Parábolas De La Biblia Católica?

Parábolas De La Biblia Católica
Parábolas Parábolas famosas Las parábolas son narraciones breves hechas por Jesús para extraer una enseñanza moral ante diferentes situaciones. Las enseñaba con frecuencia porque se pueden recordar fácilmente y se aprenderían mucho mejor, Hoy nos gustaría mostrarte 7 parábolas famosas que merece la pena conocer.

  • Jesús enseñó más de 50 parábolas que se pueden encontrar en los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, aunque también se pueden encontrar en algunos evangelios apócrifos como son los de Tomás y Santiago,
  • Todas ellas resultan muy interesantes por diferentes motivos.
  • Estas son algunas de las parábolas más interesantes y más conocidas de Jesús.

Gracias a estas enseñanzas, Jesús consiguió transmitir su palabra que quedó reflejada gracias a sus apóstoles en cada uno de los textos recogidos en la Biblia que conocemos en la actualidad y gracias a sus parábolas famosas. Estas son algunas de las parábolas famosas que debes conocer
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¿Cuántas parábolas tiene la Biblia católica?

Evangelios canónicos – Los tres evangelios sinópticos contienen las parábolas de Jesús. Cada vez son más los estudiosos que encuentran también parábolas en el Evangelio de Juan, como las pequeñas historias del Buen Pastor (Juan 10:1-5) o la de la mujer que da a luz (Juan 16:21).

  1. Por lo demás, el Juan incluye alegorías pero no parábolas.
  2. Varios autores como Barbara Reid, Arland Hultgren o Donald Griggs comentan que “las parábolas están notablemente ausentes del Evangelio de Juan”.
  3. ​ ​ ​ ​ William Barry afirma en la Enciclopedia Católica (1913) “No hay parábolas en el Evangelio de San Juan.

En los sinópticos, se cuentan treinta y tres en total; pero algunos han elevado el número incluso a sesenta, al incluir expresiones proverbiales”. ​ El Evangelio de Lucas contiene tanto el mayor número total de parábolas (24) como dieciocho parábolas únicas; el Evangelio de Mateo contiene 23 parábolas de las cuales once son únicas; y el Evangelio de Marcos contiene ocho parábolas de las cuales dos son únicas.
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¿Qué son las parábolas catolico?

Un día, estando Jesús junto al Mar de Galilea, empezó a enseñar utilizando parábolas, sentado en una barca contó, a la gente que estaba en la orilla, la parábola del sembrador. Las parábolas explican verdades sobrenaturales «comparándolas» con hechos de la vida diaria que despiertan la curiosidad en las personas que las oyen.

Aquel día, Jesús salió de su casa y se sentó a la orilla del Mar de Galilea. Aal verle acudió tanta gente, que subió a sentarse en una barca, y toda la gente quedó en la playa. Entonces empezó a enseñarles muchas cosas en parábolas: EL SEMBRADOR «Salió el sembrador a sembrar y, al sembrar, parte de la semilla cayó junto al camino; vinieron las aves y se la comieron. Otra parte cayó en un pedregal, donde no había mucha tierra, y brotó en seguida porque la semilla no tenía profundidad en la tierra; pero al salir el sol la abrasó y, por no tener raíz, se secó. Otra cayó entre zarzas; las zarzas crecieron y la ahogaron. Otra parte cayó en tierra buena, y dio frutos; una ciento, otra sesenta, otra treinta. ¡El que tenga oídos que oiga!». (Mateo 13, 1-9)
También propuso esta parábola: LA CIZAÑA «El Reino de Dios es semejante a un hombre que sembró buena semilla en un campo. Mientras sus hombres dormían, vino su enemigo, esparció cizaña en medio del trigo y se fue. Pero cuando creció la hierba y llevó fruto, apareció también la cizaña. Los criados fueron a decir a su amo: ¿No sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña? Él les dijo: Un hombre enemigo hizo esto. Los criados dijeron: ¿Quieres que vayamos a recogerla? Les contestó: ¡No!, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis con ella el trigo. Dejad crecer juntas las dos cosas hasta la siega; en el tiempo de la siega diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en haces para quemarla, pero el trigo recogedlo en mi granero». (Mateo 13, 24-30)
Comparó el Reino de Dios con. GRANO DE MOSTAZA «El Reino de Dios es como un grano de mostaza que toma un hombre y lo siembra en su campo. Es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando crece es la mayor de las hortalizas y se hace árbol, de tal suerte que las aves vienen y anidan en sus ramas». (Mateo 13, 31-32 )
Comparó el Reino de Dios con. LA LEVADURA «El Reino de Dios es semejante a la levadura que una mujer toma y la mete en tres medidas de harina hasta que fermenta toda la masa». (Mateo13, 33)
Comparó el Reino de Dios con. UN TESORO ESCONDIDO «El Reino de Dios es semejante a un tesoro escondido en el campo. El que lo encuentra lo esconde y, lleno de alegría va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo». (Mateo 13, 44)
Comparó el Reino de Dios con. UNA PERLA PRECIOSA «El Reino de Dios es semejante a un mercader que busca perlas preciosas. Cuando encuentra una de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra». (Mateo 13, 45-46)
Comparó el Reino de Dios con. UNA RED BARREDERA «El Reino de Dios es semejante a una red barredera que se echa en el mar y recoge toda clase de peces; cuando está llena la sacan a la orilla, se sientan y recogen los buenos en cestos y tiran los malos». (Mateo 13, 47-48) Parábolas De La Biblia Católica

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EL BUEN SAMARITANO Se levantó un doctor de la ley y le dijo : «Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?». Jesús le respondió: «¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?», Él le contestó: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo». Jesús le dijo: «Has respondido muy bien; haz eso y vivirás». Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «¿Quién es mi prójimo?». Jesús le respondió contándole la siguiente parábola : «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó entre ladrones, que le robaron todo lo que llevaba, le hirieron gravemente y se fueron dejándolo medio muerto. Un sacerdote bajaba por aquel camino; al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Igualmente un levita, que pasaba por allí, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Pero llegó un samaritano, que iba de viaje, y, al verlo, se compadeció de él; se acercó, le vendó las heridas, echando en ellas aceite y vino; lo montó en su cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente sacó unos dineros y se los dio al posadero, diciendo: Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta. ¿Quién de los tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?». El doctor de la ley le contestó: «El que se compadeció de él». Jesús le dijo: «Anda y haz tú lo mismo». Parábolas De La Biblia Católica ———————————————————————————————————————–

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LA OVEJA PERDIDA Los publicanos y los pecadores se acercaban para oír sus enseñanzas. Y los fariseos y los maestros de la ley lo criticaban: «Éste acoge a los pecadores y come con ellos». Entonces les propuso esta parábola: «¿Quién de vosotros, si tiene cien ovejas y se le pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la perdida hasta que la encuentra? Cuando la encuentra, se la echa sobre sus hombros lleno de alegría, y, al llegar a casa, llama a los amigos y vecinos y les dice: ¡Alegraos conmigo, porque he encontrado mi oveja perdida! Pues bien, os digo que habrá más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse». (Lc 15, 1-7) ———————————————————————————————————————————- –

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EL HIJO PRÓDIGO «Un hombre tenía dos hijos. Y el menor dijo a su padre: Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde. Y el padre les repartió la herencia. A los pocos días el hijo menor reunió todo lo suyo, se fue a un país lejano y allí gastó toda su fortuna llevando una mala vida. Cuando se lo había gastado todo, sobrevino una gran hambre en aquella comarca y comenzó a padecer necesidad. Se fue a servir a casa de un hombre del país, que le mandó a sus tierras a guardar cerdos. Tenía ganas de llenar su estómago con las algarrobas que comían los cerdos, y nadie se las daba. Entonces, reflexionando, dijo: ¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan de sobra, y yo aquí me muero de hambre! Volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de llamarme hijo tuyo: tenme como a uno de tus jornaleros. Se puso en camino y fue a casa de su padre. Cuando aún estaba lejos, su padre lo vio y, conmovido, fue corriendo, se echó al cuello de su hijo y lo cubrió de besos. El hijo comenzó a decir: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de llamarme hijo tuyo. Pero el padre dijo a sus criados: Sacad inmediatamente el traje mejor y ponédselo; poned un anillo en su mano y sandalias en sus pies. Traed el ternero cebado, matadlo y celebremos un banquete, porque este hijo mío había muerto y ha vuelto a la vida, se había perdido y ha sido encontrado. Y se pusieron todos a festejarlo. El hijo mayor estaba en el campo y, al volver y acercarse a la casa, oyó la música y los bailes. Llamó a uno de los criados y le preguntó qué significaba aquello. Y éste le contestó: Que ha vuelto tu hermano, y tu padre ha matado el ternero cebado porque lo ha recobrado sano. Él se enfadó y no quiso entrar. Su padre salió y se puso a convencerlo. Él contestó a su padre: Hace ya tantos años que te sirvo sin desobedecer jamás tus órdenes, y nunca me has dado ni un cabrito para celebrar una fiesta con mis amigos. ¡Ahora llega ese hijo tuyo, que se ha gastado toda su fortuna con malas mujeres, y tú le matas el ternero cebado! El padre le respondió: ¡Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo! En cambio, tu hermano, que estaba muerto, ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado. Convenía celebrar una fiesta y alegrarse». (Lc 15, 11-32) ——————————————————————————

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(Lc 18, 9-14) EL FARISEO Y EL PUBLICANO A los fariseos que presumían de ser justos y despreciaban a los demás les dijo esta parábola: «Dos hombres fueron al templo a orar; uno era fariseo y el otro publicano. El fariseo, de pie, hacía en su interior esta oración: Dios mío, te doy gracias porque no soy como el resto de los hombres: ladrones, injustos, adúlteros, ni como ese publicano; yo ayuno dos veces por semana y pago los diezmos de todo lo que poseo. El publicano, por el contrario, se quedó a distancia y no se atrevía ni a levantar sus ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: Dios mío, ten compasión de mí, que soy un pecador. Os digo que éste volvió a su casa justificado, y el otro no. Porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado». —————————————————————————————————————————-

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(Mt 20, 1-16) LOS TRABAJADORES DE LA VIÑA Los fariseos se tenían por más santos que los demás y pensaban que esto les daba especiales derechos ante Dios. En esta parábola Jesús nos hace comprender que en el amor de Dios no cabe acepción de personas, pues quiere que todos se salven. «El reino de Dios es como un amo que salió muy de mañana a contratar obreros para su viña. Ajustó con los obreros en un denario al día, y los envió a su viña. Fue también a las nueve de la mañana, vio a otros que estaban parados en la plaza y les dijo: Id también vosotros a la viña, yo os daré lo que sea justo. Y fueron. De nuevo fue hacia el mediodía, y otra vez a las tres de la tarde, e hizo lo mismo. Volvió por fin hacia las cinco de la tarde, encontró a otros que estaban parados y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día sin hacer nada? Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. Él les dijo: Id también vosotros a la viña. Al caer la tarde dijo el dueño de la viña a su administrador: Llama a los obreros y págales el jornal, empezando por los últimos hasta los primeros. Vinieron los de las cinco de la tarde y recibieron un denario cada uno. Al llegar los primeros, pensaron que cobrarían más, pero también ellos recibieron un denario cada uno. Y, al tomarlo, murmuraban contra el amo diciendo: Esos últimos han trabajado una sola hora y los has igualado a nosotros, que hemos soportado el peso del día y el calor. Él respondió a uno de ellos: Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No convinimos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Pero yo quiero dar a este último lo mismo que a ti. ¿No puedo hacer lo que quiera con lo mío? ¿O ves con malos ojos el que yo sea bueno? Así pues, los últimos serán los primeros, y los primeros los últimos». —————————————————————————————————————————

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(Mt 21, 28-32) LOS DOS HIJOS «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos; se acercó al primero y le dijo: Hijo, vete a trabajar hoy a la viña. Y él respondió: No quiero. Pero después se arrepintió y fue. Se acercó al otro hijo y le dijo lo mismo, y éste respondió: Voy, señor; pero no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?». Le contestaron: «El primero». Jesús dijo: «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas entrarán en el reino de Dios antes que vosotros. Porque Juan vino por el camino de la justicia, y no creísteis en él, mientras que los publicanos y las prostitutas han creído en él. Pero vosotros, aun viendo esto, no os habéis arrepentido ni creído en él». —————————————————————————————————————————–

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(Mateo 22, 1-14) EL BANQUETE DE LAS BODAS J esús se puso a hablar de nuevo en parábolas «El reino de Dios es semejante a un rey que celebró las bodas de su hijo. Envió sus criados a llamar a los invitados a las bodas, y no quisieron venir. Mandó de nuevo a otros criados con este encargo: Decid a los invitados: Mi banquete está preparado, mis terneros y cebones dispuestos, todo está a punto; venid a las bodas. Pero ellos no hicieron caso y se fueron, unos a su campo y otros a su negocio; los demás echaron mano a los criados, los maltrataron y los mataron. El rey, entonces, se irritó, mandó sus tropas a exterminar a aquellos asesinos e incendió su ciudad. Luego dijo a sus criados: El banquete de bodas está preparado, pero los invitados no eran dignos. Id a las encrucijadas de los caminos y a todos los que encontréis convidadlos a la boda. Los criados salieron a los caminos y recogieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de invitados. El rey entró para ver a los invitados, reparó en un hombre que no tenía traje de boda y le dijo: Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin tener un traje de boda? Pero él no contestó. Entonces el rey dijo a los camareros: Atadlo de pies y manos y arrojadlo a las tinieblas exteriores: allí será el llanto y el crujir de dientes. Porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos». ———————————————————————————————————————-

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LOS TALENTOS Un hombre estaba a punto de partir a tierras lejanas, y reunió a sus servidores para confiarles todas sus pertenencias. Al primero le dio cinco talentos de oro, a otro le dio dos, y al tercero solamente uno, a cada cual según su capacidad. Después se marchó. El que recibió cinco talentos negoció en seguida con el dinero y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo otro tanto, y ganó otros dos. Pero el que recibió uno cavó un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su patrón. Después de mucho tiempo vino el señor de esos servidores y les pidió cuentas. El que había recibido cinco talentos le presentó otros cinco más, diciéndole: «Señor, tú me entregaste cinco talentos, pero aquí están otros cinco más que gané con ellos. » El patrón le contestó: «Muy bien, servidor bueno y honrado; ya que has sido fiel en lo poco, yo te voy a confiar mucho más. Ven a compartir la alegría de tu patrón. » Vino después el que recibió dos, y dijo: «Señor, tú me entregaste dos talentos, pero aquí tienes otros dos más que gané con ellos.» El patrón le dijo: «Muy bien, servidor bueno y honrado; ya que has sido fiel en lo poco, yo te confiaré mucho más. Ven a compartir la alegría de tu patrón «. Por último vino el que había recibido un solo talento y dijo: «Señor, yo sabía que eres un hombre exigente, que cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has invertido. Por eso yo tuve miedo y escondí en la tierra tu dinero. Aquí tienes lo que es tuyo. » Pero su patrón le contestó: «¡Servidor malo y perezoso! Si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he invertido, debías haber colocado mi dinero en el banco. A mi regreso yo lo habría recuperado con los intereses. Quítenle, pues, el talento y entréguenselo al que tiene diez. Porque al que produce se le dará y tendrá en abundancia, pero al que no produce se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese servidor inútil, échenlo a la oscuridad de afuera: allí será el llorar y el rechinar de dientes. » (Mt 25, 14-30) Parábolas De La Biblia Católica

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¿Cuál fue la primera parábola de Jesús?

La primera parábola : La oveja perdida.
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¿Cuántas parábolas hay y cuáles son?

Parábolas Parábolas famosas Las parábolas son narraciones breves hechas por Jesús para extraer una enseñanza moral ante diferentes situaciones. Las enseñaba con frecuencia porque se pueden recordar fácilmente y se aprenderían mucho mejor, Hoy nos gustaría mostrarte 7 parábolas famosas que merece la pena conocer.

  1. Jesús enseñó más de 50 parábolas que se pueden encontrar en los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, aunque también se pueden encontrar en algunos evangelios apócrifos como son los de Tomás y Santiago,
  2. Todas ellas resultan muy interesantes por diferentes motivos.
  3. Estas son algunas de las parábolas más interesantes y más conocidas de Jesús.

Gracias a estas enseñanzas, Jesús consiguió transmitir su palabra que quedó reflejada gracias a sus apóstoles en cada uno de los textos recogidos en la Biblia que conocemos en la actualidad y gracias a sus parábolas famosas. Estas son algunas de las parábolas famosas que debes conocer
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¿Qué son las parábolas y cómo se dividen?

La parábola designa una forma literaria que consiste en un relato figurado del cual, por analogía o semejanza, se deriva una enseñanza relativa a un tema que no es el explícito. Es, en esencia, un relato simbólico o una comparación basada en una observación verosímil.
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¿Qué es una parábola y 5 ejemplos?

Ejemplos de Parábolas Las parábolas son breves que, a través del simbolismo, expresan una enseñanza moral. Es una forma literaria con un objetivo didáctico: utiliza la o la semejanza para expresar su enseñanza. La Biblia se caracteriza por su gran cantidad de parábolas, especialmente en el Nuevo Testamento, aunque también hay algunas en el Antiguo Testamento.
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¿Qué parábolas hay en Lucas 15?

1 Y se acercaban a Jesús todos los a publicanos y pecadores para oírle.2 Y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe y con ellos come.3 Y él les relató esta parábola, diciendo: 4 ¿Qué hombre de vosotros, si tiene cien ovejas y se le pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve a en el desierto y va tras la que se le b perdió, hasta que la halla? 5 Y al encontrarla, la pone sobre sus hombros gozoso; 6 y cuando llega a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, diciéndoles: Alegraos conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido.7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se a arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.8 ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una a dracma, no enciende una lámpara, y barre la casa y busca con diligencia hasta hallarla? 9 Y cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas, diciendo: Alegraos conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido.10 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un a pecador que se arrepiente.11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos, 12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.13 Y no muchos días después, juntándolo todo, el hijo menor se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes a viviendo perdidamente.14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia y comenzó a pasar necesidad.15 Entonces fue y se acercó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el que le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.16 Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie se las daba.17 Y a volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, a he pecado contra el cielo y contra ti; 19 ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.20 Entonces, se levantó y fue a su padre.

Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre y fue movido a a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello y le besó.21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy a digno de ser llamado tu hijo.22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad la mejor ropa y vestidle; y poned un anillo en su mano y sandalias en sus pies.23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta, 24 porque este, mi hijo, muerto era y ha revivido; se había perdido y ha sido hallado.

Y comenzaron a regocijarse.25 Y su hijo mayor estaba en el campo, y cuando vino y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; 26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.27 Y el criado le dijo: Tu hermano ha venido, y tu padre ha hecho matar el becerro gordo por haberle recibido sano y salvo.28 Entonces se enojó y no quería entrar.
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¿Por qué Jesús hablaba en parábolas?

3. Jesús utiliza parábolas para enseñar acerca del reino de los cielos sobre la tierra (la Iglesia de Jesucristo). – Lean y analicen los versículos de Mateo 13:24–53 que usted haya seleccionado. Explique que en estos pasajes la frase “el reino de los cielos” se refiere a la Iglesia de Jesucristo, la cual es el reino de los cielos sobre la tierra ( Guía para el Estudio de las Escrituras, “Reino de Dios o de los cielos”, pág.174).

• ¿Cuál es el significado de la parábola del trigo y la cizaña? (Véase Mateo 13:24–30, 36–43; D. y C.86:1–7. Si lo desea, puede hacer una lista en la pizarra, tal como lo hizo con la parábola del sembrador. Escriba qué o a quién representan el sembrador, el campo, la buena semilla, la cizaña, el enemigo, la siega y los segadores.) • En la parábola del trigo y la cizaña, ¿por qué no permite el sembrador que sus siervos junten inmediatamente la cizaña, o sea, la hierba? (Véase Mateo 13:27–30; véase también D.

y C.86:5–7, que aclara Mateo 13:30.) El profeta José Smith enseñó que las parábolas del grano de mostaza y de la levadura hablan de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ( Enseñanzas del Profeta José Smith, comp. por Joseph Fielding Smith, 1976, págs.107–108, 109–110).

  • ¿Qué nos enseña acerca de la Iglesia restaurada el que el Salvador la comparara con un grano de mostaza? (Véase Mateo 13:31–32.) ¿O con la levadura? (Véase Mateo 13:33.
  • Explique que la levadura es un ingrediente que hace que se levante la masa del pan.) ¿Cómo han visto crecer la obra de Dios, tal como se ilustra en estas parábolas? • ¿Qué podemos aprender de las parábolas del tesoro y de la perla de gran precio? (Véase Mateo 13:44–46.) ¿Qué sacrificios estarían dispuestos a hacer con el fin de obtener el tesoro del Evangelio? ¿Qué sacrificios han hecho por el Evangelio ustedes o sus conocidos? ¿Qué bendiciones han recibido como resultado de esos sacrificios? • En la parábola de la red echada en el mar, ¿qué representa la red? (Véase Mateo 13:47.) ¿Qué significa el ser recogidos en la red? ¿Qué se representa con la acción de recoger lo bueno en cestos y echar fuera lo malo? (Véase Mateo 13:48–50.

Podría valerse de José Smith—Mateo 1:4 para explicar que el “fin del siglo” que se menciona en el versículo 49 se refiere a la destrucción de los inicuos.) ¿Qué podemos hacer que nos ayude a permanecer fieles en la Iglesia y que ayude a los demás a hacer lo mismo?
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¿Qué dice Mateo 13 44?

44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla y lo esconde de nuevo; y lleno de gozo por ello, va y vende todo lo que tiene y compra aquel campo.
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¿Que otras parábolas nos hablan de Dios Padre?

Tres parábolas sobre la misericordia En este domingo hay una coincidencia en las lecturas dominicales, en una misma dirección: el perdón de los pecados por la misericordia del Padre Dios. En el evangelio de Lucas 15, 1-32 se encuentran estas tres parábolas: la de la oveja recuperada, la de la moneda hallada y la del Hijo pródigo, que muy bien pudiera llamarse la del Padre bueno.

Ellas tres nos invitan a reflexionar sobre la misericordia divina. ¿Quién mejor que Cristo nos puede hablar como es el corazón de Dios?Nos cuesta a todos el saber perdonar. Se dice que el “errar es humano y el perdonar es divino”. Hay una terrible tentación de hacer a Dios como somos nosotros. Hay cristianos que se comportan como si Dios no tuviera ganas de perdonar, como si El prefiriera no compartir con nadie la dicha del paraíso o hubiera que convencerlo de que nos deje entrar.

No hay duda que Dios quiere que nos salvemos. Para eso envió el Padre al Hijo, para buscarnos y salvarnos. Dios ha tomado la iniciativa. Eso es lo que quiere el Papa Francisco en este jubileo de la misericordia y también lo quería san Francisco con la indulgencia del perdón de la porciúncula; estamos celebrando el VIII centenario de la concesión de esta gracia.Las tres parábolas de hoy nos enseñan cómo es Dios.

Dejemos de lado la manera humana de ver a Dios. Hay que desaprender para aprender. El corazón de Dios no es como el nuestro. Es verdad que nunca podremos comprender totalmente como nos quiere Dios, como es su corazón de Padre. Su perdón es incondicional e infinitamente misericordioso. No tenemos que hacer mucho para alcanzar el perdón, sino dejarnos perdonar.

Pero tenemos que recordar lo que dice san Agustín: “si quieres que Dios ignore tus pecados, sé tú quien los reconozca. Tú pecado te tenga a ti como juez, no como defensor”.No vivamos pensando que Dios vive anotando nuestros fallos, errores, aunque pueda haber alguna expresión en la Biblia que pareciera decir eso.

  • Dios no actúa de esa forma.
  • Al contrario, Dios está cerca de cada uno, Él está donde estamos, para ofrecernos su perdón, él va junto a nosotros.
  • Pero cuidado, Dios que nos quiere locamente no tiene que cambiar, somos nosotros los que debemos cambiar, volver a él con fe y humildad como hizo el Hijo pródigo.Se nos exige mucha humildad para reconocer los propios pecados.

La soberbia nos ofusca y hace que no veamos lo malo que hacemos y, sobre todo, lo bueno que dejamos de hacer. Seamos valientes y no nos engañemos. Pidamos perdón sin miedo, sin resentimientos estériles y sin angustia. El resentimiento nos puede encerrar en nosotros mismos, nos puede hundir, no nos da fuerza para cambiar.

El arrepentimiento ante Dios es otra cosa, nos ayuda a abrirnos con confianza a su perdón, a su misericordia. Nos da fuerza para cambiar poco a poco nuestra manera de vivir. Ahí están nuestros pecados de pensamiento, de palabra, de obra y de omisión. El que no reconoce el gozo de saberse perdonado, corre el riesgo de vivir huyendo de Dios y de sí mismo.

En el corazón misericordioso de Dios vamos todos a encontrar la fuerza poderosa para vivir gozosa y limpiamente. Jesús presenta su Padre como el que va en busca de los perdidos, como un pastor que se olvida de todo y corre tras la oveja perdida que ha abandonado el redil, hasta que la encuentra.

  • Como el padre que siempre está esperando que el hijo alocado vuelva y cuando lo ve a lo lejos corre para darle alcance y entre feliz en la casa.
  • Así está el papa Francisco en este año jubilar, que para alcanzarnos ha abierto tantas puertas que dan acceso al Padre Dios, rico en misericordia.
  • Qué distinto sería para todos si arrancáramos de nosotros el miedo que no nos deja hablar con Dios, cara a cara y de corazón a corazón.

El miedo es como una atenaza que bloquea nuestra fe y nos aleja de Dios. Dios nos quiere encontrar en nuestra verdad, en nuestras propias limitaciones. : Tres parábolas sobre la misericordia
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¿Que nos enseña el capítulo 13 de Mateo?

4. (18-23) Jesús explica la parábola del sembrador: cada tierra representa una de las cuatro respuestas a la palabra del reino. – Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador: Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo y arrebata lo que fue sembrado en su corazón.

  1. Este es el que fue sembrado junto al camino.
  2. Y el que fue sembrado en pedregales, este es el que oye la palabra y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.
  3. El que fue sembrado entre espinos, este es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.

Mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.a. Este es el que fue sembrado junto al camino : Como los pájaros comieron la semilla junto al camino (Mateo 13:4), así unos recibieron la palabra con corazones endurecidos y el malo rápidamente arrebata la palabra sembrada.

La palabra no tiene efecto porque nunca penetra y es arrebatada rápidamente.i. La tierra junto al camino representa a aquellos que nunca realmente oyen la palabra con entendimiento. La Palabra de Dios debe ser entendida antes de que realmente pueda dar fruto. Una de las obras principales de Satanás es mantener a los hombres en la oscuridad en cuanto a su entendimiento del evangelio (2 Corintios 4:3-4).

ii. “Satanás siempre asecha para estorbar la Palabra Él siempre tiene miedo de dejar la verdad incluso en contacto seco y duro con la mente”. (Spurgeon) iii. “Ahora tantas personas están tan pisoteadas por sermones, que sus corazones, como senderos, se endurecen con la palabra, que no toma más impresión que la lluvia sobre una roca: tienen pechos musculosos, cuerdas de sus corazones callosas, disposiciones muertas”.

  1. Trapp) b.
  2. En pedregales : Como una semilla que cae en la tierra poco profunda sobre los pedregales brota con rapidez y luego se seca y muere (Mateo 13:5-6), así algunos responden a la palabra con entusiasmo inmediato, pero pronto se marchitan.i.
  3. Esta tierra representa a aquellos que reciben la palabra con entusiasmo, pero su vida no dura mucho, porque no están dispuestos a soportar la aflicción o la persecución por causa de la palabra,

ii. Spurgeon hizo un buen punto: “Quiero que entiendan claramente que la falla no se debió a la rapidez de su supuesta conversión. Muchas conversiones repentinas han estado entre las mejores que han sucedido”. El problema no era su repentino crecimiento, sino su falta de profundidad.

  1. Iii. “La aflicción es un término general por el sufrimiento que viene desde afuera; la persecución es infligida deliberadamente, y usualmente implica un motivo religioso.
  2. Tropieza no es una pérdida gradual de interés, sino un colapso bajo presión”.
  3. France) c.
  4. Entre espinos : Como las semillas crecían y los espinos pronto las ahogaron (Mateo 13:7), así algunos responden a la palabra y crecen por un tiempo, pero son ahogados y parados en su crecimiento espiritual por la competición de las cosas no espirituales.i.

Esta tierra representa un terrenofértil para la palabra; pero su tierra es demasiado fértil, porque también hace crecer todo tipo de cosas que ahogan la Palabra de Dios. Es decir, el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra,d.

Buena tierra : Como semilla cayendo sobre buena tierra da fruto (Mateo 13:8), así algunos responden correctamente a la palabra y dan fruto.i. Esta tierra representa a los que reciben la palabra, y da fruto en su tierra en diferentes cantidades ( produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno ), aunque cada una tiene una cosecha generosa.e.

Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador : Nos beneficia ver partes de nosotros mismos en las cuatro tierras. · Como la tierra junto al camino, a veces no permitimos que la Palabra tenga lugar en nuestras vidas. · Como los pedregales, a veces tenemos momentos de entusiasmo al recibir la Palabra que pronto se agotan.

· Como la tierra entre espinos, las preocupaciones de este mundo y el engaño de las riquezas amenazan constantemente con ahogar la Palabra de Dios y nuestr o crecimiento. · Como la buena tierra, la Palabra da fruto en nuestras vidas.i. Notamos que la diferencia en cada categoría fue con la tierra misma.

La misma semilla fue echada por el mismo sembrador. No se puede culpar las diferencias de resultados al sembrador o la semilla, sino solo a la tierra. “¡Oh, mis queridos oidores, hoy pasan por una prueba! Quizá juzgarás al predicador, pero uno más grande que el predicador te juzgará a ti, pues la Palabra misma te juzgará”.

Spurgeon) ii. La parábola también era un ánimo para los discípulos. Aunque parezca que pocos responden, Dios está en control y la cosecha ciertamente vendrá. Esto fue especialmente significativo a la luz de la creciente oposición a Jesús. “No todos responderán, pero habrá algunos que lo harán, y la cosecha será grande “.

(France) iii. “¿Quién sabe, oh maestro, cuando trabajas incluso entre los infantes, ¿cuál será el resultado de tu enseñanza? El buen maíz puede crecer en campos muy pequeños”. (Spurgeon) iv. Aún más que describir el progreso mixto del mensaje del evangelio, la parábola del sembrador hace que el oyente se pregunte: “¿Qué tipo de tierra soy yo? ¿Cómo puedo preparar mi corazón y mente para ser la tierra adecuada ?” Esta parábola invita la acción para que recibamos la Palabra de Dios para beneficio completo.
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¿Cuál fue la segunda parábola de Jesús?

La segunda parábola : La moneda perdida.
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¿Cómo se llama la parábola de San Lucas 16 1 15?

La Parábola del mayordomo injusto o Parábola del mayordomo penitente o Parábola del administrador infiel, es una parábola de Jesús que aparece en el Evangelio de Lucas 16:1-13, En ella, un mayordomo que está a punto de ser despedido se gana el favor de los deudores de su amo condonando algunas de sus deudas.
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¿Cómo se llama la parábola?

Se denomina parábola al lugar geométrico de un punto que se mueve en un plano de tal manera que equidista de una recta fija, llamada directriz y de un punto fijo en el plano, que no pertenece a la parábola ni a la directriz, llamado foco.
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¿Cuál es la enseñanza de la parábola del sembrador?

La parábola del sembrador La parábola del sembrador Depende de cada uno de nosotros el establecer las prioridades y el hacer aquello que cause que la tierra sea buena y la cosecha abundante. Los temas de los discursos de la conferencia general no los asigna una autoridad terrenal, sino las impresiones del Espíritu.

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Muchos temas abordan las inquietudes terrenales que todos tenemos. Pero así como Jesús no enseñó la manera de superar las dificultades terrenales ni la opresión política de Su época, por lo general Él inspira a Sus siervos modernos a que hablen acerca de lo que nosotros debemos hacer para reformar nuestra vida personal a fin de prepararnos para regresar a nuestro hogar celestial.

En este fin de semana de la Pascua de Resurrección, he sentido la impresión de hablar acerca de las bellas enseñanzas de una de las parábolas de Jesús que trascienden el tiempo. La parábola del sembrador es una de las pocas parábolas que se encuentran en los tres evangelios sinópticos.

Además, pertenece a un grupo aún más reducido de parábolas que Jesús explicó a Sus discípulos. La semilla que se sembró era “la palabra del reino” (), “la palabra” () o “la palabra de Dios” (): las enseñanzas del Maestro y de Sus siervos. Los diferentes tipos de terreno donde cayeron las semillas representan las maneras diferentes en que las personas recibimos y obedecemos esas enseñanzas.

Así, las semillas que ” junto al camino” () no han alcanzado el terreno mortal donde pueden crecer; son como las enseñanzas que caen en un corazón endurecido o sin preparación. No diré nada más en cuanto a ellas. Mi mensaje concierne a aquellos que nos hemos comprometido a ser seguidores de Cristo.

  • ¿Qué hacemos con las enseñanzas del Salvador en nuestra vida? La parábola del sembrador nos advierte de las circunstancias y actitudes que podrían impedir que cualquiera que haya recibido la semilla del mensaje del Evangelio produzca una buena cosecha.
  • Parte de la semilla “cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque la tierra no era profunda.

Pero cuando salió el sol, se quemó; y por cuanto no tenía raíz, se secó” (). Jesús explicó que esto describe a “los que cuando han oído la palabra, en seguida la toman con gozo”, pero como “no tienen raíz en sí cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, en seguida ” (; según la Biblia en inglés).

¿Qué hace que los que escuchan la palabra “no raíz en sí”? Ésta es la circunstancia de los nuevos miembros que sólo están convertidos a los misioneros, o a las muchas y atrayentes características de la Iglesia, o a los muchos y grandes beneficios de ser miembros. Al no estar arraigados en la palabra, se secan y marchitan cuando surge la oposición.

Incluso quienes se han criado en la Iglesia —miembros desde hace mucho tiempo— pueden llegar a deslizarse hacia una situación en la que no tienen raíz en sí mismos. He conocido a algunos de ellos, miembros cuya conversión al evangelio de Jesucristo no es firme ni duradera.

Si no estamos arraigados a las enseñanzas del Evangelio ni seguimos sus prácticas con regularidad, cualquiera de nosotros puede desarrollar un corazón de piedra, el cual es un pedregal para las semillas espirituales. El alimento espiritual es necesario para la supervivencia espiritual, especialmente en un mundo que se está alejando de la creencia en Dios y de los términos absolutos de lo bueno y lo malo.

En una era dominada por internet, que amplifica los mensajes que amenazan la fe, debemos exponernos más frecuentemente a la verdad espiritual con el fin de fortalecer nuestra fe y permanecer arraigados en el Evangelio. Jóvenes, si esta enseñanza les resulta demasiado general, aquí tienen un ejemplo específico.

  • Si cuando se reparten los emblemas de la Santa Cena ustedes están enviando textos, cuchicheando, jugando a videojuegos o haciendo cualquier otra cosa para negarse a ustedes mismos la nutrición espiritual esencial, estarán cortando sus raíces espirituales y colocándose en un terreno pedregoso.
  • Ustedes mismos se están haciendo vulnerables a marchitarse cuando surjan tribulaciones como el aislamiento, la intimidación o el ridículo.

Y esto también se aplica a los adultos. Otro destructor potencial de las raíces espirituales —acelerado por la tecnología actual, aunque no exclusivo de ella— es el tener una visión del Evangelio o de la Iglesia como si se viera por el ojo de una cerradura.

  1. Esta perspectiva limitada se centra en una doctrina, práctica o defecto percibido en particular de un líder e ignora el panorama completo del plan del Evangelio y los frutos personales y colectivos de su cosecha.
  2. El presidente Gordon B.
  3. Hinckley realizó una descripción gráfica de uno de los aspectos de este “ver por el ojo de la cerradura”.

Habló a un grupo de personas de BYU acerca de unos comentaristas políticos “sumamente indignados” en un noticiero reciente de aquella época. “Con mañas estudiadas derramaron el vinagre de la injuria y la ira Sin duda”, concluyó, “no hay mejor época ni lugar para ser un sensacionalista avinagrado muy talentoso”.

A diferencia de ellos, para estar bien arraigados en el Evangelio, debemos ser moderados y mesurados con la crítica y procurar siempre la perspectiva más amplia de la majestuosa obra de Dios. Jesús enseñó que “otra parte cayó entre espinos; y crecieron los espinos y la ahogaron, y no dio fruto” (). Explicó que “éstos son los que son sembrados entre espinos, los que oyen la palabra, pero los afanes de este mundo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas entran y ahogan la palabra, y ésta se hace infructuosa” ().

Se trata, sin duda, de una advertencia a la que todos debemos dar oído. Me referiré primero al engaño de las riquezas, pues nos tientan a todos sin importar dónde nos encontremos en nuestra trayectoria espiritual o cuál sea el estado de nuestra conversión.

Cuando las actitudes o las prioridades están fijas en la compra, el uso o la posesión de pertenencias, lo llamamos materialismo. Se ha dicho y escrito tanto acerca del materialismo que hay muy poco que agregar. Quienes creen en lo que se conoce como la teología de la prosperidad padecen del engaño de las riquezas.

La posesión de riqueza o grandes ingresos no es una señal de favor divino, ni su ausencia es un síntoma de desaprobación celestial. Cuando Jesús le dijo a un seguidor fiel que podía heredar la vida eterna si tan sólo daba a los pobres todo lo que poseía (véase ), no estaba indicando que la posesión de riquezas era algo malo, sino la actitud de Su seguidor hacia éstas.

  1. Como bien sabemos, Jesús alabó al buen samaritano quien, para servir a su prójimo, se valió del mismo tipo de monedas que Judas recibió por traicionar al Salvador.
  2. No es el dinero la raíz de todos los males, sino el amor al dinero (véase ).
  3. En el Libro de Mormón se habla de una época en la que la Iglesia de Dios “empezó a detenerse en su progreso” ( porque “los del pueblo de la iglesia empezaban a fijar sus corazones en las riquezas y en las cosas vanas del mundo” ().

Quienquiera que tenga abundancia de cosas materiales está en peligro de quedar “adormecido” espiritualmente por las riquezas y otras cosas del mundo. Ésta es una introducción pertinente a las siguientes enseñanzas del Salvador. Los espinos más sutiles que ahogan el efecto de la palabra del Evangelio en la vida son las fuerzas mundanas que Jesús llamó “los afanes, y las riquezas y los placeres de esta vida” ().

Son demasiado numerosos como para enumerarlos, pero bastará con unos ejemplos. En cierta ocasión Jesús reprendió a Pedro, Su apóstol principal, diciéndole: “Me eres tropiezo, porque no lo que es de Dios, sino lo que es de los hombres” (; según la Biblia en inglés; véase también ; ). Apreciar lo que es de los hombres implica anteponer los afanes de este mundo a las cosas de Dios en nuestras acciones, prioridades y manera de pensar.

Nos rendimos a los “placeres de esta vida” (1) cuando nos volvemos adictos, lo cual afecta al preciado y divino don del albedrío; (2) cuando nos seducen las distracciones triviales, lo cual nos aleja de lo que tiene importancia eterna; y (3) cuando adoptamos la mentalidad de tener derecho a todo, lo cual afecta al crecimiento personal necesario a fin de calificar para nuestro destino eterno.

  • Nos superan “los afanes de esta vida” cuando nos paraliza el miedo al futuro, lo cual obstaculiza nuestro avance con fe, confiando en Dios y en Sus promesas.
  • Hace veinticinco años mi estimado profesor de BYU, Hugh W.
  • Nibley, habló del peligro de rendirse a los afanes del mundo.
  • Durante una entrevista se le preguntó si la condición del mundo y nuestro deber de difundir el Evangelio hacían que se quisiera procurar alguna manera de “adaptar lo que hacemos en la Iglesia al mundo”.

Su respuesta fue: “Ése ha sido siempre el quid de la cuestión con la Iglesia, ¿verdad? Uno debe estar dispuesto a ofender, a arriesgarse. Ahí es donde entra la fe Se supone que nuestro compromiso es una prueba, se supone que es algo difícil y poco práctico ante los ojos del mundo”.

Esta prioridad del Evangelio quedó afirmada en el campus de BYU hace unos meses con un estimado líder católico, Charles J. Chaput, Arzobispo de Filadelfia, quien, refiriéndose a las “preocupaciones que comparten la comunidad SUD y la católica”, tales como “el matrimonio y la familia, la naturaleza de nuestra sexualidad, la santidad de la vida humana y la urgencia de la libertad religiosa”, declaró lo siguiente: “Deseo subrayar otra vez la importancia de verdaderamente vivir aquello que profesamos creer.

Eso debe ser una prioridad no sólo en nuestra vida personal y familiar, sino en nuestras congregaciones, en nuestras decisiones políticas, en nuestros acuerdos comerciales, en el trato que dispensamos al pobre; es decir, en todo lo que hagamos”. “He aquí el porqué”, prosiguió.

  • Aprendan de la experiencia del catolicismo.
  • Los católicos creemos que nuestra vocación es ser la levadura de la sociedad.
  • Pero existe una fina línea divisoria entre ser la levadura de la sociedad y ser digeridos por la sociedad”.
  • Ciertamente, la advertencia del Salvador respecto a cuidarse de los afanes del mundo para que no ahoguen la palabra de Dios en nuestra vida nos insta a mantener nuestras prioridades fijas —o a fijar el corazón— en los mandamientos de Dios y los líderes de Su Iglesia.

Los ejemplos del Salvador podrían hacer que pensáramos en esta parábola como en la parábola de los tipos de tierra. La idoneidad de la tierra depende del corazón de cada uno de nosotros que queda expuesto a la semilla del Evangelio. Dependiendo de la propensión de cada uno a las enseñanzas espirituales, algunos corazones se han endurecido o no están preparados, otros se han tornado en piedra por el desuso y otros están fijos en las cosas del mundo.

  • La parábola del sembrador concluye con la descripción que el Salvador hace de la semilla que “cayó en buena tierra y dio fruto” en diversas medidas ().
  • ¿Cómo podemos prepararnos para ser esa buena tierra y para tener una cosecha así de buena? Jesús explicó que la “buena tierra son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con paciencia” ().

Tenemos la semilla de la palabra del Evangelio y depende de cada uno de nosotros el establecer las prioridades y el hacer aquello que cause que la tierra sea buena y la cosecha abundante. Debemos procurar estar firmemente arraigados en el evangelio de Jesucristo y convertidos a él (véase ).

  • Logramos esa conversión al orar, al leer las Escrituras, al prestar servicio y al participar de la Santa Cena con regularidad para tener siempre Su Espíritu con nosotros.
  • También debemos procurar ese gran cambio de corazón (véase ) que reemplaza los malos deseos y las preocupaciones egoístas con el amor de Dios y el deseo de servirlo a Él y a Sus hijos.

Testifico de la verdad de estas cosas, y testifico de nuestro Salvador Jesucristo, cuyas enseñanzas indican el camino y cuya Expiación lo hace todo posible. En el nombre de Jesucristo. Amén. Notas

Gordon B. Hinckley, “Let Not Your Heart Be Troubled” (devocional de la Universidad Brigham Young, 29 de octubre de 1974), pág.1;, Véase, por ejemplo, Dallin H. Oaks, “Materialism”, capítulo 5, en Pure in Heart, 1988, pág.73–87. Estoy en deuda con el élder Neal A. Maxwell por esta metáfora memorable; véase “These are your days”, Ensign, octubre de 2004, pág.26. James P. Bell, en “Hugh Nibley, in Black and White”, BYU Today, mayo de 1990, pág.37. Hugh Nibley, en “Hugh Nibley, in Black and White”, págs.37–38. Charles J. Chaput, “The Great Charter at 800: Why It Still Matters”, First Things, 23 de enero de 2015, firstthings.com/web-exclusives/2015/01/the-great-charter-at-800; véase también Tad Walch, “At BYU, Catholic Archbishop Seeks Friends, Says U.S. Liberty Depends on Moral People”, Deseret News, 23 de enero de 2015, deseretnews.com/article/865620233/At-BYU-Catholic-archbishop-seeks-friends-says-US-liberty-depends-on-moral-people.html. El arzobispo Chaput también dijo que “algunas de nuestras mejores instituciones católicas han perdido o han visto diluida enormemente su identidad religiosa Brigham Young es una universidad extraordinaria porque es un centro de aprendizaje que se ve enriquecido por su identidad religiosa. Nunca la pierdan” (“The Great Charter at 800”).

: La parábola del sembrador
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¿Cómo saber si es una parábola?

Secciones cónicas y formas estándar de las ecuaciones Una sección cónica es la intersección de un plano y un recto circular doble. Por el cambio del ángulo y la ubicación de la intersección, podemos producir diferentes tipos de cónicas. Hay cuatro tipos básicos:,, y, Ninguna de las intersecciones pasara a través de los vértices del cono. Si el cono recto circular es cortado por un plano perpendicular al eje del cono, la intersección es un círculo. Si el plano intersecta una de las piezas del cono y su eje pero esté no es perpendicular al eje, la intersección será una elipse. Para generar una hipérbola el plano intersecta ambas piezas del cono sin intersectar el eje. donde A, B, C, D, E y F son constantes. Al cambiar los valores de alguna de las constantes, la forma de la cónica correspondiente también cambiara. Es importante conocer las diferencias en las ecuaciones para ayudarnos a identificar rápidamente el tipo de cónica que está representada por una ecuación dada.
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¿Cuántas parábolas hay en el libro de Lucas?

La narrativa del viaje en Lucas incluye veinticuatro parábolas de las veinte y nueve que contiene el Evangelio. En cambio, el Evangelio de Mateo contiene veinte y tres parábolas y Marcos solo seis. No existe un consenso sobre el número de parábolas.
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¿Quién descubrió la parábola?

La Edición de BARROW de las Cónicas de Apolonio
Archimedis opera; Apollonii Pergaei conicorum libri IIII; Theodosii Sphaerica, Edición de I.Barrow de Las Cónicas de Apolonio (Londres, 1675). Contiene también obras de Arquímedes y de Teodosio. Las ilustraciones con la portada y las figuras de Apolonio procede de la Biblioteca del Real Instituto y Observatorio de la Armada de San Fernando (Cádiz).

Antecedentes de Las Cónicas de Apolonio, Las cónicas de Menecmo y el problema de la Duplicación del Cubo. Se atribuye a Menecmo (hacia 350 a.C.) de la Academia platónica –el más famoso de los discípulos de Eudoxo y maestro de Aristóteles y Alejandro Magno–, la introducción de las secciones cónicas, es decir, el descubrimiento de las curvas que después recibieron el nombre de elipse, parábola e hipérbola, la llamada « Triada de Menecmo ».

Veremos que el descubrimiento fue un feliz hallazgo en relación con el problema délico de la « duplicación del cubo ». Menecmo detectó que para la resolución del problema había una familia de curvas adecuadas, los tres tipos de cónicas obtenidos por el mismo método, a partir de la sección por un plano perpendicular a la generatriz de conos rectos de tres tipos, según que el ángulo en el vértice fuera agudo, recto u obtuso.

Partiendo de un cono circular recto de una sola hoja con ángulo recto en el vértice, Menecmo descubrió que al cortar el cono por un plano perpendicular a una de sus generatrices, la curva intersección es tal que su ecuación (utilizando de nuevo un anacronismo en términos de Geometría Analítica moderna) puede escribirse en la forma y 2 =lx, donde l es una constante, que depende exclusivamente de la distancia del vértice del cono al plano de la sección.

  • Ignoramos como obtuvo exactamente Menecmo esta propiedad, pero como quiera que depende nada más de algunos teoremas de Geometría elemental, se supone que Menecmo utilizaría los conocimientos geométricos familiares a los matemáticos de la Academia platónica.
  • Sea, pues, ABC el cono y sea EDG la curva obtenida al cortarlo por un plano perpendicular en el punto D a la generatriz ADC del cono.

Sea P un punto cualquiera de la curva sección y un plano horizontal que corta al cono en la circunferencia PVQR, siendo Q el otro punto de intersección de la curva sección con esta circunferencia. Por razones de simetría resulta que los segmentos PQ y RV son perpendiculares en el punto O, de modo que OP es la media proporcional entre RO y OV. Por tanto OP 2 =RO·OV. Ahora de la semejanza de los triángulos DOVD y DBCA se tiene: OV/DO = BC/AB, y de la semejanza de los triángulos DSDA y DABC se tiene: SD/AS = BC/AB.

Tomando OP=y, OD=x, como « coordenadas » del punto P, se tiene y 2 = RO·OV, de modo que sustituyendo: y 2 = OP 2 = RO·OV = SD·OV = AS·(BC/AB)· DO·( BC/AB) = (/AB 2 )·x, Ya que los segmentos AS, BC y AB son los mismos para todos los puntos de la curva EQDPG, podemos escribir la ecuación de la curva o « sección del cono rectángulo » en la forma: y 2 =lx, donde l es una constante que más tarde se llamaría el « latus rectum » De una forma totalmente análoga para conos con ángulo agudo y obtuso en el vértice Menecmo obtendría expresiones de la forma: y 2 = lx – (b 2 /a 2 ) · x 2, sección de cono acutángulo, y 2 = lx + (b 2 /a 2 ) · x 2, sección de cono obtusángulo,

donde a y b son constantes y el plano de corte es perpendicular a una generatriz. Se observa una gran similitud entre los desarrollos de Menecmo en relación a expresiones equivalentes a ecuacione s y el uso de coordenadas, lo que induce a los historiadores a afirmar que este geómetra ya conocía ciertos aspectos de la Geometría Analítica. Sea un cubo de arista a. A partir de la proporción continua:, resultado de interpolar dos medias proporcionales entre a y su doble 2a, se obtienen las parábolas x 2 =ay, y 2 =2ax, y la hipérbola equilátera xy=2a 2, Tanto la intersección de las dos parábolas como la intersección de una de las parábolas y la hipérbola proporciona x 3 =2a 3, es decir, la arista del cubo de volumen doble.

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Lo que en nuestro lenguaje geométrico analítico realizamos utilizando las ecuaciones de las cónicas, Menecmo lo hallaría mediante la construcción de puntos de intersección de las cónicas obtenidas, desplazando convenientemente el plano de corte con el cono a fin de hallar cónicas con latus rectum conveniente al objetivo propuesto.

Aunque según el testimonio de Proclo y Eutociusfue Menecmo el primero que descubrió las secciones cónicas, tal vez no fue así, ya que antes Arquitas de Tarento (hacia 400 a.C.), gran político reformador y maestro de Platón, había estudiado el problema de la Duplicación del Cubo, obteniendo las dos medias proporcionales mediante una compleja intersección de un cono de revolución, un cilindro de revolución y una superficie tórica.

Así pues, Arquitas pudo haber estudiado la elipse como sección oblicua del cilindro. Por otra parte, después de la línea recta, es la elipse la curva más habitual en la experiencia, ya que los objetos circulares mirados de forma oblicua, así como la sombra que arrojan, son elípticos. Se ha especulado a veces incluso con un origen de las cónicas por generación cinemática como la Cuadratriz de Hipias o la Espiral de Arquímedes, pero parece desmentirlo la persistencia hasta el siglo XVII del nombre que los griegos dieron de Problemas sólidos a los que dependían de las cónicas para su resolución, como si se quisiera insistir en su origen estereométrico.

Las cónicas se definen ahora como lugares de puntos en el plano para los que las distancias a una recta –directriz– y a un punto –foco– están en una determinada razón –excentricidad–. Esta definición se traslada de forma muy simple al lenguaje algebraico de ecuaciones de nuestra Geometría Analítica y además, la trigonometría permite mediante la rotación de ejes pasar fácilmente de la ecuación de la hipérbola referida a sus ejes a la referida a sus asíntotas.

De modo que realmente impresiona la extraordinaria habilidad de Menecmo descubriendo la más útil familia de curvas de toda la Matemática y de toda la Ciencia y en ausencia del instrumento y el simbolismo algebraicos. Pero no sólo esto, sino que, independiente de su origen plano o estereométrico, Menecmo fue capaz de vincular ambos aspectos de las cónicas, mostrando que las secciones de los conos tenían importantes propiedades como lugares planos, traducibles en básicas expresiones geométricas (equivalentes a nuestras ecuaciones ), que permitían deducir, a su vez, otras innumerables propiedades de las cónicas, que serían plasmadas por Apolonio en los primeros libros de Las Cónicas,

Es bajo esta visión sobre el trabajo de Menecmo que algunos historiadores modernos (Zeuthen, Coolidge, Loria y Heath) reclaman para los griegos, y empezando por Menecmo, la paternidad de la Geometría Analítica, al establecer como la esencia de esta rama de la Matemática el estudio de los lugares por medio de ecuaciones,

Euclides escribió, además de Los Elementos, otras muchas obras de las que tenemos constancia e incluso fragmentos a través de El Tesoro del Análisis de Pappus. Una de ellas fue un trabajo sobre secciones cónicas, incorporado más tarde a Las Cónicas de Apolonio. Asimismo, los importantes resultados de Arquímedes acerca del área del segmento parabólico, aplicando el método de exhaución en la obra Sobre la Cuadratura de la Parábola y el método mecánico en la obra Sobre el Método relativo a los teoremas mecánicos dedicado a Eratóstenes pone de relieve el avanzado desarrollo de la teoría de las secciones cónicas en la época de Arquímedes, ya muy próxima a los tiempos en que Apolonio concibió Las Cónicas.

Las Cónicas de Apolonio. Durante más de ciento cincuenta años, las curvas introducidas por Menecmo se llamarían a partir de la descripción trivial de la forma cómo habían sido descubiertas, es decir, mediante las perífrasis: sección (perpendicular a una generatriz) de cono acutángulo, rectángulo y obtusángulo para la elipse, parábola e hipérbola, respectivamente.

LA GENERACIÓN DE LAS CÓNICAS DE APOLONIO
Construcción de Apolonio de las tres secciones cónicas mediante un cono único, variando la inclinación del plano que corta al cono.

Parábola: el plano de corte es paralelo a una sola generatriz. Elipse: el plano de corte no es paralelo a ninguna generatriz. Hipérbola: el plano de corte es paralelo a dos de sus generatrices.

Además, siguiendo probablemente una sugerencia de Arquímedes, Apolonio acuñó para la posteridad los nombres de elipse, parábola e hipérbola para las secciones cónicas. A lo largo de la Historia de la Matemática, los conceptos han sido siempre más importantes que la terminología utilizada, pero en este caso el cambio de nombre de las secciones cónicas debido a Apolonio, tiene una importancia más allá de lo meramente nominalista.

Los términos adoptados en realidad no eran nuevos, sino que procedían, como sabemos, del lenguaje pitagórico de la solución de ecuaciones cuadráticas del método de Aplicación de las Areas, Elipse significa deficiencia ; Hipérbola significa exceso (en el lenguaje ordinario una hipérbole es una exageración ); y por ultimo Parábola significa equiparación,

El cambio de nomenclatura envolvía un cambio conceptual, toda vez que las cónicas ya no serían descritas constructivamente, sino a través de relaciones de áreas y longitudes, que daban en cada caso la propiedad característica de definición de la curva y expresaban sus propiedades intrínsecas.

Por ejemplo, la conocida ecuación de la parábola con vértice en el origen es y 2 =lx, donde l es el latus rectum o parámetro doble que se representa por 2p. Esta expresión de la parábola en forma de ecuación sintetiza precisamente el farragoso y larguísimo enunciado de la Proposición I.11 de Las Cónicas en forma de propiedad que cumple la sección cónica considerada, bautizada por Apolonio justamente aquí con el nombre de Parábola,

Este enunciado muy resumido viene a decir: « La Parábola tiene la propiedad característica de que para todo punto tomado sobre la curva, el cuadrado construido sobre su ordenada y es exactamente igual al rectángulo construido sobre la abcisa x y el latus rectum l ».

Análogamente, Apolonio hará lo propio para la hipérbola y la elipse en las dos proposiciones siguientes que redactadas en un retórico lenguaje abstruso y prolijo, se puede simplificar en la forma siguiente Proposición I.12 (resp.I.13): « En la sección cónica considerada, el cuadrado de la ordenada equivale a un área rectangular aplicada siguiendo el latus rectum, es decir, teniendo el latus rectum como altura, y teniendo la abscisa como base, aumentada (resp.

disminuida) de otra área semejante a la que tenga el eje transverso o diámetro como base, y la mitad del latus rectum como altura ». Simplificando todavía más, mediante ecuaciones, como en el caso de la parábola, el complejo lenguaje de Apolonio, designando: para la hipérbola a el eje transverso o diámetro y b el eje no transverso, para la elipse a y b los ejes, y para ambas cónicas y la ordenada, x la abscisa, y l el latus rectum, podemos traducir los enunciados de las proposiciones I.12 y I.13 en las relaciones: Hipérbola: y 2 = lx + (b 2 /a 2 ) · x 2 o bien – = 1 Elipse: y 2 = lx – (b 2 /a 2 ) · x 2 o bien + = 1 ecuaciones de la hipérbola y de la elipse, respectivamente, referidas a uno de sus vértices como origen de coordenadas donde concurren como ejes de coordenadas un diámetro y la tangente a la cónica en su extremo, y donde el latus rectum o parámetro l es: l=2b 2 /a. Veamos, en efecto, como se llega a estas ecuaciones en el caso de la elipse: Lo que demuestra Apolonio en la Proposición I.13, con un lenguaje retórico, es que hay una relación constante entre ciertas áreas, el cuadrado de lado la cuerda PQ y el rectángulo determinado por los segmentos OQ, QR del diámetro. En particular se verificará:, Tomando coordenadas con origen en el vértice O, y llamando x, y, a, b y l, como antes, se tiene:,de donde resulta:,es decir:, donde l=2b 2 /a es el latus rectum, como se quería probar. Vemos que las relaciones de áreas de Apolonio, que expresan propiedades intrínsecas de la curva, se prestan, con suma facilidad, a ser traducidas en el ulterior lenguaje del Álgebra simbólica de ecuaciones, lo cual permitirá la asociación de curvas y ecuaciones, que es la principal finalidad programática de la Geometría Analítica. A la vista de las expresiones obtenidas para las cónicas, trasunto de la propiedad fundamental que satisfacen como lugares planos, se aprecia que, en el caso de la elipse y 2 lx. Estas propiedades de las curvas expresadas por estas desigualdades son las que sugirieron, con base en el lenguaje griego ordinario, los nombres de las cónicas: parábola, elipse e hipérbola, bautizadas por Apolonio hace más de dos mil años. Así los nombres no sólo no son arbitrarios sino que responden a la semántica de los términos y han sido tan afortunados que han quedado firme y unánimemente asociados al diccionario geométrico de las cónicas para siempre. Las Cónicas de Apolonio fueron escritas en ocho libros de los que conservamos siete gracias a los trabajos de Thabit ibn Qurra (hacia 856 d.C.) y de Edmond Halley (1656-1742). El Libro I de Las Cónicas de Apolonio se inicia con la generación de las cónicas, pero una vez que se obtienen mediante consideraciones estereométricas las relaciones básicas entre lo que llamaríamos las coordenadas de un punto de la curva en el plano, expresadas por las ecuaciones descritas, Apolonio se dedica a estudiar por métodos planimétricos las propiedades fundamentales de las cónicas, incluyendo tangentes y diámetros conjugados, a partir de esas ecuaciones planas, obviando toda referencia explícita al cono generador. Apolonio utiliza de forma sistemática un par de diámetros conjugados o un diámetro y una tangente como equivalente de un sistema de coordenadas oblicuas, habiendo demostrado previamente que si se traza una recta por un extremo de un diámetro de una elipse o de una hipérbola, paralela a su diámetro conjugado, la recta trazada es tangente a la cónica. El sistema de referencia diámetro–tangente se muestra de una significativa utilidad ante la invariancia de la ecuación de la cónica frente a un cambio de referencia diámetro–tangente de un punto a otro punto de la cónica (Proposiciones 41 a 49). En particular, Apolonio conocía las propiedades de la hipérbola equilátera referida a sus asíntotas xy=a 2, El Libro II abunda en nuevas propiedades y hace un estudio exhaustivo de las asíntotas. Al final del Libro estudia el problema de trazar una tangente que forme un ángulo dado con el diámetro que pasa por el punto de contacto. El Libro III estudia primero propiedades de triángulos y cuadriláteros determinados por tangentes y diámetros conjugados y otras propiedades de las tangentes, entre ellas se establece, en la Proposición 41, cómo tres tangentes a la parábola se cortan en la misma razón de modo que la parábola resulta envolvente de las rectas con esta propiedad. En la proposición 43 aparece la hipérbola como lugar de puntos tales que xy=constante, donde x e y son abscisa y ordenada respecto a los ejes constituidos por las asíntotas. Después Apolonio estudia una serie de hermosas propiedades focales, entre las que destacan las Proposiciones 51 y 52 que permiten el trazado de estas cónicas mediante una composición de movimientos continuos y que sirven para definirlas de forma planimétrica como lugares geométricos : « En una hipérbola la diferencia de distancias de cada punto a los focos es constante e igual al eje transverso », « En una elipse la suma de distancias de cada punto a los focos es constante e igual al eje mayor »., En el Libro IV se estudian los puntos de intersección de las cónicas. Destaca la Proposición 9 que exhibe un método de trazar dos tangentes a una cónica desde un punto. El Libro V es una de las principales obras maestras de la Geometría griega. Está dedicado a los segmentos máximos y mínimos, es decir, a la distancia máxima y mínima de un punto a los de una cónica –las rectas normales–. En este Libro encontramos el germen de la teoría de evolutas y evolventes que figura en la obra de Huygens Horologium Oscilatorium de 1673. Al intuir el concepto de curvatura, Apolonio se sitúa en las raíces de la Geometría Diferencial. En las Proposiciones 51 y 52,mediante métodos puramente sintéticos, Apolonio obtiene la evoluta de las cónicas como lugar de los centros de curvatura, mediante la determinación del número de normales distintas desde cada punto. Por ejemplo, para la elipse y la hipérbola: (x 2 /b 2 )+ (y 2 /b 2 )=1,el brillante resultado equivale a describir de forma sintética las curvas que en el lenguaje de la Geometría Analítica tendrían por ecuación: (ax) 2/3 (by) 2/3 = (a 2 b 2 ) 2/3,, En las proposiciones 55-63 Apolonio construye la normal a una cónica desde un punto exterior mediante la intersección de la cónica dada con una hipérbola equilátera, llamada Hipérbola de Apolonio asociada al punto. El Libro VI está dedicado a la igualdad y semejanza de cónicas.

Las Cónicas de Apolonio en los manuscritos Vaticanos
Páginas de Las Cónicas de Apolonio, quizá el más elegante de todos los manuscritos matemáticos griegos de la colección vaticana (Vat. gr.205 pp.78-79 math07a NS.03 ). Data de 1536. Se exhiben,con excelentes figuras, las Proposiciones 2–4 del Libro III sobre la igualdad de áreas de triángulos y cuadriláteros formados por tangentes y diámetros de las cónicas, y por tangentes y líneas paralelas a las tangentes.

Frontispicio de la edición príncipe de Edmond Halley de Las Cónicas de Apolonio de 1710. Es una obra monumental basada en la edición de Thabit ibn Qurra (hacia 856 d.C.). En la base de la ilustración aparece un texto en latín de gran valor emblemático y metafórico sobre el significado de la Geometría como ciencia del espíritu, tomado del epígrafe primero del Prefacio del Libro VI de DeArchitectura de Vitruvio.

Se trata de una exclamación promovida por la súbita presencia ante unos náufragos, como evidencia de la presencia de la civilización, de figuras sobre hipérbolas de Apolonio, que reza en estos términos : « Aristipo, filósofo socrático, habiendo naufragado en el mar de Rodas, y habiendo observado en la playa dibujos con diseños geométricos, se dice que exclamó ante sus compañeros : estamos de buena esperanza ya que veo huellas de hombre,» En la Introducción de la edición de Ver Eecke ( Les Coniques d’Apollonius de Perge,

Blanchard, París, 1963, p.XLIX), el editor escribe: « Esta edición, en la que colaboró Gregory hasta su muerte, se compone de dos partes. La primera comprende el texto griego de los cuatro primeros libros, publicada por vez primera, acompañada de la versión latina de Commandino más o menos corregida, así como los textos griegos de los lemas de Pappus y del comentario de Eutocio, acompañadas igualmente de versiones latinas.

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¿Cuántas parábolas tiene el Evangelio según San Marcos?

Las parábolas en el trabajo (Marcos 4:26-29 y 13:32-37) | Comentario Bíblico Marcos contiene solo dos parábolas que no se encuentran en los demás Evangelios. Ambas son breves y tratan acerca del trabajo. La primera de estas parábolas, en Marcos 4:26–29, compara el reino de Dios con una semilla que brota y crece.

Tiene similitudes con la famosa parábola de la semilla de mostaza, que sigue inmediatamente después, y a la parábola del sembrador (Mr 4:1–8). Aunque la parábola ocurre en un lugar de trabajo agrícola, el rol del campesino se minimiza deliberadamente. La semilla crece y “él no lo sabe” (Mr 4:27). En cambio, el énfasis se encuentra en la forma en que el inexplicable poder de Dios produce el crecimiento del reino.

Sin embargo, el campesino “se levanta, de noche y de día” para cultivar el campo (Mr 4:26) y mete la hoz (Mr 4:29) para recoger la cosecha. El milagro de Dios se les concede a aquellos que hacen el trabajo que se les encarga. La segunda parábola que solo se encuentra en este libro está en Marcos 13:32–37 e ilustra la necesidad de que los discípulos de Jesús esperen Su segunda venida.

Curiosamente, Jesús dice, “Es como un hombre que se fue de viaje, y al salir de su casa dejó a sus siervos encargados, asignándole a cada uno su tarea, y ordenó al portero que estuviera alerta” (Mr 13:34). Mientras que está lejos, todos los siervos deben seguir haciendo el trabajo que les asignó. El reino no es como un amo que se va a un país lejano y promete llamar eventualmente a sus siervos para que vayan a donde él está.

No, el Amo regresará y les da a sus siervos el trabajo de hacer crecer y mantener la casa para Su futuro regreso. Ambas parábolas dan por sentado que los discípulos de Jesús son trabajadores diligentes, sea cual sea su ocupación. No discutiremos las otras parábolas aquí, sino que nos referiremos a las exploraciones exhaustivas en y,
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¿Qué es una parábola en la Biblia?

El termino parábola en griego tiene el significado de poner a un lado, pararse al lado. En la figura retorica es una comparación o semejanza. Por lo tanto, podemos decir que las parábolas en la Biblia es una historia de la vida real para realizar una comparación o semejanza para que una verdad espiritual sea revelada.

  • Las parábolas tienen un tema central y llegar a alegorizar cada detalle en la historia puede desviarnos del propósito de esta.
  • La retórica distingue entre la comparación, la metáfora, la metáfora que ha pasado al uso común, el símil, la alegoría y la parábola.
  • Esta última compara dos cosas de campos diferentes, con el fin de elucidar lo poco familiar por medio de lo familiar.

Más que una metáfora (Mt.16:6) o un símil (10:16), la parábola es una semejanza que usa una verdad evidente de un campo conocido (la naturaleza o la vida humana) para comunicar una verdad nueva en un campo desconocido (el reino, la naturaleza y acción de Dios).

En el sentido más estricto las parábolas son símiles o metáforas más desarrolladas (Mt.13:31–32; 18:12ss).1 En la Biblia tenemos parábolas tanto en el antiguo testamento como en el nuevo, en el ámbito cristiano son más conocidas las parábolas de Jesús, pero hay una tendencia casi generalizada que las parábolas es solo para las clases en la escuela dominical para los niños y adolescentes en las iglesias.

También existe confusión a las palabras que mencionó Jesús cuando dijo: que a los de afuera les habló en parábolas y a sus discípulos les concede entender los misterios del reino (Marcos 4:11). Dios quiere que todos sus hijos mediten, reflexiones e interioricen el propositivo de las parábolas descritas por Jesús y también las mencionadas en otras partes diferentes a los evangelios. DAR CLICK EN PLAY Si te perdiste la última transmisión en vivo, no te preocupes. Haz click aquí
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¿Cómo se llama la parábola?

Se denomina parábola al lugar geométrico de un punto que se mueve en un plano de tal manera que equidista de una recta fija, llamada directriz y de un punto fijo en el plano, que no pertenece a la parábola ni a la directriz, llamado foco.
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