Madre Espiritual En La Biblia?

Madre Espiritual En La Biblia
6. Confía tu maternidad espiritual a María – “Por todas partes existe la necesidad de participación y ayuda maternal, y por eso podemos también resumir en una palabra, la de maternalidad, lo que hemos desarrollado como valor propio de la mujer”, escribe santa Edith Stein.

Y es que la maternidad de la que escribió Edith no se encontraba solamente en la maternidad física, sino “que debe ser una maternalidad que no se quede en el estrecho círculo de los parientes de sangre o de los amigos personales, sino que existe para todos los que están apenados y cargados, según el ejemplo de la ‘Madre de la misericordia’; debe tener su raíz en el amor universal de Dios”.

Es la Santísima Madre quien nos ofrece un ejemplo de cómo es la maternidad espiritual en la vida diaria y común. A los pies de la cruz, María acepta la misión de ser la madre espiritual de todos nosotros. Por este motivo, san Juan Pablo II nos anima a confiar en María a lo largo de nuestro camino hasta su Hijo.
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¿Qué es una madre espiritual según la Biblia?

Una madre es paciencia, entrega, sacrificio, perdón, compañía, amor, bendición, protección, cuidado y demás etcéteras que ocuparían muchas páginas de muchos libros, pero lo más importante de todo es que la madre es un REGALO DE DIOS.
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¿Quién es nuestra madre espiritual?

Autor: Pa´que te salves A nuestro alrededor vemos cómo las personas se olvidan que tenemos una Madre en el cielo, nadie se acuerda de ella, quizás, algunos sí lo hacen cuando tienen problemas. Unos meses atrás, en un velorio los familiares del difunto querían rezar un Rosario, ¡pero, cuál fue la sorpresa que nadie se acordaba de cómo se rezaba! ¡Fueron a buscar a alguien que sí supiera! ¡Parece increíble, desgraciadamente sucede con bastante frecuencia! La Iglesia nos enseña Por el Bautismo nos convertimos en hijos de Dios.

Esto significa que somos hermanos adoptivos de Cristo y si María es la Madre de Cristo, entonces también es Madre Nuestra. El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice en el no.963 : Que a María se le reconoce y se le venera como Madre de Dios y Madre del Redentor y más aún, es verdaderamente la madre de todos los miembros del cuerpo, cuya cabeza es Cristo.

El Papa Pablo VI se refiere a Ella como ” María, Madre de Dios, Madre de la Iglesia”. Nos dice que: María es “Madre de todo el pueblo de Dios, tanto de los fieles, como de los pastores, que la llaman Madre amorosa, y queremos que de ahora en adelante sea honrada e invocada por todo el pueblo cristiano con ese gratísimo título”,

El papel de María con relación a la Iglesia nace de su unión con Cristo, son inseparables estas dos relaciones. Ella tiene un papel muy importante en la obra de la salvación, debido a su unión con Jesucristo, la cual comienza desde el momento de la concepción hasta la muerte del Hijo. Recordemos la escena del momento de la crucifixión de su Hijo.

María lo acompañó en todos los momentos de la Pasión. Podemos imaginar con cuánto dolor, pero ahí estaba, a un lado de su Hijo, nunca lo abandonó, cuando muchos lo habían abandonado, Ella permaneció fiel. Al llegar a la Cruz, permaneció de pie, sufriendo intensamente, y se unió al sacrificio de su Hijo, consintiendo, con todo su corazón de Madre lleno de amor, que su Hijo fuese inmolado como medio para la salvación de los hombres.

  1. ¡Qué dolor! ¡Cuánta soledad! Seguramente se preguntaría ¿dónde estaban todos aquellos que lo aclamaban, que querían proclamarlo rey? ¿Tendrán miedo? ¿habrán entendido su mensaje?.
  2. Pero, en realidad, lo importante fue que Ella ofreció su dolor por la salvación de todos y cada uno de los hombres.
  3. En ese momento, escucha las palabras de su Hijo, quien la da como madre a Juan, el único de los discípulos que no había corrido a esconderse por miedo: ¡” Mujer, ahí tienes a tu hijo “! Una nueva responsabilidad, la de ser madre de los hombres, que seguramente se le hacía sumamente difícil, mas sabía que contaba con la ayuda de Dios.

¿Qué habrá pensado la Virgen? No sabemos. Pero, a partir de este momento ¡iba a ser la madre de los que habían matado a su Hijo! Otra vez, aparece su obediencia, no protesta, sino que acepta ser la madre amorosa y velar para siempre por todos los hombres.

  • María después de la muerte y resurrección de Jesús María después de la muerte de su Hijo, siente una soledad tremenda, Ella sabe porque se lo dijo su Hijo que no todo ha terminado, pero el sentimiento de soledad no deja de existir.
  • Ella acepta voluntariamente esa soledad y en esa soledad nos alcanza muchos frutos a los hombres.

El estar vacía de todo que no sea Dios hace que sea fecunda. El verdadero amor a Cristo sólo se alcanza por medio de un corazón libre de cualquier tipo de apego. A través de todo esto se convierte en corredentora de la humanidad. Después de la Ascensión, es decir, cuando Cristo, por sus propias fuerzas subió a los cielos, se mantuvo orando al Espíritu Santo para que la cubriera con su manto, tal cómo lo hizo en el momento de la Anunciación.

Ella estuvo presente, siendo una figura muy importante, en los comienzos de la Iglesia. El día de Pentecostés cuando descendió el Espíritu Santo sobre los apóstoles, Ella se encontraba ahí. Siempre acompañó a la Iglesia naciente con oraciones, aconsejando a los apóstoles y algunas de las mujeres que habían acompañado a Jesús.

A todos ellos le transmitió todo lo que había conocido de su Hijo. María fue la primera persona que conoció todas las verdades de nuestra fe y además la primera en vivirlas, tenía a Cristo como modelo. Cuando su vida terrena había de terminar, la Virgen fue llevada a los cielos.

Ella que nunca tuvo pecado no podía morir como todos los hombres. Se dice que se ” durmió ” y que entonces fue elevada al cielo al trono de Reina del Universo. Que la virgen fue asunta, es decir, llevada al cielo, es otro dogma de fe que fue declarado por Pío XII en 1950. Leer el no.966 del Catecismo. A este dogma lo llama la Iglesia la Asunción de la Virgen María.

La Asunción de María tiene una participación singular en la Resurrección de Cristo, además es una prefiguración de la resurrección de los muertos, de todos los hombres. El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice en el no.968: La Virgen María, también, es nuestra Madre en cuanto nos otorga gracias porque colaboró, de manera especialísima, en la obra de salvación por su fe, esperanza y amor, para que los hombres pudieran alcanzar la vida sobrenatural.

Ahora, Ella está a lado de su Hijo resucitado y glorificado y vela por cada uno de nosotros podamos alcanzar la salvación. Con su asunción a los cielos, no terminó su misión salvadora, sino que ésta sigue a través de sus muchas intercesiones. En su primer viaje a México, el Papa Juan Pablo II ofició una Misa en la Basílica de Guadalupe y en su homilía dijo: ” A ti, María, el Hijo de Dios y a la vez Hijo tuyo, desde lo alto de la Cruz indicó a un hombre y dijo: ‘He aquí a tu hijo’ Y en aquel hombre te ha confiado a cada hombre.

Te ha confiado a todos “. ¡Cuida tu fe! La Virgen de Guadalupe se apareció al pueblo de México para darle a su Hijo. Si observamos su imagen, vemos que la Virgen está embarazada, trae a su Hijo. No dejes que algún sectario o cualquiera otra persona trate de arrebatarte tu fe en tu Madre celestial.
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¿Qué es la maternidad espiritual?

Inscríbete a la newsletter – Cada viernes recibirás nuestros artículos gratuitamente en tu correo electrónico. En la serie de los apotegmas o «dichos» de los Padres del Desierto, también figuraban entre ellos los «dichos» de las «Ammas». Uno de ellos nos narra, por ejemplo, que «en una ocasión, dos Ancianos (o Abbas), grandes Anacoretas, se llegaron a la región de Pelusia, para visitarla (a Amma Sarra).

Mientras marchaban, se propusieron humillar a la anciana mujer y, cuando estuvieron con ella le dijeron: “Trata de no envanecerte en tu pensamiento (o espíritu) diciéndote: ‘He aquí que dos anacoretas vienen a mí, que soy mujer'”. Y Amma Sarra les respondió: “Por naturaleza, soy mujer, pero no por el pensamiento “»,2) Tampoco se necesita ser sacerdote para ser llamado «padre espiritual»: el orden sagrado es necesario para decir misa, para perdonar sacramentalmente, pero una y otra cosa no tiene por qué hacerla un «padre espiritual».

Más aún, la mayor parte de los «padres espirituales» en el antiguo monacato no eran sacerdotes, sino – como diríamos hoy en día – «laicos consagrados o religiosos». Tenían únicamente los sacerdotes que necesitaban para las funciones litúrgicas o sacramentales; y éstos eran muchas veces ordenados sacerdotes contra su voluntad, no por desprecio del sacerdocio ministerial, sino por humildad,

«El anciano era – nos dice García Colombás⁵ – o al menos tenía capacidad de ser un “padre espiritual”. Esto no implica necesariamente que hubiera recibido la ordenación sacerdotal antes bien, al contrario, lo ordinario era que no fuera sacerdote, Al padre espiritual no se le exigía nada más sino que fuera un auténtico espiritual,

Sólo el “portador del Espíritu” ( pneumatóforos ) podía comunicarlo a sus discípulos, y de este modo engendrar hijos espirituales. A los “ancianos”, por lo tanto, se les daba también el nombre de “padre” o, más exactamente, de “abba”, término semítico que, más o menos modificado, pasó al griego y, en general, a todas las lenguas antiguas y modernas del mundo cristiano Los “hermanos” llamaban “padres” a los “ancianos” porque los consideraban realmente como “padres espirituales”, como personas que ejercían la paternidad divina, y no tan sólo como simples consejeros y directores de conciencia,

  • En los textos monásticos antiguos, el nombre de “padre”, aplicado a un “anciano”, debe tomarse en sentido propio y real: se trata de una verdadera paternidad, y no de una paternidad meramente legal y metafórica,
  • Que la paternidad espiritual no tenía nada que ver con el sacerdocio lo prueba, entre otros argumentos, el hecho de que también las mujeres fueron consideradas como “madres espirituales”»,3) Tampoco se necesita tener un cargo de Superior o Superiora en una comunidad de hombres o mujeres espirituales.

Parece obvio que, quien como Superior o Superiora gobierna una tal comunidad, tenga la misma aptitud que veremos se requiere para ser “padre” o “madre espiritual”. Pero había abbas o ammas que no eran respectivamente ni Superior ni Superiora, aunque ayudaban a los mismos a ejercer mejor sus respectivos cargos.

Diríamos que abba o amma significa haber llegado a tener aptitud de “gobernar” interior o espiritualmente; pero se podía poseer esta aptitud, y no ejercitarla como Superior o Superiora. Finalmente, no era la edad lo que hacía abba o amma : un joven, muy joven, podía llegar a serlo, no entonces por su edad, sino por su experiencia espiritual, útil para sí mismo y para los otros.

Como dice García Colombás, «hay que decir que el nombre “anciano” no significaba necesariamente que quien lo llevaba tuviera muchos años, ni se aplicaba a todos los monjes que habían llegado a la vejez». Y dice a continuación – citando a Casiano –: «Así como no todos los jóvenes son igualmente fervorosos, sabios y de buenas costumbres, así tampoco es posible hallar en todos los viejos el mismo grado de perfección o la misma virtud consumada.

Las riquezas de los ancianos no se han de medir precisamente por las canas de la cabeza, sino por el celo que mostraron en su juventud y los trabajos pasados Por eso no debemos seguir las huellas, las tradiciones o las exhortaciones de los ancianos cuya única reputación estriba en los cabellos blancos que cubren su cabeza y en los muchos años que han vivido, sino las de aquellos que llevaron durante su juventud una vida digna de elogio e irreprochable, y se formaron, no según su propio criterio, sino de acuerdo con las tradiciones de los mayores» (E.

Casiano, Colaciones, II 13)», Los dos carismas necesarios Si esto es así, ¿qué se necesita para ser un abba o una amma ? Es, para decirlo brevemente, el tener dos carismas: el que entonces se decía diakrisis y el de la «palabra». O sea, el discernimiento de espíritus o discreción, y el poder comunicarlo de palabra en la conversación espiritual con el hijo o la hija espiritual.

  1. Veámoslo por partes: 1) El más precioso atributo del Padre o de la Madre espiritual se lo llama, en griego, diakrisis ; y es mejor no tratar de traducirlo con una sola palabra, sino con dos, pues a la vez es discreción y discernimiento de espíritus.
  2. «Discreción – nos dice García Colombás –, en el lenguaje de los padres de la vida monástica, equivale a “sentido de lo real”.

Es una virtud que modera por igual los excesos de la presunción y los defectos de la pusilanimidad, En realidad todo nos induce a pensar que fueron las tristes lecciones de la experiencia lo que movió a los maestros del monacato antiguo a profundizar en la virtud de la discreción y concederle un puesto singularmente relevante en su concepción de la vida espiritual.

  1. Casiano la pone por las nubes y le consagra nada menos que los ocho últimos capítulos de la primera Colación y toda la segunda.
  2. Hay que añadir enseguida que entiende por “discreción”, sobre todo, el “discernimiento de espíritus”; pero también la considera como madre de la moderación y la opone al vicio de la desmesura.

Tomándola en ambos sentidos, le otorga el título de “fuente y raíz de todas las virtudes”», La paternidad o maternidad espiritual es el ejercicio – también fuera del gobierno propiamente dicho – de este carisma o gracia o don en bien de los demás, que se llama a la vez discreción y discernimiento de espíritus.

  • Es un don que Dios da y que no se puede conseguir solamente con nuestro esfuerzo; pero, si no se hace algún esfuerzo, Dios no lo dará.
  • Y el principal esfuerzo es la humildad; sobre todo la que se ejercita cuando uno se somete a la dirección de otro que tenga el carisma de la discreción.
  • Sólo en casos extraordinarios se conocen hombres que han llegado a tener este carisma sin recibirlo de otro hombre, sino directamente de Dios: san Antonio en el desierto, san Ignacio en Manresa Además, es un carisma – el de la discreción – que se necesita para ir, con seguridad, por los caminos del Espíritu; y por eso, si uno no lo tiene, tiene que buscar al que lo tenga, y dejarse guiar por él.
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Son conocidas las palabras con que Casiano, en una de sus Colaciones, nos narra, por boca del abba Moisés, una «pacomia» de los Padres del Desierto, bajo la dirección del abba Antonio: «Acuérdome que me hallé – dice el Abba Moisés – en las partes de la Tebaida donde vivía el glorioso Antonio; los antiguos monjes venían a porfía a visitarle para hablar con él sobre temas de perfección.

La conferencia (o «pacomia») se prolongó un día desde la hora de vísperas hasta la madrugada, y el punto que nos ocupa (el de la discreción) se trató allí durante la mayor parte de la noche. Por largo tiempo anduvieron preguntando qué virtud puede siempre mantener al monje al abrigo de las acechanzas e ilusiones diabólicas, y llevarle con seguridad y sin tropiezo hasta las cumbres de la perfección.

Cada uno daba su parecer según sus propios alcances. Unos lo hacían consistir en la práctica de ayunos y vigilias Otros eran de opinión que consistía en el menosprecio de todas las cosas Quiénes, en cambio, juzgaban necesaria la vida anacorética, es decir, el retiro y la soledad del desierto, en donde la conversación con Dios se hace más familiar, y la unión más íntima.

  • Algunos, finalmente, se inclinaban por la práctica de la caridad, o sea, por los deberes de mutua hospitalidad,
  • De esta suerte, cada cual dio su preferencia a virtudes distintas, poniendo de relieve una entre otras como más conducente para unir el alma con Dios.
  • Había transcurrido gran parte de la noche en estos razonamientos.

Por fin, el bienaventurado Antonio tomó la palabra y dijo: « Todas las prácticas a que os habéis referido son ciertamente útiles y necesarias para quien tiene sed de Dios y desea llegar a Él. Pero las deplorables experiencias y las defecciones sin número que hemos conocido de tantos solitarios, no nos permiten, en modo alguno, darles un valor exclusivo.

¡A cuántos de ellos vimos entregarse a los ayunos y vigilias más rigurosos; excitar la admiración ajena por su amor a la soledad; abrazarse a un despojamiento tan absoluto que no se atrevían a reservarse el alimento un solo día y llenar con toda solicitud los deberes de la hospitalidad! Y, sin embargo de ellos, les vimos caer de pronto en la ilusión.

Y es que no supieron coronar la obra comenzada. Todo su fervor y toda su vida, digna por otra parte de elogio, vinieron al traste, teniendo un fin desgraciado. Pero podremos reconocer con claridad la virtud más eficaz para conducirnos a Dios si miramos atentamente la causa de su ilusión y su ruina.

Ahora bien, es innegable que las obras de virtud a que os habéis referido sobreabundan en algunos de ellos. Sólo la ausencia de la discreción hizo que no pudieran perseverar hasta el fin. No vemos, en efecto, otra razón de ser de su caída que el hecho de no haber querido formarse según el dictamen de los ancianos para adquirir esta virtud esencial.

La discreción, manteniéndose igualmente alejada de los dos extremos contrarios, enseña al monje a caminar por una senda real, y no le permite apartarse ni a la derecha, en pos de una virtud orgullosa y un fervor exagerado que rebasan los límites de la justa templanza, ni a la izquierda, tras de la relajación y el vicio, so pretexto de mirar excesivamente por la salud del cuerpo, en una perezosa y mortal desidia.

Esta es la prudencia a la que llama el Salvador en el Evangelio el ojo y la lámpara del cuerpo (cfr. Mt 6,22-23), Ella discierne, en efecto, todos los pensamientos del hombre y sus actos, examinando y viendo en la luz lo que debemos hacer. Si este ojo interior es malo, es decir, si estamos desprovistos de ciencia o de un criterio seguro, y nos dejamos engañar por el error y la suficiencia, todo nuestro cuerpo será tenebroso.

En otras palabras, todo en nosotros, inteligencia y acción, quedará como envuelto en la oscuridad más incierta, porque el vicio es ciego y la pasión es madre de tinieblas» (G. Casiano, Colaciones, I, 2).2) Pero no basta la diakrisis – si se trata de ser Padre o Madre espiritual de otro, porque para sí mismo bastaría –: las ideas justas y discretas, hay que saberlas expresar; si no, no están al servicio de los demás,
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¿Qué dice la Biblia de los padres espirituales?

La Biblia a menudo se refi ere a Dios como Padre. Él es el padre de Jesucristo de una manera muy personal y original. Sin embargo, Jesús nos enseñó a llamar a Dios nuestro padre. Leamos Mateo 6:5-15 Dios es un padre para nosotros tanto en el sentido natural como en el espiritual.

  1. Todos los seres humanos son criaturas de Dios, pues él nos creó a todos a su imagen (Génesis 1:27).
  2. Pero los cristianos son criaturas de Dios en otro sentido, porque hemos escogido ser parte de su familia al aceptar la salvación que él nos ha ofrecido en Jesucristo (Hebreos 2:11-17).
  3. Como nuestro padre, Dios no solamente nos ha creado, sino que nos ama, continúa proveyendo para nosotros y nos perdona nuestros pecados (Mateo 5:48).

Dios también nos disciplina (Hebreos 12:5-11). La imagen de Dios como nuestro padre nos ofrece algunas pistas sobre cómo debe ser la paternidad humana. Piense en el hombre (o los hombres) que han jugado un papel de padre en su vida. Piense en lo que ha aprendido de su padre.

  1. Tome en consideración las buenas cualidades que admira en él.
  2. ¿Qué le muestra sobre la actitud de Dios hacia sus criaturas? Algunas personas nunca han conocido a su padre biológico, o han vivido una experiencia negativa de un padre.
  3. A veces esto puede difi cultar el hecho de relacionar la idea de Dios como un padre.

Si usted se encuentra en esta situación piense en otros hombres (padrastros, hermanos mayores, amigos de la familia, abuelos, líderes juveniles y ministros de la iglesia) que han sido una infl uencia constante, compasiva y positiva en su vida.

¿Cuáles son las cualidades de paternidad evidentes en Dios? ¿Cómo podemos ejemplifi car estas cualidades para los niños que cuidamos? ¿Es necesario ser un padre biológico para poder asumir el papel de un padre? ¿Hay niños o jóvenes en nuestra comunidad que no tienen padres? ¿Cómo podemos ayudarlos? ¿Cuál es el papel de un padre en capacitar a un niño? ¿Cuáles son las responsabilidades de un padre para un hijo? ¿Éstas incluyen responsabilidades espirituales? (Tome en consideración a Génesis 18:19, Deuteronomio 6:6-7.) Colosenses 3:21 dice ‘Padres, no exasperen (provoquen, irriten) a sus hijos, no sea que se desanimen.’ ¿Qué piensa que se quiere decir con esto? ¿Cómo puede un padre crear la atmósfera en la cual un niño pueda fl orecer hacia la madurez?

Recuerde que la Biblia también describe a Dios como una madre (Isaías 66:13, Mateo 23:37). Estas preguntas también pueden considerarse para el papel de una madre, y se aplican a cualquier persona que cuide de un niño. El Reverendo Joe M Kapolyo es pastor de la Iglesia Bautista de Edmonton en Londres.

Anteriormente trabajó como Secretario Regional de la Unión Bíblica en Zambia, como pastor bautista tanto en Zambia como en Zimbabwe, y como educador teológico en Zambia, Zimbabwe e Inglaterra. Fue director del Theological College of Central Africa en Zambia y luego director de All Nations Christians College en Inglaterra.

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¿Qué dice la Biblia de la Madre celestial?

Madre Celestial La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días enseña que todos los seres humanos, hombres y mujeres, son amados hijos procreados en espíritu por padres celestiales: un Padre Celestial y una Madre Celestial. Esta comprensión se fundamenta en las enseñanzas de las Escrituras y de los profetas acerca de la naturaleza de Dios, nuestra relación con la Deidad y el potencial divino de los hombres y las mujeres.

Los Santos de los Últimos Días tienen en gran estima la peculiar doctrina de una Madre Celestial. Aunque no hay registros de una revelación oficial de José Smith sobre esta doctrina, algunas de las primeras mujeres Santos de los Últimos Días indicaron que él les enseñó personalmente acerca de una Madre Celestial.

Las primeras referencias publicadas de la doctrina aparecieron poco tiempo después de la muerte de José Smith en 1844, en documentos escritos por sus colaboradores cercanos. La expresión más notable de la idea se encuentra en un poema de Eliza R. Snow, titulado “My Father in Heaven”, que ahora se conoce como el himno “Oh mi Padre”.

  1. Ese texto declara: ¿Hay en los cielos padres solos? Clara la verdad está; la verdad eterna muestra: madre hay también allá”.
  2. Líderes posteriores de la Iglesia han confirmado la existencia de una Madre Celestial.
  3. En 1909, la Primera Presidencia enseñó que “todos los hombres y mujeres son a semejanza del Padre y la Madre universales, y son literalmente hijos e hijas de la Deidad”.

Susa Young Gates, una líder prominente de la Iglesia, escribió en 1920 que las visiones y enseñanzas de José Smith revelaron la verdad de que “la divina Madre, al lado del divino Padre”. En “La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, promulgada en 1995, la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles declararon: “Cada es un amado hijo o hija procreado como espíritu por padres celestiales y, como tal, cada uno tiene una naturaleza y un destino divinos”.

Los profetas han enseñado que nuestros padres celestiales trabajan juntos para lograr la salvación de la familia humana. El élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó: “Somos parte de un divino plan diseñado por Padres Celestiales que nos aman”. El presidente Harold B. Lee declaró: “Olvidamos que tenemos un Padre Celestial y una Madre Celestial que probablemente estén incluso más preocupados por nosotros que nuestro padre y madre terrenales, y que hay influencias del más allá que procuran constantemente ayudarnos cuando hacemos todo lo que podemos”.

Las Características de la Madre Espiritual – Gálatas 5:22-23

Los Santos de los Últimos Días dirigen su adoración al Padre Celestial, en el nombre de Cristo, y no oran a la Madre Celestial. En esto, siguen el modelo establecido por Jesucristo, que enseñó a Sus discípulos que “siempre debéis orar al Padre en mi nombre”.

A los Santos de los Últimos Días se les enseña a orar al Padre Celestial, pero como el presidente Gordon B. Hinckley dijo: “El hecho de que no oremos a nuestra Madre Celestial de ninguna manera le resta importancia ni la denigra”. Ciertamente, como el élder Rudger Clawson escribió: “Honramos a la mujer cuando reconocemos la divinidad de su Prototipo eterno”.

Como con muchas otras verdades del Evangelio, nuestro conocimiento actual acerca de la Madre Celestial es limitado; no obstante, se nos ha dado suficiente conocimiento para apreciar lo sagrado de esta doctrina y comprender el modelo divino que se ha establecido para nosotros como hijos de padres celestiales.

  • Los Santos de los Últimos Días creen que este modelo se refleja en la declaración de Pablo: “Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón”.
  • El hombre y la mujer no pueden ser exaltados el uno sin el otro.
  • Al igual que tenemos un Padre Celestial, tenemos una Madre Celestial.
  • Como el élder Dallin H.

Oaks, del Cuórum de los Doce Apóstoles, ha dicho: “Nuestra teología empieza con padres celestiales; nuestra mayor aspiración es llegar a ser como ellos”. La Iglesia reconoce la contribución de eruditos al contenido histórico que se presenta en este artículo; su trabajo se utiliza con permiso.

  1. ; ; ; ;,
  2. Véase ; véase también Elaine Anderson Cannon,, en Encyclopedia of Mormonism, editado por Daniel H. Ludlow, 5 tomos, Nueva York: Macmillan, 1992, tomo II, pág.961. David L. Paulsen y Martin Pulido, “‘A Mother There’: A Survey of Historical Teachings about Mother in Heaven”, BYU Studies, tomo L, nro.1, 2011, págs.70–97.
  3. Zina Diantha Huntington Young mencionó que cuando su madre falleció en 1839, José Smith la consoló al decirle que en el cielo ella vería a su propia madre de nuevo y que llegaría a conocer a su Madre Eterna (Susa Young Gates, History of the Young Ladies’ Mutual Improvement Association of the Church of Jesus Christ of Latter-Day Saints, Salt Lake City: Deseret News, 1911, págs.15–16).
  4. Véase W.W. Phelps, “Come to Me”, en “Poetry, for the Times and Seasons”, Times and Seasons, tomo VI, 15 de enero de 1845, pág.783.
  5. “My Father in Heaven”, en “Poetry, for the Times and Seasons”, Times and Seasons, tomo VI, 15 de noviembre de 1845, pág.1039;, Himnos, nro.187; véase también Jill Mulvay Derr, “The Significance of ‘O My Father’ in the Personal Journey of Eliza R. Snow”, BYU Studies, tomo XXXVI, nro.1, 1996–1997, págs.84–126.
  6. “The Origin of Man”, Improvement Era, tomo XIII, nro.1, noviembre de 1909, pág.78.
  7. “The Vision Beautiful”, Improvement Era, tomo XXIII, nro.6, abril de 1920, pág.542. En ese momento, Gates era la secretaria de registros de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro.
  8. “La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, Liahona, mayo de 2017, pág.145.
  9. M. Russell Ballard, When Thou Art Converted: Continuing Our Search for Happiness, Salt Lake City: Deseret Book, 2001, pág.62.
  10. Harold B. Lee, “The Influence and Responsibility of Women”, Relief Society Magazine, tomo LI, nro.2, febrero de 1964, pág.85.
  11. ; ; ; véanse también ; ; y ;,
  12. Véase Gordon B. Hinckley,, Liahona, enero de 1992, pág.112.
  13. “Our Mother in Heaven”, Latter-day Saints’ Millennial Star, tomo LXXII, nro.39, 29 de septiembre de 1910, pág.620. Rudger Clawson era el editor de la publicación periódica y posiblemente el autor de este editorial.
  14. ,
  15. Véase Dallin H. Oaks, “”, Liahona, julio de 1995, pág.98.
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¿Que deben saber nuestros hijos espirituales?

El vivir el Evangelio – Usted debe enseñar a sus hijos a ejercer correctamente su albedrío y a poner en práctica las enseñanzas del Evangelio en todo lo que hagan. Tal como enseñó el rey Benjamín, tiene que enseñarles “a andar por las vías de la verdad y la seriedad” y “a amarse mutuamente y a servirse el uno al otro” (Mosíah 4:15).
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¿Qué tan importante es la labor de nuestra madre?

Conversamos con la sicóloga, terapeuta familiar y miembro del Instituto Chileno de Terapia Familiar, Alejandra Aspillaga, sobre la importancia de las mamás en la vida de niños y niñas. “La mamá es todo lo que somos y lo que llegamos a ser”, dice. – UNICEF Chile Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser protegidos, queridos y cuidados.

  • A vivir en familia, a que se les lleve a un control de salud, a recibir educación, a tener su propia cultura e idioma.
  • Y en el resguardo de todos estos derechos nos encontramos con una figura que cumple un papel fundamental en su vida: las mamás.
  • En su día, quisimos conversar sobre el rol de las madres con la sicóloga Alejandra Aspillaga, quien reafirma la importancia de las mamás en la vida de los niños y niñas: “Es la persona que está más cerca para acompañarnos a través de toda la trayectoria vital”.

¿Cuál es el rol de las mamás en la vida de los niños y niñas? Naturalmente es un rol fundamental y tremendamente esencial. Yo veo, en lo más práctico, cuando uno se cae y dice “mamá”, viene de tan adentro: la mamá es todo lo que somos y lo que llegamos a ser.

Los primeros roces, los primeros olores, las primeras voces que escuchamos vienen de la mamá, nos formamos ahí adentro y esto continúa. Y, en las personas que han sido adoptadas también, está toda la etapa uterina que queda en nuestros registros más internos, pero en nuestras primeras experiencias y las más primarias está el contacto con la mamá donde que es con quien nos formamos.

Es la persona que está más cerca para acompañarnos a través de toda la trayectoria vital. La mamá es la que nos cuenta la vida, cómo es la vida, la que nos traduce el mundo, la que nos va armando y organizando los recuerdos que tenemos de la infancia.

  • ¿Hay alguna forma en que se pueda trabajar el vínculo madre-hijo/a? Lo que necesita esa guagua al principio es sobre todo cobijo, calor, protección, es súper primario en el fondo.
  • Eso va a permitir que en la vida después las mujeres que tenemos un hijo o hija, que estamos criando, podamos ir sabiendo qué hacer, que está mucho menos dado por lo que dice el libro o tal vez la última teoría de cómo se cría.

El primer apego va ocurriendo cuando una mamá puede agarrar a su guagüita recién nacida y tomarla, olerla, olfatearla, darle pecho y estar mucho rato con esa guagüita con las menos interferencias posibles de otros. Eso posibilita que ese vínculo sea rico, que sea agradable que sea poco mediado por normas de terceros, de cómo tendría que ser, porque está llamado a ser algo bien instintivo que nace de la posibilidad de pegarse con otro, de estar cerca, de vincularse muy estrechamente.

Entonces, para que una mamá pueda vincularse bien, ojalá estar muy en conexión con su propia emocionalidad, con su propia niña de chiquitita y estar en conexión con que percibimos que nos necesita otro ser humano que está a nuestro cargo. En niños más grandes, es mucho más desafiante porque no tenemos lo que al principio, que es como oler, amamantar, cobijar, pero se da en la medida en que puedas vincularte lo más libre posible para poder abrazar, para poder contener, para poder acompañar, para poder estar cerca, para poder consolar si tiene miedo, si tiene pena.

Eso va permitiendo que el vínculo vaya fluyendo de manera bastante natural. “La disponibilidad es una palabra que es bien clave, que no es fácil porque suena muy bonito puesto así, pero una mujer está también expuesta a una serie de demandas, de desafíos, de trabajar, a veces traer el sustento económico, estar disponible para más de un hijo.

Son múltiples las preocupaciones que se pueden tener, por eso es un rol tremendamente desafiante, muchas veces súper sobrecargado por la vida que llevamos hoy en día”. ¿Qué experimentan los niños cuando son contenidos, cuando son cobijados? Cuando una guagüita nace, y en esto lo compartimos con los primates y todos los mamíferos, lo único que necesita es un cuerpo calentito que cobije, que nutra, que le alimente, que lo apapache, que lo limpie.

Cuando eso está cubierto el cerebro va regulándose en cómo hacer frente al estrés, cómo hacer frente a las demandas, etc. Lo otro se va dando por añadidura. Es decir, cómo vamos acompañando a ese niño o niña en las experiencias que va teniendo con el mundo que lo rodea.

  • La mamá ahí va acompañando de una forma distinta.
  • La disponibilidad es una palabra que es bien clave, que no es fácil porque suena muy bonito puesto así, pero una mujer está también expuesta a una serie de demandas, de desafíos, de trabajar, a veces traer el sustento económico, estar disponible para más de un hijo o hija.

Son múltiples las preocupaciones que se puedan tener, por eso es un rol tremendamente desafiante, muchas veces súper sobrecargado por la vida que llevamos hoy en día. ¿Ese vínculo se puede trabajar en la adolescencia? Siempre. Si a mí hay algo que me tiene en este trabajo, en esta pega que a mí me gusta mucho, es que al último día las relaciones pueden evolucionar.

  1. Ahora, es tanto lo que va moldeando las primeras etapas que ojalá hubiera siempre un vínculo temprano, es el momento vital en el que más hay que acompañar a una mujer que está siendo mamá.
  2. Si acompañas e inviertes en planes, en educación, en formación, en acompañamiento todo el resto va a ir siendo más fácil, porque ya trabajaste en el apego inicial.

Hay estructuras y funcionamientos neuronales en el cerebro que se van quedando formados en las primeras etapas. Entonces, cuando esto es al principio, el impacto es mucho más que cuando es después, pero no significa que no se pueda trabajar siempre. ¿Hay que cambiar la disponibilidad ya no física, sino con otras necesidades propias de los y las adolescentes? Tienes que adecuarte y acoplarte a lo que el otro va necesitando.

Es harta entrega y una sabiduría gigante que tienes que ir desarrollando. Hay mujeres que esto se les va a dar de manera mucho más fácil porque tuvieron experiencias tempranas de haber sido acompañadas, cobijadas, queridas, satisfechas en sus necesidades de afecto y otras también. ¿Cómo se pueden acompañar las mamás? Es súper importante para las mamás acompañarse por otras mujeres que han sido o son mamás.

Y ahí hay que hacer tribu, recurrir a las propias mamás, o a las amigas o a las compañeras de trabajo. Te vas dando cuenta que todo lo que te a ti te pasa le pasa a la del lado también. Y eso es un alivio. Cuando conversamos con otro, cuando también vamos a nuestras propias ayudas, a nuestra propia terapia, a nuestras propias mamás si nos acompañan, a las propias amigas; vamos poniendo como en un saber común, qué es lo mejor, qué es lo que al otro le ha resultado, qué es lo que compartimos las mamás cuando las cosas no nos resultan, los miedos, los dolores.

Porque, claro, cuando somos mamás, nos abrimos a los amores más grandes, pero también a los dolores más grandes. El poder hablar, de acompañarnos de otras mujeres, con pocas caretas, cuando hablamos con el corazón, aparece lo que somos nosotros, nuestra humanidad, lo difícil que es esto. Queremos pedirte un consejo, un regalo que le pudiéramos hacer a las mamás en este día de la madre, en beneficio de los niños y las niñas Lo primero es este abrazo global, universal.

Sí, porque es una de las pegas más linda y más difícil por lejos. Es como este cariño y esta admiración. Yo creo que pasa parecido al 8 de marzo, que como que es especial saludarnos entre nosotras, como darnos ánimo, reconocer. Un reconocimiento, un abrazo grande.

Como el apoyar, vamos que se puede, con estos monitos que salen en el whatsapp que nos mandamos entre nosotras cuando uno le cuenta a una amiga los problemas que estamos teniendo al ser mamás. Porque lo necesitamos. Yo creo que hagamos redes, nos acompañemos porque es lo que más puede ayudar. Que reciban todo el cariño de los hijos y las que están pasando por momentos difíciles con ellos.

Que haya un reconocimiento profundo a lo que has sido y lo que has dejado en la vida de esa persona y que si ha habido dolores grandes, que siempre se puede hacer algo por reunir, por religar, por revincular.
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¿Qué significa nacer espiritualmente en la familia de Dios?

No temáis – Al igual que sucede a muchas personas en el mundo, a menudo reflexionamos en el significado de la vida, de nuestro destino, de nuestro futuro y el de nuestros hijos, y buscamos respuestas a las preguntas que nos inquietan. ¡Cómo nos regocijamos al enterarnos de que el Señor tiene un plan para nosotros! Podemos nacer espiritualmente de nuevo al tomar Su nombre sobre nosotros, ser obedientes a Sus mandamientos y dar oído al poder y a la influencia del Espíritu Santo (véase Mosíah 5:7).

  1. Sorprendentemente, al buscar las cosas de la vida, solemos complicar artificialmente la amorosa sencillez del Evangelio.
  2. Es por eso que Él nos manda que seamos como niños en lo que a la franqueza, la sinceridad y la sencillez de su infantil percepción del mundo se refiere.
  3. El Señor nos dice: “No temáis, pequeñitos, porque sois míos” (D.

y C.50:41). El Salvador nos llama a creer en la luz del Evangelio a fin de que seamos hijos de luz (véase Juan 12:36). Mormón enseña: “si os aferráis a todo lo bueno, y no lo condenáis, ciertamente seréis hijos de Cristo” (Moroni 7:19). Ser como un niño brindará reposo a nuestra vida y paz a nuestro corazón.
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¿Cómo se hace un resguardo espiritual?

Resguardos Son una especie de amuletos. Pueden consistir en ‘algo’ (cenizas de una oración escrita, hojas de plantas especiales picaditas, etc.) que se envuelve en una fundita de tela y se cose para que no se derrame. Esta fundita se ata a la muñeca, o al brazo o al cuello.
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¿Qué es la seguridad espiritual?

Consecuencias Biblicas – Un cristiano debe pensar seriamente en las consecuencias de lo que Pablo nos recordó al decir que somos «el templo del Espíritu Santo», y que no somos nuestros, sino que somos «comprados por precio» (1 Corintios 6:19, 20). Cuando permitimos que las situaciones físicas inseguras persistan sin corregirse o que las relaciones permanezcan fragmentadas y volátiles, hemos descuidado nuestras responsabilidades espirituales, y los hechos destructivos que sobrevienen deben atribuirse directamente a nuestra indolencia.

Todas las consecuencias del sexto mandamiento, «no matarás», entran en juego cuando una persona no ordena su vida adecuadamente y eso ocasiona su propia muerte «accidental» o la de otra persona; así, el pecador impenitente se ve privado de la posibilidad de ser alcanzado por el poder de convicción del Espíritu Santo o un cristiano no puede seguir sirviendo a Dios.

En uno u otro caso, la muerte prematura es una tragedia con amplias consecuencias éticas y espirituales. El proverbio que reza «Mas el que me oyere, habitará confiadamente» (Proverbios 1:33) llega al núcleo de toda la cuestión de seguridad. La respuesta espiritual a Dios no se limita a realizar actividades devocionales y donaciones ni a ser testigos.
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¿Qué dice Primera de Corintios 4 15?

1 Corintios 4

  • 1 Así, pues, téngannos los hombres por de Cristo, y de los de Dios.
  • 2 Ahora bien, se requiere de los mayordomos que cada uno sea hallado fiel.
  • 3 Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo.
  • 4 Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me es el Señor.
  • 5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, quien también aclarará lo de las tinieblas, y las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza.
  • 6 Pero esto, hermanos, lo he aplicado en sentido figurado a mí y a Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no ir más allá de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, envanezcáis el uno contra el otro.

7 Porque, ¿quién te ? ¿O qué tienes que no hayas ? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?

  1. 8 Ya estáis saciados, ya sois ricos, y sin nosotros reináis; y ojalá reinaseis, para que nosotros reinásemos también juntamente con vosotros.
  2. 9 Porque según lo que pienso, Dios nos ha mostrado a nosotros los como los postreros, como a sentenciados a muerte; porque somos hechos espectáculo al mundo, y a los ángeles y a los hombres.
  3. 10 Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, y vosotros sois prudentes en Cristo; nosotros, débiles, y vosotros, fuertes; vosotros, nobles, y nosotros, despreciados.
  4. 11 Hasta esta hora padecemos hambre, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos abofeteados y no tenemos dónde vivir;
  5. 12 y nos fatigamos, trabajando con nuestras propias ; nos maldicen, y bendecimos; padecemos, y la,
  6. 13 Somos difamados, y respondemos con bondad; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos.
  7. 14 No escribo esto para avergonzaros, sino amonestaros como a mis amados.
  • 15 Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres, porque en Cristo Jesús yo os por medio del,
  • 16 Por tanto, os ruego que me,
  • 17 Por lo cual os he enviado a, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el que os recordará mis caminos en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias.
  • 18 Mas algunos están, como si yo nunca hubiese de ir a vosotros.
  • 19 Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras de los que andan envanecidos, sino el poder.
  • 20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en,

21 ¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de ?
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¿Qué quiere decir 1 de Corintios 4 15?

¿Qué significa 1 Corintios 4:15? 1 Corintios 4:15, : Porque aunque tengáis innumerables maestros en Cristo, sin embargo no tenéis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.

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1 Corintios 4:15, : Porque aunque ustedes tengan innumerables maestros (tutores) en Cristo, sin embargo no tienen muchos padres; pues en Cristo Jesús yo los engendré por medio del evangelio.1 Corintios 4:15, : De hecho, aunque tuvieran ustedes miles de tutores en Cristo, padres sí que no tienen muchos, porque mediante el evangelio yo fui el padre que los engendró en Cristo Jesús.1 Corintios 4:15, : Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.1 Corintios 4:15, : Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; que en Cristo Jesús yo os engendré por el Evangelio.

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¿Qué dice Mateo 23 9?

9 a Y no llaméis a nadie en la tierra vuestro padre, porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.10 Ni seáis llamados maestros, porque uno es vuestro Maestro, a el Cristo.
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¿Qué dice el Salmo 46 5?

5 Dios está en a medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al romper el alba.6 Bramaron las naciones, se tambalearon los reinos;dio él su voz, se derritió la tierra.
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¿Qué dice en Lucas 1 45?

Lucas 1

  • 1 que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas entre nosotros han sido,
  • 2 tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo con sus ojos y fueron ministros de la palabra,
  • 3 me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde el principio, escribírtelas en orden, oh excelentísimo,
  • 4 para que bien la verdad de las cosas en las cuales has sido enseñado.
  • 5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un llamado, del grupo de Abías; y su esposa era de las hijas de Aarón y se llamaba Elisabet.
  • 6 Y ambos eran justos delante de Dios y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y estatutos del Señor.
  • 7 Pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada.
  • 8 Y aconteció que, ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios, según el orden de su,
  • 9 conforme a la costumbre del, le tocó en suerte ofrecer el incienso al entrar en el templo del Señor.
  • 10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera, orando a la hora del incienso.
  • 11 Entonces se le apareció un ángel del Señor puesto de pie a la derecha del altar del incienso.
  • 12 Y al verle, Zacarías se turbó y cayó temor sobre él.
  • 13 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas, porque tu oración ha sido oída, y tu esposa Elisabet te dará a luz un, y llamarás su nombre,
  • 14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento,

15 porque será grande delante del Señor. Y no beberá ni sidra, y será lleno del aun desde el vientre de su madre.16 Y a muchos de los hijos de Israel hará volver al Señor su Dios.17 Porque irá delante de él con el espíritu y el poder de, para volver los corazones de los padres a los hijos, y a los rebeldes a la prudencia de los justos, a fin de para el Señor un pueblo bien dispuesto.18 Y Zacarías dijo al ángel: ¿Cómo sabré esto? Porque yo ya soy viejo, y mi esposa es de edad avanzada.

  1. 19 Y respondiendo el ángel le dijo: Yo soy, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte y a darte estas buenas nuevas.
  2. 20 Y he aquí, quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no has creído mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.
  3. 21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaba de que él se tardara tanto en el templo.
  4. 22 Y cuando salió, no les podía hablar; y entonces comprendieron que había visto una visión en el templo; y él les hablaba por señas, y permaneció mudo.
  5. 23 Y aconteció que, cumplidos los días de su servicio, regresó a su casa.
  6. 24 Y después de aquellos días concibió su esposa Elisabet, y se recluyó en casa durante cinco meses, diciendo:
  7. 25 Así ha hecho el Señor conmigo en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.
  8. 26 Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret,
  9. 27 a una desposada con un varón que se llamaba, de la casa de David; y el nombre de la virgen era,

28 Y entrando el ángel a donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.

  • 29 Pero ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras y pensaba qué salutación sería esta.
  • 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.
  • 31 Y he aquí, concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre,
  • 32 Este será grande y será llamado del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de, su padre.

33 Y reinará en la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá,34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Porque varón.

  1. 35 Y respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que va a nacer será llamado Hijo de Dios.
  2. 36 Y he aquí, tu parienta Elisabet también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que era llamada estéril;
  3. 37 porque ninguna cosa es para Dios.

38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de ella.

  • 39 En aquellos días, levantándose María, fue a la montaña con prisa, a una ciudad de Judá;
  • 40 y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet.
  • 41 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo
  • 42 y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
  • 43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?
  • 44 Porque he aquí, cuando llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
  • 45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor.
  • 46 Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor;
  • 47 y mi espíritu se regocija en Dios mi,
  • 48 porque ha mirado la humilde condición de su sierva; porque he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones,
  • 49 porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; y santo es su nombre.
  • 50 Y su misericordia es de generación en generación a los que le temen.
  • 51 Hizo proezas con su brazo; esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.
  • 52 Quitó a los poderosos de los tronos y levantó a los,
  • 53 A los hambrientos llenó de bienes y a los ricos los despidió vacíos.
  • 54 Socorrió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia,
  • 55 de la cual habló a nuestros padres, a Abraham y a su para siempre.
  • 56 Y se quedó María con ella como tres meses; después volvió a su casa.
  • 57 Y a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, y dio a luz un hijo.
  • 58 Y oyeron los vecinos y los parientes que Dios había hecho para con ella gran misericordia, y se alegraron con ella.
  • 59 Y aconteció que al día vinieron para al niño, y le llamaban con el nombre de su padre, Zacarías.
  • 60 Y respondiendo su madre, dijo: No, sino Juan será llamado.

61 Y le dijeron: ¿Por qué? No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre.62 Entonces preguntaron por señas a su padre cómo le quería llamar.63 Y él, pidiendo una tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron.64 En ese mismo momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y habló, alabando a Dios.65 Y sobrevino un temor sobre todos los vecinos de ellos; y en todas las montañas de Judea se divulgaron todas estas cosas.66 Y todos los que las oían las conservaban en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, será este niño? Y la mano del Señor estaba con él.

  1. 67 Y Zacarías, su padre, fue lleno del Espíritu Santo y profetizó, diciendo:
  2. 68 Bendito el Señor Dios de Israel, que ha y a su pueblo,
  3. 69 y nos levantó un de salvación en la casa de David, su siervo,
  4. 70 habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio:
  5. 71 Salvación de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos aborrecieron,
  6. 72 para hacer misericordia con nuestros padres y de su santo ;
  7. 73 del juramento que juró a Abraham, nuestro padre, que nos había de conceder,
  8. 74 que sin temor, librados de nuestros enemigos, le serviríamos
  9. 75 en santidad y en justicia delante de él todos nuestros días.
  10. 76 Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado, porque irás delante de la faz del Señor para sus caminos,
  • 77 para dar conocimiento de salvación a su pueblo, para remisión de sus pecados,
  • 78 por la misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó desde lo alto la aurora,
  • 79 para dar a los que habitan en y en sombra de, para encaminar nuestros pies por camino de paz.
  • 80 Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día en que se mostró a Israel.

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¿Qué dice Colosenses 3 19?

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  1. 1 Si habéis, pues,, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
  2. 2 Poned la en cosas de arriba, no en las de la,
  3. 3 Porque muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
  4. 4 Cuando Cristo, nuestra, manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en,
  5. 5 Haced morir, pues, lo terrenal en miembros:, impureza, lascivas, malos deseos y, que es ;
  6. 6 cosas por las cuales la de Dios viene sobre los hijos de,
  7. 7 En las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.
  8. 8 Pero ahora, dejad también vosotros todas estas cosas:, enojo,,, soeces de vuestra boca.
  9. 9 No los unos a los otros, habiéndoos despojado del hombre con sus hechos,
  10. 10 y habiéndoos revestido, que es renovado hasta el conocimiento pleno, conforme a la imagen del que lo creó;
  11. 11 donde no hay ni judío, ni incircuncisión, bárbaro ni escita, esclavo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
  12. 12 Vestíos, pues, como de Dios, santos y amados, de entrañable, de, de, de, de paciencia;
  13. 13, y los unos a los otros si alguno tuviere queja del otro; de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
  14. 14 Y sobre todas estas cosas vestíos de, que es el vínculo de la perfección.
  15. 15 Y la de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed,
  16. 16 La de Cristo habite en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros en toda sabiduría con salmos e y cánticos espirituales, cantando con gratitud en vuestros corazones al Señor.
  17. 17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra, o de hecho, todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
  18. 18, sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
  19. 19 Maridos, a vuestras esposas, y no seáis ásperos con ellas.
  20. 20, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.
  21. 21, no a ira a vuestros hijos, para que no se desanimen.
  22. 22, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres, sino con sencillez de corazón, a Dios.
  23. 23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor, y no para los hombres,
  24. 24 sabiendo que del Señor recibiréis la de la herencia, porque a Cristo el Señor,
  25. 25 Pero el que hace injusticia, por la injusticia que haya cometido, porque hay acepción de personas.

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¿Qué dice Proverbios 15 32?

32 El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma,pero el que a escucha la reprensión adquiere entendimiento.
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¿Cómo es el corazón de una madre?

El corazón de una madre Las madres, por naturaleza, están siempre pensando en otras personas. Años de sacrificio y de entrega, les han enseñado que su dicha aumenta al compartirla con los demás. Un hombre aprendió esta lección de su madre de un modo interesante, ya de adulto, casado y con hijos propios.

  1. Para entonces, su madre estaba entrada en años y vivía en un centro habitacional para ancianos.
  2. El hijo fue a visitarla con su familia en el Día de la Madre, tal como lo hacían a menudo.
  3. Pero esa vez, poco después de recibirlos con los brazos abiertos, la anciana tomó el teléfono y empezó a llamar a una vecina.

Cuando el hijo le preguntó por qué lo hacía, ella apenas sonrió. Nadie respondía pero, aunque le resultaba difícil marcar el número, la mujer seguía insistiendo cada pocos minutos. Finalmente, su vecina contestó a su llamada. “Ven a mi habitación”, dijo la anciana.

Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. 1 / 2

Descargar fotos Bien podría haber disfrutado la visita de su familia. Nadie la habría culpado por querer estar sola con ellos; después de todo, era el Día de la Madre, y su familia había venido a verla a ella. Sin embargo, incluyó a alguien cuyas necesidades eran mayores que las propias.

Su amiga llegó y las dos madres pasaron un momento muy agradable hablando, riendo y recordando experiencias bellas de sus vidas. Había más que suficiente amor para compartir en ese memorable Día de la Madre. Esto capta perfectamente lo que significa ser una madre —y una abuela; ellas piensan en los demás.

Ellas aman, dan de sí y dedican tiempo a otras personas. Como resultado, su círculo de bondad se expande hasta abarcar a quienes, de otro modo, estarían solos. Por eso que el corazón de una madre es tan grande, porque abriga sentimientos por tantas personas.

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Nota sobre la Guía de Estilo: Al publicar noticias o reportajes sobre La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tenga a bien utilizar el nombre completo de la Iglesia la primera vez que la mencione. Para más información sobre el uso del nombre de la Iglesia, visite nuestra, : El corazón de una madre
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