos rechazarán la piedra sobre la cual podrían edificar y tener fundamento seguro” (Jacob 4:15).
Pablo también empleó la misma metáfora cuando dijo que los cimientos de la Iglesia de Jesucristo eran los Apóstoles y profetas, con Cristo mismo como piedra angular (véase Efesios 2:19-20).
Ver respuesta completa
¿Cuándo va a regresar Jesús?
¿Qué hará Jesús cuando venga nuevamente? – Cuando Jesucristo vuelva a la tierra hará lo siguiente:
- Purificará la tierra. Cuando Jesús venga nuevamente, vendrá con poder y gran gloria. Ese será el momento en que los inicuos serán destruidos, todo lo que esté corrupto será quemado y la tierra será purificada con fuego (véase D. y C.101:24–25 ).
- Juzgará a Su pueblo. Cuando Jesús venga nuevamente, juzgará a las naciones y separará a los rectos de los inicuos (véase Mateo 25:31–46 ; véase también el capítulo 46 de este libro). Juan el Revelador escribió acerca del juicio: “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y les fue dada facultad para juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la palabra de Dios y vivieron y reinaron con Cristo mil años”. Y de los inicuos dijo: “no volvieron a vivir sino hasta que se cumplieron mil años” ( Apocalipsis 20:4–5 ; véase también D. y C.88:95–98 ).
- Vendrá a dar principio al Milenio. El Milenio es un período de mil años durante el cual Jesús reinará sobre la tierra. Los justos serán arrebatados para recibir a Jesús en Su venida (véase D. y C.88:96 ); Su venida también dará comienzo al reino milenario. (Véase el capítulo 45 de este libro). El presidente Brigham Young dijo: “En el Milenio, cuando el Reino de Dios se haya establecido con poder, gloria y perfección sobre la tierra, y el reinado de la iniquidad que por tanto tiempo ha permanecido sea sojuzgado, los santos de Dios tendrán el privilegio de construir sus templos, entrar en ellos y llegar a ser, en cierto sentido, columnas en los templos de Dios, y oficiarán por sus muertos. Entonces nuestros amigos vendrán a nosotros, y aun quizás algunos que ya hemos conocido aquí Y recibiremos revelaciones para conocer a nuestros antepasados hasta nuestro Padre Adán y nuestra Madre Eva, y entraremos en los templos de Dios para oficiar por ellos. Entonces serán sellados a hasta formar una cadena perfecta hasta Adán, de modo que exista una cadena perfecta del sacerdocio desde Adán hasta el fin” ( Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: Brigham Young, 1997, págs.349–350).
- Completará la Primera Resurrección. Los que hayan obtenido el privilegio de salir en la resurrección de los justos se levantarán de sus tumbas y serán arrebatados para ir a recibir al Salvador cuando Él descienda del cielo. (Véase D. y C.88:97–98 ). Después de que Jesucristo se levantó de los muertos, otras personas justas que habían muerto también resucitaron y se aparecieron en Jerusalén y también en el continente americano. (Véase Mateo 27:52–53 ; 3 Nefi 23:9–10 ). Ése fue el comienzo de la Primera Resurrección, y hay algunas otras personas que han resucitado desde entonces. Aquellos que ya han resucitado, y los que lo serán en el momento de Su venida, heredarán la gloria del reino celestial (véase D. y C.76:50–70 ). Después de la resurrección de los que heredarán la gloria celestial, otro grupo resucitará: aquellos que recibirán una gloria terrestre. Cuando todas esas personas hayan resucitado, la Primera Resurrección habrá terminado. Los inicuos que vivan en el momento de la segunda venida del Señor serán destruidos en la carne y, junto con los inicuos que ya han muerto, habrán de esperar hasta la última resurrección. Todo el resto de los muertos se levantará para encontrarse con Dios; son los que heredarán el reino telestial o los que serán echados a las tinieblas de afuera junto con Satanás (véase D. y C.76:32–33, 81–112 ).
- Jesucristo tomará Su lugar como Rey del cielo y de la tierra. Cuando Jesús venga, establecerá Su gobierno sobre la tierra y la Iglesia se convertirá en parte de ese reino. El Señor gobernará a toda la gente de la tierra en paz por un período de mil años. Cuando Jesús vino por primera vez a la tierra, no lo hizo en gloria; nació en un humilde establo y durmió en un pesebre de heno; no vino con grandes ejércitos como los judíos lo esperaban de su Salvador, sino que llegó diciendo: “Amad a vuestros enemigos haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan” ( Mateo 5:44 ); fue rechazado y crucificado. Sin embargo, no será rechazado en Su segunda venida, “porque todo oído lo oirá, y toda rodilla se doblará, y toda lengua confesará” que Jesús es el Cristo ( D. y C.88:104 ). Él será recibido como “Señor de señores y Rey de reyes” ( Apocalipsis 17:14 ); y será llamado “Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz” ( Isaías 9:6 ).
¿Qué sentimientos y pensamientos tiene al contemplar los acontecimientos de la Segunda Venida?
¿Qué dice la Biblia de la destruccion de la tierra?
Laurence Pagacz Publicado a principios de los años 80 pero escrito sobre 1970 en Nueva York, donde Homero Aridjis (México, 1940) daba clases de literatura en la New York University, el relato El último Adán se inscribe en el contexto de la guerra fría.
- El interés del autor por lo apocalíptico se refleja en toda su obra y tiene su raíz en la amenaza nuclear, que le provocaba y le sigue provocando pesadillas,
- Por el tema nuclear, El último Adán tiene un lugar aparte en el panorama de las letras mexicanas de la época, que se consagran más al desengaño social suscitado por la masacre de Tlatelolco (1968), que reveló la política de represión de México.
Situada entre la poesía surrealista y la prosa, esta obra despertó la atención de Luis Buñuel, quien quiso hacer de ella su testamento fílmico. El proyecto no se llevó a cabo por falta de tiempo -Buñuel murió en 1983- pero, a raíz del propósito fallido, Aridjis escribió una versión modificada de su obra en 1986.
Esas modificaciones denotan la voluntad del autor de transformar el relato en guion para la gran pantalla: añadió diálogos explicativos y psicologizó al protagonista. En lo que concierne al presente análisis, he optado por la primera versión por ser la más fiel al proyecto inicial -literario- del autor y por razones externas al texto en sí: Aridjis se pronunció a favor de ella para la traducción al inglés, a cargo de James J.
López ( University of Tampa ), y al francés, a mi cargo ; además, el Fondo de Cultura Económica proyecta una reedición del relato, también en su primera versión. El último Adán es un relato compuesto de cuatro historias cortas, «El último Adán», «Los límites del crepúsculo», «La ciudad sin nombre» y «La tierra transfigurada».
El hilo conductor es la figura protagonista del último Adán que deambula por una playa negra y una ciudad en ruinas. «El último Adán» constituye un íncipit lleno de fuerza al retomar, al revés, el relato bíblico del sexto día de la creación: el último Adán y la última Eva vagan por el mundo en ruinas desde el amanecer hasta el anochecer.
En «Los límites del crepúsculo», el relato se hace más pictórico en sus descripciones del mundo en llamas y de los cuerpos deformes; «La ciudad sin nombre» continúa esa descripción en el séptimo día de destrucción pero insiste más en la «vida» de los sobrevivientes, hombres y mujeres.
Por último, «La tierra transfigurada» testimonia la soledad del sobreviviente al caer la noche, su encuentro con un androide y finalmente su muerte. Mi análisis se concentra en la figura protagonista del sobreviviente vagando por un mundo en ruinas en busca de su amada perdida. Esta figura supone para el lector la puerta de entrada al universo narrativo del fin del mundo, ya que asiste a la disolución -temática- del mundo y del cuerpo, y a la disolución -narrativa- del relato y de la palabra.
Así surge la cuestión de la irrepresentabilidad del final que sólo puede llevar a cabo una captación grotesca y, por lo tanto, subversiva de la realidad, tal como lo concibe Astruc (2010: 204): « le grotesque et le lieu, l’avènement d’une impossibilité »,
- Más que la descripción de una catástrofe, El último Adán muestra una deformación.
- La catástrofe está en la deformación de los relatos bíblicos, del cuerpo y del lenguaje, distorsión que conduce a la desaparición final.
- En varias ocasiones, es el resultado de una inversión, proceso carnavalesco y grotesco por excelencia (Bajtín 1982 ; Menegaldo 1993: 40): lo apocalíptico y lo grotesco, además de producir imágenes pictóricas fuertes, se encuentran en el doble aspecto de catástrofe/muerte y revelación/regeneración.
El íncipit, como inversión del Génesis, invita a considerar el conjunto de los relatos como producto de la inversión en tanto que proceso de deformación o de desfiguración:
«En el final, el hombre destruyó los cielos y la tierra. Y la tierra quedó sin forma y vacía. Y el Espíritu de la muerte reinó sobre la superficie de las aguas. En el final, el hombre destruyó los peces del mar, las aves del aire y toda criatura que se arrastra y gime sobre la tierra». |
A modo de comparación:
«En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra, todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos mientras el espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas». |
table>
Este mismo proceso se observa en Gran teatro del fin del mundo, que junto a Espectáculo del año dos mil y El último Adán constituye lo que Aridjis llama su «sinfonía apocalíptica» (García 1983: s.p.). En Gran teatro del fin del mundo se revierte el íncipit de Gran teatro del mundo de Calderón, también con el objeto de describir la creación al revés, es decir, la descreación (Pagacz 2013).
Las páginas que siguen contemplan primero la descripción crítica del espacio apocalíptico y revertido de la obra, incluyendo a los personajes; a lo que seguirá una reflexión sobre el (no) tiempo apocalíptico y, para terminar, unas palabras en torno a la enunciación. El uso literario del cronotopo apocalíptico «brota del contexto histórico que lo rodea, responde a él y lo describe metafóricamente» (Parkinson Zamora 1996: 26).
Aridjis se ha referido en varias ocasiones al pánico que le despertaba la amenaza nuclear durante la guerra fría: «uno ve los efectos pero no sabe las causas, ni de dónde vino ni cómo comenzó, pero empezó una destrucción general», Meurée (2010) establece en la Segunda Guerra Mundial una frontera en la manera de pensar el apocalipsis; después de 1945, se hace factible la destrucción total de la humanidad al mismo tiempo que desaparece la referencia a lo divino: «Hiroshima y Nagasaki representan a la ciudad sin Dios» (Guerra 2005: 160).
Es este pensamiento, al que se refiere la cita de Oppenheimer « the shatterer of worlds » -que introduce el segundo capítulo-, el que mueve a Aridjis a escribir su relato inaugural. En el sentido de que se trata de su primera obra apocalíptica en prosa, ya que sus obras anteriores, mayormente poéticas, están consagradas a la naturaleza como «espacio brotando de vitalidad y fuente de trascendencia» (Binns 2004: 133).
Al contrario, el espacio y el tiempo de El último Adán apuntan, desde el título, a una inversión generalizada de los relatos bíblicos del Génesis y del Apocalipsis. De manera global, se podría decir que el relato consta de dos Edenes, el genésico y el apocalíptico, que corresponden a la división clásica naturaleza-ciudad: las dos primeras partes -«El último Adán» y «Los límites del crepúsculo»- son descripciones terribles del estado de la naturaleza tras la explosión, mientras que las dos últimas -«La ciudad sin nombre» y «La tierra transfigurada»- se concentran más en la ciudad en ruinas como último hogar, también destruido, de los sobrevivientes de la raza humana.
Así, las dos primeras partes presentan los rasgos del Génesis, pero al revés, puesto que el Edén ya no apunta a un Edén paradisiaco, sino negro, destruido, descreado; de la misma manera, se desvían unos elementos del Apocalipsis- el regreso del Mesías, la Jerusalén nueva- con objeto de llevar a cabo una subversión en las últimas partes.
El relato se abre con el mar, una de las manifestaciones más poderosas de la naturaleza, fuente de vida y de creación en muchas leyendas. Excepto que el escenario edénico es «un mar sin movimiento y negro» (135), muerto, que contrasta con lo que pasa en la tierra: además del hongo nuclear citado algunas veces, el espacio entero ofrece un espectáculo vivo y consciente de llamas y corrientes de lava – «ruidos submarinos se oían al fondo de la tierra como vastos estómagos haciendo la digestión» (137)-.
«Fragmentos de rocas de un rojo sombrío, bañadas de tintas sulfurosas, de amarillos quemados y púrpuras funerarios aparecían y desaparecían al ritmo de paroxismos violentos, en los que la tierra entera daba la impresión de abrirse, gemir, gruñir, toser, estornudar, llorar, maldecir y agonizar». |
Se establece un paralelismo con el cuerpo humano muerto que yace, desfigurado, inmóvil, y descomponiéndose. De hecho, se describe la tierra como «un cuerpo convulsionado, herido en todas partes a la vez» (163), que enloquece, se abre en dos bajo un arcoíris, padece tormentas de fuego y de lluvia negra, así como temblores.
«Las montañas calcinadas, los lagos evaporados, el espacio denso y gris, la desnudez extrema, la herida letal que presentaba cada cosa eran causados por la misma fuerza destructora que desarraigaba los árboles y arrancaba su caparazón a la tortuga, al pájaro sus alas y al mamífero su piel. Era la descreación anónima, el despojo radical, el rencor tenaz ». |
Este desnudamiento que caracteriza la descreación es una vuelta -dolorosa- al estado original de los cuerpos antes de la creación, estado extremo y ambiguo, ya que se puede acercar al nacimiento o a la muerte. En este caso, lejos de morirse, la naturaleza parece enfurecer y, como un animal poderoso que el hombre ha herido, en una última descarga de energía hace añicos y mata al ser humano: el hombre muere para que renazca la naturaleza, en esta doble característica del cuerpo grotesco descrito por Bajtín, que lo ubica a la vez en el umbral de la tumba y de la cuna.
«omo caído de la explosión remota, un animal amarillento de ojos anaranjados lo miraba. Con alas en la espalda y raíces en los pies, parecía una esfinge en reposo. e garganta gris y rugosa, vomitando sangre por innumerables bolsas negras, daba la impresión de haber brotado de la conjunción de la tierra y el aire tronados, haberse formado de restos y entrañas de reptiles y pájaros, de mamíferos y peces, de insectos y seres invisibles al ojo». |
Otra vez la naturaleza, lejos de sucumbir definitivamente al golpe nuclear humano, se recompone literalmente a través de este nuevo animal formado de restos de otros animales y que reconcilia el cielo ( «alas» ) y la tierra ( «raíces» ). La descripción de la tierra como un ser vivo permite hacer de ella el segundo elemento en disputa que se defiende de una agresión muy potente por parte del hombre.
«Pájaros con alas y picos rotos daban la impresión de consumirse aquí y allá como mariposas y hojas de un bosque ígneo. Caparazones despedazados de tortugas muertas, ennegrecidos por la ceniza, sobresalían como quillas varadas. Cangrejos rojos de ojos azulinos con las pinzas quebradas parecían cocidos en el fango. Iguanas agrietadas con el cuello cortado se secaban en la arena. Oleadas de peces caían en el polvo y un pulpo agonizante nadaba en la arena, arrastrándose débilmente con sólo cuatro brazos, mientras sus filas de ventosas se deshacían en colores. De pronto un delfín negro, como arrojado por una catapulta, caía chillando en las proximidades de las rocas para saltar enseguida una, dos, tres, cuatro veces, y quedarse clavado en la ceniza». |
Lo interesante de este pasaje es notar que, tras un movimiento vertical de caída, se pone de relieve el carácter horizontal, pegado a la tierra, de los movimientos de la naturaleza (arrastrarse, nadar, quedarse clavado.). No es el caso del otro contendiente, el ser humano: los vivos son condenados a caer en el lodo, en las barrancas o en las corrientes de lava.
«Detrás venían cinco figuras indeterminadas, que por los restos físicos que quedaban en sus caras, se veía que eran hermanos y recién escapaban de un incendio. El uno cojo, el otro manco, el otro sordo, el otro mudo y el quinto invidente, daban la impresión de formar juntos un sólo individuo, desempeñando cada uno la función de la que carecía el otro, como la de andar, asir, hablar, oír y ver; semejantes a esas fisalias veleras que por su anatomía y su desarrollo cumplen una función específica para conformar juntas un sólo organismo. Y enfilados, comenzaron a pasar por un puente estrecho, resbaladizo y sin antepechos». |
Ello se asemeja a la reflexión de Astruc y muchos otros críticos (Iehl, Ost.) sobre la ambigüedad del cuerpo grotesco, derivada de las dos tendencias opuestas que impusieron Bajtín y Kayser. Por un lado, conforme a la teoría bajtiniana, el cuerpo grotesco, híbrido, de la esfinge es invasor: ha «sobrevivido a las generaciones humanas» (151) y cubre el paisaje entero.
- Además, es un cuerpo destruido que se reconstruye.
- Por otro lado, conforme a la teoría kayseriana, el cuerpo grotesco, desmultiplicado e incompleto de las figuras humanas desaparece: poco a poco el cuerpo cae en pedazos sin esperanza de recomposición.
- Al movimiento horizontal de la naturaleza, como decía, se opone el movimiento vertical de los sobrevivientes: se insiste en su caída.
También a nivel corporal se constata una caída: la parte más dañada del cuerpo humano en estos dos primeros capítulos es «lo alto», la cabeza, la parte más espiritual -el hombre, tras su crimen, se condenó a arrastrarse en la tierra-: el último Adán anda «sin pelo, sin cejas, sin bigote, con cara de bebé arrugado» (140) y se cruza con «cuatro gentes desfiguradas» (153), «un hombre con los ojos en la mano» (164), una mujer cuya «cabeza parecía la de un pulpo hervido, sus ojos estaban desparpados y su boca blanca, deslabiada» (164) y un hombre «bizco como un cíclope» (170).
«Pues en algunos hombres el rostro y el cuello se les habían contraído y reseco tanto en una serie de pliegues sanguinolentos que del esplendor físico humano no les quedaba más que el brillo de los ojos». |
En ese paisaje rural y natural, sólo el último Adán se salva por un tiempo: la perífrasis recurrente que describe su acción es «empezó a andar», O sea, el último Adán siempre está en movimiento, precisamente para escapar de la inmovilidad de la muerte.
«Dos senderos oscuros se abrían delante de él. Uno que después de muchas vueltas volvía al punto de partida. Otros estrecho y abrupto que se ensanchaba a medida que se iba por él». |
table>
Así se dibuja el espacio a las afueras de la ciudad: doble, con altibajos, barrancas y cimas. Ost (2004) habla de la relación muy estrecha, casi teatral, del grotesco con el espacio, y remite a Chastel, que identificaba el movimiento vertical como grotesco.
Según el psiquiatra Binswanger, el movimiento horizontal tiende a poseer el mundo, mientras que el movimiento vertical tiende a trascenderlo. El grotesco, pues, manifiesta una ruptura del equilibrio entre los dos tipos de movimiento al privilegiar la verticalidad. Ost indica que el hombre « s’égare en montant » (31) y pierde su capacidad de dar sentido al mundo.
También recuerda el significado etimológico de la catástrofe, que es la caída. Sólo se puede caer o subir, respondiendo así a la división grotesca del espacio-cuerpo en «lo alto» y «lo bajo», Ante esa guerra en la que la naturaleza aplasta literalmente al hombre, expulsándolo del Edén destruido, el último Adán camina hacia la ciudad, hogar y refugio del hombre moderno, otro paraíso destruido, artificial esta vez.
Los otros últimos Adanes y Evas están en la ciudad, que se deja visualizar puntualmente en las dos primeras partes y ocupa el centro de las dos últimas piezas de El último Adán, Podemos considerar, siguiendo a Guerra (2005: 157), que volver a la ciudad es volver a nuestra casa; es «un retorno a sí mismo», un regreso al útero materno.
Por eso algunas descripciones de la ciudad la comparan a un organismo vivo y herido, a un «animal destazado, un esqueleto desarticulado» (219). Después de la explosión, queda dividida la población urbana en dos grupos: los muertos, más numerosos, y los casi muertos.
«En un restaurante cubierto de ceniza, polvo y arena, estaban un hombre y una mujer sentados a una mesa ennegrecida». |
Hasta que el lector se da cuenta de que el hombre está con «la boca abierta desdentada y sin lengua», «en vísperas de un bocado», y que la mujer, «desnarigada y desbocada, los ojos completamente negros y sin párpados» (184). Los muertos, pues, se conservan enteros y se muestran en posturas vitales.
Esa puesta en escena de la muerte corresponde a la lógica carnavalesca: la igualdad es total; si los vivos están casi muertos, los muertos están casi vivos. En realidad, es la ciudad entera la que parece responder al concepto de la ciudad como teatro expuesto por Sennett. Dos elementos corroboran esa idea: primero, la mezcla grotesca de la muerte con contextos lúdicos; segundo, el uso de la máscara.
Una escena en un parque de atracciones fantasmal permite ejemplificarlos dos elementos a la vez:
«Esqueletos infantiles estaban parados, sentados e interpuestos alrededor de la máquina de probar la fuerza, los autos para chocar y la barraca de tiro al blanco. Entre el barracón de los fenómenos y la barraca de los espejos rotos aparecían lívidos, verdosos, mutilados, derretidos el gigante y los enanos, la mujer gorda y la mujer serpiente, el hombre anuncio y la pregonera, el comefuego y el vendedor ambulante.
Pero muñecos, títeres, monigotes, gigantones, androides, espantajos, maniquies, marionetas, simulacros y contrafiguras aquí y allá habían tomado el lugar en la feria del infante, de la mujer y del ciudadano en una representación de sombras, en una burla existencial.Entre barraca y aparato, entre aparato y puesto transitaban en brumosa mascarada la bruja y la gitana, el diablo y el catrín, el borracho y el valiente, el músico y el negrito, la sirena y el torero, la trotacalles y el payaso, el arlequín y la odalisca, como si la máscara y la careta, el antifaz y el disfraz, el maquillaje y el tatuaje, la gola y la nariz de cartón hubieran reemplazado al rostro, al cuerpo reales.Al fondo de la plaza, los fuegos artificiales habían estallado antes de tiempo, en una explosión conjunta de la curva y la recta, del petardo y la mano, del cúbito y la pólvora, del ladrillo y la flor, del conejo y el hombre, del castillo y el árbol, del colibrí y el toro, del cohete y la rueda, en una pirotecnia siniestra». |
Esta larga cita resulta necesaria para dar cuenta de los diferentes elementos que construyen la carnavalización de la muerte, es decir la muerte « présentée sous les traits particuliers du jeu » (Bajtín 1982 : 15). En efecto, la sensación de una escena muy viva y dinámica la da el ritmo de la prosa de Aridjis, con sus enumeraciones y sus conjuntos de elementos binarios.
El ritmo del lenguaje contrasta con el contenido: los cadáveres -grotescos- se mezclan con los muñecos y títeres en una «mascarada», o sea, una representación de máscaras. Esta escena particular también puede verse en Gran teatro del fin del mundo, con muy pocos cambios, en la pieza «Hombre solo» (Aridjis 1989: 166-167) -la relación con el último Adán es visible-.
El último párrafo, con su «pirotecnia siniestra», resume perfectamente el juego grotesco que hace Aridjis de y con la muerte. La presencia insistente de las máscaras también se advierte en el propio cuerpo y contribuye a la despersonalización de los seres humanos:
«Otros tenían la frente y las mejillas tan rígidas que parecían llevar un antifaz o una máscara inflexible». |
La despersonalización se advierte en los vivos que precisamente parecen más muertos que los muertos. Los supervivientes, conforme a las investigaciones de Aridjis sobre las secuelas físicas de las radiaciones, están mutilados, lo que les da un carácter espectral y monstruoso:
«Costillares exteriorizados, brazos carcomidos, cinturas estrujadas, espaldas despellejadas, rostros granillosos, cuellos marchitos conformaban el paisaje carniforme». |
La única actividad deriva de la necesidad de sobrevivencia: los casi muertos se organizan en bandas que se pelean por la comida, con una violencia primitiva e instintiva que se concreta en la desmembración de un gallo:
«La cresta, el pico, la lengua, los ojos, las carúnculas volaron por el aire lejos de la cabeza breve. El plumaje irisado, las pencas de la cola, los tarsos y los espolones rodaron por el suelo. El buche, la molleja, el páncreas, el intestino, el corazón, el hígado fueron devorados crudos. El testículo, el recto, el pulmón, la costilla fueron desgarrados y tragados». |
Esta escena responde a un esquema de carnavalización de la realidad. El gallo es literalmente y lingüísticamente despedazado con una precisión quirúrgica tristemente absurda, tanto que apenas podemos recordar que se trata de un gallo, y no de una suma de partes.
«Cuerpos, refrigeradores, estufas, alacenas y detritus se habían petrificado». |
table>
Tal indiferenciación del cuerpo y del objeto, en el seno de la ciudad, se puede leer como la última etapa de la pérdida del cuerpo: de espectral y enmascarado, pasa a ser invisible. Esa pérdida de identidad es particularmente visible en el protagonista, designado por «el último Adán», figura conceptual que representa así la humanidad, sin psicología, sin reflexión.
« trois processus principaux de dégagement: du groupe social, de l’individualité, du lieu, processus qui conduisent au bout du compte à un dégagement de l’humain en général (désocialisation, désincarnation, délocalisation et donc déshumanisation) ». |
El cuerpo del último Adán, cuyo oficio es ser el último ser humano, resulta menos dañado que el de los otros sobrevivientes -sólo perdió las cejas, el pelo y el bigote-, lo cual le permite andar y ver, dos verbos que aparecen en primera línea en el léxico de Aridjis. Sin embargo, si bien no sufre la deformación grotesca, se vuelve espectral, incorpóreo:
«No sabía si estaba soñando, despierto o muerto. Al tocar su pecho sus manos palpaban una herida profunda, húmeda, que lo atravesaba de lado a lado y se perdía en la tiniebla exterior, como si su cuerpo y la noche fueran una misma cosa». |
En otra parte se siente «fantasma» (218), como si se hubiera tragado la muerte, o la oscuridad física y simbólica que lo rodea. En efecto, su deformación física no es la monstruosidad carnavalesca, sino la desaparición gradual del cuerpo, devorado por la oscuridad, que termina con «las llamas a través de él sin quemarlo» (229).
La muerte de la compañera del último Adán, al final del primer relato, sobreviene por la desaparición total del cuerpo. La esperanza de la humanidad, su fertilidad, reside en la sobrevivencia de la mujer. El último Adán, al buscar a su compañera, se introduce en los baños de la ciudad, donde se encuentran todas las mujeres.
Al comprobar que no está la que ama, se va y asiste al derrumbe de los baños: así termina la posibilidad de sexualidad fértil y la promesa de vida que conlleva. El fin de las mujeres es la culminación de la guerra; pone fin al matricidio (de la naturaleza),
La última chica que verá el último Adán tiene el sexo herido. El espacio apocalíptico en El último Adán es comparable al cuerpo humano: lo mismo la naturaleza que el espacio urbano son organismos que tienen dos reacciones opuestas. La tierra, a punto de morirse, se endereza y enfurece; la ciudad es el centro de la actividad y de la vida humana -atestada por las múltiples escenas cotidianas presididas por esqueletos- que se han detenido en la muerte.
Esas descripciones opuestas corresponden a la doble significación del cuerpo grotesco: la tierra a la vez muere y renace, cuando la ciudad revive a través de las escenas mortíferas y carnavalescas. Responde, hasta cierto punto, a un tópico del imaginario apocalíptico ecológico: la lucha entre la naturaleza y el hombre.
Está bastante claro que el hombre, al activar la bomba nuclear, se destruye a sí mismo, mientras que la naturaleza se encarga de hundirlo completamente, siendo la estocada el aniquilamiento de las mujeres, lo que permite a la naturaleza misma salvarse. El camino dificultoso que emprende el último Adán de la playa a la ciudad, del Edén infernal al Paraíso artificial, es también un camino en el tiempo hacia su fin, doble, ya que su propio fin certifica también la destrucción de la humanidad.
Meurée (2010: 19) explica que « le sujet apocalyptique circule mal parce que l’espace de la fiction qui l’accueille allégorise l’étau temporel dans lequel il est pris », En efecto, El último Adán, como todo relato apocalíptico, ve su tiempo narrativo transformarse:
« en un temps infernal, fait de répétitions et de fuites, d’un passé devenu fondateur et d’un avenir dont l’issue est irrémédiable. La fin implique, en ce sens, un déploiement de la mémoire, qui tente de réunir en un portrait cohérent tous ses temps et les événements qu’ils hébergent. C’est par la mémoire, par le rappel du sens attribué aux gestes et aux situations, qu’une libération et une transcendance peuvent avoir lieu ». |
El tiempo del relato, al contrario de la secuencia bíblica en línea recta, parece haberse parado, como lo atestiguan también las diversas escenas de esqueletos que veremos en el punto siguiente: «Ya no había horas. Había un tiempo uniforme, un tono mortecino que alcanzaba los límites del crepúsculo» (149); «un olvido de todo se estableció como si el tiempo pasara en blanco, sin movimiento y sin sonido, sin sentirlo la tierra» (183).
Más que haberse parado, el tiempo se vuelve circular, ya que se retoman, al final, los elementos del principio: la posición horizontal del último Adán -del sueño a la muerte-, la confusión entre el sueño y la realidad, entre su cuerpo y la noche, y la mención del hombre «sin porvenir y sin historia» (135) o «sin porvenir y sin recuerdos» (225); el lugar ha cambiado -pasa del mar a una iglesia en ruinas- pero sigue siendo un lugar sagrado, en el medio natural para el primero, en el ámbito de la ciudad para el segundo.
Otro elemento que hace que el tiempo funcione como una tenaza, es que el relato se puede inscribir en realidad entre los relatos postapocalípticos: no trata tanto de la catástrofe – se sugiere la explosión nuclear por las expresiones «hongo» y «nube de gas rojo» (136)- como de las consecuencias de la misma y del tiempo intermedio entre la explosión y la desaparición del ser humano.
Difiere de los relatos postapocalípticos en que la nueva era -la «liberación» y la «trascendencia» de las cuales habla Gervais- no concierne al ser humano sino sólo a la naturaleza: en eso, Aridjis retoma el pensamiento del místico flamenco Jan de Ruysbroek, quien «no hablaba de contaminación, pero decía que quizá el apocalipsis no será otra cosa que la restauración de los elementos a su estado original; que el agua volverá a ser agua, el aire, aire, la tierra, tierra» (Pagacz 2012: 38).
Al final de El último Adán, no queda nada del hombre: ni su cuerpo, ni su cultura. El último Adán, al encontrarse al final con un androide, intenta «salvar del olvido aquello que ama» (226), es decir una cuarentena de obras de arte; pero «l hombre de bronce se alejó sin oírlo, indiferente a sus palabras, a su amor y sufrimiento» (226).
- En Aridjis, el amor y el arte son concebidos como armas contra el olvido: en el díptico apocalíptico La leyenda de los Soles (1993) y ¿En quién piensas cuando haces el amor? (1996), los protagonistas se salvan de la catástrofe por su condición de artistas.
- La transfiguración sólo repercute en la tierra, no en el hombre, que cae, por su propia culpa, en el olvido, concretando para siempre la sentencia aridjiana acerca del hombre contemporáneo, «sin porvenir y sin historia»,
Es en efecto un pensamiento recurrente: el del hombre contemporáneo preso del presente perpetuo, tal como apunta Jameson (2007 ). El «cementerio de la voz humana» (186) La destrucción del cuerpo concierne sobre todo al rostro, y en particular, a los órganos fonadores que posibilitan el lenguaje.
- Rostros sin bocas, bocas sin lengua, lenguas sin frenillo son legión en los cuatro capítulos.
- Ello genera en los vivos una imposibilidad de utilizar el lenguaje humano.
- El ejemplo más impactante es el del «mesías callejero» (181), de aspecto sangriento, quien aparece para detener la violencia desencadenada en el episodio del gallo despedazado.
Igual que el Verbo de Dios que «viste un manto empapado en sangre» (Ap.19, 13), el mesías se viste «con túnica despedazada, en la que el color rojo se mezclaba a la sangre seca» (180). Este se presenta como una desviación del mesías bíblico, ya que no sale «de su boca una espada afilada» ( Ap.19, 15):
«n un esfuerzo que desfiguró su rostro trató de hablar, pero no pudo. Mas, para compensar la ausencia de voz, movió la boca como siguiendo las inflexiones de un discurso. E inaudiblemente se encolerizó, y con dedo descarnado amonestó al vacío ». |
Este silencio del mesías contradice su cercanía con el Verbo de Dios y vuelve la escena absurda. Además, en vez de llevar la vida y la resurrección a los muertos, blande una guadaña sobre esa masa de cuerpos descompuestos, recordando -al revés, claro- la sentencia bíblica: «Dichoso el que esté en vela y conserve sus vestidos, para no andar desnudo y que se vean sus vergüenzas» ( Ap.16, 15).
«El material de los rótulos había sido atacado, deformado, deshecho por la misma fuerza destructora que había atacado, deformado y deshecho a los animales, a las plantas y al hombre, como si por la leyenda de que el mundo fue creado con palabras éstas en el final tuvieran que ser destruídas ». |
De hecho, la suerte de los únicos seres que son capaces de utilizar el lenguaje y pronunciar palabras es la muerte inmediata: por ejemplo, las cinco figuras indeterminadas que forman un solo organismo desaparecen en el lodo al final de su conversación; en cuanto a las mujeres que conversaban juntas, el techo de los baños se derrumba sobre ellas.
«-Andan errantes las voces de la vida -decía otra-; andan desarraigadas, sin cuerpo y sin ahora. Andan buscando en qué posarse, en qué oído, pared o piedra fijar el sueño del lenguaje humano. Andan errantes las voces de la vida». |
Si los vivos ya no tienen voz, eso no significa que queden en silencio. De hecho, llega a ser ensordecedor el ruido compuesto de gritos humanos y animales que percibe el último Adán; en otros momentos, no oye nada, «como si la ciudad entera hubiera caído en una bolsa de silencio» (183), lo que le lleva a la conclusión siguiente: «Lo que busco está en ninguna parte, vive en mí, en el pasado » (183; el subrayado es mío).
- En efecto, la imposibilidad impuesta a los vivos de poder pronunciar se indica que nada puede salvar la humanidad de la peor de las muertes: el olvido.
- Recordemos el intento del último Adán, cuando se encuentra con un androide, para salvar del olvido las obras de arte que resumen para él la grandeza de la civilización humana.
Este androide, es verdad, está presentado como otro mesías, uno verdadero, esta vez: «Vio venir a un hombre que sonaba y brillaba en las tinieblas» (224), como Cristo «luz del mundo», Sólo que este hombre es un androide que no tiene ni voz, ni memoria, ni sentimientos.
- Programado para encontrar racionalmente la solución de cualquier problema, las obras de arte que oye no entran en su configuración.
- El último esfuerzo del último Adán para «probar su humanidad» (228) consiste en escribir en la ceniza los versos de Sófocles sobre la maravilla que es el hombre.
- El narrador, para describir la pérdida del lenguaje, utiliza un estilo profuso, dentro de un registro surrealista, como si se apresurara a contar el fin de la comunicación humana con el máximo de palabras.
Iehl (1978: 28), a propósito del papel del lenguaje en el estilo grotesco, dice que «las palabras proliferan, pero ya están vacías», En efecto, el relato se detiene tras la muerte silenciosa y gradual del último Adán, que pronunció «en su corazón la palabra Luz » (217).
Esas palabras tienen un efecto poderoso en términos de « impressions visuelles » (Astruc 2010: 208): la relación que hace la crítica entre este relato y las pinturas de Bosch o Brueghel no es fortuita. Tampoco lo es la selección de las obras de arte enumeradas por el último Adán: Bosch, Brueghel, Grünewald, Giotto figuran entre ellas.
Esta relación entre arte pictórico y grotesco es consustancial: de allí el interés de Buñuel por esta obra de Aridjis, llena de hipotiposis, La descripción de la imagen se persigue que sea sobrecogedora -el gallo despedazado, la deformación de las carnes- para llegar a una revelación, a otra significación.
«Sí, en pleno mediodía, la noche se había hecho, millares de tambores tocaban sobre la desolación que hace poco había sido nuestro mundo, nuestro sueño». |
table>
Si, como este pasaje indica, el narrador es una persona, entonces tendría que haber desaparecido con el resto de su especie, ya que nadie puede ver su propia muerte. El único testigo posible de la muerte de la humanidad, el único ser a la vez omnisciente, personalizado e inmortal, se entiende que es Dios.
Pensar que sólo desaparece el cuerpo del hombre y se queda su espíritu es posible, ya que atraviesan el relato las multitudes de voces de los muertos, pero en el estado de cosas reales, supondría una entelequia, pues una voz sin cuerpo no escribe por sí sola relatos. Dios es, pues, el narrador pasivo de la descreación, conforme a la afirmación de Buñuel tras leer la obra: «El apocalipsis será la obra del hombre, y no de Dios»,
Esta incursión espiritual, a la vez irónica y reverente, tiene sentido: las numerosas referencias bíblicas se hacen eco de la muerte del último Adán en el lugar sagrado de la ciudad, una iglesia en ruinas. Así, Aridjis le da una dimensión cósmica y grotesca a su relato.
Astruc (2010: 178), en su capítulo sobre la poética de la enunciación grotesca, apunta como rasgo distintivo la frecuencia de las situaciones de enunciación imposible, debida ésta a que « l’identité et la position du narrateur peut être tout bonnement en contradiction avec le fait même de pouvoir articuler une paroleou une pensée », sobre todo cuando se trata de hablar de(sde) la muerte.
Esa imposibilidad participa de la lógica grotesca de no producción de sentido:
« cette tentative de dépassement des limitations du langage traduit dans une certaine mesure une défaite du sens, qui est celle du projet littéraire traditionnel, lequel a démontré son incapacité à répondre adéquatement au questionnement ontologique: qui suis-je? qu’est-ce que l’homme? ». |
Conclusión: Inversión del Apocalipsis La catástrofe de El último Adán reside en la deformación de la tradición bíblica. El cronotopo apocalíptico se describe como el inverso del Génesis: el Edén adánico se convierte en último Edén, en un Edén negro donde todo es destrucción, lodo, cenizas y carroñas.
Así, el relato original de la creación se vuelve, al final de los tiempos, relato de la descreación: ya no es Dios que crea por su palabra, sino el hombre que destruye en silencio; ya no es el Edén como paraíso natural, sino un Edén negro -en las dos primeras partes- y artificial, o sea, la ciudad -en las dos últimas partes-; ya no se trata de una creación natural sino de una destrucción atómica; el Mesías es un robot; la creación del cuerpo -humano y animal- es el resultado de una hibridación o de una desmembración.
La catástrofe reside en la deformación del cuerpo humano que tiende a la desintegración, así como en la deformación o pérdida del lenguaje y del arte que caen en el olvido. De la misma manera, se deforma el relato bíblico del Apocalipsis. Primero, en vez de avanzar en línea recta, retoma el Génesis, al revés, como un palíndromo.
«La tradición judeocristiana del Apocalipsis, que viene desde Ezequiel, San Pablo, San Juan de Patmos, hasta el Beato de Liébana y otros visionarios medievales, ha cambiado. A partir de la Segunda Guerra Mundial, por la experiencia del Holocausto y de la carrera armamentista nuclear, podemos creer que el Apocalipsis será la obra del hombre, y no de Dios». |
Tercero, la ciudad sin nombre no se transforma en una Nueva Jerusalén; al contrario, la transfiguración concierne a la «tierra desfigurada» y no al hombre y su hogar. Ese doble movimiento de muerte-renacimiento de la naturaleza y del cosmos, como el doble movimiento de muerte del hombre dando luz y permanencia al amor, es lo grotesco en su poder de regeneración, tal como lo es lo apocalíptico en su poder de revelación.
El último Adán responde así a la «paradoja de la parodia» (Hutcheon 2000), ya que deforma, subvierte, pero al mismo tiempo conserva y respeta: en efecto, dando a Dios el papel de narrador y observador de la destrucción de su creación, Aridjis le otorga el rostro divino bosquejado en el Nuevo Testamento, el de un Dios de amor que le da plena libertad al ser humano, y no el de un Dios iracundo que se vengaría apocalípticamente de los malos.
Esa doble naturaleza de la parodia es carnavalesca, si seguimos la definición de parodia que da Tran-Gervat (2006: 7): « réécriture ludique d’un système littéraire reconnaissable (texte, style, stéréotype, norme générique.), exhibé et transformé de manière à produire un contraste comique, avec une distance ironique ou critique »,
- Para terminar, quisiera detenerme en la posibilidad de una esperanza que sugiere El último Adán,
- Ello concuerda con el movimiento a la vez grotesco y apocalíptico que consiste en unir muerte y nacimiento, catástrofe y revelación, así como consiste en una inversión de la inversión que conforma toda la obra.
Lo más evidente es la sobrevivencia de la naturaleza a pesar de la destrucción nuclear. Como he observado antes, los hombres se descomponen y la naturaleza se yergue, hasta el último relato, «La tierra transfigurada», en el que el último Adán, «en su ser, vio la Tierra transfigurada» (229).
Esa transfiguración, ese cambio de aspecto ( DRAE ), lo anuncian las referencias a la luz sembradas a lo largo del relato, terminando por el último Adán que pronuncia «en su corazón la palabra Luz » (217). Menos explícita es la recurrencia obsesiva de actos amorosos a lo largo de la obra: esqueletos en posiciones lascivas o sobrevivientes en actos sexuales.
De Anhalt (1987: 1) afirma que «la actividad amorosa quedaba como el último grito de afirmación vital, como la única metafísica que el ser humano puede seguir practicando tras la ruina de todos los ideales», Además, según ella, es lo que guía al último Adán en la búsqueda de su mujer: «el instinto sexual es una iluminación amorosa que le da un sentido inequívoco a su conducta» (de Anhalt 1987: 3-4).
- Finalmente, la transfiguración del último relato responde a la descreación del primero: en realidad, la descreación conlleva una especie de transfiguración del ser humano, ya que «descarnados los cuerpos, sólo queda el amor» (145).
- Así que asistimos también a una inversión de la inversión ya operada con el Génesis y el Apocalipsis.
La relación de Aridjis con el apocalipsis es esencial en su obra, Parkinson Zamora (1996: 21) recuerda que «los americanos de todas las latitudes han heredado un sentido de la significación escatológica de su destino histórico y nacional», ya que el continente americano fue visto como la concreción del Apocalipsis bíblico.
- Sin embargo, al contrario del díptico apocalíptico – La leyenda de los Soles y ¿En quién piensas cuando haces el amor? -, El último Adán no participa de la producción literaria mexicana que privilegia las imágenes apocalípticas para tratar el caos del México D.F.
- Del fin del siglo -sobrepoblación, violencia, contaminación-, descrito por Monsiváis en Los rituales del caos (1995) y en Apocalipstick (2009): es un relato universal en el sentido de que va más allá de un anclaje en coordenadas espaciotemporales definidas -la ciudad no tiene nombre, los personajes no tienen rostro, el espacio es un no lugar, el tiempo un no tiempo-.
En la producción mexicana, como en la de Aridjis, este relato ocupa un lugar aparte, tal vez porque es una « mise en abyme de la obra entera del autor» (López 2005): los párrafos que lindan con los versos y las imágenes surrealistas que circundan la trama la sitúan en un lugar de transición entre la poesía y la prosa; también hace la transición entre la primera poesía de Aridjis, que trabaja con una naturaleza mística, y las obras posteriores, aproximadamente a partir de la fundación del Grupo de los Cien, que integran las preocupaciones ecologistas del autor, bajo la forma de apocalipsis surgidos de las tradiciones clásicas y precolombinas.
ARIDJIS, Homero (1982) Playa nudista. El último Adán, Barcelona: Argos Vergara. —— (1993) La leyenda de los Soles, México: Fondo de Cultura Económica. ——(1995) «Hacia el fin del milenio». Encuentros (Universidad Nacional Autónoma de México).11: 1-11. —— (1996) ¿En quién piensas cuando haces el amor? México: Alfaguara. —— (1989) Gran teatro del fin del mundo, México: Joaquín Mortiz. ASTRUC, Rémi (2010a) Le Renouveau grotesque dans le roman du XX. e siècle: essai d’anthropologie littéraire, Paris: Classiques Garnier,—— (2010b) « Le corps grotesque dans L’Automne du patriarche de Gabriel García Márquez», En: Nathalie Besse ( ed.) Les Représentations du corps dans la littérature latino-américaine, Strasbourg: Cahiers du CHER,, BAKHTINE, Mikhaïl (1982 ) François Rabelais et la culture populaire au Moyen Âge et sous la Renaissance, Trad. de Andrée Robel. Paris: Gallimard, BÉRANGER, Elisabeth & CASTRO, Ginette & PAOLI, Marie-Lise ( eds.) (1997) Femme et Nature. Actes du colloque de 1996, Talence: Maison des Sciences de l’Homme d’Aquitaine, BINNS, Niall (2004) «Nostalgia y militancia en Homero Aridjis: la escritura en un mundo poluto». En: ¿Callejón sin salida? La crisis ecológica en la poesía hispanoamericana, Zaragoza: P.U. de Zaragoza: 107-120.DE ANHALT, Nedda G. (1987) «Visiones apocalípticas en El último Adán, Noche de independencia y Playa nudista de Homero Aridjis». Texto leído en el Museo Rufino Tamayo, No publicado. GARCÍA, Ángeles (1983) «El apocalipsis humano, tema constante en la obra del escritor Homero Aridjis», El País digital (07.07.1983), GERVAIS, Bertrand (2009) L’Imaginaire de la fin, Montréal: Le Quartanier, GUERRA, Lucía (2005) « El último Adán : visión apocalíptica de la ciudad en la narrativa de Homero Aridjis». En: Thomas Stauder ( ed.), La luz queda en el aire: estudios internacionales en torno a Homero Aridjis, Frankfurt-am-Main/Madrid: Vervuert/Iberoamericana: 157-171. GUTIÉRREZ ESTÉVEZ, Manuel (1992) «Una visión antropológica del Carnaval». En: VV. AA. De la ironía a lo grotesco en algunos textos literarios hispanoamericanos, México: Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa: 33-59. HEFFES, Gisela (2008) Las ciudades imaginarias en la literatura latinoamericana, Rosario, Argentina: Beatriz Viterbo. HUERTA CALVO, Javier (1992) «Lo carnavalesco en la teoría literaria de Mijail Bajtín». En: VV. AA. De la ironía a lo grotesco en algunos textos literarios hispanoamericanos, México: Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa: 13-31. HUTCHEON, Linda (2000) A Theory of Parody: the Teachings of Twentieth-Century Art Forms, Urbana: U. of Illinois P. ——(2004) « Introduction: “There will always be parody and irony” ». Texte (Bucarest).35/36: 7-11.IEHL, Dominique (1978) « Grotesque et signification dans le théâtre de Beckett et Dürrenmatt ». Annales de l’Université de Toulouse-le Mirail ( Université de Toulouse-le Mirail ). Tomo 14: 19-33. JAMESON, Fredric (2007 ) Le Postmodernisme ou la Logique culturelle du capitalisme tardif, Trad. de Florence Nevoltry. Paris: École Nationale supérieure des Beaux-Arts, KAYSER, Wolfgang (1981) « The Grotesque in Art and Literature ». Trad. de Ulrich Weisstein. New York: Columbia U.P. LÓPEZ, James Joseph (2005) «Aridjis milenario: unidad temática y estética de su obra narrativa». En: Thomas Stauder ( ed.), La luz queda en el aire: estudios internacionales en torno a Homero Aridjis, Frankfurt-am-Main/Madrid: Vervuert/Iberoamericana: 147-156. MENEGALDO, Gilles (1993) « Grotesque, mode d’emploi: d’Ambrose Bierce à Graham Swift ». Les Cahiers du Cerli ( Université de Toulouse-le Mirail ).3: 39-52. MEURÉE, Christophe (2010) « Et après? Tentative de reconstitution d’un sujet apocalyptique ». Interférences littéraires ( Université catholique de Louvain ).5: 7-27. MONSIVÁIS, Carlos (2009) Apocalipstick, México: Grijalbo. —— (1995) Los rituales del caos, México: Era. OST, Isabelle (2004) « Introduction ». En: Isabelle Ost, Pierre Piret y Laurent Van Eynde ( eds.) Le Grotesque: théorie, généalogie, figures, Bruxelles: Facultés universitaires Saint-Louis : 7-11. PAGACZ, Laurence (2012) «« Le mythe de la fin est aussi le mythe de la vie ». Entretien avec Homero Aridjis (México D.F., juin-juillet 2012)». Tête-à-Tête (La Ferté-Beauharnais).4: 30-38. —— (2013) «Apocalipsis barroco en Gran teatro del fin del mundo (1989/1994) de Homero Aridjis». Mandado para publicación a la Nueva Revista de Filología Hispánica (El Colegio de México). PARKINSON ZAMORA, Lois (1996 ) Narrar el apocalipsis: la visión histórica en la literatura estadounidense y latinoamericana contemporánea, Trad. de María Antonia Neira Bigorra. México: Fondo de Cultura Económica. PIRET, Pierre (2004) « Allégorie et grotesque. Éléments pour une généalogie du grotesque (à partir de Walter Benjamin) ». En: Isabelle Ost, Pierre Piret y Laurent Van Eynde ( eds.) Le Grotesque: théorie, généalogie, figures, Bruxelles: Facultés universitaires Saint-Louis : 63-78. PONNAU, Gwenhaël (1993) « Présentation: “Fantastique et grotesque” ». Les Cahiers du Cerli ( Université de Toulouse-le Mirail ).3: 9-10. ROSEN, Elisheva (1991) Sur le grotesque. L’ancien et le nouveau dans la réflexion esthétique, Paris: P.U. de Vincennes, TRAN-GERVAT, Yen-Mai (2006) « Pour une définition opération nelle de la parodie littéraire: parcours critique et enjeux d’un corpus spécifique », Cahiers de narratologie ( Université de Nice ).13: 1-9., WELLNITZ, Philippe (2004) « Le grotesque littéraire-simple style ou genre à part entière? ». En: Isabelle Ost, Pierre Piret y Laurent Van Eynde ( eds.) Le Grotesque: théorie, généalogie, figures, Bruxelles: Facultés universitaires Saint-Louis : 15-27.
¿Donde dice en la Biblia que vendrán tiempos peores?
2 Timoteo 3
- 1 Esto también debes saber: que en los vendrán peligrosos.
- 2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos,, vanagloriosos,, blasfemos, desobedientes a sus padres, ingratos, impíos,
- 3 sin natural, implacables, calumniadores, sin dominio propio, crueles, aborrecedores de lo bueno,
- 4 traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los más que de Dios,
- 5 teniendo de piedad, pero la eficacia de ella; a estos evita.
- 6 Porque de estos son los que se meten en las casas, y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, llevadas por diversas ;
- 7 que siempre están aprendiendo, pero nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.
- 8 Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también estos resisten a la verdad; hombres de entendimiento, reprobados acerca de la fe.
- 9 Pero no llegarán lejos, porque su será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquellos.
- 10 Pero tú has seguido fielmente mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia,
- 11 persecuciones, aflicciones como las que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, pero de todas me ha librado el Señor.
- 12 Y también todos los que quieren vivir en Cristo Jesús, padecerán,
- 13 Pero los y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.
- 14 Pero tú en lo que has aprendido y te, sabiendo de quién has aprendido;
- 15 y que desde la has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la por la fe que es en Cristo Jesús.
- 16 Escritura es inspirada por Dios y para, para reprender, para, para instruir en,
- 17 a fin de que el hombre de Dios sea, enteramente instruido para toda buena obra.
¿Qué dice la Biblia acerca de los tatuajes?
El carnaval brasileño ha revelado, con la exposición gozosa y sensual de la desnudez, que el país ha sido contagiado por la fiebre de los tatuajes, los cuales estos dias han aparecido aún más a la luz del sol. Lo que pocos tatuados conocen es que esa práctica tenía un origen sagrado, para conseguir un contacto con los dioses.
- El homo sapiens, desde que empezó a enterrar sus muertos, está fascinado por el misterio del más allá.
- De ahí la costumbre de enterrar a los fallecidos con joyas y comida.
- El primer tatuaje en la piel que se conoce data de hace unos 5.000 años, cuando fue descubierto, en la frontera entre Italia y Austria, un pastor congelado que tenía unas marcas en la rodilla y en la espalda.
Hoy, las iglesias consideran los tatuajes como algo mundano que estaría prohibido en la Biblia. Sin embargo, un texto del libro del Apocalipsis podría indicar que hasta Jesús llevaba un tatuaje en su muslo. El gusto por los tatuajes ha empezado a preocupar en Brasil a las Iglesias evangélicas ya que en el texto en la Biblia de Levítico, 19, 28 se lee textualmente: “No haréis ningún rasguño en vuestro cuerpo por un muerto, ni en tu cuerpo imprimas ninguna marca”, lo que equivaldría a prohibir los tatuajes.
- Sin embargo, ese texto lo que indica es que el pueblo de Israel, el primero en practicar una religión monoteísta, consideraba los tatuajes como una práctica de los paganos filisteos que los creyentes en el Dios único no debían imitar.
- Los creyentes mejor conocedores de la Biblia han encontrado, sin embargo, un texto en el Libro del Apocalipsis, el capítulo 19, versículo 16, según el cual Jesús tendría un tatuaje en su pierna.
El texto, según traducción del original de la Biblia de Jerusalén, habla del caballero del Apocalipsis, el Cristo, que “lleva escrito un nombre en su manto y en su muslo: Rey de Reyes y Señor de los Señores”. De ser cierto, los creyentes se sentirían libres para usar tatuajes en su piel si el mismo Cristo lo usaba.
Varios teólogos evangelicos, expertos en estudios bíblicos, como Armando Taranto Neto y Carlos Augusto Vailatti, han salido al paso para explicar que puede tratarse de una traducción errónea del texto original griego que debería rezar así: “En el manto, es decir, sobre su nalga, tiene escrito el nombre”.
En ese caso el tatuaje estaría en el manto, a la altura de la pierna, y no en la piel de Jesús. Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites. Suscríbete Para defender esta traducción del texto original griego, algunos pastores evangélicos han desempolvado la edición crítica en cuatro volúmenes del exegeta inglés Henry Alford, la cual data de mediados del siglo XIX y que defiende que el segundo kai en el texto del Apocalipsis, que en griego significa “y”, sería un kai “exegético”, que podría significar también, “es decir”.
- El tatuaje no estaría en el manto “y” en el muslo de Cristo, sino “en el manto, es decir, a la altura del muslo”.
- Otros recuerdan que el libro del Apocalipsis es una obra simbólica y no histórica y por tanto ese texto hay que leerlo en sentido figurado y no real, como el que su mirada “era de fuego”.
Algunos pastores evangélicos están buscando un punto intermedio. Se esfuerzan para no prohibirle los tatuajes a sus fieles como supuestamente pide la Biblia, porque equivaldría a perder muchos devotos: la fiebre de los tatuajes, sobre todo en los jóvenes, parece imparable.
Así, en vez de prohibir los tatuajes están alertando a sus fieles a que, en vez de usar motivos mundanos o eróticos, prefieran temas evangélicos, como el de “Jesús salva” o “Dios me lo dio”, frases que vemos también escritas en coches y camiones. Muchos pastores ignoran el origen sagrado de los tatuajes en la piel.
Por ejemplo, en el antiguo Egipto, hace tres mil años, el tatuaje, que se hacía con agujas de oro, estaba permitido sólo a las sacerdotisas que en algunas momias aparecen tatuadas con temas relacionados con la diosa de la fertilidad. En la famosa momia de la sacerdotisa Amunet, hallada en Tebas, se puede observar un tatuaje en la zona pélvica baja.
- De tener orígenes en lo sagrado, los tatuajes fueron perdiendo, a través de las culturas, esa caraterística para adquirir otros significados.
- Entre los romanos se usaban también para indicar una jerarquía.
- Se tatuaba a los esclavos para demostrar su pertenencia a su dueño.
- Este aspecto negativo se recuperó en los tiempos modernos, durante el nazismo, cuando a los condenados a los campos de concentración se les marcaba en el brazo.
En Occidente, durante la Edad Media, los tatuajes fueron prohibidos y castigados por la Iglesia Católica que los permitía sólo a los soldados de las Cruzadas como método para reconocerles si morían en el campo de batalla. Hoy, tanto los católicos como los evangélicos empiezan a ser menos exigentes en la prohibición de los tatuajes, aunque ambas iglesias no quieren ni oir hablar del texto del Apocalipsis que dejaría entender que también Jesús estaba tatuado.
Ver respuesta completa
¿Quién fue el último profeta antes de la venida del Mesías?
La figura de Juan el Bautista: el último de los profetas y el primero de los testigos Decíamos la semana pasada que nos habíamos inmersos en el tiempo de Adviento, este tiempo de espera esperanzada mirando el nacimiento de Jesús y el portal de Belén desde donde nos va a llegar la salvación al mundo entero,
En este tiempo de Adviento que incluye los cuatro domingos hay un personaje que es muy importante en la historia de Jesús. Hoy hablamos de Juan el Bautista. Juan el Bautista, este personaje del Nuevo Testamento que tiene una grande relación con el Antiguo Testamento. En los 46 libros del Antiguo Testamento se va viendo la alianza de Dios con su pueblo para restaurar la relación que tenía con el hombre,
Dios comienza un camino de alianzas para reencontrar al hombre en toda su plenitud y renovarlo a esa dignidad de Hijo de Dios. Juan el Bautista es el último personaje del Antiguo Testamento y el último de los profetas que anuncia que ese reencuentro de Dios con el hombre está cerca y por eso pide a la gente de su tiempo que se convierta y cambie su vida.
El Reino de Dios está cerca, Al mismo tiempo es el primero que dice “este es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo” y reconoce a Jesús como el Salvador. El último de los profetas y el primero de los testigos. La personalidad de Juan el Bautista es muy conocida y en ella nos vamos a infiltrar ahora.
Tiene un marcado carácter de anuncio como lo hacía los profetas del Antiguo Testamento que se reunían con su pueblo y les pedían de cambiar de vida. Es también un personaje clave en la historia y en la vida de Jesús porque con él comienza la vida pública de Jesús, el momento en el que comienza el anuncio de sí mismo como el Mesías y el comienzo de su misión que tiene lugar en el Río Jordán con el bautismo de Juan el Bautista.
Es un momento fundamental de la vida de Jesús. Juan el Bautista aparece también en algunas preguntas que hace Jesús a sus apóstoles, también sale su figura cuando se habla de su muerte. Pero los dos momentos muy importantes son el bautismo de Jesús y cuando reconoce al Salvador en el seno de su madre.
La vida de Juan el Bautista camina como la de un asceta que ha dedicado su vida al anuncio de que el Mesías está próximo. Tiene una relación personal con Jesús y en muchos cuadros lo podemos ver jugando con María u Isabel. La Sagrada Escritura nos lo presenta ya adulto, una vida muy austera y se convierte en el modelo de persona que prepara la venida de Jesús,
- Modelo de austeridad y de sacrificio.
- Es un hombre muy popular y el Evangelio nos lo presenta con muchos seguidores que van adoptando en su vida esa conversión a la que les llama Juan el Bautista.
- Esta popularidad no solamente hizo que tuviera mucho auge durante las primeras comunidades cristianas, sino que su persona ha cogido una gran relevancia en todo el tiempo de la composición del Nuevo Testamento.
Su sobrenombre, ‘El Bautista’, reconoce cómo realiza su misión: pedir y preparar el camino del Señor. Este anuncio de una conversión es el mensaje central que tiene Juan el Bautista. El punto culminante de esta conversión se celebraba a orillas del Río Jordán.
De algún modo la conversión quedaba arrojada en el agua y a esa conversión acudía todo tipo de personas. Su mensaje de conversión, en un tiempo en el que se esperaba la pronta llegada del Mesías, calaba muy bien entre la población de su tiempo y había mucha gente que deseaba esperar la venida de Jesús con un corazón limpio,
Del resto de su vida sabemos muy bien. ¿Qué sabemos de él? Lo único que sabemos nos lo encontramos en el Nuevo Testamento. Marcos comienza su Evangelio directamente con la predicación de Juan el Bautista en el desierto y bautizando en el Jordán. Mateo también hace esa explicación de Juan el Bautista en el Jordán, pero antes se dedica a esclarecer la genealogía de Jesús.
- Juan y Lucas lo presentan contando la historia de su concepción por Isabel y su padre Zacarías, sacerdote en el templo.
- Es un hombre que vive en el desierto y su historia tiene que ser comprendida en exclusiva a través de lo que nos llega por el Nuevo Testamento,
- Según parece procedía de una familia sacerdotal y su padre, Zacarías, pertenece a la tribu de Leví.
El mensaje de Juan el Bautista es una opción de vida que se hace visible en sus palabras y en sus gestos. Es un hombre de ideas claras que se enfrenta en la sociedad contemporánea para exigirle volver al camino del Señor. Es un tono profético y muchas veces apocalíptico.
- El centro de su anuncio es que está cerca el Reino de Dios, el Mesías proclamado, esperado, anunciado por todos los profetas en el Antiguo Testamento.
- De algún modo lo que él dice es lo que va a tener plenitud, pero además con el matiz de que está cercano y por eso anuncia una conversión radical,
- La llegada del Mesías es inminente aunque no sabemos si Juan era consciente de esa inminencia.
Es importante explicar cuál es el sentido del bautismo de Juan, un rito por el que se confiere a la persona no un sacramento sino que se le ofrece un cambio de vida, un entregarse más al Señor. Sin embargo entonces, ¿qué significa el bautismo de Jesús? El bautismo de Jesús no supone una conversión porque Él no podía mejorar su obediencia a Dios Padre, pero sí que supone un cambio de vida.
Jesús cambia de vida de una misión en oculto a una misión pública. De algún modo cuando Juan lo bautiza y se escucha esa voz del Cielo y el Espíritu Santo desciende en forma de paloma sobre Jesús, de algún modo se hace público que “este es mi Hijo amado en quien me complazco, este es el Cordero de Dios”, el que estábamos esperando para hacer definitiva la reunión del hombre con Dios que había quedado rota por el pecado en el paraíso.
La historia de Juan el Bautista termina más o menos mal porque muere a manos de Herodes Antipas. Los Evangelistas cuentan el conflicto que había entre ellos y recuerda un poco la historia de Tomás Moro con Enrique VIII. Este conflicto le costó la cabeza a Juan el Bautista.
- Al Bautista ser fiel le cuesta la vida y esta es la última enseñanza que podemos aprender hoy.
- Nosotros a esta figura la miramos, por un lado, al pasado como un personaje de la historia relevante en este acontecimiento de la historia que vamos a recordar dentro de unas semanas y relevante en el comienzo de la vida pública de Jesús.
Pero también relevante en nuestro presente porque nos pide una conversión del corazón. Escucha en directo COPE, la radio de los comunicadores mejor valorados. Si lo deseas puedes bajarte la aplicación de COPE para y, Y recuerda, en COPE encontrarás el mejor análisis sobre la actualidad, las claves de nuestros comunicadores para entender todo lo que te rodea, las mejores historias, el entretenimiento y, sobre todo, aquellos sonidos que no puedes encontrar en ningún otro lado.
Ver respuesta completa
¿Cuál es el primer profeta de la Biblia?
Samuel era hijo de Elcana y Ana, pertenecientes a la tribu de Efraín, Ana estaba triste porque no tenía hijos. Pedía con frecuencia a Dios que colmara su deseo de ser madre. Un día visitando el tabernáculo prometió a Dios que sí le concedía un hijo le pondría a su servicio.
Dios contestó la oración de Ana y poco tiempo después dio a luz a Samuel. Cuando el niño era todavía muy pequeño cumplió su promesa y lo llevó al tabernáculo dejándolo al servicio del sumo sacerdote Helí, Los padres de Samuel le visitaban todos los años y le llevaban un manto que su madre tejía para él.
Los hijos de Helí eran hombres perversos, no se cuidaban del Señor, ni de los deberes de los sacerdotes para con el pueblo. Helí se iba haciendo mayor y Samuel crecía y se hacía grato a Dios y a los hombres. Una noche, cuando estaba dormido en el tabernáculo, oyó una voz que le llamaba: “¡Samuel!”.
- Contestó: “Aquí estoy”.
- Se levantó, fue al aposento de Helí y le dijo: “Aquí estoy, me has llamado”.
- Helí le contestó: “No te he llamado, hijo mío, vuelve y acuéstate”.
- Oyó de nuevo que le llamaban: “¡Samuel!”.
- Contestó: “Aquí estoy”.
- De nuevo se levantó y yendo donde estaba Helí le dijo: “Aquí estoy, me has llamado”.
Helí le contestó: “No te he llamado, hijo mío, vuelve y acuéstate”. Por tercera vez Samuel oyó la voz y fue al aposento de Helí y de nuevo le dijo: “Aquí estoy, me has llamado”. Helí comprendió que era Dios quien le llamaba y le dijo: “Acuéstate y si te llaman otra vez, responde: “Habla Señor, que tu siervo escucha”.
- Cuando Samuel oyó de nuevo la voz respondió lo que le había mandado responder Helí.
- Dios le dijo que iba a castigar a Helí y a sus hijos.
- Tiempo después los hijos de Helí mueren luchando contra los filisteos.
- Cuando Helí recibió la noticia se cayó, se rompió el cuello y murió.
- Samuel actuó como último juez de Israel durante toda su vida y fue el primer profeta.
Se quitaron todos los dioses extranjeros, el pueblo se convirtió y adoraba sólo a Dios. Cuando fue mayor, el pueblo le pidió que nombrara un rey que los gobernara como a las demás naciones y que estuviese al frente de los soldados para luchar contra los enemigos.
Ver respuesta completa
¿Qué quiere decir el Salmo 45?
3. (6-7) Dios alaba al Rey Mesías como Dios. – Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.a.
- Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre : El Rey es alabado y exaltado como Dios,
- La descripción del Salmo 45:2-5 podría aplicarse a un hombre extraordinario que, sin embargo, era simplemente un hombre.
- A medida que la descripción continúa, claramente se refiere a este Rey mismo como Dios, sentado en un trono eterno.i.
El escritor de la carta a los Hebreos explicó cómo estas palabras se aplican específicamente a Jesús (Hebreos 1:8-9). Señaló no solo que estas palabras dicen que Jesús es el Dios eternamente entronizado, sino también que Dios el Padre lo considera así,
El escritor de Hebreos explicó que, proféticamente, los hijos de Coré nos dieron las palabras que Dios Padre le habló a Dios Hijo. ii. “Incluso los antiguos traductores judíos consideraban que estas palabras se referían al Mesías”. (Boice) iii. “La fidelidad de la LXX precristiana al traducir estos versículos sin alteraciones es muy sorprendente”.
(Kidner) iv. “Desde los tiempos más remotos se ha considerado definitivamente mesiánico; y eso por expositores judíos, así como cristianos”. (Morgan) b. Cetro de justicia es el cetro de tu reino : El reinado de este Rey no se basa en mera agresión y conquista; no se trata simplemente de hacer lo correcto.
Su reino está fundado con justicia, tanto así que el símbolo de Su autoridad (un cetro ) es la justicia misma.c. Has amado la justicia y aborrecido la maldad : La justicia de Su reino proviene del carácter del Rey. Es el resultado natural de Su amor por la justicia y Su odio hacia la maldad. No tiene que trabajar duro para hacer Su reino justo; está en Su naturaleza y carácter.d.
Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo con óleo de alegría : Debido a su gran justicia, el Mesías Rey recibe una bendición de Dios. Él es bendecido con óleo de alegría – Él está contento y satisfecho, y eso más que cualquier otro ( más que a tus compañeros ).
- Él es un Rey ungido.i.
- Es cierto que Jesús fue un Varón de Dolores, muy familiarizado con el dolor (Isaías 53:3).
- Sin embargo, su obra de justicia – en toda su plenitud y dimensiones – fue recompensada como la obra más alegre y satisfactoria jamás realizada.
- A pesar de la tristeza y el dolor en Su obra, el cumplimiento de la obra de Jesús lo ungió con óleo de alegría, y eso más que cualquier otra persona.
ii. “Es cierto que fue ‘varón de dolores’, pero debajo de su dolor hubo un gozo permanente y central Él, el más triste, era también el más alegre de los hombres, y ‘ungido con óleo de alegría más que sus compañeros'”. (Maclaren) e. Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo : La Persona del Rey ungido se describe de una manera fascinante.
En el Salmo 45:6, Él mismo es llamado Dios ; ahora en el Salmo 45:7 se describe al Rey relacionándose con Dios, de quien ha recibido una unción.i. Esta es una declaración extraña – este Rey es Dios, y, sin embargo, recibe de Dios. Pasajes como este son el fundamento de la idea de la Trinidad – que hay un solo Dios que existe en tres personas.
Esta es la manera de dar sentido a lo que parecen ser declaraciones contradictorias en la biblia. · Que hay un sólo Dios (Deuteronomio 6:4, Gálatas 3:20). · Que se dice que Tres Personas son Dios, y se relacionan entre sí (aquí y muchos otros pasajes).
ii. El Salmo 45 muestra una interacción sorprendente entre las Personas de la Trinidad. ” Dios, el Dios tuyo ” habla del Padre y de Su posición de Autoridad sobre la Segunda Persona de la Trinidad. “Te” se refiere al Hijo. ” ungió ” tiene en mente el ministerio y la presencia del Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Trinidad.
iii. “Las palabras de estos dos versículos juntos son incomprensibles a menos que se entienda que se refieren a la encarnación de Jesucristo. Solo él puede ser llamado Dios y que al mismo tiempo se refiera al Padre como su Dios”, (Boice)
Ver respuesta completa
¿Cuando cesaran las profecías?
8 La caridad nunca deja de ser; mas las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y el conocimiento se acabará; 9 porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10 mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
Ver respuesta completa
¿Cuántos años hubo de silencio profetico?
Pablo Valdebenito Rousseau, 400 años de silencio. La historia desco.1 Este libro nace de la experiencia docente del autor, en donde él considera que la comprensión histórica de los orígenes del cristianismo comporta la necesidad de conocer los temas elementales del pensamiento judío.
Sin embargo, esta obra no pretende ser una historia de Palestina, ni una historia de los pueblos circundantes de la civilización judía, quiere más bien ilustrar, enmarcar y discutir ciertos aspectos del pensamiento judío precristiano que pueden servir para mejorar nuestra comprensión de las primeras posiciones cristianas.2 Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento son bastante complejos de por sí.
¿Qué necesidad teníamos de añadir una historia intertestamentaria?. Sin embargo, incluso si el vocablo puede ser discutido, la realidad que pretende enunciar no solamente es auténtica y válida, sino de mucha importancia. Con esta obra el autor no pretende indicar que exista la razonable esperanza de llegar a la naturaleza más profunda de cualquier acontecimiento a partir de sus antecedentes, sino aseverar que de hecho una espiritualidad sólo puede percibirse dentro de los límites históricos en los que se revela, sea a través de las opciones que utiliza en el patrimonio tradicional o por las innovaciones que en él produce.3 El último libro del Antiguo Testamento, el libro de la Sabiduría, fue redactado unos cincuenta años antes de Jesucristo; y el primero de los del Nuevo Testamento, la carta a los tesalonicense, en el año cincuenta y uno después de Cristo, entre uno y otro, nos encontramos con un periodo sobre el que nuestra Biblia no dice absolutamente nada.
Pero se trata de un siglo de gran importancia, ya que constituye el medio de vida de Jesús y sus discípulos en el que se formaron su pensamiento, su teología y su religión. Por tanto éste escrito trata de rescatar los eventos más importantes que den cuenta de esta progresión en el pensamiento de judío.4 El término “Intertestamento” expresa más bien una apertura y no tanto una búsqueda.
El escritor espera que este concepto se aplique a toda la narrativa bíblica, la historia bíblica es la Biblia en la historia. La historia bíblica es la Biblia acabada que vive en la historia y que por tanto vuelve a comenzar en ella inagotablemente. El periodo de los 400 años de silencio o también conocido como “Intertestamento” expresa las condiciones de este continúo empezar, enmienda el olvido.
Instala a la Biblia cristiana en sus mismas raíces, esto quiere decir que el olvido del que hablábamos será ineludiblemente el de la separación clásica entre “Antiguo Testamento” y “Nuevo Testamento”.5 Desde una perspectiva analítica este texto nos introduce a los tres periodos formadores de la civilización judía.
Los siglos que abarca este trabajo son los que nos llevan del final del periodo helénico hasta los días de Jesús. A modo de introducción el autor nos hablar un poco del fin del periodo paleotestamentario y la situación del judaísmo en el último periodo Persa.
Los persas habían desarrollado una política religiosa imperial completamente distinta a la que habían aplicado los asirios y los babilónicos. Respetaban las creencias religiosas de los pueblos subyugados, siempre que fuesen compatibles con la aceptación de la propia autoridad. “El gran conquistador Ciro, dio su aprobación para que los judíos retornaran a su país en el primer año de su reinado que siguió al desplome de Babilonia.
El edicto en que se permitía este regreso fue algo poco usual, y la Biblia lo registra dos veces en Esdras 1:2-4 y 6:3-5″.6 Así como el pueblo de Judá transitó al cautiverio en tres tiempos, el regreso de la cautividad se llevó también en tres tiempos.
La primera etapa tuvo lugar poco después de la caída de Babilonia por mano de los persas en 538/537 a. de C, la cual fue dirigida por Sesbasar. La segunda etapa llegó ochenta años más tarde, el séptimo año del rey Artajerjes Longimano, en el año 458 a. de C., bajo la dirección del propio Esdras; y la tercera, trece años después, en el vigésimo año del mismo mes 445 a.
de C., la cual fue conducida por Nehemías. Los años 400-200 a. de C., son los siglos perdidos de la historia judía, no hubieron grandes episodios que ellos consideraron convenientes registrar, pues se carece de la información necesaria acerca de los judíos en Babilonia, de las otras partes del imperio persa y del bajo Egipto.7 El comienzo del periodo helénico coincidió con la subida al trono de Darío III en Persia y de Alejandro en Macedonia, pero apenas pasado cinco años el imperio Persa desaparecería.
- Alejandro Magno, nombre por el que se conoce a Alejandro III de Macedonia (356–323 a.
- De C.), hijo de Felipe II.
- La batalla de Gaugamela vio la derrota final de Darío y con ella Alejandro quedó como dueño del Imperio Persa.
- Al morir en el 323 a.C.
- Su reino fue dividido entre sus generales en Egipto, Mesopotámica, Siria-Grecia y Macedonia, formándose dos dinastías.
Ptolomeos en Egipto (305 –31 a. de C.), Tolomeo I, Soter (304–285 a. de C.), uno de los principales generales de Alejandro, que a la muerte del gran conquistador lo designaron sátrapa de Egipto, pero poco después tomó el título de rey.8 El segundo gran reino fueron los Seléucidas, quienes reinaron de 312 a 64 a.
- De C. y establecieron un vasto imperio que se expandió por Bactriana, Persia, Babilonia, Siria y parte de Asia Menor.
- Todo su poder fue reafirmado cuando Antíoco III subió al trono.
- Los judíos recibieron con alegría la llegada de los seléucidas y tomaron las armas contra la guarnición tolomea de Jerusalén.
Pero esta satisfacción en unos cuantos años sería cambiada a una continúa confrontación. El imperio seléucida comenzó con un imparable declive debido a la amenaza constante de Roma. Sin embargo fue en el reinado de Antíoco Epifanes donde los asuntos se aproximaron a un punto decisivo, pues al subir al trono adoptó una política que pronto llevo a los judíos a una abierta rebelión.
Antíoco se hizo de aliados dentro del judaísmo, un movimiento reformista que tenía más fuerza en la clase gobernante y que ya estaba semihelenizada, cuyo deseo era mejorar el judaísmo.9 El conflicto entre helenistas y judíos se acrecentó con la publicación de un decreto que abolía la ley mosaica y la reemplazaba por una ley secular, como al mismo tiempo rebajaba el Templo a la categoría de lugar ecuménico de culto, suspendió los sacrificios regulares, junto con las observancia del sábado y las fiestas tradicionales, ordenó destruir las copias de la Ley y prohibió la circuncisión de los niños; y toda desobediencia a este nuevo edicto se penalizaba con la muerte.
Su proyecto helenizador fue tan brutal que los judíos helenizados recibieron bien el edicto real y lo cumplieron de buena voluntad, en tanto los otros, de agrado o por miedo les siguieron, abandonando la religión de sus padres.10 Sin embargo no toda la resistencia judía fue pasiva.
- Una rebelión armada estalló no mucho después de que Antíoco hubiera promulgado su decreto, en el pueblo de Modin.
- Esta resistencia fue denominada la guerra de los Macabeos, seudónimo proporcionado a la familia de los asmoneos que rigieron el movimiento independentista judío durante los dos últimos siglos a.
de C. en el dominio seléucida. El cabecilla de está insurrección fue el sacerdote Matatías, progenitor de Judas Macabeo. Judas consiguió una cierta independencia para su nación, ante el poder de Antíoco, recobró y purificó el templo de Jerusalén e hizo una alianza que no duro mucho, con el ascendente poder de Roma.11 Pompeyo conquistó a Siria y Palestina el 63 a.
de C. y destituyó al último rey de los macabeos, Aristóbulo II, para trasladarle sometido a Roma. Sin embargo, Pompeyo y otras autoridades romanas reconocieron en alguna medida la religión judía y la jurisdicción de los macabeos. Por tanto, a los herederos de los macabeos se les confirieron los títulos de sumo sacerdote y etnarca hasta que en 40 a.
de C. Roma designó a Herodes rey de Judea. Aunque Herodes estaba ligado con una descendiente de los macabeos, y por tanto sus dos hijos pertenecían a ese ilustre linaje, él mismo le puso fin al asesinar primero a su mujer y posteriormente a sus dos hijos.12 Herodes El Grande, fundador de la última dinastía judía, y rey de Judea del 37 al 4 a.
- De C., era descendiente de una rica familia idumea.
- Herodes se esforzó por afianzar su autoridad en el interior y por extender su dominio a nuevos territorios por medio de su alianza con Roma.
- El gobierno de Herodes llegó a contener casi toda Palestina (Idumea, Judea, Samaria, Galilea, Perea y grandes territorios al nordeste del Jordán).
Después de un extenso ciclo de luchas internas, Herodes permitió que su provincia disfrutara, por unos treinta años, de la paz que Augusto difundió por todo el mundo romano. Bajo su gobierno, el estado judío llegó a ocupar una posición fuerte, donde además de acrecentar el desarrollo de la agricultura y el comercio, emprendió una política extensa de construcciones que modificó el aspecto de la nación.13 Los judíos, tanto fariseos como saduceos, lo aborrecían a pesar de su preocupación rimbombante por el templo de Jerusalén.
Si bien pertenecía formalmente a la religión judía, Herodes era en propiedad un rey pagano, más interesado en la suntuosidad que en seguir los cánones de la Ley. Herodes era una persona dotada de grandes capacidades físicas e intelectuales. Era de esperar que el dominio del rey Herodes no durara mucho tiempo después de su muerte el 4 a.
de C. El emperador Augusto, acatando el testamento, dividió el reino entre sus hijos Arquelao, Herodes Antipas y Herodes Filipo; los dos primeros, hijos de una mujer samaritana, Maltace, y el tercero, hijo de una mujer de Jerusalén llamada Cleopatra.14 El autor nos explica que entre los elementos exteriores que permitieron la conservación de la religión de Israel, uno de los más significativos fue la centralización y el estacionamiento del culto en Jerusalén.
- Considerando la condición del mundo antiguo y las propensiones de Israel durante los primeros momentos de su historia, fue necesario el aislamiento para que su fin religioso no fuera un sincretismo.
- La totalidad de la nación Judía la componía lo que se ha llamado la Dispersión o Diáspora, término que ya no estaba cargado por un significado negativo relacionado al exilio y al juicio de Dios.
Una nación de la cual la gran mayoría se hallaba dispersa por todo el mundo civilizado, había dejado de ser una nación específica y era una nación mundial.15 Es en este contexto de múltiples trasformaciones, políticas, sociales, económicas y religiosas, donde Jesús nacería y desarrollaría su ministerio.
Ver respuesta completa
¿Cuál es la palabra profética más segura?
2 Pedro 1:19-21 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en v | Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960) | Descargue La Biblia App ahora Lea la Biblia, descubra Planes y busque a Dios todos los días. : 2 Pedro 1:19-21 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en v | Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960) | Descargue La Biblia App ahora
Ver respuesta completa
¿Cuáles son las señales de la presencia del Espíritu Santo?
Señales | Acontecimientos o experiencias que demuestren el poder de Dios Las señales son acontecimientos o experiencias que demuestran el poder de Dios. Muchas veces son milagrosas. Indican y anuncian acontecimientos grandes, tales como el nacimiento, la muerte y la segunda venida del Salvador.
Les recuerda a los hijos de Dios de los convenios que el Señor ha hecho con ellos. Las señales también pueden dar testimonio de un llamamiento divino o indicar la desaprobación del Señor. La palabra señal también se emplea en las Escrituras como recordatorio de un acontecimiento que no se debe olvidar (véase Éxodo 13:1–10 ).
Las señales están relacionadas con los dones del Espíritu. Muchas veces son una indicación de fe en Dios. Después de resucitar, Jesucristo enseñó a Sus discípulos: “Y estas señales seguirán a los que creyeren” (Marcos 16:17; véase también Mormón 9:24–25).
Algunas personas afirman que creerían en Dios o en Su obra si recibieran una señal. Pero la fe no viene por las señales, sino por medio del Espíritu Santo, a medida que las personas estudian las Escrituras y procuran aprender, con espíritu de oración, sobre el plan de Dios. El Señor ha dicho: “La fe no viene por las señales, mas las señales siguen a los que creen” (D.
y C.63:9). Tales señales se dan a los que son fieles y obedientes, a fin de fortalecerles en su fe y ayudarles a cumplir la voluntad de Dios. Como las señales están relacionadas con la fidelidad, las personas no creyentes a menudo se burlan de los que sí creen y les piden que les muestren una señal.
Para tentar a Jesucristo, Satanás hizo esta misma petición, que encubría burla (véase Mateo 4:3, 6); al igual que hicieron aquellos que crucificaron al Cristo (véase Mateo 27:40, 42). Jesús enseñó: “La generación mala y adúltera demanda señal” (Mateo 12:39). Las señales no se dan para producir fe, sino para confirmarla y bendecir a los que son fieles.
Asombrosas profecías bíblicas cumplidas
Véase también Fe; Obediencia; Segunda Venida de Jesucristo —Véase Leales a la fe, 2004, pág.181 : Señales | Acontecimientos o experiencias que demuestren el poder de Dios
Ver respuesta completa
¿Cuándo revive Jesús 2022?
Celebración y origen – El Domingo de Resurrección celebra el regreso a la vida de Jesús, Tras el martirio vivido por Cristo que acabó con su crucifixión, el Señor regresó de la muerte cumpliendo el mandato divino de Dios, probando así que era el salvador de la humanidad.
Debido a este motivo, se organizan numerosas liturgias y procesiones en todo el país para recordar los eventos sucedidos, que fueron narrados en la Biblia. Durante este día ocurre también el encendido del Cirio Pascual, que representa la luz de Cristo resucitado y que estará encendido hasta el día de la Ascensión, cuando se produce la subida de Jesús al cielo.
Su resurrección fue la confirmación tanto del origen santo como de la naturaleza divina de Jesús, Constituye una fiesta central de la religión cristiana y es motivo de alegría, luz y esperanza entre sus fieles. Por ello, se rinden honores a su sacrificio y se recuerda su mensaje de unión para los hombres.
Ver respuesta completa
¿Cuándo viene Dios según la Biblia?
El Señor no ha revelado la hora exacta en que vendrá de nuevo: ‘La hora y el día ningún hombre sabe, ni los ángeles del cielo, ni lo sabrán hasta que él venga’ (D. y C.49:7); sin embargo, Él ha revelado a Sus profetas los acontecimientos y las señales que precederán a la Segunda Venida.
Ver respuesta completa
¿Donde dice en la Biblia que caera fuego del cielo?
1 Reyes 18. Elías el Profeta es enviado a reunirse con Acab — Abdías salva a cien profetas y se reúne con Elías el Profeta — Elías desafía a los profetas de Baal a hacer descender fuego del cielo — Ellos fallan — Elías hace descender fuego, mata a los profetas de Baal y abre los cielos para que llueva.
Ver respuesta completa
¿Qué dice la Biblia sobre cielo nuevo y tierra nueva?
Hay en la Biblia una hermosa y esperanzadora alegoría: la de un cielo nuevo y una tierra nueva que vendrán. Pero ¿qué podemos entender por el ‘cielo nuevo’ y la ‘tierra nueva’ de que habla el profeta Isaías y que reaparece en el libro del Apocalipsis? El cielo nuevo y la tierra nueva son, claramente, la expresión de un mundo feliz venidero, una suerte de utopía que podemos esperar, que debemos crear, y hacia la cual podemos transitar.
Algunos han creído que ese cielo nuevo y esa tierra nueva ocurrirán después del fin del mundo; pero eso no corresponde a lo que se lee en el texto de Isaías 65, 17 -25, que dice así: ” ¡Se olvidarán las angustias de antaño, estarán ocultas a mis ojos! Pues voy a crear un cielo nuevo junto con una tierra nueva; ya no será mentado lo de antaño, ni volverá a ser recordado; antes bien, habrá gozo y regocijo por siempre, por lo que voy a crear.
Voy a crear una Jerusalén «Regocijo», y un pueblo «Alegría»; me regocijaré por Jerusalén y me alegraré por mi pueblo, sin que vuelvan a oírse ayes ni llantos. No habrá niños que vivan pocos días, ni adultos que no alcancen la vejez; será joven quien muera a los cien, y estará maldito quien no los alcance.
Edificarán casas y las habitarán, plantarán viñas y comerán su fruto. No edificarán para que otro habite, no plantarán para que otro coma, pues mi pueblo durará lo que duren sus plantíos, y mis elegidos disfrutarán del trabajo de sus manos. No se fatigarán en vano ni tendrán hijos para verlos morir, pues serán pueblo bendito de Dios ellos junto con sus retoños.
Antes que me llamen, responderé; aún estarán hablando, y escucharé.” En el Apocalipsis 21, 1-5 leemos: “Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde la presencia de Dios, como una novia hermosamente vestida para su esposo.
- Oí una fuerte voz que salía del trono y decía: «¡Miren, el hogar de Dios ahora está entre su pueblo! Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo.
- Dios mismo estará con ellos.
- Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor.
- Todas esas cosas ya no existirán más».
Y el que estaba sentado en el trono dijo: «¡Miren, hago nuevas todas las cosas!». Para comprender bien de qué se trata, hay que precisar a que se refieren ‘el cielo’ y ‘la tierra’, y qué podemos entender por ‘Jerusalén Regocijo’ y por ‘mi pueblo Alegría’.
- El cielo no es el firmamento cósmico compuesto de estrellas y galaxias.
- En el lenguaje de los filósofos, de los profetas y de los místicos, el cielo es un mundo moral y espiritual, el mundo de las ideas y saberes, de los valores y las virtudes.
- Un cielo ‘nuevo’ es, entonces, el espíritu renovado, un mundo de sabiduría superior y de moral perfeccionada.
La tierra es el mundo material, la naturaleza donde se despliega la vida y de la cual somos parte. Una tierra ‘nueva’ es, entonces, la naturaleza perfeccionada, embellecida, armónica, ecológica, donde florece la vida en todas sus manifestaciones y se ha puesto fin a los desastres, enfermedades y extinciones.
En el Antiguo Testamento Jerusalén era la ciudad sagrada donde estaba el Templo de Dios; mientras que por ‘pueblo’ se entendía la sociedad humana viviendo en la historia. Entonces, una nueva Jerusalén sería el “nuevo hogar de Dios’, esto es, una nueva comunidad espiritual, santificada porque en ella está presente y habita Dios; mientras que el ‘pueblo de Dios’ animado por la nueva Jerusalén que actúa en ella, serían el mundo natural embellecido y perfeccionado por el ser humano, y la sociedad que habría llegado a ser justa, libre y fraterna, con una economía buena, saludable, ecológica, tal como es descrita por Isaías en el texto citado.
Ahora bien, dicen los textos que ese cielo nuevo y esa tierra nueva serán creados por Dios, y que la nueva Jerusalén descenderá del cielo como una novia hermosa, para producir regocijo y alegría del pueblo. ¿Significa esto que a nosotros nos corresponde solamente esperar con paciencia que todo ello ocurra, puesto que Dios lo realizará? Para entender qué significa que Dios creará ese cielo y esa tierra nueva, y cómo la nueva Jerusalén descenderá del cielo, hay que saber de qué modo continúa Dios su creación en el mundo y cómo actúa en la historia humana.
Dios obra en el mundo y en la historia a través de los hombres y mujeres que lo aceptan y lo encuentran en su propio espíritu, y que cumplen su voluntad. Por eso somos nosotros quienes podemos y debemos crear el cielo nuevo y la tierra nueva, la Jerusalén Regocijo y el Pueblo Alegría. Todo eso, que Jesús sintetiza como el Reino de Dios, es la voluntad del Creador, que se ha de cumplir, pero no sin nuestra participación.
“Venga a nosotros tu Reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”. Luis Razeto Una novela en que profundizo las relaciones entre religión, espiritualidad y ecología: www.amazon.com/dp/1718152248
Ver respuesta completa
¿Qué dice Apocalipsis 11 18?
1 Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y a se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el b altar y a los que adoran en él.2 Y deja aparte el patio que está fuera del templo y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la a ciudad santa cuarenta y dos meses.3 Y daré a poder a mis dos b testigos, y ellos profetizarán durante mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.4 Estos son los a dos olivos y los dos candeleros que están delante del Dios de la tierra.5 Y si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir de la misma manera.6 Estos tienen a poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga cuantas veces quieran.7 Y cuando ellos hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, los vencerá y a los matará.8 Y sus cadáveres yacerán en la plaza de la gran a ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado.9 Y gente de todo pueblo, y tribu, y lengua y nación verá los cadáveres de ellos durante tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados.10 Y los moradores de la tierra se regocijarán acerca de ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos los unos a los otros, porque estos dos profetas habían atormentado a los que moraban sobre la tierra.11 Pero después de tres días y medio, el espíritu de vida enviado por Dios a entró en ellos, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron.12 Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá.
Y subieron al cielo en una nube, y sus enemigos los vieron.13 Y en aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número como siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron y dieron gloria al Dios del cielo.14 El segundo ¡ay! ha pasado; he aquí, el tercer ¡ay! viene pronto.15 Y el séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo que decían: Los reinos del mundo han venido a ser a reinos de nuestro Señor y de su Cristo; y él b reinará para siempre jamás.16 Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos se postraron sobre sus rostros y adoraron a Dios, 17 diciendo: Te damos gracias, oh Señor Dios a Todopoderoso, que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder y has reinado.18 Y se han airado las naciones, y tu ira ha venido, y también el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que a destruyen la tierra.19 Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su convenio fue vista en su templo.
Y hubo relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto y granizo grande.
Ver respuesta completa
¿Qué señales predijo Jesús Mateo 24 6 7?
Iniquidades, guerras y disturbios – Muchas de las señales son aterradoras y espantosas. Los profetas han advertido que la tierra experimentará grandes disturbios, iniquidad, guerras y sufrimiento. El profeta Daniel dijo que en la época precedente a la Segunda Venida habrá un período de angustia como nunca antes lo ha habido sobre la tierra (véase Daniel 12:1 ).
El Señor dijo: “Y el amor de los hombres se enfriará, y abundará la iniquidad” ( D. y C.45:27 ). “Y todas las cosas estarán en conmoción; y el temor vendrá sobre todo pueblo” ( D. y C.88:91 ). Podemos esperar terremotos, enfermedades, hambre, grandes tempestades, relámpagos y truenos (véase Mateo 24:7 ; D.
y C.88:90 ); habrá tormentas de granizo que destruirán las cosechas de la tierra (véase D. y C.29:16 ). Jesús dijo a Sus discípulos que las guerras cubrirían la tierra: “Y oiréis de guerras y de rumores de guerras Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino” ( Mateo 24:6–7 ).
- El profeta José Smith dijo: “no se desalienten cuando les hablamos de tiempos peligrosos, porque pronto sobrevendrán, pues se aproximan la espada, el hambre y la pestilencia.
- Habrá grandes destrucciones sobre la faz de esta tierra, porque no deben suponer que faltará ni una jota ni una tilde de las profecías de todos los santos profetas, y todavía quedan muchas que faltan por cumplirse” ( Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág.265).
Muchas de esas señales ya se están cumpliendo. La iniquidad se encuentra por doquier, los países están constantemente en guerra, los terremotos y otras catástrofes están a la orden del día, mucha gente sufre a consecuencia de las devastadoras tempestades, de la sequía, del hambre y las enfermedades.
Ver respuesta completa
¿Qué hay que hacer para estar preparado para la venida de Cristo?
Preparémonos para la segunda venida de Jesucristo Preparémonos para la segunda venida de Jesucristo Capítulo 24 Mientras esperamos el retorno del Salvador para reinar en la tierra, debemos prepararnos individualmente, como familia y como pueblo. En su discurso de la conferencia general de abril de 1950, el élder Richard L.
- Evans, del Quórum de los Doce Apóstoles, dijo: “Me vienen a la memoria unas palabras que, según recuerdo, se atribuían al presidente Wilford Woodruff.
- Se dice que algunos de los hermanos de su época se le acercaron y le preguntaron cuándo pensaba que llegaría el fin, cuándo sería la venida del Maestro.
Aunque no creo que éstas fueran sus palabras exactas, comunican el espíritu con que supuestamente respondió: ‘Yo vivo como si fuera a suceder mañana ¡pero todavía estoy plantando cerezos!’ “. Aun cuando ésas no hayan sido las palabras exactas del presidente Woodruff, reflejan su manera de pensar con respecto a la segunda venida de Jesucristo.
- Él dijo lo siguiente: “No creo que nadie pueda predecir la hora de la venida del Hijo del Hombre No debemos esperar que se nos haga saber la hora en que tendrá lugar ese acontecimiento”.
- No obstante, esperaba con anhelo el retorno del Salvador para reinar en la tierra.
- Con el testimonio de que la Iglesia se había establecido en los últimos días, apremiaba a los santos a prepararse para la segunda venida del Salvador.
“Todas las señales, tanto en el cielo como en la tierra, indican la venida del Señor Jesucristo”, dijo. “Cuando bajo la influencia del Espíritu de Dios mi mente se abre para comprender estos conceptos, me asombro y me maravillo de que la gente, no sólo la del mundo sino nosotros, no esté más ansiosa y sea más diligente en prepararse y preparar a su familia para los acontecimientos que están ahora a las puertas, porque aunque pasen los cielos y la tierra, no habrá ni una jota ni un tilde de la palabra del Señor que no se cumpla”.
- Diré a los Santos de los Últimos Días, como élder de Israel y como Apóstol del Señor Jesucristo, que nos acercamos a algunos de los juicios más terribles que Dios haya derramado sobre el mundo.
- Fíjense en las señales de los tiempos, en la señal de la venida del Hijo del Hombre, que han empezado a manifestarse tanto en el cielo como en la tierra Estamos acercándonos a ellas.
Todo lo que tienen que hacer los Santos de los Últimos Días es ser calmos, cuidadosos y prudentes ante el Señor, fijarse en las señales de los tiempos y ser verídicos y fieles; y cuando todo haya pasado, comprenderán muchas cosas que hoy no comprenden Estamos en la última dispensación y el cumplimiento de los tiempos.
Es una época maravillosa y los ojos de todo el cielo están fijos en nosotros, así como los ojos de Dios mismo y de todos los patriarcas y profetas. Ellos están observándolos con gran interés en su bienestar; y nuestros profetas que fueron asesinados y sellaron su testimonio con su sangre están con los Dioses, rogando por sus hermanos.
Por lo tanto, seamos fieles, dejemos esos acontecimientos en manos de Dios y, si cumplimos nuestro deber, Él nos cuidará. El Señor Jesucristo viene a reinar en la tierra. El mundo tal vez diga que Él demorará Su venida hasta el fin de la tierra. Pero la gente del mundo no conoce los pensamientos ni los caminos del Señor.
Él no demorará Su venida a causa de la incredulidad de ellos, y las señales tanto del cielo como de la tierra indican que está cercana. Las higueras están cubriéndose de hojas a la vista de todas las naciones de la tierra, y si tuvieran el Espíritu de Dios, las verían y comprenderían. “El Señor Jesucristo vendrá a reinar en la tierra.
El Señor no demorará Su venida”. Si el mundo quiere saber lo que va a pasar, que lean la Biblia, el Libro de Mormón, y Doctrina y Convenios; que lean las revelaciones de Juan,Y vive Dios que se cumplirán. No habrá ni una que quede sin cumplirse. La mano de Dios ha empezado a manifestarse en la tierra; el juicio está a las puertas; les espera calamidad a las naciones de la tierra.
Pero nosotros debemos estar preparados para permanecer en lugares santos mientras los juicios de Dios se manifiestan. En el capítulo 24 de Mateo se nos dice que, en cierta ocasión, Jesús enseñó a Sus discípulos muchas cosas concernientes al Evangelio, al templo, a los judíos, a Su segunda venida y el fin del mundo; y ellos le preguntaron: Maestro, ¿qué señal habrá de estas cosas? El Salvador les contestó, pero de manera muy breve.
Como me da por pensar bastante en esto, me siento inclinado a leerles una porción de la palabra del Señor a nosotros, porción en la que el Salvador nos explica a nosotros más plenamente este asunto que a Sus discípulos. Es una revelación que se dio a los Santos de los Últimos Días el 7 de marzo de 1831.
Vivimos en una época postrera, aunque es verdad que ocurrirán muchos grandes e importantes acontecimientos en estos tiempos. Pero una cosa es cierta, y es que aunque el Señor no ha revelado el día ni la hora en que vendrá el Hijo del Hombre, ha indicado la generación; y las señales que se predijeron como precursoras del acontecimiento han comenzado a aparecer en los cielos y en la tierra, y continuarán hasta el final.
Si nosotros, los Santos de los Últimos Días, queremos tener algo que nos dé motivación, leamos la Biblia, el Libro de Mormón y el libro de Doctrina y Convenios, que contienen bastante para edificarnos e instruirnos en los asuntos de Dios. Atesoren las revelaciones de Dios y el Evangelio de Jesucristo que contienen.
Encontrarán numerosas predicciones en cuanto a Su venida, como éstas: “Yo vengo pronto”. “Vendré a la hora que no pensáis”. “Mi venida está a las puertas”. “Vendré como ladrón en la noche”. “Vendré a la hora en que no me esperen”. “Bendito sea el que está esperando la venida del Señor y Salvador Jesucristo”.
Yo digo que a través de todas las Escrituras —el Antiguo y el Nuevo Testamento, el Libro de Mormón y el libro de Doctrina y Convenios— hay muchas referencias de la segunda venida del Señor. ¿Y lo ha prometido Él sin intención de cumplirlo? No, no es así; todo se cumplirá.
Quisiera preguntar quién está buscando el cumplimiento de estos acontecimientos y quién se está preparando en la tierra para el cumplimiento de la palabra que el Señor ha hablado por boca de profetas, patriarcas y apóstoles en los últimos seis mil años. Que yo sepa, nadie los Santos de los Últimos Días, y por mi parte creo que no estamos ni la mitad de lo alertas que deberíamos estar, ni la mitad de lo preparados que deberíamos estar para los tremendos acontecimientos que sobrevendrán en la tierra, en rápida sucesión en estos últimos días.
Aparte de Sus santos, ¿de quién puede esperar el Señor la preparación para Su segunda venida? De nadie. El Señor tiene por delante una gran obra y está preparando a un pueblo para realizarla antes de Su venida. Con esto, surge una pregunta, hermanos y hermanas: ¿Tenemos el corazón preparado? ¿Nos damos cuenta de estas cosas? Como pueblo, ¿comprendemos nuestras responsabilidades ante el Señor? Él ha levantado un reino de sacerdotes aquí, en los últimos días, para establecer Su Iglesia y reino, y para preparar la vía para la segunda venida del Hijo del Hombre; y el Dios del cielo ha puesto en manos de Sus siervos las llaves del reino, y les ha dicho: “lo que yo, el Señor, he decretado en éstos mis siervos se cumplirá, porque a ellos les es dado poder para sellar, tanto en la tierra como en el cielo, para el día de la ira del Dios Todopoderoso, que será derramada sobre el mundo”,
- Muchas veces pienso que nosotros, los élderes de Israel y los Santos de los Últimos Días, no nos damos cuenta plenamente de la posición que ocupamos ante el Señor.
- La obra que se requiere de nosotros es grande y magnífica; es la obra del Dios Todopoderoso.
- Somos responsables de presentar el Evangelio de Cristo a todas las naciones de la tierra Se nos hace responsables de todo eso y de edificar templos al Altísimo, en los que podamos entrar y encargarnos de las ordenanzas para la salvación de nuestros muertos ¿Cuánto ha suplicado el Señor con las naciones de la tierra a fin de darles gloria celestial, honor, inmortalidad y vida eterna? Lo ha hecho durante los últimos seis mil años, y nos ha levantado siervos Suyos de tanto en tanto y ha llamado a los habitantes del mundo a fin de que se preparen para el grandioso día de Su segunda venida, que está a las puertas.
Los está llamando a grandes voces hoy en día; y, como les he dicho últimamente a algunos de mis hermanos, el Señor quiere saber si los Santos de los Últimos Días están o no dispuestos a trabajar con Él. Es momento de decidirse. Antes de que venga Cristo, se debe preparar a un pueblo que esté santificado ante el Señor.
Es preciso construir templos; es preciso edificar Sión; es preciso que haya un lugar seguro para el pueblo de Dios cuando Sus juicios estén sobre toda la tierra, porque los juicios de Dios caerán sobre la tierra, de eso no hay duda; las revelaciones están llenas de promesas con respecto a eso y, como el Señor ha dicho, Él no fallará en cumplir su palabra.
Creo que no nos damos cuenta de la magnitud de esta obra. Es difícil para nosotros comprender la responsabilidad que tenemos hacia Dios, hacia los cielos, hacia los muertos igual que hacia los vivos entre nuestros semejantes. Ahora bien, al contemplar estas cosas, me fijo además en lo que hay delante de nosotros.
- Las organizaciones, que se han establecido en esta Iglesia desde el principio, son todas ayudas y direcciones y están juntas para llevar adelante esta gran obra.
- Los ojos de los cielos se fijan en nosotros.
- El Hijo de Dios y todos los profetas y patriarcas que han vivido en la tierra están observando esta obra grandiosa, esta gran organización que se prepara para la venida del Hijo del Hombre.
Vivimos en una época importante. Las profecías que se refieren a nuestro tiempo están sobre nosotros. ¿Estamos preparados para enfrentarlas? El Salvador comparó el reino de Dios a diez vírgenes, que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al esposo,
Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.
Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.
Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco”, Ahora bien, los que tienen aceite en sus lámparas son aquellos que viven su religión, pagan su diezmo, pagan sus deudas, guardan los mandamientos de Dios y no blasfeman Su nombre; hombres y mujeres que andan en la luz del Señor; son hombres y mujeres que no venden su primogenitura por un plato de potaje o por un poco de oro o de plata; éstos son los que serán valientes en el testimonio de Jesucristo.
Eso es lo que pienso ahora. Siento que debo amonestar a mis hermanos y hermanas, los Santos de los Últimos Días, a vivir su religión, a preparar sus lámparas, porque vive el Señor que Su palabra se cumplirá. La venida de Jesús está cerca, a las puertas El hombre justo no puede salvar al inicuo.
- Tenemos que vivir nosotros mismos con rectitud, o sea, guardar los mandamientos de Dios.
- La parábola de las diez vírgenes tiene por objeto representar la segunda venida del Hijo del Hombre, la venida del Esposo a encontrarse con la esposa, la Iglesia, la esposa del Cordero, en los últimos días; y pienso que el Salvador estaba en lo cierto cuando dijo, refiriéndose a los miembros de la Iglesia, que cinco eran prudentes y cinco eran insensatos; porque cuando el Señor del cielo venga con poder y gran gloria a recompensar a cada uno de acuerdo con las obras que haya hecho en la carne, si encuentra preparados para la salvación a la mitad de los que profesan ser miembros de Su Iglesia, será el número que se espera, a juzgar por el camino que muchos siguen actualmente.
La palabra del Señor a mí es que ha llegado el momento de que Sión se levante y brille; y el testimonio del Espíritu de Dios a mí es que todo este reino, este gran reino de sacerdotes que ha llevado el sacerdocio, ha cumplido plenamente una parte de la parábola de las diez vírgenes.
¿Y cuál es? Nada menos que mientras el Esposo se ha tardado, todos hemos cabeceado y nos hemos dormido; y la palabra del Señor a mí es que hemos dormido demasiado y tenemos ahora el privilegio de levantarnos y ajustar nuestras lámparas y poner aceite en nuestras vasijas. Ésa es la palabra del Señor a mí.
La pregunta que surge ahora es: ¿Cómo podemos mantener el aceite en nuestras lámparas? Obedeciendo los mandamientos de Dios, recordando ofrecer nuestras oraciones, haciendo lo que se nos dice en las revelaciones de Jesucristo y contribuyendo de otros modos a edificar Sión.
- Mientras estemos trabajando por el reino de Dios, tendremos aceite en nuestras lámparas, nuestra luz brillará y sentiremos el testimonio del Espíritu de Dios.
- Por otra parte, si ponemos el corazón en las cosas del mundo y buscamos los honores de los hombres, andaremos en la oscuridad y no en la luz.
- Si no valoramos nuestro sacerdocio, y la obra de este sacerdocio, la edificación del reino de Dios, la construcción de templos, la redención de nuestros muertos y el avance de esta gran obra para la cual nos ha ordenado el Dios de Israel, si no creemos que estas cosas tienen más valor que las del mundo, no tendremos aceite en nuestras lámparas, no tendremos luz, y no podremos estar presentes en la cena de la boda del Cordero.
“Si estamos trabajando por el reino de Dios, tendremos aceite en nuestras lámparas, nuestra luz brillará y sentiremos el testimonio del Espíritu de Dios”. ¿Quién va a estar preparado para la venida del Mesías? que gocen del Espíritu Santo y vivan con la inspiración del Todopoderoso, los que obedezcan a Jesucristo y den fruto para el honor y la gloria de Dios.
- Y nadie más.
- Ruego que vivamos de tal manera que no estemos entre las vírgenes insensatas, sino que comprendamos las señales de los tiempos, cumplamos nuestro deber, mantengamos nuestra integridad, venzamos al mundo y estemos preparados para recibir a nuestro Redentor cuando venga, con gozo, y no con pesar y vergüenza.
Confíen en Dios. Cumplan su deber. Recuerden sus oraciones. Tengan fe en el Señor, perseveren y edifiquen Sión. Todo será para bien. El Señor va a visitar a Su pueblo, y acortará Su obra en justicia; si no, nadie sería salvo, Les repito, observen las señales de los tiempos y prepárense para lo que ha de venir.
- Repase el primer párrafo de la página 257. ¿Qué aprende de las palabras que el élder Evans atribuyó al presidente Woodruff?
- ¿Cómo podemos saber cuáles son las señales de la segunda venida del Salvador? (Véanse las páginas 258–260.)
- ¿Qué propósitos tienen las señales de la Segunda Venida? (Véanse las páginas 258–260; véase también D. y C.45:34–39.) ¿Qué evidencias ve de que algunas de esas señales se están cumpliendo? ¿Cómo podemos permanecer “calmos, cuidadosos y prudentes ante el Señor”, aun cuando algunas de esas señales incluyan tragedias?
- Repase las enseñanzas del presidente Woodruff sobre la función que tiene la Iglesia para preparar la vía para la Segunda Venida (páginas 260–262). ¿De qué modo podemos participar en esa obra?
- ¿Por qué debemos ocuparnos más de estar preparados que de saber el momento exacto de la Segunda Venida? ¿Cómo podemos ayudar a nuestra familia a prepararse? ¿Cómo podemos permanecer “en lugares santos mientras los juicios de Dios se manifiestan en la tierra”? (página 259).
- En la parábola de las diez vírgenes, ¿a quién representan las vírgenes prudentes y las insensatas? ¿a quién el esposo? ¿y la esposa? ¿Qué representa la cena de bodas? ¿Y el aceite de las lámparas? En nuestra preparación para la Segunda Venida, ¿qué debemos hacer para “tener aceite en nuestras lámparas”? (Véanse las páginas 262–263, 265; véase también D. y C.45:56–57.)
Pasajes de las Escrituras relacionados : D. y C.45:15–75; José Smith—Mateo 1:21–55. Notas
- En “Conference Report”, abril de 1950, pág.105.
- Deseret Weekly, 11 de octubre de 1890, pág.517.
- Deseret News: Semi-Weekly, 4 de febrero de 1873, pág.2.
- The Discourses of Wilford Woodruff, sel. de G. Homer Durham, 1946, págs.211–212.
- Deseret News: Semi-Weekly, 20 de mayo de 1873, pág.1.
- Millennial Star, 30 de mayo de 1895, pág.355.
- Deseret News: Semi-Weekly, 4 de febrero de 1873, pág.2.
- Deseret News: Semi-Weekly, 2 de mayo de 1876, pág.4.
- Deseret News: Semi-Weekly, 4 de febrero de 1873, pág.2.
- Deseret News: Semi-Weekly, 29 de febrero de 1876, pág.4.
- Deseret News: Semi-Weekly, 2 de mayo de 1876, pág.4.
- Deseret Weekly, 24 de febrero de 1894, pág.286.
- Deseret News, 16 de diciembre de 1857, pág.325.
- Deseret News: Semi-Weekly, 6 de julio de 1880, pág.1.
- Deseret News: Semi-Weekly, 29 de febrero de 1876, pág.1.
- Deseret News: Semi-Weekly, 28 de diciembre de 1875, pág.1.
- The Discourses of Wilford Woodruff, págs.124–125.
- Deseret News: Semi-Weekly, 4 de febrero de 1873, pág.2.
- Deseret News, 21 de marzo de 1855, pág.11.
- The Discourses of Wilford Woodruff, pág.252.
: Preparémonos para la segunda venida de Jesucristo
Ver respuesta completa
¿Cuál es la señal de Dios?
Señales | Acontecimientos o experiencias que demuestren el poder de Dios Las señales son acontecimientos o experiencias que demuestran el poder de Dios. Muchas veces son milagrosas. Indican y anuncian acontecimientos grandes, tales como el nacimiento, la muerte y la segunda venida del Salvador.
Les recuerda a los hijos de Dios de los convenios que el Señor ha hecho con ellos. Las señales también pueden dar testimonio de un llamamiento divino o indicar la desaprobación del Señor. La palabra señal también se emplea en las Escrituras como recordatorio de un acontecimiento que no se debe olvidar (véase Éxodo 13:1–10 ).
Las señales están relacionadas con los dones del Espíritu. Muchas veces son una indicación de fe en Dios. Después de resucitar, Jesucristo enseñó a Sus discípulos: “Y estas señales seguirán a los que creyeren” (Marcos 16:17; véase también Mormón 9:24–25).
Algunas personas afirman que creerían en Dios o en Su obra si recibieran una señal. Pero la fe no viene por las señales, sino por medio del Espíritu Santo, a medida que las personas estudian las Escrituras y procuran aprender, con espíritu de oración, sobre el plan de Dios. El Señor ha dicho: “La fe no viene por las señales, mas las señales siguen a los que creen” (D.
y C.63:9). Tales señales se dan a los que son fieles y obedientes, a fin de fortalecerles en su fe y ayudarles a cumplir la voluntad de Dios. Como las señales están relacionadas con la fidelidad, las personas no creyentes a menudo se burlan de los que sí creen y les piden que les muestren una señal.
Para tentar a Jesucristo, Satanás hizo esta misma petición, que encubría burla (véase Mateo 4:3, 6); al igual que hicieron aquellos que crucificaron al Cristo (véase Mateo 27:40, 42). Jesús enseñó: “La generación mala y adúltera demanda señal” (Mateo 12:39). Las señales no se dan para producir fe, sino para confirmarla y bendecir a los que son fieles.
Asombrosas profecías bíblicas cumplidas
Véase también Fe; Obediencia; Segunda Venida de Jesucristo —Véase Leales a la fe, 2004, pág.181 : Señales | Acontecimientos o experiencias que demuestren el poder de Dios
Ver respuesta completa
¿Cómo será la segunda venida de Cristo Reina Valera?
16 Versículos de la Biblia sobre la Segunda venida – RVR60 « »
Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.
: 16 Versículos de la Biblia sobre la Segunda venida – RVR60
Ver respuesta completa