LOS OFICIOS EN LA IGLESIA LOCAL Gerald Nyenhuis *
febrero 11, 2018 § Deja un comentario
Según el modelo bíblico, la iglesia local tiene dos tipos de oficiales, ancianos y diáconos. No especifica cuántos deben ser ni es exhaustiva en la definición de sus funciones pero sin duda alguna, ellos son elementos importantes de la iglesia visible.
Los nombres de estos dos oficios tienen sus raíces en verbos que nos ayudan a entender sus funciones. La palabra diácono viene del verbo diakoneo que significa servir, atender, cuidar, proveer y ministrar o servir. El diakonos es la persona que rinde un servicio. También se traduce como “ministro”.
“Diácono” es entonces la persona que atiende a las necesidades de otras, funciona a favor de ellas pero no está necesariamente a las órdenes de ellas.
La segunda palabra que designa al otro oficio es presbuteros y proviene de un verbo que significa “representar, ser embajador, ser representante.” Así, los ancianos son representantes del pueblo de Dios. Las connotaciones de la palabra “anciano” insinúan sabiduría, paciencia, experiencia, y comprensión, o sea, todos los atributos de un buen consejero.
Las mujeres de los oficiales comparten el oficio con ellos y Pablo instruye a Timoteo sobre son los requisitos que las esposas de los diáconos deben cumplir: “honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo” (I Tim 3,11). En cuanto a las ancianas, menciona que “sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien, prudentes, castas, cuidadoras de su casa, sujetas a sus maridos” (Tito 2,3 a 5).
En resumen, los diáconos en la iglesia local se relacionan con un servicio atento, y los ancianos, con la consejería, consolación y comprensión.
El Nuevo Testamento es parco en la descripción de las funciones de estos oficios. Aunque el pasaje de Hechos 6 no designa como diáconos a los hombres elegidos, tenemos todo el derecho de usar este pasaje como pauta para la construcción del modelo de las tareas de los diáconos.
En cuanto a los ancianos hay más información: Tienen que cuidar la grey (Hechos 20:26-28); deben ser aptos para enseñar (I Tim 3:2) especialmente con su ejemplo (1 Ped 5:1-3); deben atender a los enfermos para orar con ellos (Sant 5:14). Su presencia es necesaria para que la iglesia local sea una verdadera iglesia.
También se les llama obispos o supervisores (episcopos), pues tienen a su cargo la supervisión de la iglesia local. Debemos agregar que los oficiales – ancianos y diáconos – son elementos importantes de la iglesia visible, pues son la cara de la iglesia local.
* Resumido y adaptado de su libro “La Iglesia Local” por Víctor M. Sandoval
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