▷ ¿Qué es la Biblia? ¿Quién la escribió? ¿Cuántos libros tiene? por ¿Qué es la Biblia? ¿Quien escribió la escribió? ¿Cuantos libros tiene? La Biblia es el Libro más impreso de la historia, más traducido, más vendido y a la vez más quemado. Surgen muchas preguntas acerca de la Biblia, por lo cual, contestaremos algunas de ellas a continuación. Lee También:, La Biblia es la Palabra de Dios revelada a la humanidad (Ex 31:18, 32:16), su autor es Dios mismo y su interprete El Espíritu Santo (2 Sa 23:2; 2 Pe 1:21). Su tema principal es la redención del hombre por medio de Jesucristo (Jn 3:16). Pero también es útil para enseñar, exhortar, corregir e instruir en justicia al hombre (2 Ti 3:16). La Biblia fue escrita por 40 personas escogidas y preparadas por Dios en diferentes épocas y lugares. Sus autores fueron reyes, príncipes, poetas, profetas, pastores, sacerdotes, doctores y otros simplemente fueron pescadores. Fue completada en un periodo aproximadamente de 1600 años y escrita en 3 idiomas diferentes. La Biblia está dividida en Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, La palabra « Testamento » tiene como significado « Pacto » o « Alianza «, haciendo referencia a los pactos de Dios con su Pueblo escogido (Ex 19:5-6) y con Su Hijo Jesucristo (Mt 26:26-28). La Biblia tiene en total 66 libros, 39 del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo Testamento. Los 39 libros del Antiguo Testamento están compuestos por 5 libros del Pentateuco, 12 libros históricos, 5 poéticos, 5 de profetas mayores y 12 de profetas menores.
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¿Cómo explicar lo que es la Biblia?
¿Qué es la Santa Biblia? | veniracristo La Biblia es un libro sagrado que contiene la palabra de Dios. A lo largo de sus páginas, la Santa Biblia enseña que Dios nunca deja de amar a sus hijos. La Biblia es una colección de libros sagrados escritos por profetas antiguos e historiadores.
Estos autores registraron la relación entre Dios y su pueblo por más de 4,000 años. Sus palabras inspiradas son lo que hoy conocemos como la Santa Biblia. Jesucristo es el Hijo de Dios que vino a la tierra para salvarnos del pecado, la tristeza, la soledad, el dolor y más. Jesús enseñó lecciones hermosas sobre el servicio y el amor y realizó muchos milagros mientras estuvo en la tierra.
En la Biblia, podemos leer estas historias y empezar a conocer cómo podemos vencer las cosas difíciles con la ayuda de Jesús. Seguir las enseñanzas que encontramos en la Biblia nos ayuda a saber quién es Dios, aprender de personas buenas que lo amaron y entender mejor cómo quiere que vivamos. Permítenos ayudarte a estudiar la palabra de Dios Solicita un estudio de la Biblia En la Biblia, Dios dio a Su pueblo diez mandamientos o leyes para vivirlos. Estos mandamientos requieren que amemos a Dios y que tratemos a otras personas con respeto. No debemos mentir, robar, matar, o cometer adulterio (véase Éxodo 20).
Dios aún espera que sigamos los Diez Mandamientos en nuestros días. En el Nuevo Testamento, Jesús nos mostró una mejor manera de seguir a Dios. Él enseñó que además de guardar los mandamientos, también debemos mantener nuestros pensamientos y corazón puros. La esencia de la fe en Jesús es seguir Sus dos grandes mandamientos: amar a Dios y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
“Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos”. (Mateo 5:43-44) La enseñanza más importante de la Biblia es el amor. Al leer historias acerca del amor en la Biblia, podemos llegar a ser más como Jesús.
Podemos amar más, servir más y perdonar más. Podemos encontrar amor por Dios, por nuestro prójimo y aun por nuestros enemigos. “Amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios”.1 Juan 4:7 Los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días también creen en otro libro sagrado de Dios, llamado el Libro de Mormón.
Al igual que la Biblia, este nos enseña sobre Jesús y nos ayuda a contestar algunas de las preguntas más difíciles de la vida. Juntos, la Biblia y el Libro de Mormón nos dan una mayor comprensión del amor de nuestro Salvador y nos ayudan a fortalecer nuestro amor por Él.
Las personas tienen muchas preguntas sobre los “mormones”, o con más respeto, miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Haz clic para ver la lista completa. ¿Quién escribió la Biblia? La Biblia fue escrita por hombres inspirados llamados profetas. Dios habló con profetas como Moisés e Isaías, y ellos escribieron sus enseñanzas.
Estos escritos componen el Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento es una colección de relatos en primera persona de los seguidores de Jesús. También contiene cartas de Pablo y otros apóstoles. Ambos testamentos fueron posteriormente traducidos y compilados en el libro que conocemos hoy como la Biblia.
Sí. Mucho. Es la palabra de Dios y un volumen sagrado de escrituras y lectura que conduce a una vida feliz. Junto con la Biblia, también encontramos inspiración en otros libros de escrituras singulares de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Todos trabajan juntos para enseñarnos verdades importantes sobre Jesucristo.
¿Por qué necesito el Libro de Mormón si tengo la Biblia? El Libro de Mormón apoya la Biblia y, a menudo, aclara las enseñanzas de Jesucristo. En la Biblia, tanto Marcos como Lucas cuentan las mismas historias sobre Jesús. Sin embargo, podemos aprender más de Él cuando tenemos una perspectiva adicional.
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¿Cómo sacar un tema de la Biblia para predicar?
Existen tres aspectos claves que se deben considerar durante la preparación: Observación: examinar con cuidado lo que aparece en el pasaje. Interpretación: interpretar lo que significa el pasaje. Aplicación: aplicar el pasaje de acuerdo con su vida o contexto y así actuar.
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¿Cuáles son las partes de la Biblia?
Las dos grandes divisiones o partes de la Biblia son Antiguo y Nuevo Testamento ; esta división procede de los más antiguos tiempos cristianos. En total, la Biblia se compone de 73 libros, de los cuales 46 constituyen el Antiguo Testamento y 27 el Nuevo Testamento,
1) Thóráh (=Ley) o Pentateuco porque comprendía los 5 primeros libros 2) Nebi’im (=Profetas), divididos en Nebi’im hare’sonim (=profetas anteriores), que son desde Josué al 4° (=2º) de Reyes, y Nebi’im ha’ajarónim (=profetas posteriores), que comprenden desde Isaías hasta Malaquías.3) Kethúbim (=Hagiógrafos), o Escritos, que son el resto de los escritos sagrados (Ps, Prv, Iob, Cant, Ruth, Lam, Eccl, Est, Dan, Esd, Neh, 1 y 2 Chro o Par).
Hoy día en la Iglesia la división más corriente es la llamada lógica, porque hace relación especialmente con el contenido de los libros; consta de tres grandes divisiones, que se aplican paralelamente a uno y otro Testamento: históricos, sapienciales (o didácticos) y proféticos.
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¿Dónde se originó la Biblia?
La Biblia, tal y como la conocemos, fue recopilada por primera vez en la historia en el siglo III antes de Cristo, cuando setenta sabios judíos fueron invitados por el rey Ptolomeo II a acudir a Alejandría para aportar a la famosa biblioteca la historia del pueblo de Israel (lo que hoy llamamos el Antiguo Testamento).
Durante meses, pusieron por escrito la memoria de miles de años del pueblo de Israel, desde Adán, hasta Moisés, incluyendo los libros históricos, sapienciales y proféticos. Su trabajo se tradujo del arameo y hebreo antiguos al griego. Así nació la llamada Biblia de los Setenta o Alejandrina (también Septuaginta), en la que se basa el texto cristiano actual.
Una recopilación hebrea de la historia de pueblo de Israel, llamado texto masorético (‘tradición’, en hebreo), se hizo en el siglo IX DC. Es la versión hebraica que no incluye el Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento y la recopilación de los Evangelios que retrataron la vida de Jesús, tuvo numerosas fuentes y autores.
- El papiro más antiguo del Nuevo Testamento es un fragmento de Juan que data de los años 125-130 d.C.
- Sin rastro físico De aquellos originales de la Biblia alejandrina, al igual que los textos de los filósofos griegos presocráticos, no hay ningún rastro físico.
- Todo aquello se esfumó debido a los saqueos e incendios de la legendaria biblioteca, pero también debido a su débil soporte de transmisión: el papiro, la vitela y el cuero, no resisten el paso del tiempo.
Lo mismo sucedió a los escritos evangélicos ¿Cómo sobrevivió ese conocimiento? Durante años, se han hecho miles y miles de copias de copias. Sin embargo, eso produjo una duda hermenéutica: “Los textos antiguos fueron copiados por batallones de escribas, frecuentemente en los monasterios, y sufrieron numerosas afrentas que van desde la simple falta de ortografía o de atención del copista, hasta la correccción doctrinal y voluntaria”, afirman Roselyne Dupont-Roc y Philippe Mercier enLos manuscritos de la Biblia (Ed.
- Verbo Divino).
- Como cada copia siempre tenía algún error de interpretación o de transcripción, la paleografía cristiana se ha esmerado en comparar copias con otras copias para recomponer un texto lo más parecido al original.
- ¿Se había hecho un buen trabajo o había pasajes falsos o equívocos? ¿Estaban los cristianos de todo el mundo confiando en unos textos erróneos? Los manuscritos del mar Muerto Cuando dos pastores beduinos penetraron por error en 1947 en una cueva en busca de una cabra perdida, y descubrieron antiguos rollos encerrados en vasijas, se desató una de las disputas paleográficas más fascinantes de la historia.
Esos rollos contenían extractos o pasajes enteros de los libros de la Biblia. Se les denominó los rollos del Mar Muerto. Procedían del año 150 a.C hasta el 70 d.C. Muy pronto surgieron teorías curiosas sobre su contenido: unos afirmaban que esos textos daban una vuelta a los Textos Sagrados, los cuales habían sido deformados a lo largo de los siglos por la historiografía cristiana.
- Otros, añadieron que la Iglesia no quería dar a conocer su contenido pues contenían reveladoras contradicciones sobre Jesús.
- Los hubo que dijeron que era el mejor testimonio del Nuevo Testamento, y hasta que Jesús formó parte de la comunidad de los esenios, la secta enigmática que había escrito y guardado esos textos en vasijas.
Nada de eso es verdad. Los textos hallados en las cuevas de Qumrán, a orillas del Mar Muerto, son fragmentos procedentes de unos 800 manuscritos que, en su origen, se presentaron en forma de rollos. Muchos de esos manuscritos son copias de copias, pues en la antigüedad, el papiro era desgraciadamente, la forma más popular de transmitir el saber.
- Y el papiro se deteriora fácilmente.
- Antiguo Testamento ¿Qué contenían entonces? En parte son textos bíblicos, del Antiguo Testamento, y en parte son textos religiosos no bíblicos de diverso signo, como reglas morales y legales.
- Existen unos 200 manuscritos bíblicos entre los que se encuentran 32 copias del Libro de los Salmos, 28 copias del Deuteronomio, 21 copias del Libro de Isaías, citas ínfimas (los teffilim, o pequeñas tiras de cuero), con citas del Éxodo y del Deuteronomio, tiras que se ponían en un estuche y que se llevaban en el brazo o sobre la cabeza.
Los manuscritos esenios permitieron completar algunos pasajes oscuros de las Sagradas Escrituras, pero no descubrieron nada realmente fascinante, a pesar de que se trató de uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del siglo XX. Reconstrucción exacta Al cotejarse los manuscritos de Qumrán con las versiones modernas de la Biblia, muchos exegetas y paleógrafos respiraron tranquilos al comprobar que la historiografía cristiana, después de todo, había trabajado con enorme exactitud: había logrado componer unos escritos sagrados bastante certeros.
Los manuscritos de Qumrán demostraron que el trabajo de los doxógrafos y paleógrafos cristianos fue serio y atinado durante siglos, y que en Qumrán solo había textos del Antiguo Testamento. Y a pesar de que, más recientemente, el padre Josep O’Callahan, (experto papirólogo), vio en algunos de estos trozos de Qumrán pequeñas frases del Nuevo Testamento, un examen más profundo constató que la vida de Jesús no estaba recogida en los manuscritos.
¿Quiénes eran estos esenios? Según se desprende del texto referido a la Regla de la Comunidad, los esenios eran un grupo judío “fuertemente estructurado, con su propia jerarquía y sus funcionarios, cuyos miembros ponían en común todos sus bienes, participaban en comidas comunitarias, y se hallaban sometidos a una disciplina muy estricta, con penas y castigos para cualquier transgresión”, comenta Florentino García Márquez en la reseña ‘Los manuscritos de Qumrán’.
En suma, un grupo de judíos conviviendo hace más de dos mil años bajo mismas reglas que los kibutz del siglo XX. ¿Por qué se habían retirado al desierto, imitando al profeta Isaías? Según se desprende de otro texto encontrado en Qumrán, (la Regla de la Guerra), se llamaban a sí mismos Los Hijos de la Luz, se habían retirado para purificarse, y esperaban volver a Jerusalén “al final de los tiempos”, después de haber vencido a Los Hijos de las Tinieblas.
Textos en Google Los textos del Mar Muerto son públicos desde 1991, cuando las autoridades arqueológicas de Israel (que controlan el acceso a los documentos desde la Guerra de los Seis Días en 1967), permitieron la libre consulta a todos los documentos.
- Desde esa fecha, se han ido fotografiando, y desde hace pocos años, se podían consultar en internet en este formato.
- P ero ahora, con Google, se pueden consultar de una forma mucho más cómoda: digitalizados.
- Y además, Google Maps aporta la localización exacta de aquellos manuscritos.
- ¿Y la vida de Jesús? Aunque parezca increíble, reunir las partes del Nuevo Testamento fue una tarea incluso más ardua para los eruditos.
Tras la muerte de Jesús, en la primera mitad del siglo I, sus milagros y obras fueron pasando de boca en boca hasta extenderse por todo el Mediterráneo. En la segunda mitad del siglo I había decenas de versiones: en siríaco, en copto, en latín, en griego culto, en armenio.
- Algunas coincidían. Otras no.
- El caso es que a medida que pasaba el tiempo, aumentaba el número de versiones.
- Cuanto más famoso era Jesús, y más se extendía el cristianismo por el mundo, más difícil era encontrar ‘la versión’ fiable de su vida.
- En el 370 se elaboró una lista que contenía cuatro evangelios creíbles, además de epístolas o cartas de San Pablo, hechos de Apóstoles y el Apocalipsis de San Juan.
En un concilio celebrado en 397 después de Cristo fueron consagrados después de cotejar unos con otros, y descartar varias versiones. – El evangelio de San Mateo es el más directo pues Mateo fue uno de los discípulos de Jesús, a quien fue encomendada una misión de apostolado por el mundo.
– San Marcos y San Lucas no conocieron a Jesús pero oyeron de él por los relatos de San Pablo. Eran sus discípulos. – Por último, está el evangelio de San Juan, el más joven de los discípulos. Este evangelio diferente a los otros tres en su redacción y en su estilo. Ahora bien, estos evangelios pudieron haber sido escritos por ellos, o por comunidades de fieles que recogieron estas versiones y las compilaron entre el siglo I y el III.
Luego, esas versiones fueron copiadas centenares de veces hasta que los concilios las consagraron. ¿Y dónde están los manuscritos? Los eruditos de hoy calculan que hay a su disposición hasta 150.000 manuscritos antiguos. Pero dentro de esa marabunta de manuscritos, se ha determinado cuáles son los más fiables.
- Son manuscritos se hallan hoy en el Vaticano, en San Petersburgo, en París, en Cambridge.
- De alguno solo hay pequeños trozos que han tenido que ser complementados con versiones posteriores.
- El manuscrito más antiguo y completo del Nuevo Testamento es el Codex Sinaiticus, conservado en la Biblioteca Británica de Londres,
Está escrito en griego uncial (un tipo de letra mayúscula), y data del 330-350 después de Cristo. Pero si hablamos de trozos sueltos, el más antiguo procede del 125-130 después de Cristo, se llama el papiro Rylands y procede del evangelio de San Juan.
- Está escrito por ambas caras y se conserva en la Biblioteca Rylands de Manchester.
- Cada año, aparecen nuevos ‘trozos’ del Nuevo o del Antiguo Testamento, y entonces se desata una pelea para saber si es copia fiel, o si es una versión mal trabajada.
- El último texto apareció en 2012 y provocó un pequeño revuelo en marzo de 2014, cuando fue dado por cierto por la Harvard Theological Review.
Se trata de un pequeño pasaje del Nuevo Testamento datado entre el VI y el IX d.C. y que expone esta frase: “Jesús les dijo: mi esposa.”. Todavía se duda de su autenticidad.
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¿Qué Palabra se puede predicar por primera vez?
Para el joven al que se le ha pedido predicar por primera vez – Soldados de Jesucristo Me emociona y anima el saber que se te ha dado la oportunidad de predicar este domingo. Y, francamente, no me sorprende—he visto lo seriamente que has tomado tu fe, y cómo estás fielmente comprometido con la Palabra, y has crecido en tu habilidad para comunicarte—.
Los pastores deben observar a los jóvenes que están haciendo estas cosas. Has pedido algunos consejos rápidos sobre cómo preparar tu primer sermón. He aquí algunos consejos que me vienen a la mente. Anímate. Anímate de que un pastor mayor y más experimentado vea en ti la habilidad y el carácter de un hombre que puede ser digno de llevar a cabo la tarea de predicar.
Anímate de que él te está dando esta oportunidad. No es poca cosa para un pastor pedirle a otra persona que ocupe su púlpito, así que no tomes esta oportunidad a la ligera. Sé humilde. Anímate, pero también sé humilde. Muchos hombres son invitados a predicar una o dos veces antes de que demuestren, bien sea por falta de carácter, de preparación, o por falta de habilidad, que en realidad no están preparados para la tarea.
Así que sé humilde. Acepta la invitación con humildad y aborda la tarea con humildad. Ora mucho. Nunca se puede orar demasiado durante el proceso de preparación de un sermón. De hecho, para cuando llegue la mañana del domingo, probablemente te encontrarás pidiéndole a Dios que te perdone por no haber orado lo suficiente.
Sobre cualquier otra cosa que hagas, asegúrate de encomendar esta oportunidad al Señor. Ora mientras empiezas a buscar un texto, ora al comenzar a estudiar ese texto, ora al escribir tus primeras palabras, ora al completar las palabras finales, ora mientras te preparas para impartir el sermón y ora después de haber predicado el sermón.
- Mantenlo simple.
- No trates de hacer demasiado en tu primer sermón (o en tus primeros veinte sermones).
- Haz de tu meta al final del sermón que quienes lo escuchen entiendan mejor el texto y sepan cómo se aplica a sus vidas.
- Tanto como puedas, predica un sermón sencillo en lugar de uno sofisticado.
- Esa es una buena meta para tu primer sermón y probablemente una buena meta para cada sermón subsiguiente.
Mantenlo simple. Comienza con el texto. Creo que el mejor lugar para comenzar es sólo con el texto, no con b iblias de estudio, comentarios u otras herramientas. Imprime una copia completa del texto o escríbelo a mano. Comienza el estudio únicamente con la copia del texto y estúdiala cuidadosamente.
- Consulta el método inductivo OIA (observación, interpretación, y aplicación) si necesitas un punto de partida.
- Sé tú mismo.
- Uno de los grandes retos (y placeres) de los primeros sermones es descubrir quién eres como predicador.
- Es encontrar tu propia voz y tu propio estilo.
- Es importante que, en la medida de lo posible, trates de ser tú mismo en lugar de tu predicador favorito de las redes sociales o incluso tu predicador favorito de la iglesia donde te congregas.
¡Asegúrate de que el sermón suene como tú y no como otra persona! Predica un texto, no un tema. Creo que es mucho mejor y más fácil predicar un texto que predicar un tema durante esa primera etapa como predicador. La belleza de predicar un texto es que define los “límites” del sermón.
- Te obliga a trabajar duro para entender, explicar y aplicar un texto en particular en lugar de permitirte vagar por toda la Biblia.
- Quizás puedes predicar una historia—Hech os 12:1-19 es un buen lugar para comenzar, o la parábola de la oveja perdida, o Jesús cuando libera al endemoniado gadareno—.
- En la medida de lo posible, busca un texto que no demande explicar mucho del contexto antes de poder exponerlo.
Asegúrate de predicar el texto y no una idea dentro del texto. Prepara un manuscrito, Creo que a la mayoría de los predicadores jóvenes les va mejor preparando un manuscrito completo y luego predicar de ese manuscrito. Crear un manuscrito te obliga a afinar cada palabra y cada punto; te obliga a saber exactamente lo que vas a decir.
- También evita que divagues o te pierdas durante tu exposición.
- En la medida de lo posible, prepara ese manuscrito como si lo estuvieras hablando y no sólo como si lo estuvieras escribiendo.
- En otras palabras, trata de capturar una voz que hable en lugar de una voz que escribe.
- Personalmente, lo hago pronunciando las palabras en voz alta mientras las escribo.
Empieza con valentía. Probablemente te sentirás un poco nervioso al subir al púlpito por primera vez. La tentación puede ser decir algo tri llado o hacer una broma. No lo hagas. Planifica tus primeras palabras, asegúrate de que sean significativas, y asegúrate de comenzar justamente con esas palabras.
- Considera por ejemplo: “Por favor, ora conmigo”, o, “por favor, saca tu Biblia y vamos al libro de” Deliberadamente desvía la atención de ti mismo hacia el Señor.
- Obtén retroalimentación.
- Si es posible, el viernes o el sábado anterior al sermón, busca a algunas personas que puedan escuchar un borrador de tu sermón y que te puedan dar su opinión antes de predicarlo ( o como alternativa, leer el manuscrito ).
La semana siguiente, busca a algunas personas que hayan escuchado el sermón el domingo y que estén dispuestas a darte uno o dos puntos de retroalimentación. Tal vez puedes pedirles que te nombren específicamente una o dos áreas en que lo hiciste bien y una o dos áreas en las que podrías mejorar.
- La próxima vez que prediques, escoge una cosa en la que trabajar y concéntrate en eso.
- Cada vez que prediques después de esto, elige una cosa más para mejorar.
- Establece metas limitadas pero realistas para mejorar tus habilidades.
- Sé humilde.
- Sí, ya lo dije, pero lo diré de nuevo.
- Después del sermón, inevitablemente te enfrentarás a la tentación del orgullo.
Si las cosas van bien, estarás tentado a estar orgulloso de tu habilidad; si las cosas no van tan bien, estarás tentado a hundirte en la miseria. En ambos casos, estarás lidiando con el orgullo. Toma Lucas 17:10 como tu oración después de haber predicado: “Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les ordenó, digan: ‘Somos siervos indignos; sólo hemos hecho lo que era nuestro deber'”.
- Lc.17:10).
- Cumple con tu deber ante el Señor como un siervo indigno de la gran tarea de predicar, y deja los resultados en sus manos.
- Estas son sólo algunas pautas que me gusta transmitir a los nuevos predicadores.
- Considera las que son útiles, omite las que no lo son, y ocúpate realizando tus preparativos.
Mientras tanto, estaré orando para que Dios te bendiga y bendiga Su iglesia a través de ti. : Para el joven al que se le ha pedido predicar por primera vez – Soldados de Jesucristo
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¿Cuál es el orden correcto de leer la Biblia?
¿En qué libro puedo comenzar a leer? – La manera más recomendable de comenzar a leer la Biblia es por el Nuevo Testamento, en el libro de Juan. Si bien Mateo, Marcos y Lucas también cuentan la historia de la vida y obras de Jesús, Juan tiene un enfoque un poco más personal en Jesús,
- Por otra parte, también puedes empezar por Proverbios.
- Este libro tiene 31 capítulos que pueden ser leídos uno por día; de esta manera se puede culminar el libro en un mes.
- Proverbios fue escrito por Salomón, el hombre más sabio de la Tierra, y ofrece consejos útiles para todo aquel que quiera tomar inteligentes y sabias decisiones.
Si quieres leer la Biblia en orden cronológico, entonces Génesis es el mejor lugar para comenzar. Allí se encuentra la creación del mundo y cómo la desobediencia de Adán y Eva tuvo consecuencias para toda la humanidad. Sin importar el libro que elijas para comenzar a leer la Biblia, antes ora por unos minutos y pide a Dios que te ayude a comprender lo que vas a leer.
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